Capítulo 22°: Conexiones Pt. II

Conexiones Pt. II
(4/4)


El alma libre es rara, pero la identificas cuando la ves; básicamente porque te sientes a gusto, cuando estás con ellas o cerca de ellas.

Charles Bukowski


Los colores del cielo pintan mi habitación de tonos cálidos cuando comienza a amanecer y son los mismos colores que siento estallar en mi pecho cuando abro los ojos.

Esta vez, Jin no se ha despertado primero que yo, no hay murmullos de la radio sonando ni su característico tarareo mientras se pasea por el apartamento. Sigue dormido, acurrucado en sí mismo como una bolita de mantas y cabellos oscuros. Mis brazos le rodean sintiendo su calor incluso si no estoy tocando su piel y suspiro.

Es hora de levantarnos, pero quiero que descanse un poco más. Debe estar agotado, lo he sentido removerse durante toda la madrugada y sé que ha sido demasiado tarde cuando ha podido conciliar el sueño.

Dejo pequeños besos en la parte superior de su cabeza que es lo único a lo que puedo acceder debido a las sabanas y le oigo respirar profundo entre sueños, apegándose más a mí.

—No has dormido ¿No es así? —bisbisea desde abajo, con los ojos aun cerrados y la voz ronca.

—He dormido más que tú.

—Lo siento por eso... por no dejarte dormir.

Dejo otro beso en su frente antes de separarme solo un poco, con la intensión de mirar su rostro, pero sigue oculto, testarudo, incluso cuando intento deshacerme del material que lo esconde de mí.

—No ha sido por ti, cariño, no suelo dormir demasiadas horas y menos si estoy emocionado.

Los ojitos de mi estrella se asoman automáticamente por las mantas, haciendo volar los cabellos de su frente por todas partes y tengo que morderme la lengua para no soltar ningún comentario sobre las profundas ojeras que oscurecen la piel bajo sus ojos. Luce agotado, demasiado agotado para haber sido solo una noche difícil.

Y no quiero preocuparme, pero lo hago.

Extiendo mis dos manos hacia su rostro y dejo roces diminutos de mis labios sobre sus párpados, ganándome sus suspiros y logrando deshacer la barrera de tela blanca y estampada que lo cubre.

Jin me sonríe cuando lo traigo conmigo al recostarme de nuevo en la cama, haciéndolo sentar sobre mi estomago con su espalda apoyada en mis piernas flexionadas.

Él, mirándome desde arriba, entrelaza sus dedos con los míos justo cuando el sol comienza a filtrarse con mayor intensidad por las persianas americanas que he instalado recientemente en la habitación.

—¿Estás muy emocionado? —me pregunta, con un brillo bonito en su mirada, un brillo de expectación por lo que trajese el día.

—Hoy será un día interesante —respondo en cambio —Espero que Hoseok y tú logren realizar los trámites sin ningún problema...yo intentaré llegar temprano para tu entrevista.

Jin se ríe y niega despacio.

—No puedes dejar de cumplir tu horario, Gi. Yo estaré bien, hyung y yo nos divertiremos y estoy seguro de que, si puedo manejar argumentos contigo, puedo sacar adelante una entrevista laboral, ¿Qué tan complicado puede ser?

—Oh, mírate, todo independiente y confiado, ¿Dónde ha quedado mi estrella curiosa y temerosa del mundo?

—¿De qué hablas, tonto? Nunca fui tal cosa.

Me río, incluso si nuestras conversaciones carecen de gracia, y supongo que no tiene importancia porque eso pasa cuando te sientes bien con alguien: te burbujea la risa desde la garganta.

No pasa mucho tiempo antes de que la radio comience a sonar desde la sala y entro a ducharme mientras Jin va a la cocina a preparar algo más que cereales para desayunar luego de discutir conmigo al respecto.

Los cereales son horribles, Gi, había dicho, debes atragantarte con ellos antes de que se vuelvan una masa de aspecto discutible.

Pasa poco tiempo antes de encontrarnos sentados en un silencio cómodo en la isla de la cocina, solo mirándonos y sonriendo de vez en cuando a pesar de los nervios y la expectación. Antes de que terminemos de comer, Hoseok hace su aparición magnífica casi derribando mi puerta a golpes.

—Debo decir que ir a una fiesta hasta bien entrada la noche cuando al día siguiente tengo que despertar temprano, no ha sido mi idea más inteligente —es lo primero que dice cuando le dejo pasar. Su cuerpo cae inmediatamente en el banquillo alto que he ocupado antes y sus brazos se lanzan automáticamente sobre el cuerpo de mi estrella.

Jin ni siquiera se sobresalta y solo le regala una pequeña sonrisa a Hoseok y es cuando noto que se ve incluso más cansado que al despertar. Luce preocupado y ausente y mi pecho se retuerce con la perspectiva de que algo vaya mal y yo no tenga idea.

Y parece ser, que no soy el único que se ha dado cuenta.

—¿Seokjinnie? ¿Estás bien? Luces terrible, por favor dime que este bastardo no te dio una noche demasiado agitada —las cejas de Jin se fruncen en confusión y luego me mira a mí, que sigo de pie, mirándolo como estúpido en medio de la sala.

Jin solo sonríe de nuevo y niega un poco con la cabeza mientras se pone de pie para servirle algo de comer a Hoseok. Él, por su parte, vuelve su mirada hacia mí y luce algo suspicaz, abre la boca dos veces, como si intentara decirme algo, pero luego la cierra y se arrellana en el asiento nuevamente justo cuando la alarma de mi reloj realiza un pequeño pitido y suspiro con fuerza. 

—Bien —murmuro —ya tengo que irme. Deséenme cosas buenas.

Hoseok levanta ambos pulgares hacia mí y me sonríe con fuerza, mostrándome todos sus dientes y los pequeños hoyuelos que se forman en sus mejillas. Le sonrío de vuelta y estoy a punto de girar cuando siento los brazos de Jin apretarse con fuerza al costado de mi cuerpo y la punta de su nariz ser presionada en la curvatura de mi cuello. Mis brazos viajan alrededor de él casi por inercia.

—Una estrella no puede pedir deseos, Gi —susurra, y el movimiento de sus labios contra mi piel envía calidez por todo mi cuerpo —Pero de ser posible, sé que no sería necesario. Eres maravilloso y no hay manera de que alguien piense lo contrario. 

★★★

Aprendo muy rápido que Hoseok hyung tiene una personalidad realmente brillante y me veo interesado en su charla fácil y rápida mientras nos abrimos paso entre la masa de gente que camina rumbo a la estación de tren.

—La oficina de registro está casi al otro lado de la ciudad, así que no podemos tomar un autobús, ¿Estás listo para pasar todo el día junto a tu hyung favorito, Seokjinnie?

—Nací listo, hyung —digo, solo a medias en broma.

Hoseok me cuenta acerca de su infancia y de cómo se había interesado en estudiar ingeniería civil, me cuenta sobre una chica que conoció hace mucho tiempo y con quien tuvo una larga relación que acabó en buenos términos cuando ambos se dieron cuenta de que no eran el uno para el otro. A hyung le gusta hablar y contar pequeñas anécdotas graciosas que suelen ocurrirle más a menudo de lo que podría pensar.

Cuando nos hemos sentado en uno de los vagones más desocupados es que nuestra conversación cambia un poco y me veo envuelto en una extraña charla acerca de esferas celestes e inflación cósmica.

—Yo solo digo que no hay manera de resolver completamente el problema de las condiciones iniciales de la teoría de la inflación cósmica —digo cuando hemos pasado algunos minutos discutiendo temas que ninguno de los dos entiende del todo

—Seokjinnie, no tengo idea de lo que estás diciendo, pero aquí te tengo otra pregunta que me he hecho durante mucho tiempo —me río, porque eso mismo me ha dicho durante las últimas cuatro preguntas.

—Está bien, hyung, puede preguntarme lo que quiera.

—Lo que quiera ¿Eh?

—Bueno, sí, eres libre de preguntarme, hyung, y yo libre de responder si quiero o no —sonrío satisfecho cuando comienza a fingir estar ofendido. Hoseok hyung tiene pequeños ademanes que creo haberme aprendido ya, y me hacen sentir cómodo. 

—No eres divertido, Seokjinnie, pero es justo... ¿Qué crees que me pasaría si un agujero negro apareciera justo ahora y me tragara en él?

—Eso es imposible, hyung, no puede aparecer un agujero negro de la nada justo en frente nuestro.

—Pero —canta, alargando la letra e con gracia — si hipotéticamente, y lo digo de verdad, hi-po-té-ti-ca-men-te, apareciera, ¿Crees que aparecería en una dimensión donde el cielo sea color verde o algo así? 

Me río, tapando mi boca con ambas manos y aprendo algo de mí mismo y es que puedo identificar cuando me siento feliz.

—Tengo solo una palabra para ti, hyung —murmuro serio luego de que puedo controlar los pequeños espasmos provocados por mi risa, como si lo que estuviese a punto de decir fuese el secreto a voces más importante del universo —Espaguetificación.

Silencio.

—¿Estás jodiendome? 

—¡Yo no hago esas cosas, hyung! —es entonces cuando él se ríe y me parece un momento que me gustaría recordar por siempre, con la luz entrando por todas las enormes ventanas impías y una pequeña melodía de fondo que viene de ninguna parte y que acompaña la risa genuina y armoniosa de Hoseok, sus ojos brillantes y su postura relajada porque se siente bien en mi compañía. Eso me pone de mejor humor.

—Este chico...

—Hablo en serio, hyung, la espaguetificación es un término que existe, ustedes los humanos denominan así a lo que les pasaría a los átomos de sus cuerpos de ser absorbidos por un agujero negro —Hoseok hace un pequeño sonido de entendimiento antes de volver a mirarme con las cejas juntas.

—Hablas extraño, Seokjinnie, ¿A qué te refieres con ustedes los humanos? ¿Qué eres? ¿Un extraterrestre? —y vuelve a reírse justo cuando un pequeño niño se asoma desde los asientos de adelante y Hobi comienza a hacerle muecas divertidas. Así que opto por ocultar la verdad a simple vista.

—¿No te lo ha dicho Gi? Vengo de las estrellas, hyung —él sonríe negando y dejándolo ir porque, al parecer, jugar con el niño que se sostiene del respaldo de su asiento es mucho más entretenido.

 El niño de cabellos oscuros se ríe de las muecas que Hoseok le hace hasta que su vista se dirige hacia mí y su sonrisa se vuelve amplia, estirando su pequeña manito con el dedo índice extendido hacia mí como si esperara que la sostuviera y yo frunzo los labios porque no sé si se supone que deba hacerlo. Así que muevo mis dedos hacia él con lentitud, esperando que retroceda, pero no lo hace, entonces imito su acción. El niño sonríe cuando mi dedo índice toca apenas el suyo y dice: —conectados.

Justo cuando los vagones se detienen abruptamente y su pequeño cuerpo desaparece en los asientos del frente. 

—Que niño tan curioso. Vamos, Seokjinnie, es nuestra parada. 

Las calles del otro lado de la ciudad son un poco diferentes a lo que ya he visto. Los colores son más opacos y hay poca naturaleza, lo que hace que todo se vea en matices de gris, como un extraño proyecto de luz y sombra que lo envuelve todo. 

Hay casi tantos edificios como en la zona de apartamentos donde vive Yoongi, pero la mayoría parecen ser construcciones de gobierno. 

—Creo que hemos llegado temprano, no creo que mi amigo haya llegado ya —dice Hoseok cuando comprueba la hora en su reloj —¿Quieres hacer algo más mientras esperamos?

—¿Qué tienes en mente? 

Hoseok toma mi mano repentinamente y me dirige hacia uno de los edificios enormes que nos rodean. Este es diferente, no es gris sino color hueso y las paredes que lo recubren se ven viejas y quebradas, pero con un aire majestuoso que te hace pensar que no es viejo sino valioso.

Las columnas gruesas que flaquean la entrada de puertas dobles de madera oscurecida nos dan la bienvenida y puedo leer solo a medias que estamos a punto de entrar en un museo.

El museo del arte, más específicamente.

—A ver, a ver —dice mi acompañante mientras se inclina sobre el pequeño anuncio que está a punto de caerse, vencido por el viento, y sonríe cuando se estira en toda su altura y me observa —estamos de suerte, la exhibición de hoy es grecorromana y la Grecia antigua... mi favorita.

Solo en la entrada somos saludados por una enorme pintura con demasiados detalles en los que no me puedo fijar al tiempo. Son varias personas sobre un lecho de nubes blancas y sus pieles se entremezclan con sus atuendos de colores opacos en un fondo gris. Hobi me ha dicho que es una pintura de Rafael llamada Loggia di Psiche y que representa a los doce dioses olímpicos recibiendo a la diosa que personifica el alma. 

Me quedo embelesado y no sé en qué momento me he quedado solo mientras hyung me dice que observará el resto de la exhibición. 

La diosa cuyo nombre representa el último soplo de aliento de la vida y con cuya imagen siento, de repente, una inexplicable conexión, hace que mis pulmones se estremezcan cuando la respiración me falla y me siento entristecido porque, muy seguramente, su deidad estuvo presente en mi último aliento que se tragó el agua.

—la mitología es bastante interesante —dice una voz a mis espaldas que podría reconocer incluso estando dormido —Lastima que haya tantas historias trágicas conocidas y muchas otras que jamás se sabrán.

—¿Jimin? —susurro, sin darme la vuelta, porque estoy consciente de mi estado de vigilia y sé que no puede ser posible que esté físicamente presente. 

—Camina conmigo, Seokjin, sigue el sonido de mi voz —asiento, despegando mi vista con dificultad. Jimin está tarareando la melodía de la canción que suelo cantar para dormir y termino caminando por un pasillo lleno de esculturas blancas con túnicas de mármol que asemejan el movimiento del viento. 

Su voz se detiene frente a la escultura de una mujer de cabellos largos y expresión tranquila.

—Hay una leyenda que me gusta mucho sobre ella —murmura casi sobre mi oído —¿Sabes quién es? 

—No.

—Es madre luna. Aunque en la mitología griega es conocida como Selene, ¿No es hermosa? —asiento y la miro con mayor atención, deteniéndome en la curva de sus labios, en sus ojos cerrados y sus brazos extendidos. Me parece familiar, pero estoy seguro de nunca haber visto a la madre luna con anterioridad.

—¿Por qué estamos aquí, hyung? ¿Qué es lo que tienes que decirme sobre ella? 

—Solo mírala bien, Seokjin e intenta recordar, has oído su voz, has visto su rostro, ella ha estado rondando sobre ti durante mucho tiempo, intentando remediar el error que cometió hace muchos años cuando te hizo salir de tu habitación, haciéndote caer al agua. Justo de la misma manera en la que caíste a la tierra de nuevo.

—P-Pero...no entiendo, Jimin, ¿Qué-

—¿A quién te recuerda?

Me quedo observando su imagen por más tiempo del que creería necesario, y su cabello largo comienza a tomar color en mi cabeza, y el material endurecido que moldea sus facciones cobra vida en mi memoria y yo solo puedo suspirar lo que ha aparecido de repente como un fotograma vívido frente a mis ojos.

—Se parece a Ji-Hye noona.

★★★

El sol está escondiéndose por el horizonte, llevándose con él toda la luz cuando el director del nuevo proyecto decide que es hora de que todos regresemos a casa. 

Me siento emocionado y con demasiada energía acumulada por encima del cansancio y los párpados pesados. He conocido a unas cuantas personas que, se supone, trabajarán conmigo, y solo he visto unos cuantos minutos al jefe Kim y a su sobrino Taehyung antes de que me hicieran entrar a una oficina para firmar el contrato de prueba. 

Hoseok me ha enviado algunos textos en el transcurso de la tarde en los que incluye bromas sobre arquitectos que, muy seguramente, encontró en Internet. Me relajo mientras organizo mis cosas dentro de mi maletín gastado cuando leo que ha dejado a Jin en el departamento y decido que es buena idea llamarlo en lo que espero para entrar al ascensor junto con los demás empleados.

—Hey, Min, si un arquitecto muere ¿Pasa a otro plano? —la risa escandalosa que oigo detrás de la línea me delata que Hoseok sigue en mi apartamento. Me muerdo la lengua antes de decir cualquier estupidez cuando el sonido del ascensor delata que ya ha llegado al piso —Vamos, Min, ríete, ha sido bueno, Seokjinnie ha sido quien lo ha encontrado. 

—¿Cómo les fue hoy? —escucho movimiento y pienso que, quizá, Hoseok se está moviendo hacia otra habitación cuando le oigo suspirar.

—Nos fue bien, bastante bien. Tu novio es realmente agradable e inteligente, no tenía idea. Fue bastante divertido...

—Pero...escucho un pero en alguna parte.

—Pero, creo que algo anda mal —me tenso y mi cuerpo entero entra en alerta cuando ingreso al ascensor que no demora en llenarse. No siento el movimiento descendente mientras los segundos se sienten tortuosos en su paso por el silencio de mi amigo.

—¿A qué te refieres con eso?

—No lo sé, Min, estábamos riendo y hablando de estupideces, fuimos al museo mientras esperábamos para entrar a la oficina de registro, hasta que salimos de allí. Seguía sonriendo y hablando conmigo, pero lo notaba algo tenso y nervioso. Estuvo así todo el rato hasta después de su entrevista y no ha parado de preguntar qué hora es y a calcular con escalofriante exactitud cuánto tiempo te tardarás en volver.

Muerdo mi labio.

—¿Ha pasado algo mientras estaban en el museo? 

—No lo sé, no lo creo. Bueno, solo nos alejamos unos minutos y el museo estaba casi vacío. Dudo mucho que haya ocurrido algo —suspiro y llevo los dedos al puente de mi nariz.

—Jin es... —comienzo, sin estar seguro de qué decir mientras alejo la preocupación burbujeante que ha estado alterando mis pensamientos el último tiempo, haciéndolo todo a un lado —Jin es nuevo en muchas cosas ¿Sí? Quizá ocurrió algo mientras se separaron dentro del museo que lo dejó pensando... él suele sobreanalizarlo todo. Pero, está bien, hablaremos cuando llegue. 

Nos damos una rápida despedida antes de que me desplome contra el vidrio del ascensor, tomando aliento con fuerza y sintiendo que me ahogo. Respiro con lentitud y cuento hasta diez y siento el viaje en ascensor demasiado eterno.

Repito en mi mente que llegaré pronto, que debo parar en el supermercado a comprar fruta porque mi mejor amigo ha insistido en que no hay comida suficiente en mi refrigerador y que debo llamar a mis padres apenas tenga la oportunidad.

Mi padre ronda mis pensamientos cada varias horas y tengo que recordarme que nos he prometido un nuevo comienzo, y que debo poner un poco de mi parte para recuperar nuestra relación.

Recuperar, sin embargo, es una palabra que se siente incorrecta. Sanar quizá sea más adecuada.

Hay un supermercado a unas cuantas cuadras y decido que es buena idea caminar cuando salgo del edificio Kim y me encuentro con Hyo-Joo, saliendo del bufete de abogados que no está muy lejos de donde trabajo. Me sonríe y retoma su camino y una extraña incomodidad se instala en mi estómago cuando la veo, es desagradable, pero lo ignoro cuando tomo el camino opuesto.

No me lleva mucho tiempo tomar todo lo que necesito una vez he llegado e igual sé que no saldré enseguida por la maldita fila que se extiende hasta la caja de pago. 

Vuelvo a suspirar incluso si siento que me estoy quedando sin aire y espero, escuchando con atención la voz amortiguada del programa de History Channel proveniente del televisor que está detrás del mostrador.

La voz habla de una cultura antigua y, en algún punto, la transmisión se corta, quedando todo en silencio, solo quebrado por la vibración casi imperceptible que emiten las luces de neón que comienzan a darme dolor de cabeza. La transmisión vuelve y escucho, entonces, que están hablando de un suceso bastante curioso acerca de la luna y el nivel del mar, y la conexión que ha tenido la noche y el agua para distintos pueblos que no puedo escuchar porque ha llegado mi turno de pagar.

Me siento raro cuando pongo mis pies fuera del supermercado y retrocedo el camino para ir a la estación de autobuses, teniendo que pasar nuevamente por la entrada del edificio por el que ahora trabajo y el conocimiento de ello me hace sonreír justo cuando el aire frío pasa y me congela, paralizándome algunos segundos mientras intento tomar calor en mis manos.

Solo unos segundos, no mucho más, y entonces escucho una pequeña risa que envía un estremecimiento por toda mi espalda y es cuando veo a un niño correr a mi lado, de cabellos oscuros y ojos brillantes que se detiene a mi lado, solo para darse la vuelta, dando la cara a la entrada del edificio mientras grita: —¡Atrápame! 

Se ríe, quedándose quieto a mi lado mientras me doy la vuelta, para observar a la persona que acompaña su risa y es cuando me sorprendo al ver a Kim Taehyung, casi corriendo hacia nosotros.

—¡Jinnie! ¡Jinnie! ¿Qué te he dicho de correr lejos de mí, Kim Woo-Jin? 

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N/A:

(Maratón 4 de 4) Wattpad solo notificó este último capítulo de la maratón :c 

#FunFact14: Realmente el maratón iba a ser de solo tres capítulos, pero en último momento me decidí

Gracias por todo. 

De verdad.

Tengan buen día, buen resto de semana. No sé cuándo pueda volver a publicar porque estoy en finales del semestre y la universidad no perdona.

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