- Ramón -
¿Qué había salido mal? Terminaron la boda con éxito, un nuevo rey y reina bertenos. Ramón había besado a Poppy y había ido a caminar por el bosque cuando apareció ÉL.
Ramón estaba moviendo su mano sobre el agua. Le gustaba hacer eso; a veces lo hacía con la abuela, y cantaban, aunque aún era tímido con su voz.
- ¿Ramón, bebé? - John Dory, su hermano mayor, estaba ahí, al otro lado del río, con una sonrisa, a punto de saltar sobre él. Saltó casi una piedra del río para ir al otro lado y acercarse con una sonrisa a Ramón.
El corazón del troll se rompió en pedazos. ¿Por qué estaba él aquí? ¿No había sido suficiente con abandonarlo que ahora venía a torturar su vida?
Ramón se dio la vuelta y salió corriendo. ¡Necesitaba llegar a su búnker! Quería estar a salvo.
- ¡Ramón, espera! ¡Espera, hermanito! - Ramón no se detuvo. Apenas llegó a su búnker, se metió, a un segundo de que JD pusiera su mano en la rendija para dejarlo entrar.
Ramón respiró hondo y profundo dentro del búnker. Sentía que todo volvía a él, la soledad, la tristeza.
- V-vamos, Ramón, soy yo... JD, tu hermano, vamos, déjame entrar... a este lugar - JD trató de persuadirlo, pero Ramón era todo menos idiota y solo sintió las lágrimas en sus mejillas.
- No - Fue su respuesta.
- ¡Déjame entrar! - Lloriqueó su hermano fuera de la escotilla.
Ramón se iba a ir más abajo, pero escuchó a Poppy.
- ¡Oye! ¿Qué haces en la cuevita de Ramón? ¡OYE, ERES DE BROZONE! - Poppy chilló.
- Ay... por todos los trolls.
- ¡Jaja, sí, soy yo! - JD se levantó orgulloso.
- ¿El viejo, verdad? - Bueno... JD se desinfló, ¡se lo merecía!
- Bueno, esa es una gran deducción, chica - JD sonrió.
- Sí, bueno, ¿Qué hace lloriqueando en la cuevita de Ramón? El nunca le abre a nadie que no quiera - JD sonrió, esta chica lo podía ayudar.
- Bueno, porque Ramón es mi hermano - Poppy chilló.
- ¿¡Su hermano!? ¿¡Eso significa que Ramón es hermano de toda la BROZONE!? - Poppy chilló, y Ramón se estaba dando cabezazos con las murallas.
- ¡El era parte de Brozone! - Poppy gritó más fuerte.
- ¡Mentira! - Poppy se acercó.
- Uh uh, aquí tienes, Ramón era baby - Poppy gritó.
- Pero él no cantaba, ¿no? - Poppy recordó.
- Bueno, aún era un bebé, solo decía unas cuantas palabras, además, cuando era niño, cantaba desafinado - JD se rió.
- Pero si Ramón canta muy bien. ¿Y por qué Ramón ya no sale? - Poppy se acercó a la puerta, y Ramón solo quería llorar.
- Bueno... tal vez esté enfadado conmigo y con los demás - Poppy hizo un sonido.
- Déjame ayudar, soy la novia de Ramón - Poppy se acercó a la escotilla y puso su oreja ahí - Ramón... sé que estás ahí... - Ramón suspiró.
- Vamos chiquito, déjame entrar. Recuerdas que hablamos sobre poder decirnos todo lo que sentimos - JD sonrió cuando la escotilla se abrió, Ramón arrastró a Poppy adentro y luego cerró.
Ramón respiró hondo y profundo dentro del búnker. Sentía que todo volvía a él, la soledad, la tristeza.
-¿Vamos a hablar de esto o...?- Poppy sonrío
- No, necesito que se largue - A Poppy le gusta mucho esa banda, pero definitivamente le gustaba más Ramón
-bien esto haremos, Vamos a disfrutar mucho con una súper fiesta de celebración, Poppy miró a Ramón, que parecía agotado. Y cuando tu batería social esté repleta, siempre puedes escapar a mi cápsula o a tu búnker, ¿lo sabes, verdad?
¿De verdad no les molesta? - Ramón sonrió.
Eres nuestro Ramón, no nos molesta, te queremos tal como eres, Poppy sonrió mientras se iba, tenía que corretear a un hermano mayor.
Gracias, Poppy... - Susurró Ramón.
Poppy sonrío y salió para despedir al hermano de Ramón
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