✒Acto XXIII.

El corazón de Sae late con fuerza y ansiedad mientras es escoltado por los guardias fuera del palacio, una carroza vieja en lugar de Shidou lo espera afuera. Una profunda sensación de intriga y preocupación se apodera de él, su mente comienza a llenarse de preguntas sin respuestas. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué Ryusei no lo esperó personalmente como había anticipado?

Cuando intenta preguntar, los guardias lo miran con expresiones serias y le hacen un gesto para que se calle. Sae siente una oleada de pánico mientras es forzado a entrar en la carroza y, antes de que pueda hacer algo, sus labios son sellados con una mordaza. Sus ojos se llenan de confusión y miedo mientras los guardias se muestran implacables y determinados a cometer dicho acto de sometimiento.

La carroza comienza a moverse, alejándose del palacio a una velocidad inusual. Sae, incapaz de hablar debido a la mordaza, siente una sensación de impotencia y desesperación. Se pregunta quiénes podrían ser los responsables de esta situación y por qué lo han secuestrado de esta manera. Sobre todo, ¿Por qué los guardias que hace meses habían contratado, que habían mostrado ser fieles y leales, hacen todo esto?

No cabe duda que esto es traición.

Los minutos se vuelven eternos mientras que el Omega pelirrojo intenta mantener la calma y controlar su creciente temor. Piensa en sus pequeños hijos, en sus lindos Kaori y Malik, y reza para que estén seguros en el palacio s cuidado de su abuela y sus amigos. Su mente corre, tratando de encontrar una explicación lógica para lo que está ocurriendo. ¿Es Karim el responsable? Pero eso parece improbable, ya que está bajo custodia en el calabozo.¿O acaso tendrá mas poder del que pensó?

A medida que la carroza se aleja más y más del palacio, Sae se aferra a la esperanza de que su Alpha y padres de sus hijos, Shidou Ryusei, descubrirá su desaparición y tomará medidas para rescatarlo lo mas pronto posible. La traición y la incertidumbre llenan su mente mientras el miedo se mezcla con la ira. Sae sabe que esta situación está lejos de ser resuelta y que su destino, así como el de su familia, pende de un hilo incierto.

Las cosas podrían acabar muy mal, pero está seguro que sus captores no lo quieren muerto, de haber sido así, ya lo hubieran matado, lo quieren vivo para cumplir su objetivo, sea cual sea, puede darse alguna idea, pero sigue en la incertidumbre de saber quién es el responsable.

(...)

El Palacio Imperial, iluminado por la luna, se encuentra en un aparente estado de calma y serenidad cuando Shidou Ryusei regresa en la noche después de sus asuntos de Estado. La emoción de volver a ver a su amado Omega y a sus adorables bebés llenan su corazón de alegria y profundo amor mientras se dirige a los aposentos de la familia.

Ya quiere cargar a sus cachorros y besar a su esposo mientras pregunta que tal ha sido estos días, si necesitan algo y decirles cuánto los quiere.

Sin embargo, al llegar allí, una desagradable sorpresa lo aguarda. Sae no está en su lugar. El moreno siente un nudo en el estómago y una oleada de preocupación lo envuelve. La ausencia de Sae se vuelve evidente y desconcertante sobre todo porque ningún sirviente ni guardia sabe de su paradero.

Shidou irrumpe en la habitación de Sae y la de los bebés, su pulso se acelera y la preocupación en su rostro se convierte en una mirada de alarma. Pregunta a los sirvientes presentes si han visto a su amado Omega, pero nadie parece saber algo al respecto.

Un revuelo se desata en el Palacio mientras la noticia de la desaparición de Sae se propaga rápidamente, sobre todo porque no se sabe cuantos minutos u horas lleva desaparecido con exactitud. Los guardias se reúnen, algunos de ellos mencionando que los guardias "recién" llegados, los que Shidou había traído hace varios meses, se llevaron a Sae diciendo que era la orden de su majestad. La confusión y el miedo se apoderan del rubio mientras niega con la cabeza, furioso y angustiado al escuchar dicha respuesta.

Ryusei y su madre, se unen a la escena. Ella también está consternada por la noticia y confirma que Shidou jamás dio tal orden. La situación se vuelve aún más sombría cuando se hace evidente que Sae había sido secuestrado, y nadie sabe quién o por qué.

Shidou, con los ojos llenos de determinación, da la orden de buscar a su Omega sin descanso. No habrá piedra sin remover, pueblo sin registrar ni rincón del vasto territorio del Imperio que no se explore. El miedo, la furia como la enorme preocupación y la determinación arden en su interior mientras se lanza a una búsqueda desesperada para encontrar a su amado Omega, sin importar el costo ni los obstáculos que se interpongan en su camino.

No perdonara aquellos que lo han traicionado y se han llevado lejos a su esposo, sea quien sea el responsable de todo esto, la pagara muy caro. 

Asesinara con sus propias manos al culpable de todo esto y a sus aliados.

(...) 


Sae se encuentra en un estado de constante alerta, con las manos atadas pero al menos sin la amordaza que le impedía hablar. Ya no esta dentro de la carroza, a juzgar por los alrededoresy el sonido de fondo, puede jurar que esta en una embarcación. Observa atentamente a los guardias a su alrededor, tratando de obtener alguna respuesta a las muchas preguntas que atormentan su mente.

Finalmente, la tensión se quiebra cuando no puede soportar más la incertidumbre. Con voz firme y ligeramente temblorosa, Sae les pregunta a sus captores el porqué de todo esto, quiénes son y quién les dio la orden de secuestrarlo. Los guardias se miran entre sí, como si estuvieran evaluando cuánta información deberían revelar.

Uno de ellos, aparentemente más dispuesto a hablar, suspira y comienza a explicar. Les revela que no pertenecen al Imperio Vorrang, sino a otra nación. Su misión desde el principio fue infiltrarse en el Imperio y secuestrar a Sae en el momento adecuado. Sin embargo, admiten que el plan se complicó cuando descubrieron el embarazo de Sae. Tuvieron que esperar  varios meses, esperar a que el Omega diera a luz y luego elegir cuidadosamente el momento oportuno para secuestrarlo sin levantar sospechas y de manera silenciosa.

El pelirrojo, con la mirada llena de ira contenida, pregunta quién está detrás de todo esto, quién es su superior y quién les dio esa orden. Aquellos que alguna vez fueron sus guardias, ahora más reservados, le dicen que pronto conocerá al superior, que su identidad se mantendrá en secreto hasta entonces. Pero Sae, lleno de determinación y desprecio por estos traidores, promete que, sin importar quién sea, pagará por lo que han hecho. Nadie se atreve a meterse con él ni con su esposo sin enfrentar las consecuencias. Hace hincapié en el poderío del Imperio Vorrang, el más grande y poderoso del mundo en estos momentos, y les advierte que habrá consecuencias sangrientas por su osadía.

La tensión en el barco se vuelve palpable mientras Sae y los traidores intercambian palabras cargadas de significado. La determinación del Omega es indomable, y los guardias comienzan a sentir el peso de lo que han desencadenado al secuestrar al amado Omega del Emperador. El destino de todos pende de un hilo en medio de aguas desconocidas y una trama que parece más profunda de lo que Sae podría haber imaginado.

El Omega pelirrojo descarta sus sospechas que esto lo haya hecho Karim, pero esto quiere decir, que quien sea el responsable debe ser lo suficientemente poderoso o un idiota con mucho poder para atreverse a secuestrar a la pareja del Emperador Shidou Ryusei, esto incluso puede llevar a la guerra entre naciones.

Pero en estos momentos, no se le viene a la mente ningun Imperio y mucho menos algun reino lo suficientemente fuerte para hacerle siquiera frente al poderoso y vasto Imperio Vorrang. 

A excepción de, tal vez...

(...)


22 de Enero

En el vasto espacio abierto, rodeado por nobles, clérigos y el pueblo en general, se respira un aire de expectación. Las conversaciones de los presentes se detienen gradualmente a medida que el rumor se propaga, señalando los notables logros del Imperio en un período sorprendentemente corto a diferencia de antiguos emperadores. La audiencia está llena de anticipación por la aparición de quien ha impulsado este renacimiento, marcando una línea de esta nueva Era.

En el momento culminante, un guardia Alpha, enfundado en una imponente armadura, da un paso al frente, clamando la atención de todos. Su voz resuena con autoridad mientras anuncia al mas reciente gobernante quien ha sucedido a su anterior padre.

—¡Su atención por favor!—hace una breve pausa mientras espera que la gran multitud guarde silencio, aclara su voz y vuelve a exclamar tan fuerte que se escuche en todo el lugar.—¡Su Majestad imperial, gobernante del poderoso y temido Sacro Imperio Romano...!

Las palabras fluyen con una solemnidad que emana respeto y admiración por el líder del Imperio. El silencio cae sobre la multitud, todos los ojos fijos en el punto focal del anuncio, esperando ansiosos la aparición del personaje principal de este lugar.

—El Emperador Alpha...—un momentáneo silencio se instala para causar más intriga y expectación, luego, junto a otros guardias hacen un coro perfecto para anunciar su nombre.—
¡Su Majestad, Michael Kaiser!

El nombre resuena en los oídos de la audiencia, y en un instante, la multitud estalla en una aclamación ensordecedora. Los aplausos, vítores y exclamaciones de júbilo llenan el aire. La gente vitorea al joven líder que ha llevado al Imperio a nuevas alturas de poder y prosperidad en un tiempo asombrosamente corto.

Y allí, ante sus súbditos, emerge un joven de belleza y majestuosidad indiscutibles. Su cabello rubio claro ondea suavemente en el viento, y sus rasgos, tallados como si fueran esculpidos por los dioses, como si fuese bendecido por el Dios Eros  y Afrodita, irradian confianza y autoridad. Sus ojos azules, tan intensos como el cielo en un día claro, miran sobre su imperio con determinación y cariño.

El Emperador Alpha Michael Kaiser, un líder en ascenso que ha llevado al Imperio a un renacimiento sin igual, recibe el clamor de su pueblo, abrazando su destino y el peso de su cargo con dignidad y orgullo. La celebración y la esperanza llenan el aire, mientras todos se unen en reconocimiento de su gobernante, forjador de un futuro en el poderoso y temido Sacro Imperio Romano.

El Emperador Michael Kaiser se presenta ante su pueblo vistiendo un atuendo que irradia esplendor y majestuosidad, propio de su estatus como gobernante del Sacro Imperio Romano. Su traje, confeccionado a medida, resalta su figura imponente y su elegancia innegable.

El traje es de un blanco puro y resplandeciente, que simboliza la pureza de su liderazgo. Está adornado con toques dorados y azules, que añaden un aura de poder y riqueza. Detalles en oro rodean los bordes de su capa rojiza, que cae majestuosamente desde sus hombros hasta el suelo. Los detalles azules, elegantes y sofisticados, serpentean en patrones intrincados por todo su traje, destacando la nobleza de su linaje y la grandeza de su imperio.

En la cabeza, el Emperador luce una corona que refleja su estatus regio. Esta corona, confeccionada con oro puro, está incrustada con gemas preciosas que brillan como estrellas en la noche. Sus resplandecientes piedras azules y blancas capturan la luz del sol y la reflejan en todos los colores del espectro, otorgándole un brillo celestial.

El Emperador alza una mano, gesto de autoridad que silencia a la multitud expectante. Su voz, firme y llena de confianza, se eleva sobre la audiencia mientras habla de los éxitos del Imperio en los últimos tiempos y promete un futuro aún más brillante. Sus palabras están imbuidas de un compromiso inquebrantable con su pueblo y su tierra, un compromiso que se refleja en sus acciones benevolentes y en su decidida búsqueda de prosperidad y seguridad para todos.

La multitud responde con un clamor ensordecedor de aprobación, aplaudiendo y vitoreando a su amado—a veces temido—, líder. El Emperador Michael Kaiser es un gobernante querido y admirado, tanto por nobles como por el pueblo común, gracias a su benevolencia, su visión de un futuro más próspero y su dedicación incansable al bienestar de su imperio. Su Era está en pleno apogeo, su presencia llena de esperanza, autoridad y orgullo a todo su pueblo.

El Emperador Michael Kaiser, en medio de una importante celebracion que involucra a un Omega en especial, se encuentra rodeado de la alegría y el júbilo de su pueblo. La multitud aclama su nombre y se prepara para una festividad sin igual. Comenta y agradece que este Omega que se ha ganado su corazón, todavía no ha caído por completo en sus encantos, pero no duda que pronto lo hará feliz dándole a su primer heredero.

Sin embargo, su rostro cambia de la felicidad al grave deber en un instante cuando uno de los guardias de confianza se acerca, solicitando una audiencia en privado.

Michael asiente con solemnidad y se retira de la celebración hacia un rincón más tranquilo del palacio, donde puede recibir las noticias con la seriedad que merecen. Su mirada, que antes brillaba con alegría, se torna pensativa y concentrada mientras el guardia informa de la noticia que acaba de recibir.

El guardia, con voz firme, le informa al Emperador que el Omega pelirrojo Sae ha llegado finalmente a tierras romanas, cumpliendo así con la parte de su acuerdo. Michael asiente con satisfacción, expresando su agradecimiento al guardia por la información y su diligencia. Ordena de inmediato que se prepare un cuarto adecuado para Sae, uno que garantice su comodidad y seguridad. Aclara que el Omega no debe tener rastro alguno de lesión o algún otro golpe, debe estar intacto. Después de todo el joven es igual alguien de la realeza.

—Vigilen al Omega pelirrojo de cerca, asegúrense de que esté en buen estado de salud.—ordena con autoridad y seriedad.—Nuestra promesa es tratarlo con dignidad y respeto, y eso es precisamente lo que haremos.

El guardia asiente con firmeza, reconociendo la orden del Emperador. Michael también ordena que se notifique al Rey Itoshi Rin, su aliado en este acuerdo, para que se prepare para recibir a su querido y preciado hermano Sae. Tanto la emoción como la anticipación fluyen a través de él, pero también hay una chispa de misterio en el aire mientras se prepara para el próximo paso en este intrincado plan para así lograr lo que tanto quiere.

Expandir su territorio, su Imperio. 









Palabras: 2,445
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Domingo 15 de octubre del 2023.
Fandom: BlueLock
Nota del escritor:
Como advertí hace 13 capítulos aproximadamente, saldría Kaiser.
Nos vemos hasta la próxima!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top