XIX. La cruda realidad
CHARLY CRUZ
-¿Estoy bien? -le pregunté a Yeimy. Era la tercera camisa que me ponía. Ninguna me convencía, estaba muy nervioso, no sabía que ponerme para la ocasión, y no quería arruinarlo tampoco.
-Charly sí -soltó rodeando los ojos. Suspiré mirándola.
Ella se acercó y acomodó mi camisa con sus manos, mientras me miraba con cautela. Con su mano acarició mi mejilla dulcemente observándome directo a los ojos.
-Amor, cálmate. Todo va a salir bien ¿ok? -solté un suspiro más largo al escuchar sus palabras y luego sonreí, simplemente con una sonrisa y con un "amor" lograba relajarme como nadie más en el mundo podía hacerlo.
-Me da miedo cagarla y qué por mi culpa no podamos adoptar a Romeo.
-Eso no va a pasar Charly. Yo voy a estar ahí contigo, si la cagas yo lo arreglo ¿vale?
Sonreí lamiéndome el labio y asintiendo. -¿El equipo perfecto?
Ella suspiró guiñándome un ojo, acercándose aún más a mí y juntó sus labios con los míos dejando un roce mientras agarraba mi labio inferior entre los suyos, le respondí siguiendo mis instintos.
-¿Vamos?
Afirmé y salimos. Ambos bastante arreglados y de la mano. Juntos en este camino a algo totalmente nuevo, desconocido y emocionante. Hace dos días nos habían llamado para acordar la reunión de hoy en la que daríamos un paso más en el proceso de adopción.
(...)
Cuando entramos la asistente social nos miró de arriba hacia abajo y levantó una ceja.
-Hola, mucho gusto, Yeimy Montoya.
-Hola, y yo soy Carlos Cruz -dije estirando mi mano, que la mujer recibió y devolvió el gesto, por suerte.
-Hola, mucho gusto. Yo los conozco a ustedes -señaló mirándonos.
Sonreí y me lamí el labio.
-Usted es ¿Charly Flow? -preguntó sonriendo.
-El mismo -admití muy a pesar. Esperaba que eso no nos perjudicara.
-¿Y usted la Reina o no?
Yeimy asintió sonriendo disimuladamente.
-Qué loco verlos por acá. Bueno pues lo que venimos.
Ambos suspiramos mirándonos con dulzura y luego esperamos que nos dijera algo.
-Bueno, entonces ustedes quieren postular al programa de adopción.
-Así es.
-Por lo qué se ambos son cantantes ¿no? ¿Esa es su única fuente de ingresos?
-Yeimy asintió.
-Lo cuál supongo que es un poco inestable...
-Para nada. Con Yeimy somos dueños y socios de Soul & Bass, una de las productores de música más importante de Colombia -le dije mientras trataba de inspirar calma y no sonar prepotente.
-¿Cuentan con el sueldo necesario para solventar la educación, salud y otros?
-Pues sí para Romeo y un equipo de fútbol completo -solté divertido. Y Yeimy soltó una sonrisa nerviosa mientras que la mujer levantaba las cejas divertida, pero con un gesto impredecible.
-Charly siempre es tan bueno para las bromas -dijo Yeimy disimulando.
-Ok. ¿Ustedes son solteros, divorciados, casados?
-Los dos somos solteros -respondió Yeimy y la señora hizo una mueca. -Eso sí vivimos juntos.
-¿Hacen cuánto tiempo?
-Vivimos juntos hace un año y llevamos juntos hace un año y un par de meses aproximadamente -solté seguro.
-Ok...¿dónde viven es un departamento o casa?
-Casa -solté instintivamente. Yeimy me miró y apretó mi mano por debajo de la mesa.
-Bueno, eso es bueno -señaló mientras escribía en la ficha. -La visita a su hogar está programada para dentro de dos o tres meses. No se sabe con exactitud. Pero en el momento qué les pida tendrán que estar preparados y yo veré si el Hogar cumple con las condiciones.
-Y respecto del matrimonio... La verdad es que si bien no es prioridad, si les pondrá en desventaja en la lista.
Tragué saliva en mi garganta.
Luego de eso la reunión salió mejor de lo que esperaba. Salimos más aliviados sobre todo yo, que antes de entrar estaba muy nervioso, como pocas veces en mi vida. Pero de todas formas un poco preocupados.
-¿Cómo qué casa Charly? -soltó ella apenas entramos al auto.
Me volteé a verla girando los ojos.
-Ya sé. Se que la cagué, pero es que cuando la vi, entre tantas preguntas me asusté y dije lo primero que pensé. Yeimy soltó un bufido riéndose.
-Además, se que un departamento, menos uno cómo el mío es lo ideal para un niño.
-Charly -se quejó abriendo los ojos.
-Ahora en dos meses tendrás que inventarte una excusa y soluciorar esta cagada -soltó mientras negaba con su cara.
Yo me agarré el labio y tomé su mentón.
-¿Y si nos vamos a vivir a una casa? Lo solucionamos de una princesa -pronuncié emocionado aunque por dentro estaba cagado del susto de su respuesta.
Ella abrió los ojos sorprendida.
-Charly...yo...-comenzó a divagar.
-Bueno princesa, no es necesario que me respondas ahora, piénsalo ¿Ok?
Ella suspiró y asintió.
-¿Te parece si vamos a darle la noticia a Romeo? -solté emocionado mientras manejaba.
-Charly creo que es muy pronto para contarle.
-¿Por qué?
-Pues es que aún no tenemos la seguridad que realmente nos van a dar la tuición. Romeo es muy pequeño y no quiero ilusionarlo.
-Tenés razón -acordé a su favor. -Pero igual podríamos pasar a verle rápido.
-Charly tengo reunión en una hora -se quejó ella a mi lado.
-¿Una hora? Pff -solté alegre. -Llegamos en treinta minutos a Soul & Bass.
-Charly.
-Te lo prometo, diez minutos y ya -solté y ella soltó un suspiro, sabía que eso significaba un sí. Por lo que estacioné afuera del Hogar.
-Vos ya lo tenías todo planificado pues -se quejó ella sonriendo mientras agarraba mi mano y caminábamos alejándonos del vehículo.
Después de conversar por algunos minutos con Juliana contándole la noticia de la reunión, finalmente accedió a que viéramos a Romeo, él estaba en su habitación por lo que nos acercamos a esa parte. Ahí lo encontramos, en su cama tirado de lado, mientras tenía el peluche que le habíamos regalo entre sus manos. Me conmovió el corazón verlo con nuestro regalo y por otra parte, me preocupaba encontrarlo otra vez aquí sólo.
Le hice un gesto de silencio a Yeimy y caminé sigiloso por detrás del pequeño. De pronto, le sorprendí por la espalda poniendo mis manos en sus ojos tapándole. Inesperadamente Romeo soltó un aullido y se movió inquieto intentando deshacerse de mis manos. Se las saqué rápidamente y observé a Yeimy levantando una ceja confundido, no entendía que pasó, pero cuando pude observar a Romeo pude notar en sus ojos algo que alguna vez también había visto en Yeimy: miedo.
Me alejé sentándome en la cama de enfrente.
Romeo cambió el semblante y se relajó un poco.
-Hola pequeño ¿estás bien? -soltó Yeimy acercándose y ofreciéndole su mano, la que él agarró y luego le dio un abrazo. Yeimy hizo un puchero mientras estaba en sus brazos, con la cabeza en su hombro y agachándose a su altura, dejando las rodillas en el suelo.
Romeo se separó y se acercó a mí. Se paró en frente mío.
-Hola don Charly.
-Hola campeón ¿vos estás bien, seguro?
Él simplemente asintió levantando los hombros.
-Vení siéntate acá -afirmé dándole una palmada a la cama. Le agarré su mano haciéndole cariño mientras hablábamos un poco de cómo estaba él y de otras cosas. Estábamos en eso, cuando de pronto observé una marca de color oscuro en su brazo, me empecé a poner nervioso, no sabía qué hacer, necesitaba ayuda.
Observé a Yeimy intentando hacerle gestos para decirle que algo estaba mal.
Yeimy se acercó y yo distraje a Romeo, mientras le mostraba levemente la marca en el brazo del pequeño. Ella abrió los ojos y rápidamente se incorporó.
-Romeo -lo llamó haciendo que el pequeño la mirara. -¿Vos sabes que puedes confiar en nosotros, cierto?
El asintió observándola.
-¿Estas seguro que está todo bien? ¿No te ha pasado nada en estos días que quieras contarnos? -preguntó ella mirándolo con dulzura.
Romeo suspiró y bajo la mirada.
-Pues...
-¿Qué te pasó en el brazo pequeño? -solté en tono bajo. Pude notar cómo él se puso nervioso e intentó ocultar su brazo. -Hey, Yeimy y yo somos personas de confianza, en serio -señalé mientras ponía mi mano con la palma abierta hacia arriba.
Romeo me observó y puso su mano sobre la mía, la agarré lentamente acariciándola y sonriendo. Subí lentamente la manga de la camisa de Romeo dejando al descubierto el moretón. Era bastante grande y pronunciado. Cerré los ojos maldiciendo mentalmente, y luego los abrí para observar con más detalle la herida.
-¿Cómo te hicieron eso? -solté mientras intentaba calmarme.
Romeo me miró y luego a Yeimy.
-Una mujer me lo hizo.
-¿Cómo te lo hizo? -cuestionó ella.
-Ella se enojó -comenzó pero se frenó, Yeimy puso su mano arriba de la rodilla de Romeo acariciándola y motivándole a hablar.
-Porque no quise comer.
Internamente estaba molesto, molesto era poco, estaba enfurecido. Quería salir corriendo con Romeo en mis brazos y llevármelo de ese lugar y que nunca volviera a pasar por una situación de aquellas.
-Ok, mi amor estás haciéndolo muy bien -le contuvo Yeimy viendo como el pequeño estaba llorando aunque de forma silenciosa, su cuerpo se movía, temblaba, pero aún así intentaba controlarse mirando a todas partes, no quería que nadie lo viera así. Yeimy separó la distancia y lo abrazó, le susurró un par de cosas que no pude descifrar, pero logró calmarlo un poco y que él soltara un par de lágrimas más.
-Última pregunta ¿si? Romeo, vos sabés quién te hizo esto ¿su nombre o cómo es físicamente?
-Es una de las cuidadoras de aquí -susurró temeroso. -Creo que se llama Rosa.
Cerré los ojos suspirando.
-Ok, todo bien mirá necesito buscar una cosita -señaló Yeimy mientras me miraba y modulaba "foto" "sácale una foto" disimuladamente. Romeo estaba distraído observándole. Desbloqué mi teléfono y saqué dos o tres fotos rápidas como pude.
Yeimy sacó una crema que tenía en su cartera.
-Te vamos a curar ¿si? -Romeo asintió mirándole. -Con esto te dolerá un poquito menos -susurraba ella mientras sacaba una buena cantidad de crema y la ponía en sus dedos.
-Lo haré con mucho cuidado ok, tranquilo -afirmaba dulcemente mientras le colocaba crema con pequeños toquecitos. Romeo soltó un "auch" por lo que ella se detuvo y siguió con más cautela.
Mientras tanto los observaba, mi cabeza estaba con mil pensamientos dando vueltas, tenía tanta rabia, pena, decepción y sobre todo, un malestar porque sabía que por más que quisiera no podía llevármelo a casa y protegerlo de todos los peligros y males que le estaban pasando. Tenía un nudo en la garganta del porte de una bola de cristal, atravesándola, me dolían los ojos por contener las lágrimas que advertían por salir en cualquier momento.
(...)
-¿Qué deberíamos hacer Charly?
-¿Qué qué vamos a hacer? -me detuve en seco mirándole.
-Ahora mismo voy pa la oficina de Juliana a contarle toda esta mierda -solté enfurecido.
-Charly esperate, cálmate.
-¿Cómo queres que me calme Yeimy?
-Esperate, piensa con cabeza fría, ¿Qué tal si es peor contarle a ella? -me quedé parado con la mirada pérdida. -Además Romeo nos hizo prometer que no le contáramos a nadie ¿lo recuerdas?
-Yeimy esto no puede ser peor. Hay que denunciarlo ahora mismo -declaré firme. -Y respecto a Romeo, él lo entenderá es por su bien.
Caminé a la oficina de Juliana. Me respondieron que estaba ocupada y que tendría que esperarla por algunos minutos. Yeimy estaba al lado mío en silencio mirándome algo consternada.
-Hola, ya pueden pasar.
-Hola, venimos por una situación urgente.
-Siéntense ¿Qué pasó?
-Estábamos visitando a Romeo y de pronto...-no pude seguir hablando, un nudo se formó en mi garganta y cerré el puño.
Yeimy puso su mano en mi pierna preocupada.
-Lo que Charly quiere decir es que Romeo estaba actuando raro y de pronto, le vimos unas marcas en sus brazos.
Ella abrió los ojos enseguida.
-¿Cómo así?
-Si, a Romeo le pegaron. Él nos contó que fue una trabajadora de aquí, una tal Rosa...
-¿Qué? -soltó sorprendida. -No puede ser, ¿ustedes están seguros? Es una acusación muy grave.
-Lo es y si estamos seguros -declaró Yeimy frunciendo el ceño.
-¿Por qué es que acaso no nos cree? ¿O no creen en el pequeño? -solté un poco molesto.
-No es eso, Charly. Simplemente es algo difícil de creer, Rosa lleva muchos años trabajando aquí y jamás ha tenido algún problema. Es más su conducta ha sido intachable.
-No conozco a la tal Rosa. Pero conozco a Romeo, sé qué él no nos mentiría.
-No estoy diciendo eso Charly. Sólo que él se pudo haber confundido, no lo sé...
Yeimy tomó su celular y le mostró algo a Juliana, al parecer eran las fotos del moretón de Romeo.
Ella se quedó estática y seria observando.
-Ok, está bien, le haré una investigación a la señora Rosa y también mandaré a Romeo a la enfermería.
Salimos de ese lugar, aunque seguía impotente, enojado, triste. No sabia como eliminar aquella sensación, así que prefería ir al estudio y distraerme haciendo otras cosas, no quería pensar en lo que había ocurrido, en cómo estaba Romeo, me sentía horrible porque no podía hacer nada más por él. Al menos no por el momento, sólo esperaba que todo se solucionará lo más rápido posible.
➵ Queridos lectores: Hola a todos, espero que estén bien. Nos vemos el domingo o el miércoles. Hey, últimamente andan flojos con los votos, y tengo muchos lectores fantasmas, así que espero que voten y comenten, así sé que hay personas pendientes de las actualizaciones, ¿vale? 💖❗
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