Anteriormente:

—De mis labios obtendrás mi último aliento— Dijo Katsuki, proclamando el inicio su voto de unión — De mis ojos la última mirada. De mi corazón su ultimo latido. De mis brazos el ultimo abrazo. En la luz o la oscuridad me ofrezco como tu compañero, amante, protector y guía desde este primer paso hasta el último— finalizó tomando a Izu por los hombros, cerró sus ojos despacio y plantó un nuevo beso en sus labios, con ligeras chispas saltando.
        
Con esas palabras había sellado su destino. Sus auras se arremolinaron danzando entre sí, para salir disparadas al cielo creando un pilar de luz.
Todos en el reino miraron hacía el palacio muy confundidos observando aquella luz que salía desde su interior elevándose en lo alto entre vetas doradas y azules.
        
La luna se alejó del sol dejándolo iluminar otra vez. Katsuki sonrió, estaba hecho, se había entregado a la persona que había elegido.
        
Sobre el cielo dos Rocs de plumaje negro se aproximaron, volando en círculos sobre la ciudad, proyectando sus enormes sombras en el suelo. Los hermanos de Katsuki montaban el lomo de sus águilas. Por fin habían llegado al reino. Más rápido de lo que Katsuki había planeado, pero ya no le importaba.

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Capítulo 5

La visión de Mirio.

Katsuki vio a través de los árboles las titánicas alas de los Rocs pertenecientes a sus hermanos, cubrían el cielo describiendo círculos sobre el palacio proyectando grandes sombras que arropaban el reino, por fin habían llegado desde las tierras lejanas. Curvo los labios hacia abajo molesto, no era el mejor momento.

— ¡Katsuki!— alguien lo nombro, la voz provenía desde arriba —¡Hermanito!—
Juntó las cejas y mostró los dientes, era su hermano Mirio. El carácter enérgico y espontaneo que exhibía siempre resultaba una molestia para Katsuki.
       
Mirio apareció entre las hojas de los arboles rodeado por un aura dorada, se deslizaba en el aire bajando muy despacio. Un turbante* blanco, adornado con una pluma roja en la parte frontal, cubría su cabeza, vestía un chaleco blanco con bordes dorados y adornos de plata con forma de flores.
       
Detrás de él, su hermano mayor Taishiro caía con la misma suavidad envuelto en su aura. Taishiro portaba un Keffiyeh* rojo; un largo caftán negro; y pantalones harem negros.
       
Aterrizaron sobre el estanque poco profundo empapándose los pantalones, ninguno de los dos llevaba calzado al igual que Katsuki. Desde niños siempre recibían castigos por ese comportamiento con la esperanza de evitar un mal hábito, nunca funcionó.
       
Los arboles crujieron cuando un joven rubio apareció brincando entre las ramas aterrizando cerca de Kirishima.
       
— ¡Ojiro!— Gritó Kirishima saludando. Ojiro era el alfa guardián de Mirio. Él solo asintió devolviendo el gesto.
       
Keigo descendió extendiendo sus alas rojas, bajó a un costado de Yami. Él era el alfa guardián de Taishiro.
       
— ¡Katsuki! ¿Qué fue esa luz?  ¿Y ese eclipse?— preguntó Mirio, acercándose. Katsuki se interpuso para cortárle el paso, pero era inútil, Mirio le superaba en tamaño.
       
— ¡Que omega más inusual! ¿¡Es tuyo!?—  Mirio avanzó atravesando a Katsuki, eso era lo que más odiaba de él, la habilidad que le permitía atravesar todo. Se inclinó hasta estar más cerca de la mirada de Izu

—¿Cuál es tu nombre?—
Esperó, pero no hubo repuesta. Mirio arqueo la ceja confundido, no era normal ser desobedecido, bastaba solo con su olor de Alfa para que los demás se arrodillaran frente a él.
        
—Tu nombre— Ordenó una vez más sonriendo, la atmosfera se volvió pesada sobre todos, las aguas se mecieron con pequeñas olas. Cualquier otro hubiese caído doblado hacia el suelo por el mandato de Mirio, pero cada uno de los presentes resistía a causa varios años de convivencia con ese tipo de poder. Izu seguía indiferente hacia él, la sonrisa de Mirio desapareció de su cara pasando a una expresión de asombro al igual que la de Taishiro y los guardianes.
       
— Él no es un omega — Dijo Katsuki sonriendo, disfrutaba ver a su hermano sin ninguna clase de control y sin su estúpida sonrisa.
       
—¿Ese pequeño es una alfa?— Preguntó Taishiro caminado hacia él —Ese color de piel y cabello ¿De dónde lo sacaste?— Katsuki no respondió a cambio mostró los dientes en una alargada sonrisa desafiante. 
— ¿Quién eres?— Ordenó Taishiro con su mando de alfa, los guardianes se retorcieron incomodos, Izu seguían sin verlos a los ojos.
— Imposible aun si fuese un alfa, hubiese cedido con mi poder—exclamó Taishiro sorprendido y confundido a la vez.
        
—Él no es un alfa o un beta—  Dijo Katsuki. Mirio Y Taishiro se miraron mutuamente al oírlo.
       
—¿Qué clase de broma es esta?— Preguntó Taishiro frunciendo el ceño, odiaba no saber lo que sucedía. Amaba tener control sobre las cosas.
       
—¿El sol los ha dejado más imbéciles? ¿Te parece que soy del tipo de persona que hace bromas?— respondió Katsuki  alzando la ceja y cruzando los brazos.
       
Taishiro tomó el brazo derecho de Izu buscando la marca de casta, pero no encontró nada. Abrió la boca sin saber que decir, algo raro en él.
       
Mirio carcajeo con la situación —¡No entiendo nada! ¡Esto es tan interesante!-
       
—En el otro brazo imbécil— Katsuki disfrutaba de la situación, ver a su hermano luciendo como un idiota era el mejor tesoro.
       
Taishiro se quedó paralizado al ver la marca “O” en el brazo de Izu, Mirio sonrió y solo parpadeo confuso por la información que adquirieron.
       
— Es un Ómicron— Respondió Katsuki, Mirio, Taishiro y los dos guardianes compartieron la misma expresión de asombro y desconcierto, las miradas recayeron sobre Izu quién permanecía sentando sobre sus piernas.
       
—¿Qué demonios es un Ómicron?— Preguntó Taishiro sin quitar la vista de la marca.
       
—Es la razón por las que los llame, necesito que consigan información para mí— Dijo Katsuki
       
Mirio, ignorando a los demás, extendió su mano presionado el dedo índice contra la marca de Ómicron, destellos azules saltaron. Por un segundo la mirada de Mirio se oscureció y la sonrisa abandono su cara. A excepción de Yami, todos sabían lo que había pasado, él había tenido una visión sobre el futuro; desde pequeño descubrió que tenía ese don, pero solo podía ver visiones sobre catástrofes.

No era común que pasara, pero la expresión en su rostro fue una que no habían visto en mucho tiempo, su cara palideció y su cuerpo empezó a temblar. La última vez que lo habían visto así fue cuándo predijo muerte de su padre.
        
—Tú …—Dijo Mirio muy despacio alejando su mano lejos de Izu con temblores, todos se tensaron esperando escuchar lo que diría —Tú matarás a mi hermano…—
       
En el jardín solo podía escucharse el sonido de los arboles meciéndose y el agua fluyendo. Katsuki tenía los ojos abiertos, él no podía creer lo que escuchaba, a quien había entregado su corazón seria la causa de su muerte.
       
Sin previo aviso Taishiro apuntó su mano contra Izu, listo para atacarlo y atravesar su corazón de un sólo golpe. La mirada en su rostro era fría, no había duda en él, estaba listo para matar a aquella aberración y salvar a su hermano.
Su brazo zumbo en el aire por la velocidad, pero en un parpadeo Kirishima estaba delante de Izu recibiendo el golpe y protegiendolo, había endurecido su piel, pero la magnitud del impacto fue tal que gotas de agua se elevaron al aire, Kirishima tosió escupiendo sangre, retrocedió unos pasos tratando de alcanzar un poco de aire entre jadeos.
        
—¿Qué es lo que pretendes desafiando a un sultán?— Dijo Taishiro arrastrando las palabras, su mirada estaba llena de una ira asesina. Kirishima sintió como su cuerpo se volvió pesado, estaba siendo sometido por la voluntad del Taishiro, pero no duró mucho, la nueva marca que había adquirido, aquella con forma de círculo muy parecida a la del Ómicron, resplandeció y la presión que sentía desapareció.
        
—¿Qué demonios es esto?— Dijo Taishiro dando un paso atrás lejos de Izu, Mirio parecía desconectado de la situación con la mirada perdida, repasaba las imágenes que se repetían una y otra vez en su cabeza de la horrenda visión.
        
—Él ahora también está bajo la protección de la luna— Habló Yami capturando la atención de Taishiro y los demás.

— Mientras él este protegiendo al príncipe no podrá ser sometido— dijo Yami y aprovechó la conmoción para acercarse hacia Izu, Keigo intentó tomarlo del brazo, pero justo cuando lo tocó se desvaneció en el aire para aparecer detrás de Izu en menos de un segundo, después se escuchó un golpe seco, el sonido apenas lo había alcanzado.
       
Katsuki reaccionó regresando a la realidad, apretó los dientes tensando los músculos en su cuello, estaba furioso, no permitiría que le hicieran algo a Izu, por lo que saltó impulsado con una de sus explosiónes con la intención de arremeter un fuerte golpe a Taishiro mientras este seguía distraído, pero Mirio lo había detenido, en su rostro se veía la clara aflicción, odiaba pelear contra su hermano menor.
       
El espíritu de lucha de los tres sultanes se había intensificado, el agua bajó sus pies se mecía con violencia por la intensa energía que emitían. El jardín se estremecía y las plantas perdían brillo empezando a marchitarse muy despacio, tornándose cafés por los bordes.
        
Izu levantó la cabeza viendo como las flores en el agua se deshacían como si fuesen carbonizadas y se volvían polvo arrastrado por el viento, se puso en pie, Katsuki y Yami fueron tomados por sorpresa, era la primera vez que Izu reaccionaba por voluntad propia.

El aura azul de Izu se esparció cubriendo el jardín por completo. Cada uno de los alfas presentes se arrodillaron obligados por una fuerza bestial, se detuvieron interponiendo las manos para no golpear la cara contra el suelo.

Katsuki rechino los dientes intentado ponerse en pie, pero fue inútil era como si estuviese pegado en su lugar, alzó la cabeza con mucho esfuerzo, sentía como si algo lo obligase a mantener la cabeza inclinada. Vio la mirada desesperada en los ojos de sus hermanos, era la primera vez en mucho tiempo que alguien los sometía de esa forma. La única persona capaz de lograr tal proeza había sido su padre.
       
Katsuki intentó hablar, pero las palabras no salieron de su boca. Observó como Izu caminó muy despacio y se inclinó para recoger una flor marchita. "¿Está molesto por las flores?" Pensó tratando de comprender al joven príncipe.
Se envolvió con su propia aura dorada y logró levantarse entre jadeos, dio un paso y sintió como su cuerpo era obligado a volver atrás por cadenas invisibles que tiraban de él, pero no se daría por vencido, siguió adelante, pasó tras paso, llegando al punto dónde sentía que colapsaría en cualquier momento, su mirada se volvió borrosa, pero no se detendría.
Llegó entre pasos torpes hasta el lado de Izu y lo tomó entre brazos acercándolo a su pecho.

—Lo… Lamento— Dijo Katsuki muy agitado teniendo problemas para respirar, era difícil componer una oración cuando algo te robaba el aliento.
—Lamento lo de tus flores— lo presionó aún más contra su pecho y enterró la cara en el cabello de Izu, poco a poco el aura azul de Izu se desvaneció hasta que todos fueron liberados del poder que los sometía.
Los hermanos de Katsuki y los cuatro guardianes cayeron de espaldas respirando con dificultad.
       
Katsuki luchó por mantenerse en pie inhalado y exhalado con fuerza.

—Esto lo discutiremos en otro lado— Dijo Katsuki. 
—Qué demonios… es él — Dijo Taishiro tirado sobre el agua
       
—Hay algo más—  Dijo Katsuki —Selle mi unión con este príncipe— Taishiro y Mirio abrieron los ojos muy grandes.
       
—¡¿Acaso eres estúpido?!— Gritó molesto Taishiro.
       
— ¿En qué estabas pensando? Tú ya tienes un compromiso arreglado— Agregó Mirio de forma preocupada.
       
—¿Sabes en lo que nos has metido a todos?— Preguntó Taishiro, aún conociendo a katsuki su estupides no dejaba de sorprenderlo.
       

— Esta será mi guerra no la suya…— respondió tajante Katsuki, quién tras un par de tambaleos cayó hacia atrás inconsciente al igual que todos, Izu permaneció inmóvil viendo la figura inmóvil de Katsuki en el agua.
 

     
— Kats…Katsuki— habló Izu muy despacio y con esfuerzo.

Katsuki abrió los ojos, el cielo se veía interrumpido por sombras, parpadeo una vez más sintiendo el agua alrededor de él y recordando dónde se encontraba, giró la cabeza solo para encontrar que Izu lo tenía recargado sobre su regazo otra vez. Vio hacia los lados, los demás aun no despertaban, seguían inconscientes.

—Eres la mejor elección que pude haber tomado— Katsuki sonrió satisfecho, él respetaba sólo a quienes fueran poderosos, e Izu presentaba un poder descomunal.
— Yo cambiaré esa profecía para los dos. No moriré y no dejaré que tú mueras— Finalizó Katsuki relajandose un poco sintiendo las suaves piernas de Izu bajo su cabeza.

Continuará.
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ACLARACIONES Y REFERENCIAS.

Keffiyeh: Es una prenda parecida a una bufanda, se puede utilizar para cubrir solo el cuello o bien toda la cabeza y parte de la cara. Taishiro solo lo trae a modo de bufanda.

Turbante: Prenda parecida a un gorro, que cubre la cabeza, hay varios tipos de turbantes, algunos son con tela suelta que baja hasta los hombros o espalda y otros sólo son como gorros. Mirio lleva uno con una pluma en medio, parecido a este.

Familia de Katsuki: Está conformada por dos hermanos mayores, el mayor es Taishiro luego sigue el de en medio Mirio y Katsuki es el menor, todos son sultanes de diferentes reinos, así que todos tienen a un guardia Alfa como por ejemplo lo es Kirishima con Katsuki. Recordemos que al hacer su voto de unión yami y kirishima pasan a ser guardias también de la pareja de su líder.
Les adjunto un pequeño diagrama que hice para que quede más claro como esta conformado cada sultán con su respectivo guardia.

Y esto es todo por hoy! ¿Qué les pareció el capítulo? La verdad si me tomo por sorpresa la visión que mirio tuvo :'( ¿ustedes creen que Izu realmente llegue a matar a Katsuki?... los nervios me comen viva ToT! nos leemos el próximo domingo en el capítulo 6~~✨ ❤️ besos :D