Capítulo 10
Aquella noche Sasuke se había ido con el ceño fruncido a su habitación. Al entrar cerró la puerta con fuerza y se metió al baño de su habitación para ducharse con agua caliente por el frío que tenía debido a la lluvia.
Todo eso lo hizo enfadado.
Cuando entró por la puerta de su casa, después de escapar de esa casa, su hermano lo estaba esperando y se dedicó a interrogarlo por la hora que era.
No es que le molestara el echo de que le pregunté (ya que es su hermano mayor) lo que le molestaba fue la media hora que lo estuvo molestando y en palabras de Sasuke, siendo un completo pesado.
Por dios, Sasuke ya no era un niño que necesitara ser cuidado a cada segundo. El era un adolescentes entrando en su etapa de hombre.
¡De echo, era todo un hombre!
Ya con su pijama puesto, sucumbiendo al cansancio, se tiró en plancha a su cama sin siquiera preocuparse por ponerse la manta.
Esa sería la última noche que dormiría con tanta tranquilidad.
Sasuke se levantó a la mañana siguiente, y el primer lugar por donde pasaron sus ojos fue en la puerta.
El juraría que había cerrado la puerta de su cuarto por la noche, sin embargo, estaba totalmente abierta, al otro lado se veía una silla apuntando a su dirección.
El azabache se levantó y se dirigió al salón, aún en pijama, encontrándose a su hermano en el salón aún con el pijama, viendo la televisión.
—Nii-san —lo llamó.
—¿Que pasa, Sasuke? —preguntó Itachi girándose para verlo.
—¿Por qué dejaste la puerta de mi habitación abierta? —preguntó con el ceño fruncido, típico de Sasuke, ser directo.
Itachi puso una cara confundida.
—¿Por qué haría eso?
—No se, es que la puerta de mi cuarto estaba abierta entera —explicó.
—Yo no he sido —dijo Itachi.
Los dos se miraron unos segundos.
—Bueno, da igual. —Sasuke le restó importancia para ir a desayunar.
Abrió los ojos aún tumbado en su cama, sin ninguna razón.
Frunció el ceño.
Desde que volvió de aquella aventura, si no se despertaba sin razón, se despertaba por un pesadilla. Aquella cara pútrida de ese "Menma" aparecía en cada pesadilla. Y por eso razón, se despertaba de muy mal humor.
Sasuke sintió vergüenza de si mismo por ser tan débil.
Estiró su mano para alcanzar sus pastillas del sueño pero se sorprendió al notar que no estaban. Prendió la lámpara que estaba en su mesilla de noche mirando alrededor pero las pastillas seguían sin estar ahí.
Maldijo para sus adentros antes de levantarse de su cama para empezar a buscar sus pastillas
Y después de prácticamente, 15 minutos buscando, decidió bajar a la cocina en busca de leche para ver si así le daba el sueño.
Encendió la luz y encontró sus pastillas en el suelo delante de la puerta del salón.
—Pero que... —clara fue su sorpresa.
Estaba seguro de que las dejó en su cuarto.
Sin más las agarró del suelo. Mientras estaba en la cocina metiendo la leche en un vaso, escuchó un leve sonido del salón.
Sin mucho reparo, se dirigió al salón y vio que la televisión estaba encendida, retransmitiendo la radio, mientras la pantalla estaba negra.
—¿Desde cuando la televisión se enciende sola? —pensó Sasuke, así que simplemente desenchufó la televisión y subió a su cuarto junto con su vaso de leche.
Y así siguió sucediendo a lo largo de una semana.
Las bombillas de la cocina y el salón explotaban, las luces se apagaban solas, el frigorífico se desenchufaba y sus cosas se seguían cambiando de sitio.
Una mañana Sasuke se levantó con ojeras poco notables bajo sus ojos. Al bajar al comedor, pudo ver a su hermano Itachi desayunando mientras observaba como su madre hablaba por teléfono.
—Buenos días —dijo Sasuke agarrando un tazón y la leche, pero al ver el frigorífico vio que estaba desenchufado así que lo volvió a enchufar.
—Buenos días —dijeron ala vez Itachi y Mikoto que ya había colgado.
—¿Que haces aquí, Mamá? —preguntó Sasuke extrañado mientras se sentaba en la mesa, anlado de Itachi —¿Hoy no trabajas?
—Hoy vendrá el electricista a ver qué pasa con la corriente eléctrica —explicó Mikoto —Ultimamente todo ha estado fallando. El microondas, la luz, la televisión —enumeró suspirando. —Así que llame al electricis... —no pudo acabar de hablar. Vio como un rollo de papel estaba rodando desde las escaleras lentamente, yendo en línea recta hasta chocar con la pata de una mesa. —Sasuke ¿Que te dije de dejar las cosas tiradas? —regañó mientras caminaba hasta el papel para después agarraba el rollo girándolo ya que el papel hizo un camino por las escaleras.
—¿Eh? Pero si yo no he sido —dijo Sasuke.
Aquella misma tarde, Sasuke había vuelto de visitar a Kiba en el hospital, encontrando como un hombre y su madre discutían en la cocina.
Sasuke se acercó con cautela tratando de escuchar.
—Le estoy diciendo que no hay ningún problema con la con la corriente —dijo el hombre. Por su uniforme y el logo en su pecho pudo suponer que era el electricista.
—Pero si la corriente lleva días yendo mal.
—Pero no es la corriente.
—Escuche, a usted ya le he pagado. O hace algo o me quejo a la empresa —amenazo.
Y antes de que Sasuke pudiera decir algo más, fue jalado, alejándose de la cocina.
Se giró viendo a Itachi.
—Sasuke, no seas metiche —susurró Itachi a modo de regaño una vez estuvieron lo suficientemente lejos.
—Déjame en paz —puso un puchero fingiendo molestia.
[...]
En la noche ya había llegado Fugaku del trabajo, justo a tiempo para la cena.
—¿Ya alegraron la electricidad? —preguntó Fugado una vez ya empezaron a cenar.
—Dijo que no había ningún problema con la electricidad —contestó Mikoto —le obligue revisarlo dos veces pero no había ningún problema.
—Entonces el problema será de los electrodomésticos. —llegó a esa conclusión
—Si, será eso.
—¿Y como os va con vuestros amigos? ¿Todo bien? —le preguntó Fugaku a sus hijos.
—Si —contestaron ala vez.
[...]
Sasuke dormía boca abajo en su habitación, tapado con sus cobijas mientras la puerta estaba cerrada.
Su espalda subía y bajaba lentamente reflejando la tranquilidad con la que dormía.
Pero volvió a despertar en medio de la noche.
Esta vez decidido que se iba a dormir, decidió no abrir los ojos para ver si le sueño llegaría con la misma rapidez con la que se fue.
Pero no fue así.
Sintió como un lado de su cama se iba hundiendo con lentitud. Decidió no abrir los ojos, ignorarlo.
Entonces, sintió un peso encima suyo por su espalda que le dificultaba respirar.
Por un momento se temió lo peor ¿Y si era un ladrón?
Por acto reflejo, trató de golpearlo con su mano, pero fue inmovilizado, su brazo presionaba contra su espalda.
Abrió los ojos con rapidez y miedo, giró su rostro lentamente, e, incluso con la oscuridad de la noche, pudo ver aquella cara pútrida y asquerosa unos centímetros encima suyo.
Sasuke quedó paralizado por unos segundos observándole a los ojos, solo para ver un azul apagado, la voz no le salía, tenía tanto terror que ni siquiera podía cerrar los ojos.
Entonces de forma lenta, Menma comenzó a decir cosas incomprensibles para Sasuke.
—¿Por qué... —desde donde estaba podía oler su aliento a muerte
La voz no le salía —...te fuiste?
—¡AHHH! —el azabache cerró los ojos con fuerza tratando de liberarse moviendose mientras gritaba del terror.
—¿¡Sasuke!? —gritó Itachi desde el otro lado de la puerta, pero la puerta estaba cerrada con llave, así que sin pensarlo mucho, le dió una fuerte patada a la puerta, abriéndola, y a su vez, rompiendo el cerrojo.
Sasuke sintió como el peso que tenía encima desaparecía.
Itachi agarró a Sasuke alejándolo rápidamente de su cama. Sasuke al echarle una mirada a su cama, vio como estaba llena de cucarachas.
—Sasuke —Itachi veía lo nervioso que estaba por si respiración entrecortada —¿Sasuke que...?
—¿¡Que es lo que pasa!? —exclamó Mikoto corriendo seguida de Fugaku hasta donde se encontraban los hermanos.
—En mi habitación...hay... —susurró el azabache menor aún en shock, de manera que solo Itachi lo escuchara.
—Dormiras en mi cuarto. —dijo Itachi llevándoselo a su habitación.
—¡AHHHHH! —gritó Mikoto lanzándose con sus pies descalzos a los brazos de su esposo —¿¡Desde cuando tenemos en casa una plaga!?
Fugaku, mirando con algo de asco la habitación, retrocedió hasta salir de la habitación y cerrar la puerta con el pié.
Y Sasuke, por primera vez en semanas, durmió más tranquilo sin esa pesadez.
Pobre, esa sería la última vez que dormiría así.
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¡Hola criaturitas del señor! Ahre jajaja
Este capítulo iba a quedar muy largo así que decidí cortarlo en 2
¿Como estáis?
Perdón por tardar tanto, es que tuve algunos problemas con el instituto, nada que no se pueda solucionar XD
Aquí no acaban las experiencias de Sasuke, esto constará de dos partes. Esta es la parte uno.
¿Por qué Menma no para de llamarle a Sasuke, Charasuke?
¿Charasuke tendrá algo que ver?
¿Por qué siguió hasta su casa?
¡Nos vemos en el próximo capítulo! ❤️
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