Pov. Normal

Hannaya había logrado entrar a la fiesta sin que muchos percances siendo principalmente por la misma temática en relación al uso de máscaras, lo único que si recibió un montón de miradas extrañas por su máscara tétrica de Oni-rojo con los colmillos y cuernos más alargados, además de su kimono morado rasgado de la parte inferior, y las espadas que colgaban de su Obi. Aun así, no le extraño a muchos dejándola pasar sin hacer una segunda inspección, pues con las cosas que habían visto en su vida, un "traje" extravagante en una fiesta de máscaras no era la gran cosa para muchos.

Pero las miradas era lo que menos le interesaba a Hannaya, lo que llamo su atención fueron el gran número de parejas felices que se encontraban en todas partes del gimnasio, esa imagen solo le causaba celos y repulsión, por aquello que no pudo tener y que fue causante de su maldición.

Ella era una Hannaya de segundo nivel una Chūnari lo que explicaba la razón por lo que su máscara era más aterradora, y a su vez su magia era más fuerte pues está a un solo paso de convertirse en un verdadero demonio, pues a pesar de tener la posibilidad de regresar a la normalidad ella ya no aspiraba a eso, no claro que no ella quería seguir cultivando la semilla de la ira, los celos y la envidia para transformarse en una Honnari, y ese baile era el lugar perfecto.

Ver a tantas parejas felices al interactuar y divertirse solo le daba más motivos para cultivar aquel odio que la regía. Además de que esperaba tener la oportunidad de contactar al Samurái del que tanto escucho, no sabía si la tomaría en cuenta a unirse a sus filas, pero al conocer sobre el número de la Titiritera ella pensó que no estaría para nada mal hacer igual su debut, solo esperaba tener la misma suerte para que los Ninjas no la atraparan antes de tiempo.

Se movió a un costado de la pista de baile y empezó a preparar un hechizo para crear caos y discordia entre los estudiantes despistados, o bueno eso pensaba, antes de hacer el último movimiento su mano fue tomada por la muñeca rompiendo así su concentración dada en aquella acción y volteo a ver quién la detuvo.

Su mirada de sorpresa rápidamente se llena de enojo e ira, pues bien, que reconoció aquellos ojos color vino a pesar de que estuvieran cubiertos por el antifaz de zorro que llevaba puesto.

—En serio pensante armar una escena — le reclama Nomi, quien aprieta su agarre y de forma discreta ve como su alumno se divierte en la pista de baile — No lo creo.

—En serio eres tan insoportable como todos tus estudiantes.

—Sabes que aun tienes una pequeña oportunidad para ser como antes ¿verdad? — le ofrece aquella propuesta que uno de sus antiguos alumnos le había ofrecido a la chica en su momento cuando se transformó en un Yokai siendo más específicas en una Namanari que era una Hannaya de primer nivel sin la ayuda de la magia del hechicero de ese entonces.

—Oh sí, claro, quiero volver a ser una débil humana con un corazón roto, no, creo que no, estoy a muy poco de volverme un demonio completo y esa idea me gusta más — con esa declaración, usando su magia para zafarse del agarre que ejercía Nomi en su mano, siendo de esa forma que se deshacerse en una clase de bruma usándola para deslizarse hasta la entrada con el objetivo de escapar.

Hannaya se desliza por el borde de la puerta, siendo en el otro lado donde vuelve a tomar forma física, no sin antes hacer una invocación de tres ikiryōs que eran "fantasmas" o mejor dicho almas de personas vivas que se encontraban en ese momento fuera de sus cuerpos, a las cuales les dio la orden de que detuvieran al Ninja. Estos de inmediato se pusieron en posición de ataque, y cuando el pelirrojo salió del gimnasio este al momento en que se cerró la puerta extendió su capa la cual había logrado encoger con magia ninja para que pareciera una pañoleta y guardarla en su bolsillo de su pantalón y no tener que traer una mochila para llevarla como hacia normalmente.

Por lo que una vez que se trasformó se preparó para atacar a los espíritus que se interponían en su camino. Tenía que acabar con ellos lo más rápido posible si su objetivo era atrapar a la mujer Yokai.

Ante lo cual se encarrero y se dirigió a estos, mientras extendía su palo Bo para defenderse de los ataques que los mismos pudieran hacer, así que su combate empezó.

Nomi bloqueaba los ataques que se le dirigían, desviándolo con su Bo a la vez que buscaba avanzar entre los pasillos de la escuela con movimientos ligeros, aun así, era consciente de que debería eliminar a los ikiryōs antes de que intentasen poseerlo o que empezaran hacer destrozos.

Pareció que su razonamiento llego algo tarde debido a que uno de los espectros empezó arrancar una de las puertas de uno de los casilleros para lanzárselo de forma directa, para que el pelirrojo lo terminase esquivando de un salto y agachándose cuando otra puerta de casillero salió disparada a su dirección.

Fue en uno de sus esquives de las puertas de casillero que uno de los ikiryōs aprovecho para tomarlo por uno de sus brazos e inmovilizarlo mientras el segundo tomaba el otro brazo y aventaba el palo Bo lejos, ante lo cual el tercero se preparó para poseerlo, o ese habría sido el caso sino hubiera sido por...

—Puño de aire Ninja — se escuchó a la distancia, para que el mismo movimiento impactara de forma sorpréndete contra el espectro que no se encontraba sujetando al Nomicon.

Esto miso le dio tiempo al pelirrojo de recuperarse de la inmovilización e impulsarse para hacer una mortal hacia atrás lo que desequilibrio el agarre de los espectros el tiempo suficiente para zafarse y golpearlos con fuerza para que estos retrocedieran ante el impacto.

—Gracias.

—No hay de que, se notaba que estabas en un aprieto — expresa con diversión mientras esquivaba con un salto un ataque tipo envestida hacia su persona.

—No seas tan soberbio y concéntrate, ellos no son nuestro verdadera enemigo — declara al momento en que lanza dos puños de aires lo que sorprende a su alumno al punto de tomar una nota mental de enseñarle ese movimiento junto con otros, para continuar hablando — es Hannaya una Yokai que invoco a estos ikiryōs los cuales son almas de humanos aún vivos para que le dieran el tiempo suficiente para escapar, por lo que tendremos que deshacernos de estos de forma que regresen a sus usuarios, si queremos aun encontrarla.

—¡Espera! ¡¿Eso significa que vamos hacer un exorcismo?! — se exalto el de ojos azules para que en ese momento lanzara una patada voladora giratoria a un espectro que intento envestirlo de nuevo.

—No diría que un exorcismo exactamente, solo haremos que regresen a sus cuerpos — al decir aquellas palabras hace aparecer un par de Japa Mala para lanzarle uno a su estudiante quien lo atrapa fácilmente — con estos Japa Malas podremos hacerlo, no es tan difícil, solo concentra tu energía en estos y golpéalos en el centro de su pecho o en su frente, si lo haces en otro lugar, solo los repelerás a la vez que los dañaras.

—¡Entendido!

Y sin ninguna indicación más, busco golpear a uno de los ikiryōs con el talismán, pero este lo esquivo de inmediato sabiendo que el objeto era un peligro para su ser, en su caso tomo otra puerta de un casillero para arrojarla al Ninja de ojos azules, quien usando su bufanda sin soltar el Japa Mala, toma la puerta para girarla en su propio eje un par de vueltas e impulsarla de regreso al espectro. Este mismo lo esquivo al agacharse, pero fue esa suficiente distracción para que Randy se acercara para proporcionarle un golpe en la cabeza con el talismán, ocasionando que el ikiryō gritarse antes de que desvaneciese en una clase de destello que fue disparado fuera de la escuela.

—Uno menos faltan dos.

—La verdad es que ese era el último — comenta su maestro mientras "guarda" el Japa Mala dentro de su capa, dando a entender que él se encargó de los otros dos — ahora hay que ir por Hannaya.

Con su declaración inicia la carrera para encontrar a la Yokai encaminándose en el pasillo en que vio por última vez que se fue cuando invoco a los ikiryōs, siendo el pelirrojo secundado por su alumno muy de cerca.

Por su lado Hannaya estaba susurrando maldiciones mientras buscaba un lugar donde esconderse, ya que savia que los ikiryōs no le darían suficiente tiempo, además de autoregañarse de no haber tenido la oportunidad de demostrar su potencial al Samurái, ya estaba pensando en su siguiente movimiento cuando a la distancia escucha un par de pasos, que sabe que tiene que acelerar su ritmo.

Ya estaba corriendo cuando ve por reojo una clase de proyectil que se dirigía un poco más enfrente de ella y en eso una pared de hielo se crea bloqueando su camino.

—¡Alto ahí Hannaya! — grita Nomi.

—Ya no tienes escapatoria — lo secuencia Randy mientras blande su espada y la toma con sus dos manos.

—Ustedes no dejan de ser una piedra en mi zapato — expresa con molestia, mientras arranca una de las mangas de su kimono para mostrar un tatuaje a la vez que toma una postura de combate con sus dos espadas — y a lo que veo, no poder escapar sin pelear.

—Dalo por hecho.

Con la declaración de Randy este se avienta para dar su duelo de espadas, el golpe de metal con metal no se hizo esperar, siendo que la Yokai bloqueo el ataque directo del Ninja colocando sus espadas en equis antes de impulsarlas hacia arriba para separarlas y retroceder.

Con un pequeño salto da un giro en dirección al de ojos azules manteniendo el par de espaldas cenca de su pecho, para que al caer estas las desplegara hacia los pies de su contrincante impactando en el suelo tras el esquive del mismo con un salto. Aun así, ella no se detuvo y busco apuñalarlo en el air, siendo apenas bloqueada con la espada.

Un retroceso se hizo presente, Hannaya podía ver que su oponente tenia habilidad y agilidad suficiente para mantenerla al límite, además de tomar en cuenta que él maestro del mismo se preparaba para emboscarla en cualquier momento para atraparla con su capa. Fue ahí que invoco un encantamiento, sorprendiendo a ambos ninjas al momento en que se mordió su brazo tatuado del cual broto un montón de sangre, la cual uso para bañar sus espadas con la misma, al momento en que la sangre golpeo el frio metal, esta llego a ebullir sobre el mismo.

Sus acciones llamaron mucho la atención de los ninjas tensándose en un estado de alerta y prepararse para lo que se avecinaba. Hannaya no se esperó mucho para su siguiente ataque, balanceando sus espadas en un movimiento giratorio ocasionando que la sangre que corría por estas se filtrara en pequeños hilos, que al tener contacto con los objetos circundantes estos mostraban pequeños cortes los cuales se corroían como si una clase de asido los hubiera golpeado.

Usando aquello a su favor, la Yokai busco que la sangre intentase impactar en su oponente principal, a la vez que mantenía una distancia entre sus dos enemigos, con una guardia alta preparada para aun contrataque fugaz. Siendo su maniobra lo sufrientemente eficaz para que Randy se centrara principalmente en la defensa "cortando" la sangre, en busca del siguiente punto de apertura para insertar un golpe.

En este punto Nomi no podía seguir esperando para intentar capturarla en su capa, ya que al activar aquel hechizo de sangre creo una barrera dífila de atravesar, que a pesar de que sus trajes los pudiesen proteger de grandes daños estos mismos contaban con ciertos límites. Por lo que opto en buscar en debilitar a su enemigo al desarmarla, a lo cual hizo aparecer una serie de estrellas ninjas que rápidamente arrojo a sus manos.

El resultado, fueron bloqueados por los hilos de sangre que de una forma inesperada se iniciaron a mover al punto de crear un tipo de cúpula de red que se movía de forma discontinua, ganándose así una mirada de asombro del de ojos rojos.

—¿En serio creíste que la sangre solo se movía con las espadas?, no seas tan ingenuo Nomicon — expresa con gracia — ahora mira — y con aquella declaración eleva los meñiques manteniendo el agarre en sus armas, lo que ocasionando que algunas partículas de sangre se separaran de la cúpula para cambiar a estacas largas y finas que apuntaban el de ojos azules y ser disparadas al momento que Hannaya bajo los meñiques.

—¡Ninja Cuidado! — grita el pelirrojo en acto en que extiende su capa como lo haría su discípulo con su bufanda y enrollarlo en el mismo para sacarlo del camino de los proyectiles, los cuales impactaron en la pared de la escuela creando un gran hoyo del cual algunos escombros impactaron en el auto del director que no se encontraba en ese momento para lamentar otra perdida.

—Gracias Ninjas por la ruta de escape — dice con burla la Yokai al momento en que atraviesa la apertura.

Randy y Nomi ya se estaban preparando para otra persecución o batalla, cuando un humo morado inicio a aparecer en los pies de Hannaya, esta se detuvo abruptamente ante esto moviéndose extrañada, hasta que escucho la música del Fue que supo lo que estaba pasando, y no era la única él par de ninjas recordaron bien este humo de su lucha de la tiritera sabiendo lo que significaba.

—Oh, claro que no, ¡No escaparas! — grita Randy al momento en que intenta usar su bufanda para capturarla, olvidando el hecho de que seguía cubierta de la barrera de sangre, que al momento de impactar quema parte de esta, para ser secuenciado con la imagen dé que Hannaya es absorbida por el mismo humo desapareciendo en este.

—Demonios — maldice él Nomicon mientras da un pisotón para regresar al interior de la escuela, molesto con la desaparición de otro enemigo.

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Hi, sigo viva y he regresado con esta historia con un capitulo un poco largo, ¿Qué opinan? ¿Les gusto? ¿Cuántos enemigos más se le escaparan a nuestros Ninjas? y ¿Qué creen que ocurrirá después?

¿Qué les pareció el dibujo? 😅Sé que el estilo es diferente al de la caricatura y al de las imágenes que presento en la historia (créditos a sus respectivos autores), pero espero que haya sido de su agrado y si lo desean podría traer un especial con unos dibujos de "situaciones" que pasaron en la historia, pero ustedes digan 🤭 y si es así ¿Cuáles les gustaría?

Japa Mala

Pues gracias por leer, Con esto me despido.

Adiós XD