J-Hope y Tú

Dedicado a -Onnii-

El Dolor De Amarte


Hoy sería nuestra semana libre en París. Francia concluye nuestra gira, por lo que entre todos decidimos darnos unos días de descanso después del último concierto antes de regresar a Corea a seguir trabajando.

-Hopi, ¿estás listo? -gritó mi compañero desde el baño de la habitación alquilada.
-¡Es la tercera vez que me lo preguntas! -Me quejé, el chico llevaba ya casi quince minutos intentando anudar perfectamente su corbata y se negaba a aceptar mi ayuda- Date prisa, hay que probar el sonido en el escenario y practicar la coreografía porque tendremos menos espacio hoy. Nunca habíamos venido aquí antes.
-Tranquilízate. -No podía verlo desde la habitación pero estaba seguro de que estaba sonriendo-. No es como si fuera nuestro primer concierto. ¡Oh, qué sexy soy!
-Espero que no estés contemplando tu abdomen -advertí.
-¡Estoy listo!

Salió del baño y me guiñó antes de abrirme la puerta como si fuera una doncella. Sonreí e imité de forma exagerada la feminidad de una chica agradecida por su caballerosidad. Ambos reímos y dejamos atrás la habitación del hotel para reunirnos con los demás en el lobby, listos para ser regañados por RapMon por ser los últimos en llegar. El ascensor se hizo esperar, inquietándome... Se supone que tendría un solo de baile mientas interpretaba Boy Meets Evil para introducir a los demás, era la sorpresa del último concierto y estaba nervioso, no había tenido muchas oportunidades de hacer algo así y tenía miedo de quedarme sin aliento antes de acabar la canción o de cometer cualquier otro error.

-Estarás bien, Hope -dijo una voz femenina a mi lado y no pude evitar girarme a mirar-. Se valiente, en una semana volveremos a Seúl y regresarás tan fresco como nunca.

No podía creer lo que veía, incluso Jimin estaba asombrado pero podía notar que sólo quería morirse de la risa. Había una chica esperando el ascensor con nosotros y no, no estaba reconfortándome a mí sino a su perro... que casualmente se llamaba Hope (alcancé a leer su nombre en su collar). La chica era realmente hermosa y su camisa, que decía "Amante del arroz" en coreano, era graciosa.

El viaje en el ascensor fue tranquilamente encantador, aunque la perdí de vista tan pronto como salimos al lobby. Jimin no pudo contenerse y les contó a todos acerca del perro con mi nombre y de "la chica arroz" (como la llamó), lo cual causó que las bromas al respecto no cesaran hasta el final del día, ¡incluso RapMon me invitó a ladrar en el escenario durante de la presentación! Pero fue muy gracioso, no podía dejar de reír.

Había pasado algún tiempo desde que me sentí tan unido a la banda. Tan rápido como el tour por Europa inició, comencé a percatarme de cuánto había mejorado Jimin en el baile, al igual que los demás, sentí que pronto sería recortado del escenario. Incluso me sentí opacado por RapMon en la mayoría de conciertos, el chico realmente estaba poniendo su corazón en la música y yo... yo comenzaba a cuestionarme si había nacido para ello. Entonces, accidentalmente, la chica arroz me había hecho olvidar mis preocupaciones y ansiedades de la forma más sutil e inocente.

De regreso al hotel, los chicos se cambiaron para salir una vez más. Suga pidió quedarse, puesto que casi no había dormido en los últimos días y no se sentía muy bien; decidí hacerle compañía, de todas formas no tenía ganas de salir esa noche porque estaba algo cansado y últimamente prefería aislarme de los demás, así que dije que me haría cargo de él mientras los demás salían a divertirse.

Jin habló de querer ir a ver una película francesa sólo por curiosidad y a todos les pareció buena idea, aunque yo tenía la sensación de que los echarían del cine con rapidez por ser incapaces de mantenerse en silencio mientras están juntos.

Suga y yo nos quedamos en su habitación charlando sobre el concierto un rato antes de que se quedara dormido, lo cual sucedió bastante rápido. Me aseguré de que estuviera bien arropado y apagué la luz antes de salir sigilosamente hacia el pasillo. Estaba preocupado por mi amigo, ¿qué haría si realmente se sentía enfermo? La última vez incluso estuvo hospitalizado.

Nuestras habitaciones estaban en el mismo piso, sólo debía dar unos pasos para llegar a la mía y buscar mi pijama. Me preguntaba si debía dormir en la habitación con Suga cuando una enorme figura peluda se abalanzó sobre mi pecho, haciéndome caer al suelo para convertirme en víctima de sus besos caninos.

-Tranquilo, muchacho -reí y acaricié sus orejas.
-¡Hope Gyrie! -llamó su dueña, la hermosa chica que me topé en el elevador, esta vez usando una camiseta con el dibujo de un bol de arroz y unos palillos chinos- ¡Hope, ya basta!

De acuerdo, definitivamente se sentía extraño que el perro se llamara como yo. Se acercó a mí y levantó al canino para quitármelo de encima y me pudiera sentar.

-Lo siento, ¿te lastimó? -dijo con ternura y por un segundo creí haber muerto...
-Un ángel -dije sin pensar, arrepintiéndome al instante al ver su expresión de asombro. ¿Qué demonios J-Hope? Contrólate- Oh... eh... Soy Hope. No, ¡digo sí! Uh... -balbuceé con voz trémula como un idiota.
-¿Te llamas Esperanza? Que lindo-rió de una forma tan adorable que sentí el extraño impulso de querer abrazarla.
-¡Me dicen J-Hope! -Alcé la voz sin motivo, nervioso. ¿Cuál era mi problema?
-¡Woah! -Apuntó en mi dirección.
-¿Q-Qué? -Me sobresalté.
-Estás sonrojado -rió tímidamente-. Me dicen Onnii -sonrió.

Soltó a su perro y me tendió la mano para ayudarme a ponerme de pie, ¿por qué estaba en una situación en la cual yo parecía la chica? Cuando la miré de cerca, me di cuenta de que sus mejillas también estaban enrojecidas, así que las señalé con acusación fingida. Avergonzada, se cubrió la cara con las manos y ambos reímos.

Necesitaba despejarme y ella sacaría a Hope a dar un paseo nocturno, así que ignoré mi cansancio y decidí acompañarla, a ella no le molestó. En nuestra caminata hacia el parque más cercano, descubrí que la chica arro... Onnii, realmente amaba a los animales y las cosas dulces, también logró calmar mi preocupación cuando le hablé de Suga.

Nunca le dije que era un cantante profesional, pero cuando descubrió mi amor por la música, sacó su iPod para hacerme bailar y, escondidos entre unos arbustos, le enseñé algunos de mis movimientos... también rapeé algo sólo para ella. Ver aquella expresión de fascinación en su rostro me invitó a querer acercarme a sus labios, pero era muy repentino, quiero decir, sólo fui cautivado por una magnífica primera (... y segunda) impresión; nadie puede gustar de nadie en tan sólo un par de horas, ¿pero entonces qué era ésta increíble atracción que estaba sintiendo?

Hope se durmió a los pies de su dueña cuando nos sentamos a conocernos mejor, y sin darnos cuenta la noche se hizo corta; tras notar el vacío en el parque y las calles, descubrimos que la madrugada se había asomado en el cielo. Revisé mi teléfono y tenía dos mensajes de RapMon: en el primero me contaba lo increíble que habían sido los primeros diez minutos de la película antes de que los sacaran cuando él y V comenzaron una guerra de palomitas aparentemente impresionante e innecesaria, y en el otro expresaba que Suga se encontraba mejor pero que yo no debía haberles mentido si estaba teniendo una cita con la chica arr... ¡¿C-Cita?!

Decidimos regresar al hotel, caminando en un silencio agradable, despidiéndonos con la mano. Jimin estaba babeando su almohada cuando entré en la habitación... Había prometido verla durante toda esa semana, así que me pasé un rato pensando en cómo se lo explicaría a los demás, pero aquello fue en vano; al día siguiente, Suga me mostró con orgullo una foto de mí caminando junto a Onnii y Hope fuera del hotel, realmente estábamos muy cerca el uno del otro y seguro que se veía sospechoso. Nunca me dieron la oportunidad de explicarles, sólo me sacaron al pasillo mientras V corría de un lado a otro. Oh, no iba a hacerlo, ¡diablos, iba a romperle el cuello a los seis! ¡Realmente lo hizo! Había llamado a la puerta de Onnii antes de ocultarse y empujarme cerca, convirtiéndome en el responsable de su acción. Quería morirme, aunque matar a V era la prioridad.

-H-Hola -dije avergonzado cuando ella salió.

Estaba vistiendo unos pantalones blancos de camuflaje pixelado, junto con una franela negra con letras blancas que decían "Rice is healthy" ("El arroz es sano" en inglés) y zapatos negros. Creo que se había puesto un poco de maquillaje a diferencia de ayer.

-Llegas temprano -respondió ligeramente sorprendida... Tenía que dejar de pensar en acercarme a ella y hacer quién sabe qué-. Iré por mi chaqueta, dame un segundo.
-Claro
-¡Hope, vuelvo luego! ¡No te comas nada extraño mientras no estoy! -gritó desde el interior de la habitación mientas tomaba una chaqueta gris de la cama, la cual no estaba exactamente ordenada, pero era sólo la cama, RapMon siempre arrojaba sus cosas por todas partes-. Estoy lista -sonrió.
-Te ves preciosa -solté de repente.
-G-Gracias -balbuceó ruborizándose-. Es mi... mi primera cita, tenía que ponerme linda.
-No es necesario, ya lo eres -sonreí.

Esperen, ¿había dicho cita? ¿Y de dónde vino toda esta confianza repentina? Oh, Dios, ¡estaba mutando! Aunque no era tan malo. Si aquello era una cita, entonces podía darle todo de mí sin contenerme para lograr que sólo me mirara a mí.

Como no habíamos planeado nada, empezamos yendo a algún museo al azar. Fue una experiencia agradable, recordé aquella vez en que grabé un MV en un lugar similar y ambos descubrimos que nos gustaba el arte. Fuimos a ver la película que los chicos no pudieron terminar de ver y nos encantó, aunque no entendimos ni media palabra de lo que sucedía. Pasamos el resto del día imitando el acento francés de una forma terrible y logré hacerla reír la mayor parte del tiempo, ella también resultó ser increíblemente graciosa. Por la noche, me invitó a cenar a su habitación antes de que regresara con los chicos.

Preparó arroz.

-¿Qué es tan gracioso? -preguntó entonces.
-Nada en particular -sonreí.

Esa y las demás noches, sería asaltado por las curiosidades de mis amigos respecto a nuestras citas. Los siguientes días, ella y yo nos la pasaríamos descubriéndonos a nosotros mismos, cayendo y volando el uno por en otro.

Al tercer día nos tomamos de las manos y al cuarto, ya estaban permitidos los abrazos, aunque nos tomó algo de tiempo superar la vergüenza de hacerlo en público, sólo sucedió porque ella estuvo por caerse y... ¡de acuerdo! Me aproveché de la situación y valió la maldita pena.

Al quinto día, tuvimos una velada romántica en un restaurante elegante y casi me dio un ataque al corazón cuando la vi con un vestido largo pero no demasiado formal. Al sexto día, se despidió de mí con un beso en la mejilla y estuve a punto de tener un ataque al corazón.

El séptimo día fue aun más especial: me sorprendió que sugiriera que los chicos nos acompañaran al parque de diversiones hasta el final de la tarde. Todos se llevaron bien con ella, Onnii era realmente especial. Para ese momento, ya habíamos revelado nuestros nombres y a qué nos dedicábamos, ella dirigía un hospital veterinario en Seúl llamado Onigiri's, sus graciosas camisas eran publicidad para el lugar. Algunas fanáticas nos detuvieron en nuestro andar por el parque, pero Onnii se veía feliz por mí y mi éxito, así como el de la banda en general. Nuevamente me hizo bailar e invitó a los demás a unirse, aproveché la oportunidad para jalarla hacia mí, envolverla en un abrazo y susurrarle que bailara conmigo.

Oh, Dios, ¡la chica era una bailarina terrible! Incluso RapMon podría parecer un experto a su lado.

La cargué unos centímetros del suelo antes de hacer que se parara sobre mis pies -había visto algo así en una película de amor una vez, pero yo fui mil veces menos romántico- y comencé a dar pasos largos de una forma exagerada en un baile bastante torpe. Todos reímos. Jungkook nos miraba avergonzado; los chicos nos dejaban de vez en cuando tener un momento a solas y era maravilloso.

-Si Hopi es nuestra madre -dijo Jimin en una oportunidad-. ¿Entonces Onnii será nuestro padre?

¿Qué rayos? Lo golpeé en la cabeza y todos rieron. Caída la noche, los chicos volvieron al hotel. Suga rogó conocer a Hope, así que Onnii le dejó la llave de su habitación pidiéndole que por favor lo alimentara. Me pareció extraño, pero supuse que confiaba en ellos por el mero hecho de ser mis amigos. Caminamos entre charlas tontas hasta el parque al que fuimos por primera vez, estaba feliz, podíamos regresar juntos a Seúl, tendría la oportunidad de seguir conociéndola y convertirla en mi novia algún día. Onnii se sentó en una banca y miró al cielo con una profunda tristeza.

-¿Estás bien? -pregunté preocupado, pero no respondió- Onnii -insistí.
-Siempre te tendré en mi corazón.

Me engulló en un abrazo, atropellando todo lo que estaba a punto de decir, como si quisiera evitar que le preguntara de qué estaba hablando. El corazón se me aceleró, pero la calidez de sus manos acariciando mi nuca mientras se aferraba a mi cuello era tranquilizante, y entonces, cierta confianza volvió a mí y rodeé su cintura con mis brazos, apretando su cuerpo contra el mío durante al menos una eternidad.

Cuando aflojó su agarre a mí, no pude contenerme al ver su hermoso rostro y, mientras aun la sujetaba por la cintura, subí una mano para acariciar su mejilla con temor de arruinar lo perfecta que era. Ella no dijo nada, no incluso cuando me acerqué con una lentitud desesperante hasta que nuestras frentes chocaron y pude podía sentir el calor de su respiración en mi boca, completamente tentado por sus labios; por saborearla y devorarla en ese momento, pero no, era terrible pensar en ello, ¿qué me estaba pasando? Tan sólo llevábamos pocos días de conocernos y ya... ya había sido atrapado por su encanto.

De alguna manera comencé a comprender que era imposible permanecer de esa forma. Recordé cada instante después de haberme topado con ella y supe que había sido bendecido con la presencia de un ángel solitario que cayó por mí como yo caí y llamé por ella; que era melancolía y no tristeza lo que ella estaba sintiendo; que debía valorar su intromisión a mi mundo para hacerme recordar que mi vida está en el escenario, y en mis amigos, y en quienes siempre me han brindado su apoyo incondicional; que era hora de dejar de dudar y dejarla ir porque este amor que me hizo sentir no era otra cosa además de paz y felicidad; que me había enamorado como un tonto y ella había enamorado de uno.

Sólo sucedió.

Lágrimas brotaron casi al mismo tiempo de nuestros ojos y ella sonrió compasiva, buscando agradecerme mi descubrimiento aunque probablemente ya sabía que me daría cuenta. No lo soporté y la acerqué a mí hasta que ya no hubo espacio entre nosotros, sólo quedaba la pasión de un deseo imposible que nos devastó un instante antes de volverse lo más precioso que jamás podríamos atesorar. Acaricié su rostro con desesperación, desnudándole el alma hasta convertirnos en uno, hasta que nos faltara el aire, hasta que nuestras bocas se entumecieran y ya no pudieran permanecer juntas nunca más. Sólo seguí besándola sin abrir los ojos, incapaz de aceptar la realidad. Sin embargo, fue pronto cuando ella acunó mi rostro en sus pequeñas manos y su calidez comenzó a desvanecerse.

Cuando ya no pude sentirla, abrí los ojos y descubrí que se había ido. Caí de rodillas y lloré hasta secar mi corazón.

De regreso al hotel, increíblemente no me sorprendió que los chicos fueran incapaces de recordarla, de alguna manera y sin motivo aparente, me parecía evidente. El pecho se me estrujó al darme cuenta de que todos estaban de acuerdo en que se sentían invadidos por una calma y una alegría sin igual, estaban completamente renovados y yo... yo también me sentí bien, me sentí feliz y triste al mismo tiempo, como un dolor que ella convirtió en pasajero.

El viaje en avión a Corea fue tan ruidoso como de costumbre, había vuelto a integrarme a las habituales bromas y todos me aceptaron con el mayor de los gustos, más que ser el mismo de antes, me había renovado por completo.

-Te ves más animado que de costumbre -murmuró Jungkook en mi dirección.
-Es gracias a ella -respondí.
-¿Ella?
-Yo... me enamoré de la chica arroz antes y después de que me rompiera el corazón.
-¿Eh? -Su cara de sorpresa era increíblemente graciosa, era fácil decir que no tenía la menor idea de qué decir.
-Vamos, hay una hospital veterinario que quiero visitar en Seúl -sonreí.
-Ah, sí... Espera, ¿qué?

Algún día voy a encontrarte de nuevo. Prometí y un rastro de luz en mi mente, junto a una vocecilla interna afirmaron que nos volveríamos a ver y estaba dispuesto soportar una vez más y por siempre aquel dolor breve, pero severo, aquel al que llamé la fascinante y delicada emoción de la tragedia que me produjo felicidad; del gran dolor de amarte.

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Les confieso que tuve que investigar mucho para más o menos entender la personalidad de los chicos, pero quise tocar un lado más sensible de los chicos y tuve que inventar la mayoría xd, aun así espero que les haya gustado.

Gracias a Onnii-chii y a las chicas del escuadrón por apoyarme en esto y darme algunos tips de BTS.

Díganme qué tal les pareció, son bienvenidas las críticas constructivas ♡.

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