Capitulo 2 - Ómicron

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Anteriormente...

- ¿Esto es un alfa?- Pensó Katsuki, necesitaba saber que era ese chico no había ningún Alfa, omega o beta que pudiese resistir a su mandato, el chico solo seguía con la mirada en el suelo, como si nada pasara, Katsuki tomó el brazo izquierdo del joven, y lo descubrió.

-¿Qué demonios significa esto?- Una marca que no correspondía a ninguna de las clases sociales estaba en su brazo.

- ¿Qué carajo eres tú?- dijo confundido y a la vez molesto.

En la piel blanca del chico era muy visible un sonrojo, Katsuki quedó atrapado por una fracción de segundo en la mirada llorosa del chico soltándolo y girándose para evitar sus ojos.

-¿Qué fue eso?- se preguntó Katsuki para sus adentros, había encontrado lo que buscaba y algo que nuca esperaba encontrar.

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Capítulo 2

Ómicron.

Katsuki pisó la cabeza del sultán de la ciudad de la luna, presionándola contra el suelo de mármol.
Juntó las cejas y curvo los labios. Ese hombre no era más que un gusano en trajes de seda.

- ¿Qué es él?- Preguntó Katsuki, muy despacio y de forma seria.

-Una... aberración- Respondió el sultán entre dientes, las palabras fueron forzadas a salir de su boca por la autoridad que Katsuki había impuesto sobre todos.
No era la respuesta que buscaba. Chasqueo la legua para luego inclinarse hacia adelante recargando aún más su peso, ocasionando mucha más presión sobre la cabeza del hombre.

-La marca ¿Qué significa?- Preguntó tensando sus labios hacia atrás, mostrando sus dientes.

-Ómicron- Escupió el sultán y alzó la cabeza para ver hacia el chico pálido que seguía impávido, con la mirada perdida. Katsuki arqueó las cejas, nunca había escuchado ese término antes.

- Es una aberración- Habló de nuevo el sultán, esta vez por voluntad propia, captando la atención de Katsuki.

- Cuándo dos alfas de raza pura procrean, hay una pequeña posibilidad de que una abominación ocurra, los genes de los alfas pelean por ser el dominante y en su batalla pueden llegar a alterarse tanto que algo sale mal y nace esta cosa- Explicó.

-¿Cómo sabes eso?- Preguntó Katsuki tomándolo del cuello.
El sultán llevó sus manos al brazo de Katsuki en un intentó inútil de liberarse, pues Katsuki era más fuerte en todo sentido.
En la cara del sultán una sonrisa muy alargada se dibujó, casi hasta parecer la de un reptil.

- Una bruja lo contó el día de su nacimiento- Respondió - Él no puede ser sometido por la voluntad de los alfas, incluso el mandato del sultán del sol no parece afectarlo, Es peligroso, debe ser asesinado- dijo el hombre.

Katsuki se giró hacia el joven y lo contemplo.
Era pálido, como si por sus venas no fluyera la sangre.
"Seguramente es muy delgado debajo de esas ropas", pensó Katsuki
- El no parece entender lo que está pasando y puedo ver que es débil ¿Cómo puede ser peligroso?- dijo Katsuki para luego arrojar al sultán hacia el suelo el cuál entre quejidos levantó la cabeza y habló.
- Demostró poseer una magia muy poderosa, así que fue tratado como una bestia y educado para ser un esclavo, es por ello que no tiene voluntad propia, ni tampoco demuestra emociones, solo me obedece a mi, así que no hará nada sin que yo se lo ordené -

El sultán sonrió y enfrió la mirada.
- La ley de nuestra diosa prohíbe matarnos entre nosotros, pero tú eres un hijo del sol, tú si puedes asesinarlo, no habrá problemas -

Katsuki continúo mirando hacia el joven notando como a pesar de lo que se estaba diciendo por boca del propio padre, este no mostraba ninguna expresión luego regresó la vista al sultán.

-¿Me estás dando órdenes?- La voz de Katsuki hizo que el sultán temblara y se arrastrara hacia atrás, todos en la sala se estremecieron.
-Estrella tu cara contra el suelo- ordenó Katsuki mirándole fijamente.

El sultán realizó una serie de movimientos articulados, como si fuese una marioneta movida por hilos y proyecto su cara contra el suelo de mármol, hubo un crujido y la sangre se derramo por el suelo. Gimió de dolor.

- Cierren los ojos- Ordenó Katsuki, y todos en el lugar apretaron los ojos involuntariamente, pero como era de esperarse el joven príncipe fue el único sin obedecer, Katsuki caminó hasta detenerse frente a él, la diferencia en tamaños fue notable y el tono de sus pieles hacia un fuerte contraste.

Sin permiso tomó el rostro del joven apretandole las mejillas con las manos y levantándole el rostro para obligarle a verlo.

- He dicho que cierres los ojos- Ordenó pero el joven no obedeció, Katsuki frunció el ceño, no tendría otra opción más que....

- Ni siquiera tú serás capaz de resistir esto- advirtió dando un paso hacia atrás.
Sus ojos ámbar con tintes rojizos se iluminaron, la luz que emanaba parecía una flama dibujando ondas.
El cabello se iluminó también y su cuerpo fue cubierto por una resplandeciente aura dorada.

- Arrodíllate- Ordenó una vez más con voz solemne, un golpe seco resonó. Todos en la sala se habían puesto contra el suelo, la gravedad parecía haber aumentado sobre ellos aplastandolos con fuerza, pero el joven seguía de pie con la mirada fija en algún punto invisible. Katsuki Mostró los dientes y arrugó las cejas en señal de molestia.

- ¡Arrodíllate!- El aura dorada se volvió una llama, agitándose con violencia en el contorno de su cuerpo.
La luz que Katsuki emitió iluminó el palacio y no solo eso, la luz había salido a tal magnitud que el abismo oscuro que cubría toda la ciudad, fue despejado dejando ver la muralla de arena que giraba en silencio y mantenía oculto al reino.

Todos en el reino de la luna estaban de rodillas, habían sido alcanzados por el mandato del sultán del sol, todos, a excepción del joven príncipe que seguía en pie ajeno a todo, pero de pronto su mirada poco a poco se arrastró hacia Katsuki y lo contempló, a diferencia de los demás, la luz no parecía dañarle los ojos.

Katsuki se sorprendió, el joven genuinamente le prestaba atención, "no solo se resiste incluso puede verme directamente", pensó.

- ¡Es imposible! - Dijo Katsuki.
- Nadie debería ser capaz de resistir mi mandato, esta luz fue el regalo del dios del sol hacia nuestra familia, cada ser viviente que sea cubierto por su luz debe obedecer, Excepto...- Interrumpió sus palabras al recordar una historia que su madre le había contado a él y a sus dos hermanos durante su niñez. Una historia sobre la única entidad que nunca se arrodilla ante el sol, la diosa de la luna.

Katsuki se relajó y fue abandonado por la luz regresando a su estado normal. miró de nuevo al joven y abrió los ojos muy amplios ante lo que estaba comenzando a ocurrír.

El joven príncipe era envuelto ahora por una luz azulina muy pálida fluyendo despacio alrededor de él, formando círculos y espirales como si fuera un suave oleaje.
Sus ojos brillaban de un intenso blanco. Su cabello se mecía lento como si estuviese suspendido en el agua.

El color negro del manto del joven se extendió por la mitad de la sala cubriendo los muros y el techo, y el collar de zafiro que reprimia sus feromonas vibró, saliendo proyectado lejos de él, Katsuki lo atrapó y lo miró.

"¿El collar de supresión? ¿Lo está rechazando?" pensó.
Finos destellos de color plata se desprendía del joven príncipe. Elevándose y titilando, era como ver pequeñas estrellas alrededor de la luna.

Uno de los destellos voló debajo de la nariz de Katsuki, y de Inmediato sus fosas nasales se dilataron.
Un deseo lo recorrió de pies a cabeza, por primera vez reconocía el olor de alguien.
Había conocido cientos de omegas con poderosos aromas, y fuertes feromonas, pero jamás uno como ese, no tenía punto de comparación.

El aroma que el joven desprendía, no lo invitaba a tomarlo y hacerlo suyo como su fuera un objeto, fue más como una súplica de compañía de alguien que había vivido en la soledad toda su vida. Un aroma dulce teñido por una nota amarga.

- ¿Este es tu deseo? - Dijo Katsuki en voz baja
-¿Cuál es su nombre?- preguntó al sultán quien no respondió, parecía haber quedado momentáneamente inconsciente, también notó cómo todos también se encontraban desmayados.
Todos en el reino lo estaban. La fuerza que había ejercido con su mandato había sobrepasado los límites. Gruño por la molestia.

"Izu"

Se escuchó una extraña voz, Katsuki volteó de un lado a otro y finalmente hacia el joven príncipe, ¿Él había hablado? no estaba seguro.

El brillo de Izu se desvaneció al mismo tiempo que el color negro de su manto regresaba a la normalidad.
Katsuki se acercó a él de nuevo y anudo el zafiro en la muñeca del joven.

- Ómicron...- Dijo Katsuki en voz baja más para si mismo. Se llevó las manos a los bolsillos y miró hacia arriba por el traga luz, Solo pudo ver oscuridad.

-¿Cómo saldré de este lugar?- se preguntó pero sus pensamientos fueron distraídos de pronto pues sintió como algo lo aferró por el tobillo. El sultán de la noche se había arrastrado hasta llegar a él, había recuperado la conciencia.

Katsuki lo miró con asco y sin pensarlo dos veces pateo el brazo del sultán, un crack resonó, le había roto el hueso.
Luego lo acercó más a su pecho y este gritó de dolor.

- Ordénale que me obedezca- Dijo Katsuki con su voz de Alfa y el sultán fue obligado a obedecer, cediendole el cargo para que Izu fuera a partir de ese momento, totalmente suyo.

Después de todo, nadie en ese lugar lo quería.

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Izu seguía unos pasos detrás a Katsuki. Siempre con la mirada en el piso, Salieron del palacio y avanzaron esquivando a las personas inconscientes sobre el adoquinado.

Dio vueltas alrededor de la ciudad, pero no encontró una forma de salir.
Se detuvo en un puente de piedra, debajo corría agua color turquesa y en el fondo del agua se apreciaban piedrecillas blancas de formas ovaladas.

Katsuki tomó asiento en la orilla dejando que sus piernas colgaran y sus pies quedaron sumergidos en el agua la cual para su sorpresa estaba tibia.

Varias flores crecían en los extremos del río, irradiando luz, como si fueran de plata.
Izu miraba con total atención hacia ellas.
Katsuki lo había notado por lo que se adentró en el agua la cual llegó hasta sus rodillas mojando sus pantalones y parte de su caftán. Tomó una flor de tonos violeta y regresó de nuevo con el joven príncipe.

-Siéntate- Dijo Katsuki, y de Inmediato Izu tomó asiento en el borde del puente.

Katsuki chasqueo la lengua. La forma sumisa en la que tomaba sus órdenes lo molestaba, era una victoria vacía.

Colocó la flor entre el cabello del joven, muy cerca de la oreja.
Izu tentó tocar la flor con los dedos y se miró en el reflejo del agua, hubo un ligero rubor en sus mejillas y un brillo diferente en sus ojos. Katsuki giró la cabeza hacia otro lado.

- Maldito- murmuró mientras salia del agua
-¿Por qué no mueves tú trasero para sacarnos de aquí?-

Izu se sacó de la manga una campana de plata y la agitó, un dulce repicar hizo eco en todas direcciones.
Katsuki lo miró y abrió la boca para decir algo, pero antes de poder gritarle notó como cientos de hilos negros se entrelazaron en el cielo formando un corcel negro de dos metros de alto, un largo cuerno de madera blanca crecía en su cabeza del cual se extendían varias ramas con hojas doradas.

Katsuki dio un paso atrás, de las fosas nasales del corcel brotaba espeso vapor blanco. Izu extendió la mano y el animal se inclinó para que tocara su cabeza, después montó sobre el animal y miró directo a Katsuki.

Los ojos rojos del corcel lo seguían también, dudo unos segundos, pero era el sultán del reino del sol, no podía tener miedo y terminó subiendo de un salto.

El corcel relincho y se echó al galope, dio un salto, pero sus patas no volvieron al suelo sino al contrario, continuó tomando altura hasta que ya se encontraban volando por los cielos.

Katsuki se aferró al fino crin* del corcel, y el cuerpo de Izu se estrechó más al suyo provocándole percibir el olor cítrico de su cabello rizado.

El reino quedó atrás y ahora cabalgaban en la oscuridad, sólo escuchando el sonido del viento. Katsuki dejo fluir un poco de luz por su cuerpo y notó como el cabello y cuello de Izu también se iluminaba junto con él.

"¿Reacciona a mi luz?" Pensó Katsuki, todo acerca de ese príncipe era un misterio para él, deseaba saber más.

pasaron un par de minutos hasta que pudo notar el muro de arena a unos metros adelante, el corcel relincho y un agujero se abrió en el muro, revelando por fin la salida y regalando una vista a las dunas del desierto exterior, que se pintaban de azul bajo la luz de las estrellas y la luna menguante que brillaban en lo alto.

Una vez que ya estaban en el exterior, abruptamente la temperatura descendió, Izu se estremeció, no estaba acostumbrado a esas temperaturas pues jamás había salido del reino de la luna, dentro del domo nuca se pasaba frio. Sus temblores aumentaron. Katsuki se mordió los labios.

- Maldición, sólo serás una molestia- murmuró, luego envolvió con sus brazos a Izu estrechándolo aún más hacia él, poco a poco la temperatura de Izu aumentó y gradualmente los temblores cesaron.
poco tiempo pasó y el sonido de un aleteo llamó su atención.

-¡Hey! - Mirando hacia la distancia, Kirishima agitaba su mano, montaba su Roc y se acercaba con velocidad hacia ellos.

Katsuki arrugó la cara con molestia, ¿Por qué tenía que aparecer en ese preciso momento?.


continuará.

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Hola, ¿Qué les pareció el capítulo?, esperamos que les gustará,.
como ya se habrán dado cuenta Izuku es un "Ómicron", en este AU, no sólo existen las clásicas 3 clases sociales (Alfa, beta y omega) si no que tambien existe el "Ómicron," como lo explicó el sultán, es el producto de que 2 Alfas procreen y que algo en los genes salga mal, normalmente saldría un Alfa con dotes sumamente más fuertes que un Alfa normal (el caso de Katsuki), en este AU, hay algunos Alfas que pueden quedar embarazos pero sólo de otro Alfa.
cabe mencionar que un Ómicron es extremadamente raro de nacer y está más inclinado a tener características de omega que de un Alfa, una de sus características más especiales es que su aroma es mucho más fuerte que el de un omega y la belleza suele ser mucho más marcada.

conforme avanze la historia estarán conociendo más detalles de las características que Izuku tiene como un "Ómicron".

Otra cosita que no se si lo habrán notado es que la voz que escucho Katsuki cuando preguntó el nombre de Izuku y que escuchó "Izu" no fue Izuku quién respondió, si no Yami, y por si aun no se dan cuenta, Yami vive en las ropas de Deku, por ello son negras y cuando sale se hacen blancas, y sip Yami es en realidad Tokoyami, en versión "humana" con la habilidad de materializarse en las ropas de Izuku.

-------------------- Definiciones -----------------------

Crin: Conjunto de pelos gruesos y largos que tienen los caballos y otros animales a lo largo de la parte superior del cuello o en la cola.

Cómo se dieron cuenta Izuku y Katsuki salen del reino de la luna montados en una especie de corcel, este corcel es conocido como:

SHADHAVAR: Es una criatura legendaria de los musulmanes medievales que se asemeja a un unicornio y tiene un cuerno con 42 ramas huecas que, cuando el viento pasa a través de ellas, produce un sonido agradable que hace que los animales se sienten y escuchen.

Los cuernos de esas criaturas, a veces regalados a reyes, pueden tocarse como flautas. Cuando se tocan en un lado, producen un sonido alegre, y cuando el otro, la música es tan triste que hace llorar a la gente.


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Esto es todo por el momento chicos! ❤ si les gusto compartan y  porfavor regalenos su voto~ sus comentarios también son más que bienvenidos!
Recuerden que la actualización sera semanal si no surge algún percance para Dramer y su tiempo.
Asi que nos veremos aquí para el capítulo 3 El próximo domingo :D ~~✨ hasta la próxima.

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