Capítulo 50°: Los "casi" que se evaporan en el aire
Los "casi" que se evaporan en el aire
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
—Khalil Gibran
"Casi despedido, semi moribundo y en periodo de prueba"
Jackson hyung me señala con todos sus dedos cada vez que me ve, repitiendo esas palabras como si fuesen un terrible hechizo de maldición que podría explotar mi cabeza en diminutos cristales con solo el poder de su significado.
Tarda alrededor de 4,47 segundos en decirlo cada vez, en ocasiones tarda más tiempo porque agrega una que otra palabra que hacen mi señalamiento más reprobatorio y, en horas como esta, que la cafetería se ha quedado casi vacía, puede decirlo tres veces por minuto.
Está enojado porque he llegado tarde el martes —y porque he desaparecido por tres meses sin dar señales de vida, lo cual, será algo que nunca me será perdonado—, e incluso si hoy ya es jueves, mi rostro es el recordatorio de que he roto algunas reglas, y un poquito el corazón de Jackson hyung.
Los mismos tres días que han pasado han sido los mismos que Namjoon hyung no ha aparecido por la cafetería, haciendo que lo ultimo que recuerde haberle dicho fue algo acerca del hospital cuando Taehyung aun estaba reposando en una camilla.
Esos tres días, también, han sido los mismos que Jungkook ha estado tan ocupado y triste y estresado y malhumorado por el final del semestre que nuestra pequeña salida por un celular nuevo ha quedado pospuesta por no sé cuánto tiempo más.
Y el tiempo se acaba, se hace mucho más acelerado mientras la pequeña esfera transparente que guardo siempre al interior de mi chaqueta parezca a punto de congelarse.
—¿Estás pensando en tu novio otra vez? Lo vas a desgastar.
Jackson golpea mi frente suavemente con su dedo índice mientras pasa por la caja y es cuando me doy cuenta de que, de nuevo, me he quedado mirando hacia la puerta sin moverme en absoluto, solo pensando.
—No esta vez, lo prometo.
—Ya, ya, que no te estoy regañando.
—Siempre lo hace, usted siempre me regaña, incluso cuando no me regaña, parece como si lo hiciera.
Esta vez el golpe en mi frente se hace un poco más agresivo —¡¿Desde cuando eres tan respondón?! Recuerda que estás casi despedido, semi moribundo y en periodo de prueba.
En esta ocasión le toma 6,43 segundos.
No sé cuánto tiempo más pasa mientras el lugar se va llenando de nuevo de gente. No soy bueno haciendo conversaciones de la nada como Jackson hyung, pero las personas siempre me sonríen cuando llegan a la caja y algunas me preguntan cosas que siempre puedo responder y otras me hacen halagos que siempre me vuelven un poquito cálido.
Y así pasa una hora más de cosas que siempre pasan en este pequeño lugar seguro.
—Hyung — se acerca el mediodía y pronto la cafetería va a reventar, así que limpiamos las mesas a la velocidad de la luz, metafóricamente hablando.
—Uhm —a Jackson hyung no le gusta hablar mucho los últimos días.
—¿Dónde está Joonie-hmm...Namjoon hyung? ¿Por qué no ha venido estos días?
La espalda de mi jefe se tensa visiblemente mientras se endereza en una postura perfecta, su espalda totalmente recta y su expresión un poco fría cuando gira su rostro hacia mí para responder —Tuvimos una pequeña discusión hace unos días, así que estamos en periodo de enfriamiento.
—¿Enfriamiento? —Jackson solo asiente, así que lo único que puedo hacer es suponer, y supongo que significa algo bastante literal, un periodo para enfriar el enojo que queda siempre después de una pelea. Puedo recordar haber escuchado alguna vez que, en China, de donde él proviene, hay tribunales donde proponen este tipo de medidas para evitar los divorcios impulsivos, lo cual me llena de un extraño sentimiento de esperanza al pensar que Jackson hyung le dé un tratamiento de esa índole a Namjoon hyung: un periodo de enfriamiento después de una discusión para evitar separarse.
Alejarse un tiempo, es siempre mejor que alejarse para siempre.
Pero es gracioso porque los periodos de "enfriamiento" también son conocidos como el tiempo que tarda un asesino en serie entre un crimen y otro y sigo sin saber de que tipo de enfriamiento mi jefe está hablando.
Al no obtener más conversación, camino hacia la única mesa que está ocupada y me sorprendo al reparar que es la misma chica que, desde el comienzo de semana, llega a primera hora del día al local, bebiendo taza tras taza de café y, escribiendo furiosamente en su computadora portátil color rosa, se va hasta que el lugar está a nada de cerrar, luciendo tan cansada como cuando llega.
Me aclaro la garganta cuando alcanzo su mesa y ella parece no notar mi presencia, murmurando para sí misma palabras ininteligibles mientras tipea con animosidad y asiente a la pantalla.
Toso una vez más —Disculpe, señorita, ¿Desea algo más?
Ella se sobresalta, casi lanzando el aparato por los aires, pero antes de darme cuenta, su expresión regresa a la normalidad, lanzándome una mirada de disculpa por el exabrupto, pero sin reparar mucho en mí —Lo lamento —dice con voz clara y aguda, como de niña, pero su aspecto es de alguien de, quizá, mi edad actual —ehm...sí, quizá un café cargado y un arma para volarme la cabeza, solo eso estaría bien.
—¿Oh? No estoy seguro de que pueda conseguirle un arma, pero el café estará listo pronto —entonces me mira, como si acabase de decir la cosa más extraña de su vida, soltando una pequeña risa avergonzada que suena bastante sincera, antes de colapsar con su rostro entre sus manos.
—Lo lamento, de nuevo, estoy actuando de manera extraña otra vez, por favor no se lo digas a Jackson o va a sacarme a patadas del café.
—¿Conoce a Jackson hyung?
—Hace un mes o algo así, a ti no te había visto hasta el lunes, ¿Eres nuevo?
—Uh, estaba...de vacaciones, ¿Por qué cree que Jackson hyung va a sacarla a patadas? ¿Tiene que ver con el arma que busca?
Ella se ríe, suavizando su mirada hacia mí —Eres lindo, así que debes ser el niño del que tanto ha hablado Jackson últimamente. Debo decir que eres un gran trabajador para que te tenga en tan alta estima. Lo de el arma ha sido solo una exageración, yo solo creo que él está preocupado de que me vuelva loca con este nuevo trabajo que tengo.
—Si su trabajo la va a volver loca, no creo que sea un buen trabajo.
Ladeando su cabeza, su sonrisa se vuelve apreciativa. El cabello corto y negro cae hacia un lado y sus ojos grandes oscuros que le dan aspecto infantil, de repente parecen brillar —No es como parece, es de ensueño. Soy maestra de lenguas en primaria y secundaria, pero al tiempo estoy estudiando un diplomado de escritura creativa y creo que eso es lo que va a volverme loca, que mi día no tiene suficientes horas para todo.
Sus palabras, volviéndose miel cerca de mis oídos, hacen que una semilla dormida en mi pecho parezca temblar con la fuerza de las hondas sonoras —¿Usted es maestra?
Siento como si mis pupilas se ensancharan y mi corazón latiera rápido, sin poder controlar la sonrisa que tira de mis labios porque, de repente, su imagen se ha desdibujado y creo verme allí donde un pequeño sueño me había transportado alguna vez.
—No llevo mucho tiempo, pero sí, soy maestra —Ella suspira, apoyando su mejilla en una sola mano —Si tan solo tuviese un asistente en mi trabajo, no sería tan complicado.
—¿Asistente?
—Sí, ya sabes, no necesito que tenga experiencia, solo que me ayude a aligerar la carga de las clases —la maestra levanta su mirada hacia mí, jugando con el vaso de plástico vacío —¿Por qué? ¿Estás interesado?
Sus preguntas llegan como balazos inesperados que, sin saberlo, me ponen un poco nervioso, haciéndome mirar inconscientemente hacia donde Jackson hyung ha comenzado a atender a una pareja que recién ha llegado. —Uh...yo...
Se ríe —Está bien, está bien, entiendo. De igual manera, estaré viniendo a diario, si en algún momento te sientes interesado, podemos hablar de eso si estoy aún necesitando un asistente.
Asiento, sin saber qué decir, y antes de que el silencio se enfríe y se vuelva incomodo, me encamino a preparar su café cargado mientras el sonido de las teclas fuertemente apretadas me acompaña en el trayecto.
★★★
Pensé que Kim Taehyung quería matarme y había estado asustado de llegar a la oficina el día de hoy cuando Mark, el chico de contabilidad que había dejado su alma en la última reunión, me dijo que el jefe Kim había vuelto a la oficina luego de tres días de incapacidad y que quería verme.
Yo realmente creí que quería matarme.
Quizá ahora prefiero que esa haya sido la razón de su temprana llamada.
—jefe Kim, realmente necesito ir a terminar la última maqueta.
—Que ya sé, que ya sé, pero todavía no me has respondido.
—Jin puede comer hasta perro muerto si es usted quien se lo ofrece, ¿Por qué está tan preocupado de comprar un pastel?
—¡Porque estoy nervioso, de acuerdo! —Taehyung se desploma en la silla como si fuese una papa recién cocinada a la que no le quedan ganas de vivir, mirando hacia el techo de la oficina silenciosamente por varios segundos —Siento como si me estuviera volviendo loco.
Usted ya está loco, sacarme del trabajo para preguntarme sobre pasteles y decoración y regalos no es de alguien en su lugar.
—¿Ha buscado ayuda profesional como le recomendamos? —asiente, aún como papa cocinada —¿Qué tal le ha ido con eso?
—No lo sé, aún no sé poner en palabras lo que está pasando si estoy sobrio y no quiero que beber sea la respuesta, así que no avancé mucho la primera sesión.
—Es normal, estuve en terapia algún tiempo cuando era niño, las primeras veces siempre se sienten como una pérdida de tiempo, pero no es así.
Asiente una vez más y el silencio reaparece, haciéndome pensar que, quizá, si Jin estuviese aquí, esta ausencia de sonido no existiría, y todo sería más fácil.
Siento mi rostro caliente entonces al recordar cómo han sido los últimos días y las últimas noches y madrugadas, despertando con los rayos del sol acariciando su rostro y su espalda descubierta por las sabanas, con el sonido de sus murmullos reemplazando las canciones de la radio que no ha vuelto a funcionar, y toda la calidez de su abrazo cuando se envuelve a sí mismo a mi alrededor para no salir de la cama en cinco minutos más. El roce húmedo de sus labios y las cosquillas de sus pestañas cuando apenas abre los ojos con pereza, revelando su mirada ambarina que brilla incluso si ya no puedo ver las estrellas en ella, reflejando toda la profundidad insondable de lo que es su propio ser.
Carraspeo, intentando despertarme a mí mismo solo para descubrir que Taehyung ha estado mirándome todo este tiempo, aún agazapado como si estuviese a punto de caer de la silla.
—Estás pensando en él ¿No es así? Ahora muchas cosas cobran otro sentido. No sé cómo sentirme al respecto, pero me alegra que tenga alguien que piense constantemente en él de una forma sana —lo último parece una advertencia, quizá un: espero que tus pensamientos sean sanos. Y yo asiento, un poco avergonzado de mí mismo porque, al igual que él, además de con Jin, me es difícil adentrarme en la cuestión emocional.
Sin embrago, habiendo hecho una promesa conmigo mismo, lo intento.
—Ya sabe cómo es, una vez que lo ama no puede dejar de hacerlo. Es fácil de amar.
Taehyung asiente —Eso hace que perderlo sea incluso más doloroso.
—Lo sé, yo lo perdí tres veces, una por culpa de la luna, otra por culpa mía y otra por culpa del cielo.
Frunciendo el ceño, el señor papa cocinada se endereza en su asiento, observándome fijamente —Eso... eso no lo entiendo Min, yo...yo realmente quiero saber cómo es que ha pasado todo esto, cómo es que es posible porque... porque... no es así como pasan las cosas en el mundo ¿Cierto?
La mirada de Taehyung se ve a medias cansada y a medias esperanzada, con una pequeña sonrisa casi invisible en sus labios y, a pesar de que sigue teniendo esa imagen que no es ni la sombra de la sofisticada figura que era cuando le conocí, ahora sus ojos tienen un brillo más de entendimiento, uno más claro y menos frustrado y enloquecido, uno más vivo que antes y me hace dudar.
—E-Es una larga historia.
—Tengo mucho tiempo.
—Pero yo no, tengo una maqueta que usted mismo me mandó a hacer.
—¡Al diablo, al diablo! Lo veré pasado mañana y quiero saberlo todo, ¡Todo lo que no sé! ¿Qué pasa si digo algo que lo lastima? ¿Qué pasa si le compro a mi hijo un pastel de chocolate y resulta que Jinnie es alérgico y yo no lo sé?
—Jin no es alérgico al chocolate.
—Lo sé, es alérgico al ajo.
—¡¿Es alérgico al ajo?! ¡Eso no lo sabía!
—¡¿Cómo no lo sabías?!¡Pudiste volver a matar a mi hermano!
—¡Claro que no!¡Claro que no!, eso ha sido cruel, jefe. Además, ¿Desde cuándo es su hermano? Pensé que había dicho que no lo aceptaría por ahora.
—Dije que le daría el beneficio de la duda. Lo sea o no... no quiero perderlo, ¿De acuerdo?
Nos quedamos en silencio otro rato más y Taehyung parece observarme con más esperanza y una sombra de plegaria que casi no puedo soportar porque es demasiado parecida a la mirada de Jin cuando está a punto de decir algo que le asusta. Así que, suspirando y acomodándome en la silla, comienzo a hablar.
—Está bien, fue a principios del año y yo estaba en La Fabrica bailando con un chico que-
—¿Le estabas siendo infiel a mi hermano?
—¡Aún no tenía nada con su hermano! ¡Deje de interrumpirme a media frase!
—No sé cómo sentirme al respecto, sigue siendo mi hermanito.
—Bien, pero ¿Me dejará contar? Necesito que no me interrumpa y me escuche con atención.
—De acuerdo, solo evita las cosas que no voy a querer saber.
—¿Cosas como qué?
—Ya sabes...si tú y él-
—¡Basta, basta! Le decía que esa noche había salido de casa...
★★★
Pensando en la relatividad del tiempo dependiendo de cuantas imágenes por segundo puedan registrar tus ojos y cómo, a comparación de una mosca, vivimos en cámara lenta, se hace un poco tarde cuando la maestra se va y estamos a punto de cerrar el café.
Sin Namjoon hyung dándonos una mano, estamos agotados y hambrientos y a punto de colapsar cuando la campanilla vuelve a sonar. Casi puedo escuchar el gemido lastimero de Jackson hyung al levantarse para decir el típico: lo siento, el café está a punto de cerrar, ¿En qué puedo ayudarle?
Sin embargo, lo que escucho es una voz animada y juvenil que grita desde la entrada —¡Hyung! ¡Soy un esclavo liberado! ¡He venido por tu invitación a comer! ¡¿A dónde me vas a llevar?! ¡Yo quiero carne!
—Niño, niño, ¿Por qué estás tan emocionado y haciendo tanto escandalo? —Jackson entra en mi campo de visión, estirando una oreja de Jungkook haciendo que este suelte una mueca, sin embargo, su sonrisa traviesa que entrecierra sus ojos sigue estando presente, sus ojos brillantes cuando me ve.
—¡Hyung! ¡Sálveme!
—¿Qué va a hacer él? ¿Eh? ¡Mocoso! ¡Deja de gritar en mi café!
—¡Pero usted también grita!
—Pero es Mí café.
Me tomo mi tiempo, sonriendo, mientras camino hacia la entrada del local, dejando a los niños ser niños incluso si Jackson hyung es bastante mayor que nosotros, pero no se cansa de actuar como tal cuando personas menores que él están a su alrededor.
Dejo que los segundos, diferentes para mí que para otras personas, se escurran entre mis dedos mientras voy bajando una a una las esteras, girando el pequeño letrero color carbón que dice "cerrado" con su pequeña discusión de ruido de fondo, hasta que parece salirse un poquito de control.
—Usted solo está celoso de que voy a salir con hyung, debería dejar ir su resentimiento hacia él por haber desaparecido y volver a la normalidad, si sigue así, voy a monopolizar a Jin hyung y lo voy a alejar de usted.
Jackson abre la boca como si le hubiesen sacado el aire, esperando que se burle o que termine por despedirme del todo, al final, frunce el ceño profundamente y entrecierra sus ojos con sospecha —No te atreverías.
—Míreme.
—¡Yah! ¿Qué están haciendo? Discutiendo sobre mí como si les perteneciera. Tú, Jungkookie, ¿Qué haces aquí? Pensé que los jueves salías tarde de clases.
—¿No me oíste, hyung? Soy un elfo libre, el maestro le ha dado a Jungkookie su calificación aprobatoria y ya no tiene que pisar ese infierno esclavizante hasta que se reanuden las clases.
¿Tan rápido acabaron las clases? Eso quiere decir que el grado de Yoongi está cerca.
Sacudo mi cabeza e intento concentrarme —¡Oh! Así que podemos ir hoy al centro comercial ¿Cierto? —Jungkook asiente como puede, aun teniendo su oreja apresada por mi jefe —hyung ¿Te apuntas?
—No, él no se apunta, hyung.
—¿Te quieres morir? —Jungkook se ríe y de alguna forma la tensión en los hombros que Jackson ha cargado durante el día va desapareciendo con su propia risa. Al final, soltando a mi amigo con un pequeño suspiro, me mira con una sonrisa suave a la par que niega con la cabeza —Esta vez paso, chicos, estoy realmente agotado. Pero, quizá otro día podamos hacer algo todos juntos.
Jungkook jala de la manga de mi chaqueta cada vez que ve algo que llama su atención y me arrastra de un lado a otro como si yo no pesara nada.
—Kook, ¿Le avisaste a Gi que llegaría tarde?
—Sí, sí, le envié un mensaje. Ahora debe estar revolcándose en su cama con su camiseta que tiene tu rostro y pensando en cuanto te extraña.
—¿Camiseta con mi rostro?
—¿No la has visto? Un día estaba bastante ebrio, creo que tu otro jefe, el que es muy, muy alto, lo había mandado de regreso en taxi, pero por alguna razón terminó en casa de mamá. Cuando lo estuve acompañando de vuelta se soltó de mí y cuando volví a encontrarlo había mandado a imprimir tu foto en una camiseta, ¡Incluso mandó a hacer una taza para café! Lástima que no supo escribir bien tu nombre, al final la taza quedó hecha para alguien llamado Junio.
Jungkook habla varias palabras por segundo, casi sin respirar y con una sonrisa emocionada como si me estuviese contando las maravillas del universo. Yo me río, con la mano dentro del bolsillo de mi chaqueta, constantemente comprobando la esferita de cristal y dejándolo caminar por delante como un pequeño niño al que le han dado rienda suelta por primera vez.
Hago una pequeña nota mental de preguntar sobre esa camiseta más tarde.
No pasa mucho tiempo antes de compremos un celular barato, pero bastante elegante, casi más grande que mi mano, conseguido a precio de ganga por las maravillosas habilidades negociantes de Jeon Jungkook, y hemos encontrado una mesa vacía en la plazoleta central de comidas mientras Jungkook comienza a instalar, programar, actualizar y me explica qué es todo eso y cómo se usa.
—Y si quieres alguna aplicación extra, solo tienes que ir a la Tienda de Aplicaciones.
—¿Uh? ¿Y eso dónde queda? ¿Está muy lejos de aquí?
Él se burla de mí un poco más antes de explicarme, y así, mientras hemos ordenado algo ligero para cenar y hablamos sobre todo y nada, el tiempo, tan relativo y voluble, sigue pasando entre mis dedos, ahogándome en ansiedad cuando lo veo transcurrir en silencio, como paloma pasajera.
—J-Jungkookie.
—¿Uhmm?
—Recuerdas...Tú ¿Recuerdas la última conversación que tuvimos? ¿Sobre el futuro y lo que querías hacer con él?
Se tensa y yo me siento un poco culpable de haber causado esa reacción en dos personas en un mismo día, sin embargo, me mantengo firme.
—¿Lo recuerdas? Dijiste que lo pensarías.
Jungkook abre la boca como si quisiera decirme algo y luego vuelve a cerrarla, cambiando ligeramente su expresión a una más seria, dice firmemente —Lo he pensado, hyung, y realmente creo que papá tiene razón, debería terminar la carrera y cuando ya tenga mi título poder continuar con mi afición.
—¿Afición? Jungkookie, la última vez que hablamos no parecía que la música fuese solo un hobby para ti. No le mientas a hyung, somos amigos ¿No? Más que cualquier otra cosa, confía en mí.
—Confío en ti, hyung, pero, las cosas están tranquilas ahora ¿Sí? ¿Por qué estás tan empeñado en esto?
¿Por qué lo estoy? ¿Es porque no me quiero ir? Niego internamente, quizá mi miedo persiste y me siento ansioso por lo que pueda ser de mi futuro, quizá estoy tentando al destino y sus oportunidades, y ahí está siempre ese temor, pero también están sus ojeras que eclipsan el brillo en sus ojos, la permanente tristeza que se asoma y el trasfondo de sus suspiros silenciosos.
Lo miro, y él me mira de la misma manera, pero se siente como si hubiese una capa muy gruesa entre nosotros que no me permite llegar a él. Así que suspiro yo también, enviando mi mano a un bolsillo interno de la chaqueta que aun no me he quitado y sacando algunos folletos de este.
Uno blanco, uno púrpura, uno verde.
Tres propuestas diferentes.
—Estuve investigando desde que hablamos. El folleto blanco es de una universidad en la capital, ofrecen becas por deportes mientras puedas mantener tus calificaciones en lo que decidas estudiar, la abuela Min estaría feliz de recibirte mientras encuentras qué hacer —tomo aire profundamente, aún sin encontrar su mirada. Ya hemos terminado de comer, ya he guardado lo que hemos comprado y sé que, en cualquier momento, él decidirá levantarse e irse —el folleto verde es una corporación pequeña aquí en la ciudad, ofrecen cursos certificados y hay uno de música, no es una carrera y no sé si sea lo que quieres, pero tienen un buen plan de estudios y algunas ofertas de intercambio, y el folleto purpura es de la pequeña universidad en una provincia cercana de la que estuvimos hablando hace unos días.
Levanto mi cabeza lentamente. Jungkook no me está viendo, está observando fijamente los folletos que he desplegado sobre la mesa, sin decir nada.
—Puedes botarlos, entonces. Pero antes de que lo hagas, quiero que tengas presente esto: las decisiones que tomamos, para bien o para mal, nos persiguen incluso cuando creemos que no hemos hecho nada. No elegir cambiar tu vida por algo que te haga feliz, es una decisión en sí misma, pero es algo que yo no puedo saber ¿Cierto? Solo tú puedes saber qué es lo que te hace feliz, y al final es lo único que importa...No vivas tu vida a través de otras personas Jungkookie, si puedes ser feliz en tus propios zapatos, haciendo lo que te gusta, entonces esas ojeras en tus ojos tendrán otro significado. Si tu felicidad es quedarte aquí y estudiar economía, entonces hazlo, pero si no lo es...
—¿Si no lo es?
—Si no lo es, no deberías hacerlo. Si no lo es, deberías hacer entonces lo que no pese en tu corazón en un futuro.
Me pongo de pie y él hace lo mismo. Ya es un poco tarde y ambos sabemos que tenemos que irnos, ambos tenemos que tomar caminos diferentes y es curioso lo irónico que eso es.
—Si decido quedarme, hyung... ¿Estarías decepcionado de mí? —murmura, sosteniendo los folletos y arrugándolos en sus manos. Mi corazón duele un poco, pero me las arreglo para regalarle una sonrisa sincera.
—Por supuesto que no, Kook, pero lo que yo piense sobre ti no importa, tú podrías decidir ser un pordiosero y aun así iría a abrazarte debajo del puente en el que quieras vivir —se ríe, haciendo una mueca divertida —lo que importa es lo que pienses de ti mismo y cómo te sientas contigo mismo, Kook, lo que otras personas puedan pensar o creer, es su propio problema.
Asiente, arrugando aun más los folletos mientras yo siento como si fuese mi vida lo que está a punto de arrojar a la basura. Pero me digo que no importa, realmente no importa, mientras él sea feliz, no importa.
Y tengo miedo, demasiado miedo, y pude haber dicho y hecho muchas cosas, pero no puedo jugar con Jungkook, no puedo hacerlo tomar decisiones que no entiende o que no quiere, y quizá, en un futuro, cuando pueda comprender y su decisión sea tomada, donde quiera que esté me hará feliz saber que lo hizo por su propia cuenta.
Despedirnos tiene un sabor agridulce y tengo que esconder mis manos en los bolsillos de la chaqueta para que no las vea temblar.
No me doy la vuelta, por el contrario, lo veo dirigirse a su propia dirección, caminando hacia el contenedor de basura que tiene más cerca y yo bajo la mirada, suspirando con tristeza y desesperanza. Solo tengo un poco más de una semana antes de que sea el solsticio de verano.
Una prórroga, quizá pueda pedir más tiempo.
Quizá una tarea de reemplazo.
Quizá pueda hacer algo más.
Sin embargo, antes de que mi corriente de pensamientos se vaya lejos, hay una pequeña lágrima fría que se desliza por mi mejilla sin que la haya previsto, dejando un rastro helado en su lento camino hacia mi barbilla y mi mano derecha automáticamente la atrapa, confirmando frente a mis ojos que en mis dedos hay humedad.
La pequeña bola de cristal en mi bolsillo izquierdo se siente extraña en mi mano, así que levanto mi mirada con miedo y algo parecido a la esperanza.
Efectivamente, Jungkook ha lanzado los folletos a la basura, pero en su mano, con una pequeña sonrisa casi invisible tirando de su rostro, hay un papel purpura que observa con ojos brillantes, inconsciente de mi respiración atorada a algunos metros de él.
El folleto púrpura, se ha quedado con el folleto púrpura.
En mi mano izquierda, la esfera de cristal ahora solo tiene cuatro copos de nieve y la lágrima ha terminado por evaporarse en el aire.
——————————————————————————————————————————————————
Perdón, ¡Que he desaparecido un mes! *emoji llorando, emoji llorando* Espero que aún haya alguien por aquí.
¿Cómo han estado? Espero que hayan tenido días maravillosos y los sigan teniendo.
Un mes entero sin escribir absolutamente nada, así que espero que me disculpen si hay errores o si hay párrafos que se sienten bruscos.
Avisos parroquiales:
1- Feliz cumpleaños a mi querida JinguraDiosa ¡Te deseo lo mejor!
2- Noviembre es fiesta porque es el cumpleaños de su servidora así que estaré mucho por aquí (espero)
3- Tengo dos historias cocinándose, pero aun no sé cuándo serán lanzadas, una será Taejin y la otra Yoonjin, no me gusta pedirle a la gente que me siga, pero sería buena idea para que puedan saber (¿No? No) Btw mi twitter es @Andy_Mar24 por si me quieren seguir por allí también. No hago nada, pero pueden comunicarse conmigo.
4- hablando de Twitter, vayan a darle amor a @estefipc que ha hecho unos hermosos fanarts de ramé. En Wattpad como ReliM25
Es que miren este Jin enana azul:
Picioso, también ha hecho a Gi, y yo muero de amor.
Les amo. ¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top