Floyd estaba a punto de morir; sus hermanos habían salido y eso significaba que él y Ramón estarían solos en el bunker. Él había planeado quedarse a jugar con su hermano, pero como siempre, Ramón no avisaba cuando iba a salir. Ahí estaba Floyd, siendo un paranoico pensando que su hermanito acababa de ser atrapado por algún berteno. Hasta que su cerebro reaccionó: ya no hay bertenos malos, jaja.

—Bueno, entonces supongo que voy a salir para ver dónde está mi hermano, que ni siquiera deja una nota —Floyd suspiró saliendo del bunker. Le gustaba el ascensor porque podía recorrer todo el bunker hacia arriba y ver todo lo que había hecho su hermano. Aunque se sentía triste por no haber estado ahí, Ramón le había dicho que todo estaba bien, así que solo le quedaba sentirse orgulloso por lo fuerte que era su hermanito.

Floyd caminó por Trollstopia, saludando a las diferentes razas de trolls. Se llevaba bien con todos, y eso era bueno. Además, la nueva tribu que venía con Viva se había adaptado muy bien. Hablando de ellos, a lo lejos vio a Clay con Viva, seguramente hablando de sus trolls.

—¡Clay, Viva! —Floyd se acercó con una sonrisa y se quedó quieto para dejar que Viva lo abrazara con su nivel extremadamente alto de azúcar.

—¿No te ibas a quedar con Ramón en el bunker? —Clay miró a los lados buscando a su hermano menor.

—Sí, pero se escapó —Viva se rió de eso.

—Yo igual hago eso —Viva sacó la lengua.

—Tenemos que ir al psicólogo —Clay por fin lo entendió—. Voy a pedir una cita.

—Estamos bien —Viva sonrió mientras miraba hacia los lados para pensar en cómo escaparía de la seriedad de su novio.

—No, definitivamente esto no está bien —Floyd miró a Clay, que comenzó a divagar sobre todo lo que necesitaban revisar en sus vidas, y las de sus hermanos. Muchos traumas. Floyd miró con compasión a la pobre Viva, que necesitaba ir con el resto de trolls.

—Vamos, ¿por qué no me ayudas a buscar a Ramón? Quiero hacer un álbum de las cosas que le gusta, y así nos podremos acercar mucho más —Floyd tomó la mano de su hermano, y antes de que Clay pudiera responder cualquier cosa, ya estaba siendo arrastrado lejos de donde estaban.

—Espera, Floyd, sé dónde está Ramón —Clay estaba dispuesto a dar toda la información que tenía si su hermano lo dejaba caminar en lugar de arrastrarlo por el piso.

—Uy, ¿dónde? —Floyd lo levantó y le quitó el polvo. Clay no pudo evitar soltar una risita por su hermano menor, siempre tan emocional. Aunque crecieron y cambiaron, en el fondo aún tenían esas pequeñas cosas de cuando eran unos trolls jóvenes.

—Cálmate, hermanito. Ramón está con los trolls del country; seguramente debe estar ayudándolos con los bufalgodones porque Holly dijo algo sobre que Ramón era muy bueno llevando al ganado y que necesitaban ayuda —Clay vio cómo su hermano se sostenía la barbilla pensando.

—Necesitamos a un amigo de Ramón —Floyd miró a su alrededor.

—¿Un amigo de Ramón? —Clay giró su cabeza nervioso.

—Sí, necesitamos que nos ayude un amigo de Ramón para poder acercarnos y ver qué es lo que le gusta —Floyd miró a los lados. Cuando se encontró con DJ Suki haciendo una mezcla.

—DJ Suki —Clay se acercó, adelantándose a su hermano menor antes de que Floyd arrastrara al pobre chico del tobillo.

—Hola, Clay. ¿Qué le pasa a Floyd? —Suki miró al hermano de verde, que miraba un montón de recortes mal pegados.

—Solo queríamos saber si podías ayudarnos a ver a Ramón y ayudarnos a hacer una lista de recortes sobre los gustos de Ramón para poder acercarnos más a él —Clay tuvo una gran sonrisa cuando Suki se bajó de su lugar para ir con ellos.

—Vamos con los trolls del country —Los tres comenzaron a caminar. Suki se acercó con ellos hasta un corral; Ramón estaba controlando muy bien a los bufalgodones.

—Mira, a Ramón le gustan muchos los animales. Se sabe casi todas las especies y qué es lo que necesitan —Floyd comenzó a anotar mientras sonreía al ver a su hermano con los trolls del country.

—¿Y... a veces me preocupa Gary? —Clay le preguntó a Suki.

—Es su primer amigo, hijo y mascota. Así son las cosas; Ramón tiene problemas con adoptar las cosas más inesperadas por el camino, como esa vez que adoptó a tres pajaritos y que vuelve a ver a su mamá cada cierto tiempo —Clay suspiró. JD también tiene ese problema.

—¿Y luego llegó Tortugo? —Floyd anotó eso y miró a Suki.

—Sí —Suki le contestó a Floyd—. Los otros trolls nos mostraron sus tradiciones y Tortugo se unió a la familia de Ramón después de eso —Suki recordó a Poppy llorando porque Tortugo no atrapó el palo para ella.

—¿Y colores favoritos? —Clay vio cómo Holly le hacía señas a Ramón.

—Azul y verde. Le gusta mucho también el... ¿el gris cuenta? —Clay miró al cielo pensando.

—Ponle plateado, hermano. Eso es como una especie de gris —Floyd asintió mientras anotaba con la lengua afuera denotando concentración.

—¿Y qué hacen para pasar el rato cuando están con él? —Clay preguntó.

—Vamos de campamento —Floyd se emocionó ante esas palabras.

—¡Campamento! Eso es fabuloso. Podemos ir a un campamento y... —Floyd no terminó porque un bufalgodón se escapó y lo tacleó.

—Ay, se fue... hola, Clay, Suki —Ramón saludó a su hermano y amiga mientras los trolls del country corrían detrás de Floyd y el animal.

—Hola, Ramón —Clay suspiró. Necesitaban al psicólogo.