✒Acto XVI.

17 de noviembre


En el interior del Harén, los murmullos sobre la repentina desaparición de Sae se han intensificado en los cuatro días que han transcurrido desde su partida con el Emperador. Los concubinos comienzan a tejer sus propias teorías y rumores sobre lo que pudo haber ocurrido entre ellos. Algunos se preguntan si Sae y el Emperador han tenido algún tipo de relación más allá de la convivencia en el palacio, si se han vuelto más íntimos.

Karim, junto con sus amigas Yasmín y Yolanda, ha estado esparciendo rumores con malicia. Sugieren que el Emperador finalmente pudo haberse dado cuenta de que Sae siempre fue el culpable del incidente del veneno y que lo envió al calabozo o, peor aún, lo ejecutó como castigo. El objetivo del bailarín es claro: desacreditar al pelirrojo y mantener su propia posición en el Harén, así como creer fielmente que por fin su Majestad ha hecho "justicia", como que al fin abra los ojos para que se dé cuenta que tiene al Omega más hermoso de todo el Imperio Vorrang y que debe desposarlo pronto.

Sin embargo, la Omega Fátima, fiel amiga de Sae, con una risa burlona, decide responderle a Karim. Con calma y confianza, ella desafía los rumores como también se muestra en desacuerdo con las teorías de bailarín.

No está completamente sola, pero debe admitir que estos días sin el pelirrojo han sido una pequeña tortura.

(...)

18 de noviembre


En los aposentos del Emperador, Sae y Shidou disfrutan de un apacible desayuno. El sol de la mañana ilumina la habitación, y la frescura del día se siente reconfortante. Sae se siente revitalizado después de que su celo ha llegado a su fin. No cabe duda que fueron cuatro días agotadores para él.

Shidou, entre bocado y bocado, comenta sobre la frescura de la mañana y cómo el nuevo día se presenta prometedor. Luego, accidentalmente, menciona temas de geopolítica y asuntos del Imperio. Se disculpa rápidamente, temiendo que pueda aburrir y fastidiar a Sae con tales temas.

Sin embargo, para su sorpresa, el Itoshi muestra un genuino interés en la conversación. Incluso le pide al Emperador que continúe hablando sobre la situación actual del Imperio y las alianzas que mantiene en otros lugares, islas, reinos e imperios. Sae confiesa que no se aburre en lo absoluto con esos temas y que disfruta aprendiendo más sobre el mundo en el que ahora se encuentra.

Obviamente no puede decir que en el lugar de dónde viene donde era príncipe, se metía mucho en esos temas a pesar de que fuera un poco polémico al ser el un Omega, sobre todo uno muy joven y soltero. Ya que en su reino se tiene la creencia que la única manera de que un Omega llegué a mostrar interés y opine sobre estos temas es a menos que esté casado y ya tenga la suficiente edad madura.

Lo cuál considera un tanto doble moral e hipócrita, ¿Ven con suficiente a edad para tener hijos cuando cumplen los quince años pero no para opinar de ciertos temas? Algo que realmente le molestaba bastante.

Shidou sonríe complacido por el interés de Sae sobre estos temas en especial y asiente con gusto. Los dos continúan su desayuno en compañía, sumergidos en una conversación animada sobre geopolítica y las complejidades del Imperio. Desde los impuestos hasta todo el territorio que abarca el Imperio Vorrang. Su relación se fortalece no solo por el amor que comparten, sino también por la conexión intelectual que encuentran en estos momentos compartidos.

Incluso luego de haber terminado su desayuno siguen conversando. Shidou hasta se anima de hablar cierto tema importante y en específico que con nadie más ha hablado, ni con el consejo o sus guardias, que lleva varios días pensándolo, y el pelirrojo se convierte en la primera persona en quien compartirá dicha información.

—Sabes, Sae, he estado pensando en la posibilidad de formar una alianza con el Sacro Imperio Romano.—menciona el moreno, a lo que el contrario le presta suma atención ante la mención del nombre y la palabra "alianza".—Son poderosos y cuentan con muchos soldados a su disposición. Aunque no son tan extensos en territorio como nosotros, su fuerza es innegable. Sin embargo, el Emperador de ese lugar parece ser reservado y ocupado en estos momentos.—suspira pensativo.

El Itoshi se mantiene callado por el momento, notando se reflexivo ante la exposición de ideas del rubio.

"El Sacro Imperio Romano... Es curioso, mi tierra natal queda un poco cerca de ese lugar, mi padre frecuentaba ocasionalmente ese lugar por temas amistosos, pero nunca tuve contacto con ellos en persona. Hasta donde yo recuerdo, no eran tan poderosos como dice Shidou. ¿Cómo han llegado a ser tan temidos y fuertes en cuestión de meses, para que Ryusei considere hacer una alianza con ellos?"

Sae prefiere no mencionar que conoce ese lugar del que le habla, ya que eso lo llevaría a hablar de su origen, algo que quiere evitar por ahora, todavía no le ha revelado al Alpha sobre sus orígenes, que tiene sangre de la realeza y no está seguro de que aquello sea importante de saberse. Pero debe admitir que siente intriga por el Sacro Imperio Romano, ya que, hasta mucho antes de ser secuestrado, no recuerda gran relevancia de ese Imperio vecino, incluso su tamaño era similar a su reino, por lo que se consideraba un Imperio bastante pequeño y pacífico, pero a la vez intocable. Tal vez por tener buenas relaciones con varios reinos incluyendo al suyo, es que nunca se metía en guerras y tampoco los llegaron a invadir estas últimas dos generaciones, hasta donde recuerda haber leído en libros de historia.

Para no hablar más de geopolítica por el momento, Ryusei decide cambiar de tema a algo que igual considera de suma importancia.

—Sae, desde que te escogí como mi Omega, el lugar del Harén ya no tiene el mismo propósito para mí. Ya no necesito mantener un Harén como antes.

Sae lo mira intrigado como conmocionado.

—¿Qué pasará entonces con los otros concubinos que han quedado aquí? Son varios, ¿verdad?

Shidou asiente.

—Así es, son varios. Mi intención es que todos ellos pasen a formar parte de la servidumbre del palacio. Se encargarán de diferentes tareas, como limpiar los baños, trabajar en la cocina y otras labores necesarias.—explica brevemente. Regresarlos de dónde vinieron no sería una opción tan fácil.

—Entiendo, pero... ¿y si algunos de ellos no quieren hacerlo? ¿Tienen opción?—cuestiona pensativo. Aunque por dentro sonríe triunfante, ya que en cierto modo logro su objetivo de ser el único para Shidou Ryusei.

—En principio, no. Pero puedo considerar permitir que algunos de ellos escojan quedarse contigo como Omegas de compañía, si eso es lo que deseas.—contesta reflexivo, obteniendo mucho más el interés del pelirrojo.—De esta manera, no te sentirías tan solo aquí cuando me llegue ausentar por días o hasta semanas debido a mis ocupaciones como Emperador.—agrega ligeramente melancólico de pensar en ello, en dejar a su Omega solo.

Es por eso y más que Sae no quiere ser marcado, ya que cuando el Alpha se llegue a distanciar por mucho tiempo, ambos lo pueden sufrir, no estar con su pareja vinculada. El Itoshi comprende que habrá ocasiones que no vea al rubio desde un día entero hasta por varias semanas de ser estrictamente necesario, después de todo gobierna un Imperio bastante extenso que abarca dos continentes, es poderoso. No quiere pasar por esa etapa tan sentimental y emocional de ser así.

—Tengo a alguien en mente.—comenta, pensando detenidamente.—No estoy seguro todavía, pero... creo que sería una buena idea.

A Sae solo se le viene una concubina en mente, su amiga Fátima. Con el resto no formó ninguna clase de compañerismo, además que la mayoría parecía hablar mal de él y burlarse.

—Está bien, Sae.—asiente, acariciando su mejilla con ternura y quedándose viendo fijamente sus ojos verdes. Preciosos y desafiantes.—Te daré unos días para que lo decidas. Después de eso, Harén la noticia oficial y reorganizaré el harén.

—En lo que se decide lo del Harén, esté como el resto del Palacio,¿Pueden saber sobre lo nuestro o eso se mantiene en secreto?—pregunta con curiosidad y fingida tristeza.

Ryusei lo medita un poco y le sonríe maravillado, ha tomado una nueva decisión que involucra mucho al pelirrojo. 

¿El Palacio Imperial ya debe enterarse sobre su relación con Sae? Tal vez ya es momento de que se haga oficial, primero desde adentro, después el resto del Imperio y en un par meses todo el mundo se enterará, que el poderoso y respetado Emperador Shidou Ryusei, gobernante del Imperio Vorrang, ha conseguido por fin un fiel compañero y junto a él, serán las personas más poderosas en todo el mundo.

Un mundo que juntos devoraran.

(...)

Mientras Sae se arregla en la habitación, Shidou Ryusei decide visitar la alcoba de su madre para contarle sobre su decisión, la sala esta decorada con opulencia, los cortinajes dorados se mecen con suavidad al compás de una brisa suave que entra por las ventanas. Shidou, con su vestimenta real, se encuentra de pie frente a su madre, una mujer sabia y comprensiva que lo mira con una expresión cálida y dulce en el rostro.

—Madre, he venido a hablar contigo sobre una decisión importante que he tomado.—comenta el moreno con serenidad.

—¿Una decisión, hijo?—cuestiona levantando una ceja con curiosidad.— Estoy escuchando.

Shidou respira profundamente.

—He decidido desintegrar el Harén, madre. Ya no siento la necesidad de mantenerlo.

—¿Desintegrar el Harén? ¿Por qué, hijo?—pregunta mostrando sorpresa. Sobre todo porque el Harén que fue creado exclusivamente para Ryusei, lleva un par de meses desde su creación, no lleva mucho.

—He encontrado a alguien, madre. Un Omega con quien quiero casarme y formar una familia numerosa. Quiero darle un hogar y ser su Alpha.—Explica Ryusei con calma y cierta emoción en sus ojos al hablar de su Sae.

—Entiendo, hijo. Es una decisión importante y valiente. ¿Quién es este Omega?—sonríe comprensiva.

— Se llama Sae, madre. Es el Omega pelirrojo que ha llegado recientemente al palacio.

—Sae...—reflexiona.— Escuché hablar de él. Parece ser una persona especial. Si este es tu deseo, hijo, lo apoyaré plenamente.

La mujer de mayor edad lo recuerda, destaca por su intenso color rojizo con el resto del grupo, pero igual lo recuerda por su ensamble serio y poco emocional.

—Gracias, madre. Significa mucho para mí. Solo quiero que lo cuides y lo quieras como si fuera un hijo más de nuestra familia.

—Así lo haré, Shidou.—añade con ternura.—No te preocupes, estaremos aquí para ayudarlo en todo lo que necesite. Y si has decidido desintegrar el Harén, también respetaré esa elección y daré tiempo para que todo se ajuste a tus deseos.—le complace.

—Gracias, madre. Eres un apoyo invaluable para mí.—sonríe con alivio y profundo agradecimiento.

—Siempre lo seré, hijo. Y deseo que encuentres la felicidad en esta nueva etapa de tu vida.—agrega mientras abraza a su querido y único hijo.

En el abrazo de madre e hijo, se sella un acuerdo lleno de amor y comprensión.

Ryusei decide despedirse una última vez de su madre y de su Omega antes de ir atender asuntos del Estado, confiando en que su pelirrojo estará en buenas manos y contento de que su relación se haya vuelto más íntiman estoa días.

(...)

Sae, ahora vestido con ropas que denotan su posición en el Palacio Imperial y con la elegante diadema de oro y joyas en su cabello, se ve verdaderamente regio. La madre del Emperador, Himari, con una sonrisa de aprobación en el rostro, lo contempla con admiración.


—Sae, te ves hermoso.—elogia.— Realmente pareces un miembro de la realeza.—sonríe orgullosa de lo que ve.

—Gracias, su alteza. Es un honor vestir estas prendas.—agradece con un gesto suave en sus facciones.

—Es un honor tenerte aquí, Sae. Ahora, si necesitas algo, no dudes en pedirlo.—dice amable.—Los sirvientes y los guardias estarán a tu disposición en todo momento.

—Gracias por su generosidad, Majestad.—dice con determinación. Al principio estaba un poco nervioso de que la madre de Ryusei no estuviera de acuerdo en ser el Omega oficial de su hijo, pero ahora se siente muy agradecido por tantas atenciones y alagos.—Pero antes, me gustaría hacer una visita al Harén.

La madre del Emperador asiente con comprensión, pero también con una advertencia en sus palabras.

—Sae, debes estar preparado.—comenta seria.—Al entrar al Harén con esta apariencia y las feromonas de Alpha del Emperador encima de ti, es probable que todos se den cuenta de tu nueva posición como Omega de mi hijo. ¿Estás listo para enfrentar eso?

—Sí, lo estoy.—su ensamble se llena de decisión y firmeza.—No me dejaré intimidar por nadie.

La madre del Emperador asiente una vez más y, con gesto de aprobación, da permiso a Sae para que se dirija al Harén. Dos sirvientes informados de la situación, lo escoltaran, asegurando su seguridad en este nuevo camino que esta por emprender.

Mientras el Itoshi camina rumbo al Harén, la madre se encarga de que todo el Palacio se enteré de que su hijo ya escogió a su Omega por lo que deben guardarle su debido respeto y seguir sus órdenes.

La mujer ya ansía cargar nietos pronto.






Palabras: 2,225
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: viernes 22 de septiembre del 2023.
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Aprovechando que hoy actualizaron 19 Days, Jinx y Blue Lock, me dije, "ah chinga, porque no yo también?"
Hasta la proxima~

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