✒Acto II.

La diferencia entre un reino e un imperio es simple pero quizás un poco confusa para algunos no tan conocedores de política y geografía o cierto tipo de términos específicos.

Un reino es una entidad política gobernada por un rey o una reina o hasta ambos, que generalmente ejerce su autoridad sobre un territorio específico y su población. Un imperio, por otro lado, es una entidad política que abarca múltiples territorios y pueblos bajo un sistema de gobierno centralizado, generalmente encabezado por un emperador o emperatriz. La principal diferencia radica en la extensión territorial y el grado de control sobre regiones como de pueblos que poseen, siendo el imperio una entidad más grande y diversa en comparación con el reino.

Es algo que Itoshi Sae se sabía de memoria desde que tenía nueve años. Sabe perfectamente que un reino limitado de población como el suyo, no podría luchar o siquiera defenderse por mucho tiempo contra el enorme Imperio que es Vorrang. Necesitaría de múltiples y fuertes aliados para no ser invadidos, pero a esas alturas, ¿Quién no le asegura que dichos aliados ya fueron invadidos? Después de todo, entre los demás reinos vecinos que existen en el resto de Europa, el reino Itoshi es el que más cuenta con población, el más fuerte militarme y con un montón de riquezas en ese lado del mundo. Puede que se deba a esas causas y demás que le dieron la posibilidad u oportunidad a su reino de que den parte de sus recursos y algo más para considerar no ser invadidos a diferencia de los otros.

Pero lo que Sea no termina de digerir y cada vez que lo piensa siente amargura, dolor y escalofríos, es lo que hizo su padre.

Lo entregó a él, a su propio hijo. ¿por qué?¿Sólo por su casta? Había creído todo este tiempo que, a pesar de haberse manifestado como un Omega, al menos en el fondo, su papá lo seguía queriendo y sobre protegiendo de alguna manera, que jamás pensó que le entregaría fácilmente.

Ahora el Itoshi debía esperar su cruel destinado, llegar a manos de un Emperador de quizás cuarenta o cincuenta años que tenga intenciones de abusar de él sin importarle cuál fue su posición en otro lugar para solo satisfacer sus necesidades animales.

Lleva casi seis días en un enorme barco, siendo trasladado a otro continente bajo la etiqueta de esclavo, comiendo puro pan, vegetales, frutos y lentejas, con un límite de líquidos, amarrado con sogas que lástima sus muñecas para que no escape y aún así, a vigilancia de dos soldados, mientras que el resto de ellos están ocupados en sus quehaceres.

Sae piensa que puede noquearlos, después de todo solo se tratan de dos, y los menos fortachones que puede observar a comparación del resto de la tripulación, pero lo había pensando mucho, incluso logrando noquearlos apenas consiga desatarse de esas cuerdas, ¿Qué haría después? Sigue en un barco en el océano, lleno de muchos más soldados. Ocultarse dentro de un barco que no conoce tampoco le sirve.

Su única oportunidad de escape es esperar y observar su entorno, tal vez cuando llegue a tierra firme, pueda planificar un mejor plan. Él no es tonto y tampoco débil, incluso a escondidas siempre estuvo entrenando junto a su hermano desde muy joven.

Pero obviamente tampoco podría contra varios hombres bien entrenados, en eso hay que ser lógicos. Lo único que le alivia un poco, es por lo que puede detectar, todos los soldados extranjeros son completamente Betas. No detecto en la tripulación ningún aroma en particular que delate a un Alpha propio.

Sin embargo, a pesar de que haya puros Betas y técnicamente solo saben que él es un Omega porque así fueron informados, no significa que ninguno de ellos no sean unos asquerosos pervertidos.

A pesar de que nos los entiende por hablar otro idioma, si detecta como lo miran con morbo.

—¿Será virgen?—menciona uno de ellos, hablando con su compañero.

—¿Deberíamos comprobarlo?

Ambos se miran divertidos, sobre todo porque nunca lo han hecho con un Omega, pero saben que si abusan de él su valor ya no será el mismo y podrían ser castigados, sin embargo, no estaría nada mal tocarlo un poco, solo para comprobar si aún mantiene su castidad.

—¡Alejen sus asquerosas manos de mí!—grita Sae enfurecido y expulsando feromonas agrias cuando ambos se acercan a él y le abren de piernas, queriendo ver debajo de las telas y tocando su culo.

Claro que sus gritos son escuchados y otros soldados vienen, advirtiéndoles que no lo toquen porque el pelirrojo será propiedad de su majestad. Por lo que ellos suspiran aburridos y no tienen más opción que obedecer.

—Sigue tomando resistencia, a pesar de haber pasado unos días desde que no los dieron.

—¿Realmente creen que este Omega sea bueno para el Harem de su majestad?—cuestiona otro de ellos, mirando despectivamente al joven oji verde.

Quizás la única palabra que si logra entender.

Sae desde joven ha estudiado algunos idiomas, pero tampoco sabe absolutamente todos.

—Basta con que sea virgen. Además, a diferencia de los otros concubinos y concubinas, tiene el pelo rojizo. Eso es algo nuevo.—responde otro, apreciando dichos rasgos del Omega que fue ofrecido por aquel reino.

—En Germania y otros reinos, es más común este tipo de color de pelo, a diferencia de dónde vinimos.—comentan, siendo interrumpido por otro más que viene avisar que muy pronto llegarán a tierra.

Sae ya no puede dormir tranquilamente con esos depravados, además que ha perdido mucho peso estos días en el barco, incluso llegó a vomitar en dos ocasiones debido a que se mareó mucho y por las asquerosas condiciones en qué lo traen.

No se ha dado ningún baño, le limitan el ir a orinar y no llegó a aguantarse hasta que se orino encima, además que por dónde lo tienen, cerca hay trampas de ratón y estos muertos, nunca se sintió tan humillado y asqueado por su entorno, es un milagro que no se haya contagiado de alguna enfermedad ahí y solo se sienta mareado y con náuseas a veces.

¿Tendrá la oportunidad de vengarse algún día por todo lo que ha sufrido?

(...)

Sae llegó al impresionante Palacio del Emperador, un edificio majestuoso y espléndido que se alza con imponencia en medio de los jardines exuberantes. Desde el exterior, el palacio parece una obra de arte arquitectónico, con sus cúpulas doradas que se alzan hacia el cielo, minaretes adornados y mosaicos intrincados que reflejan la luz del sol en una danza de colores.

Al entrar, Sae queda maravillado por la opulencia y la grandiosidad que lo rodea. Los pasillos estan decorados con azulejos adornados, patrones geométricos y arabescos que fluyen con gracia a lo largo de las paredes. Lámparas de cristal cuelgan del techo, destellando destellos de luz que se reflejan en los suelos de mármol pulido.

A medida que avanza por los pasillos con un cansancio en los ojos y un olor asqueroso proveniente de él, pasa por hermosos patios interiores con fuentes burbujeantes y exuberantes jardines llenos de flores fragantes. El sonido del agua y los aromas envolventes crean un ambiente de tranquilidad y belleza.

Finalmente, el Itoshi llega a la habitación reservada para los concubinos, donde sera alojado. Es un espacio elegante y acogedor, decorado en tonos cálidos y terrosos. Cortinas de seda se balancean suavemente en las ventanas, dejando entrar la luz tenue del atardecer. El mobiliario es de madera finamente tallada, con cojines y almohadones esparcidos en el suelo, creando un ambiente íntimo y confortable.

El aroma sutil de incienso llena el aire, creando una atmósfera serena y ligeramente mística. Sae nota la atención al detalle en cada rincón de la habitación, desde las delicadas alfombras tejidas a mano hasta los pequeños adornos que adornan las mesas y las paredes.

Aunque él esta lejos de su tierra natal y su familia, no puede evitar sentirse intrigado como asombrado por la belleza y la riqueza de este nuevo mundo en el que se encuentra, lleno de tradiciones distintas crea un ambiente único y mágico que lo rodea.

Mientras se acomoda en su nueva morada, Sae reflexiona sobre la nueva vida que le espera en este palacio. A pesar de las circunstancias que lo han llevado hasta allí, no puede negar la fascinación que siente por este lugar lleno de historia y misterio, sin embargo, de quién no siente absolutamente nada de curiosidad es del Emperador, de tan solo pensarlo le da asco y escalofríos por siquiera imaginar cómo se vería su aspecto viejo o mirada morbosa.

Sin duda alguna, no quiere conocerlo pronto.

Solo necesita un largo baño para quitarse la suciedad de encima.

(...)


6 de Octubre

El Itoshi conoce a más gente en su situación, más bien, a más Omegas. Quienes le contaron con más detalle que será un concubino más del Harem de su Emperador, a quien todavía no han tenido la dicha de conocer.

En total, son trece Omegas incluyéndolo. Diez mujeres y tres hombres. Le contaron que la razón por la que es esa cantidad de número no fue al azar, sino que en esas tierras, se cree que ese número es de la buena suerte. A Sae le pareció absurdo, pero curioso. Ya que de donde el viene, el trece es de mala suerte, o al menos esa creencia tiene la gente de su reino.

Convivió con ellos, todos han sido secuestrados y alejados de sus familias. Todos vienen de reinos extranjeros, pero familias un poco más humildes o de la clase media. Hijas de campesinos, hijos de artesanos o hermanos menores que comercian con caravanas, él es el único que viene de la realeza, y por alguna razón, prefirió mantenerlo en secreto, ya que le parece humillante ser rebajado a concubino por no decir esclavo, no quiere contar como su propio padre lo entregó.

Fueron un total de tres semanas que estuvo encerrado con los demás concubinos, a la espera de que su majestad regresará de su largo e importante viaje. Aunque ese tiempo lo aprovechó. Cómo por ejemplo, aprendiendo el idioma. A todos se les enseña por lo menos a saber hablarlo y escribirlo un poco, pero él aprendió mucho más rápido que el resto, debido a que se propuso aprenderlo porque considera que le puede ser de utilidad cuando escapa de ahí y porque se le da fácil aprender un nuevo idioma.

También se le fue explicado como debe comportar ante su majestad y la madre de esté, así como el funcionamiento del Harem y como es el casamiento ahí.

Dicen que cada Emperador escoge como puede ser su matrimonio, si monogamo o en Poligamia.

El matrimonio poligamia que fue el tipo del anterior Emperador, En esta forma de unión, el matrimonio está formado por más de dos personas que mantienen una relación libre entre ellos. Prácticamente, el Emperador es libre de andar y procrear con más de un concubino.

En cambio, vivir con la monogamia significa no permitir que un tercero entre en la relación ya que es una cosa de dos, es decir que dentro de ésta se tiene la creencia de que una relación de tres o más personas no funcionaría, por lo que su Majestad deberá escoger solo a uno con quién quiera estar e incluso casarse. Es el único que conocía Sae porque es el común y legal en su reino.

También ha ido aprendiendo de memoria el lugar donde está, pasillos, habitaciones, ventanas, salidas y entradas, así como también donde se posicionan los soldados o guardias, cambio de turno y la servidumbre, mostrándose bastante curioso al respecto pero a ojos del resto lo ven inofensivo.

El Harem Imperial como han sido nombrados, ocupa una de las grandes secciones de los apartamentos privados del Emperador en el enorme Palacio, el cual abarca una sola pero espaciosa habitación y cuenta con sus propios jardines cerrados, baños compartidos donde solo es exclusivos para los concubinos y sus mezquitas.

Algunas de las concubinas han admitido que llama bastante la atención entre el resto del harem, esto debido a su rojizo cabello que no es muy común en esas tierras, pero fuera de eso, algunas fueron un poco despectivas, debido a que entre los trece Omegas, él junto a otra chica, son los más "viejos" del grupo.

Porque al parecer, el resto de concubinas y concubinos que forman el Harem cuenta con la edad de entre catorce y dieciséis años, lo cuál al mismo Itoshi le parece demasiado joven y preocupante, sigue pensando que son casi unos infantes. Aunque por otro lado le dijeron que antes de que el Emperador decida tomar al primero de ellos, ya habrá pasado un lapso determinado tiempo.

Por lo que le contaron aquellas personas que supervisan, enseñan y aconsejan al grupo, los Emperadores como aquellos con mayor autoridad y poder siempre prefieren a los más bellos y jóvenes para hacer sus amoríos.

Aunque claro, a veces aquellos que son tan jóvenes, tienen más complicaciones a quedar en cinta, debido a que siguen desarrollándose o todavía no han experimentado su primer período de calor.

El horrible celo, que Sae ya experimentó desde el año pasado y siempre es preferible estar encerrado en una habitación sin nadie que lo moleste y con paños húmedos hasta que se le baje.

Haciendo uso de su privilegiada memoria, todavía pasarían varias semanas hasta que vuelva a tenerlo.

(...)

El Itoshi ya tiene por fin ideado un plan para escapar, sin ayuda de nadie. Porque al parecer el resto de concubinos se resignaron fácilmente a su nueva vida, cosa que con él jamás sucederá.

Le habían avisado a todo el Harem que el Emperador llegará hasta dentro de tres días más, y hasta entonces, deben mantenerse previamente limpios y perfumados, presentables en resumidas palabras.

Sae sabe que la habitación más cercana con balcón es la misma que usará el Emperador para descansar, la cual conecta con un pasillo hasta la habitación de los concubinos. También ya tiene calculado el cambio de turno de los guardias, esos minutos sin vigilancia serán precisos para huir rápido pero en silencio, el cual aprovechará para escabullirse.

Al llegar la hora y salirse de la habitación con todos los Omegas durmiendo en su propio sueño, entra en acción.

Esto con el pensamiento firme de no quedarse más tiempo ahí ni conocer al vejestorio gobernante de ese lugar.

Tal como previno, al encontrarse frente a la gran puerta que solo de lejos ha logrado ver, no se encuentra rodeada todavía de guardias, por lo que se adentra al lugar donde no hay nadie, en camino hacia al balcón para su próximo movimiento cada vez más cerca de su libertad.

Poco le prestó atención a la decoración del lugar o a lo perfumado de las sábanas o alfombras, solo se concentró en el balcón oculto entre algunas cortinas, se asomó al borde de esté, el cual supuso que bajar a esa altura no sería tan fácil, dejarse caer le provocaría la muerte inmediata, pero también posee un plan para eso.

Nada arruinaría sus planes, ¿Verdad?


Palabras: 2,511
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Martes 22 de agosto del 2023
Fandom: Blue Lock.
Nota del escritor:
En el siguiente capítulo ya se conocerán Shidou x Sae.
Estos dos capítulos han sido como la "introducción" de la historia, presentando los escenarios importantes, y las metas de Sae así como irá meditando que hacer.
Público esto muy temprano antes de irme a la escuela, nos vemos~

PD: PINCHE wattpad como me caga, me quita los guiones largos y me sigue saliendo como borrador y no publicado, incluso algunos seguidores me dicen que no leen la actualización porque no les sale la notificación. Horrible.

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