Capítulo 12°: La noche de los fuegos artificiales y las estrellas inciertas

La noche de los fuegos artificiales y las estrellas inciertas

Con una cuerda de oro nuestro universo fue traído a la vida para que nos enamoremos cada vez que abrimos nuestros ojos

Sun-Sleeping at last

El sol ha salido en el horizonte y sigo despierto, mirando el cuerpo tendido de Seokjin en mi cama, encima de mí mientras lo rodeo con mis brazos y acaricio su cabello con mi mejilla. La luz que se filtra por la ventana abierta crea rendijas de colores pastel en el rostro dormido de mi estrella, haciéndolo lucir casi mágico. 

Él murmura cosas dormido y se retuerce solo un poco cuando lo abrazo más a mí cuerpo, esperando trasmitirle un poco de comodidad. Aún no sé cómo fui capaz de traerlo en mi espalda hasta aquí sin morir de la preocupación primero, sintiendo su piel inhumanamente helada y su respiración casi superficial mientras nos abríamos paso por la ciudad con su cuerpo sobre mi espalda.

Jungkook llegó casi una hora después de haberle dejado demasiados mensajes y ahora está tendido y dormitando al otro lado de Seokjin, dejándonos en la mitad de la cama. Fue solo por un momento que recuperó su calor corporal, pero seguía siendo mínimo para su estado de energía que es conocido para mí, y desde hace un rato su piel ha estado brillando en ocasiones, como si su energía titilara.

Dos horas después de haber llegado es que ha comenzado con los murmullos y parece que estuviese manteniendo una conversación con alguien más. Cuando los murmullos se convirtieron en pequeños jadeos desesperados es que ha comenzado la fiebre, tan fuerte que mi hermano ha tenido que envolverse a sí mismo en mantas para evitar quemarse con el roce de mi estrella.

A mi no me hace daño, sin embargo, así que de vez en vez toco su frente para asegurarme de que la fiebre esté bajando con los paños húmedos que he estado pasando por su piel y aún tengo mis brazos rodeando su cuerpo, pero ahora su mejilla roza contra la mía y su espalda presionada contra mi pecho. Casi una hora después ha comenzado a hablar bajito palabras coherentes y me he tomado la libertad de tomar un block de notas que siempre dejo en la mesa de noche y escribir lo que sale de su boca.

"No debe ser así ¿Y si es un error?" "¿No eran sueños?" "¿Puedo decirle?" "No me pertenece" "Duele..."

Cuando la ultima palabra sale de su boca vuelvo a recostarme en la cabecera de la cama, llevando su cuerpo conmigo, pasando mis brazos por su pecho en movimientos circulares como lo ha hecho él antes. Mi espalda está solo a medias apoyada en el respaldo y está empezando a doler, pero no hay posibilidad en el infierno de que decida separarme de su pequeño cuerpo debilitado.

Me siento escoria porque es mi culpa. Quizá el deseo que pedí fue muy grande y estoy agotando su energía más rápido de lo que debería antes de que su prorroga acabe y no sé que pasará, no sé qué pasa, pero estoy asustado y me siento culpable.

No lo hagas, no te vayas.

Pasan dos horas más y Jin no despierta, y luego de eso el tiempo pierde relevancia. No quiero cerrar los ojos si él no ha abierto los suyos aún y es extraña la forma en la que me siento perdido.

Ya no sé cuánto ha pasado cuando lo escucho tararear bajito la canción que usa para dormir. 

El sol sale completamente cuando Seokjin comienza a respirar con normalidad, trayendo consigo la estabilidad de mi propio aliento, que revolotea y se atraganta cuando siento su mano subir y colocarse sobre la mía en su pecho, con un toque suave y cálido que funciona como un bálsamo para las heridas invisibles que siento por todas partes de mi cuerpo y cristaliza mis ojos. 

Escucho un suspiro de su parte y mi corazón se vuelve un poco loco y desbocado. Mis brazos se aprietan con más fuerza a su alrededor, soltando el aire con alivio y muevo solo un poco mi rostro para presionar mis labios contra su mejilla y murmurar cualquier cosa que se me venga a la cabeza con tal de llenar el silencio que extraña su voz.

Me doy cuenta de que había estado reteniendo la respiración por mucho tiempo hasta ese momento y antes de intentar verificar si está despierto, una gran bola de mantas cae sobre medio cuerpo de Seokjin, presionándome más contra el colchón, sacándome un quejido silencioso. Solo puedo ver una mata de cabello oscuro que sobresale de un lado y sé que mi hermano está enroscado sobre Jin como una pequeña oruga.

—Kook —Murmuro, esperando que Seokjin siga descansando, aunque lo dudo si el peso que siento en mi abdomen es un indicador —si permaneces allí por más tiempo el calor corporal de Jin puede lastimarte... o yo puedo lastimarte porque estás pesado.

Pero no me responde, por el contrario, escucho leves sonidos provenientes de él, como pequeños sollozos contenidos y es cuando noto que intenta aferrarse al cuerpo de mi estrella con más fuerza entre las sábanas.

—¿Kook?

—Seokjin está respirando normal de nuevo—su voz es tan baja que casi no puedo entenderlo y está amortiguada por toda la tela y el algodón, se oye quebrada y asustada y acerco más mi cuerpo a ambos, pasando uno de mis brazos por encima de la oruga —Por un momento pensé que abriría mis ojos y él no estaría, que se habría ido...sé que no has dormido porque también tienes ese miedo.

Intento apretarlos lo más que puedo, aunque sé que no debería hacerlo y mi corazón duele un poco.

—Jungkookie, él...es importante para ti ¿No es así?

—Hyung...fue mi mejor amigo desde que lo recuerdo hasta los trece años y luego simplemente desapareció —suspira — fue el mismo año en el que te mudaste así que tiene algún tipo de sentido... sin podía contarle a nadie sobre él y p-por mucho tiempo yo creí que estaba loco, pero una parte de mí siempre supo que era real.

El silencio se esparce por la habitación hasta que mi hermano vuelve a susurrar: —Estuve solo mucho tiempo.

No sé qué decir, así que solo muevo con una de mis manos el poco cabello que es visible y le escucho soltar el aliento. Mi corazón se siente cansado y mis ojos siguen picando. Vuelvo a dejar otro beso en la mejilla de Seokjin mientras cierro los ojos para evitar que el agua caiga, aprieto los dedos que están alrededor de los míos y suspiro.

Pasan unos cuantos segundos cuando veo la mano libre de Seokjin moverse despacio alrededor de la oruga Kook hasta detenerse en su cabello, tocando mi otra mano que sigue en ese lugar, rozándolo con suavidad y dejándome sin aliento nuevamente: —U-Ustedes son seres dramáticos...

Seokjin se ha despertado por completo y ha prendido la radio de la sala sin moverse del lugar. Se ha estado riendo por dos minutos ininterrumpidos y el sonido es como un respiro de vida, sentados en la cama, los tres en posición de loto, hacemos una imagen cómica. Jin aun tiene mi camiseta del día anterior y unos pantalones cortos que le cambié con dificultad cuando llegamos, sus piernas salen volando por todas partes cada vez que un nuevo espasmo de risa le ataca.

Yo sigo con mi espalda contra la cama, pero siento que tengo una sonrisa gravada incluso cuando las bolsas por debajo de mis ojos se sienten húmedas. Mi hermano está sentado junto a mí, aun envuelto en las mantas con solo su rostro por fuera.

—Les dejé muy claro ¡Muy claro! Que tenía que recuperar mis energías. Ayer fue un día agitado para mí y solo colapsé por el esfuerzo.

No me interesa que se burle, no me interesa que caiga en la cama, con las extremidades extendidas mientras se retuerce por las quejas de Jungkook.

—¡Hyung, ya! ¡No es gracioso! —mi hermano esta vez luce tan pequeño e infantil que no puedo evitar corresponder a la risa de Jin y cuando este se levanta en sus rodillas para señalar cualquier cosa, no pierdo el tiempo para tomar su mano y jalarlo hasta que cae encima de mí y aprovecho la cercanía para tomar su rostro con mi mano libre y besarlo.

Descubro que me gusta besar a Seokjin. Sus labios son gruesos y delicados cuando rozan los míos y me trago todos sus suspiros cuando sus manos trepan hasta mi cuello y se acurruca en mí.

Sonrío dentro del beso antes de murmurar sobre sus labios: —Me alegra que te estés divirtiendo a nuestras expensas, cariño, pero creo que es hora de llevarte a desayunar.

Sus ojos brillan cuando me mira y sonríe, luciendo lleno de vida incluso si su piel se ve algo pálida aún.

—Bueno, hola, ¿De qué me perdí? —Suelta Jungkook, divertido y sorprendido a partes iguales y antes de que pueda siquiera mirarlo, Jin se esconde a sí mismo entre mis brazos y la curvatura de mi cuello y solo puedo ver un desastre de orejas rojas y cabellos de plata cerca de mi nariz.

★★★

He aprendido que me gustan los brazos de Gi, su manos, su torso, sus labios, me gustan sus ojos y cuando me dice cariño.

Sé que tengo que hablar con él y contarle cosas que no debería, pero que él tiene que saber. Solo que ahora estamos desayunando en la isla de la cocina y me digo a mi mismo que más tarde será más apropiado.

Jungkook me ha enseñado cómo utilizar la tostadora y Yoongi me ha mostrado el complejo proceso de hacer jugo de naranja.

—Entonces Hoseok hyung estuvo bailando con esta chica que había conocido el sábado, pero estaba muy ebrio y seguía llamándola como a Ji-Hye noona, así que lo he acompañado a su casa.

—Eso es interesante —dice Yoongi con rostro de todo menos de interesado, pero la mención del nombre de la chica me causa un espasmo que casi me hace ahogar con el jugo —Creo que entre ellos hubo algo alguna vez, pero nunca me habló de ello.

—No te sientas mal, hyung, tiene muchas razones para no contarte si algo pasó —Yoongi tararea en afirmación y nos quedamos en silencio, con solo el sonido de los vasos y platos.

No había incomodidad, pero sí había expectación y yo solo esperaba a que alguien que no fuese yo dijera la primera palabra. Me tomo mi tiempo en respirar y sentir mi pecho expandirse; siento las gotas que rodean el vaso de vidrio cuando el jugo que naranja ha comenzado a colocarse a temperatura ambiente, siento los pequeños cabellos de mi nuca rozar la piel por el viento que pasa a través del balcón sin pedir permiso.

Y me pregunto cómo fue que existió un tiempo en el que no sentía nada... ¿Acaso ese tiempo sí existió? Y con solo esa pregunta el órgano vital en mi pecho comienza a latir más rápido de lo que lo hacía 0.75 segundos atrás. Me pregunto cómo pudo haber un tiempo en el que no pudiese ver los colores del cielo, en el que no me interesara contar los segundos, en el que no pudiese tocar, respirar los olores del viento, en el que no pudiese sentir ni tener expectativas. 

—¿Van a contarme qué está pasando entre ustedes o nos vamos a quedar mirando las tostadas todo el día? —como me lo esperaba, es Jungkook quien quiebra el silencio.

—Es mitad de semana, ¿No tienes clases? —Gi intenta cambiar de tema, ocasionando que Jungkook mirara hacia el techo con una sonrisa tensa, sin responder —¿Mamá sabe que estás aquí?

—¿Crees que nuestros celulares estarían tranquilos de no saberlo? Ella habría tumbado la puerta buscándome por todas partes.

Yoongi suspira y me mira, sonriendo automáticamente antes de volver sus ojos a su hermano cuyos ojos bailan entre los dos con el mismo brillo que le he visto a Hobi el día anterior.

—B-Bueno —Yoongi se ha cubierto de una sombra rosa por toda la piel de su rostro y cuello, me mira, como esperando que diga algo, pero yo realmente no sé qué se supone que diga —Jin y yo... él, bueno... yo creo que-

—Jungkookie —interrumpo, diciendo lo primero que se pasa por mi cabeza y recuerdo por qué pensar antes de hablar es la cosa más complicada del mundo —¿Recuerdas la teoría cósmica que te conté la noche de los fuegos artificiales? He soñado con ello.

—¿La noche de los fuegos artificiales? —Yoongi luce desconcertado, pero Jungkook sonríe en reconocimiento.

—¡Oh, la teoría de las estrellas inciertas! —la boca de Jungkook cae abierta, mirando a Yoongi como si lo estuviera conociendo por primera vez —P-Pero... eso quiere decir que...Hyung... ¿Le has contado a Yoongi hyung sobre esa teoría? —niego inmediatamente y me preparo porque esto será largo y, a pesar de querer hablar cada cosa a solas con Gi, tener a Jungkook a mi lado me hace sentir un poco más fuerte y valiente.

—Está bien, ¿Debería añadir a la lista de secretos la noche de los fuegos artificiales y la teoría de las estrellas inciertas? —Vuelvo a negar y llevo mis manos a mi regazo, consciente de los pares de ojos que observan cada uno de mis movimientos.

—La noche de los fuegos artificiales fue la quinta vez que aparecí para Jungkook, pero fue la primera y única vez que lo hice mientras estaba consciente. Él no podía verme, pero yo estaba allí, siendo solo una energía. No sé si te lo preguntes, pero esta ha sido mi imagen corpórea por mucho tiempo, solo que yo nunca lo supe, que en sueños Jungkook podía verme de esta manera me refiero... nunca lo supe hasta que nos vimos cara a cara hace unos días.

—Fue la noche en la que te fuiste de casa, hyung... fue una noche difícil.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que todo el mundo enloqueció ese día, ¿Sabes? Dejaste atrás un montón de locura cuando solo desapareciste. Se suponía que esa noche irías con tu padre así que él llegó y cuando descubrió que te habías ido y que no pensabas volver con él, solo todo enloqueció. Tenía doce años y lo único que podía escuchar eran las cosas que dejaste en tu habitación romperse una a una.

—Jungkook, ¿Qué-

—Hyung, fue hace mucho tiempo, no tienes que expresar nada ahora ¿Vale? El caso es que Seokjin hyung apareció de repente y me hizo creer que todos los ruidos que venían de la habitación de al lado eran fuegos artificiales y me mostró luces en el cielo que salían de ninguna parte.

» Pensé que estaba soñando ¿Sabes, hyung? Pero él estaba ahí, y se quedó conmigo toda la noche contándome historias del lugar del que venía...Previno que quisiera saltar por la ventana.

Yoongi se queda en silencio mirando a su hermano y siento que no debimos haberle dicho nada, siento que estos últimos días han sido un carrusel emocional y que he estado empujándolo al limite constantemente y tengo miedo de ser demasiado brusco, de estar probando demasiado y en lugar de cumplir mi tarea, estarlo rompiendo.

Padre cielo ¿Podré hacerlo fuerte antes de irme? ¿Podré cumplir esa tarea?

Suspira y se lleva las manos al rostro y veo como Jungkook se levanta y da unas palmadas en su espalda, susurrando algo en su oído que no puedo escuchar, hasta que Gi levanta la mirada y le regala una media sonrisa a su hermano.

—Entonces —dice Gi —sobre la teoría de las estrellas...

—Inciertas —completo, preparándome para su posible reacción —Es una vieja historia del lugar del que provengo —él asiente, instándome a continuar y yo cierro los ojos antes de seguir — tuve una estrella hermana mayor una vez, sabiduría más alta que el cielo era su nombre: Jimin. Era una de las pocas estrellas provistas de consciencia que conocí durante los ciclos que pasé rondando el universo.

—¿Hay más estrellas como tú?

—No como yo, Jimin era una estrella blanca, como el sol lo será alguna vez, y la energía que apenas circulaba su ente corpóreo era diferente y mucho más antigua que la mía. Jimin me contaba historias sobre el universo y me enseñaba las reglas que debía cumplir para mantener el equilibrio y qué reglas eran más flexibles que otras. Él me contó la historia de una estrella incierta.

» Hay cúmulos de luz blanca muy brillante que han llegado a mi hogar y dicen que provienen de las almas de la tierra que no debieron subir tan alto hasta el manto del universo. Es energía que no pertenece al cielo y por lo tanto no debe estar ahí, así que el padre cosmos debe encontrar la manera de equilibrar la balanza, deshaciéndose de ella. Solo en casos muy especiales, esas almas han llegado sin haber cumplido su propósito en la tierra, esas son almas errantes, que vagan sin poder perderse del todo.

» Y están esas otras almas que son de una energía distinta a las otras, que tienen un propósito distinto a las otras porque su energía está unida al universo. Tienen un destino escrito por el cielo, así que tienen una segunda oportunidad de hacer las cosas bien, convirtiéndose en estrellas inciertas que vagan por el campo gravitacional de la tierra con el fin de ayudar a mantener el orden.

» Es muy raro que haya otras circunstancias, pero Jimin también me contó sobre una estrella incierta que viajaba por el manto estelar justo en el mismo momento que un humano unido al cielo pedía un deseo, y que la energía había sido tan fuerte que consumió a la estrella, mutándola y convirtiéndola en una enana azul... una estrella hipotética.

» Fue una treta del universo, me había dicho Jimin, porque había estado escrito que ambos, estrella y humano, se encontraran, porque sus almas habían estado unidas en la tierra con anterioridad, sus almas se pertenecían, pero no habían logrado encontrarse porque el cielo no puede controlarlo todo, todo el tiempo.

» Así que, decidido a arreglar el caos, el cielo se tomó la libertad de volver a entrelazar sus caminos, haciendo que la estrella incierta, cuya alma estaba incompleta, pudiera cumplir el propósito de su vida humana, siendo una estrella hipotética, destinada a cumplir los deseos que no pudo realizar antes de ser una energía errante.

★★★

Ya son las tres de la tarde cuando Jungkook se va, luego de un montón de horas de comer y hablar sobre cosas que en su mayoría no comprendo.

—Destinados, esa fue la palabra que usaste —Digo mientras Jin y yo estamos sentados en el balcón. Ambos tenemos nuestras espaldas contra el vidrio del ventanal. Con nuestros brazos rozándose y nuestras piernas estiradas delante de nosotros, observamos cómo el sol ilumina las ventanas de los edificios aledaños.

—Es lo único de lo que estoy seguro, Gi —murmura mientras su mano derecha busca mi izquierda, solo como una caricia suave de sus dedos, sin tocarlos del todo —Esta madrugada, cuando he estado recuperando mi energía, he tenido una visita de Jimin en mis sueños.

—¿Con él hablabas? Pensé que estabas soñando y anoté algunas cosas de las que dijiste... E-Espero no haber cruzado alguna línea —Seokjin sonríe y me mira con expresión tranquila, pero sus ojos son tormentosos, llenos de luces y relámpagos.

Seokjin se acerca un poco a mi rostro, dejando un beso casto en la comisura izquierda de mis labios y sonrío, con encías.

—Él me contó que mi último sueño no había sido mi imaginación, dijo que fue un recuerdo de mi antigua vida... Jimin dijo que antes de ser una estrella hipotética fui una estrella incierta y antes de eso... yo fui un humano, con este cuerpo, pero más pequeño.

Asiento, pero no siento nada y abro la boca para decir algo, pero no puedo, no soy capaz de pronunciar lo que ha estado rondando en mi cabeza desde que Jin ha contado aquella historia y no quiero hacerlo, no puedo concebirlo, no puedo aceptarlo.

¿Significa eso que Jin ha muerto? ¿Que teníamos que conocernos pero no lo hemos logrado?

No tiene sentido.

No tiene sentido.

No tiene sentido.

Tengo que recordarme que está aquí, conmigo, que puedo entrelazar sus dedos con los míos, que puedo besar sus labios, tocar su cabello, escuchar su voz, su risa, ver sus ojitos peculiares y que lo que ha visto ha sido solo un sueño, solo una historia. Pero en el fondo lo sé, en el fondo le creo. 

Me gusta, Seokjin me gusta más de lo que me ha gustado cualquier cosa en mi vida, y mi corazón lo sabe, sabe que es cierto y que es inútil negarlo cuando, incluso, el universo ha confabulado para traerlo de vuelta a mí.

Desvanezco el espacio entre nuestras manos y la tomo con fuerza. Él sigue sonriendo con una pregunta obvia en su mirada que no sé si quiero responder, así que él habla por mí.

—Fue antes de que nacieras Gi... no sé cómo, no sé por qué, pero fue antes de que nacieras, yo tendría treinta años ahora, y quizá nos habríamos conocido en un café fuera del colegio, donde yo estaría en ultimo año y tu en primero, y quizá nos habríamos hecho amigos porque teníamos el mismo cuaderno y nos confundimos sobre cual era de quien, quizá a mí me habría gustado un poema en la tapa trasera y tú me habrías enseñado otros poemas que tenías en tu casa —dice y me duele, me duele lo que no fue, lo que nunca sería. Sus dedos se aprietan en los míos y veo borroso cuando sus labios llegan a mi frente y él susurra: —Pero estoy aquí ahora, Gi, y si no hubiese sido así no habrías conocido a Hoseok, Jungkook quizá no sabría de la mayoría de tus ataques de ansiedad y no habría estado para ti en tus momentos más críticos... Gi, quizá me fui antes de tiempo, pero estoy aquí ahora.

Deshago nuestro agarre para tomar su rostro entre mis manos y besarlo. Besarlo con fuerza hasta quedarme sin aire, abrazarlo por los hombros para poder encontrarlo por todas partes, besarlo con sus manos en mi cintura mientras la pared de vidrio no puede sostenernos y hemos caído con mi espalda clavándose en las baldosas y el piso tibio y su pecho presionado contra el mío, besarlo hasta que he perdido la noción del espacio y el tiempo y con mis ojos cerrados puedo sentirlo.

Y pienso que exactamente así debe sentirse estar enamorado: Una bomba en el corazón, constelaciones en los ojos...pero el universo ya no está en mis manos, el universo está frente a mí, con los parpados cerrados y las manos atrapadas en mi pecho. El universo es él.

No puedo sostenerlo, no puedo pensar en qué clase de sentimientos se mezclan en mi pecho, si es cariño, si es atracción o si puede ser otra cosa, pero me gusta.

Me gusta demasiado. 

Ya es de noche cuando entramos de nuevo al apartamento y estamos intentando cocinar lasaña.

—Entonces es posible que Ji-Hye noona me haya conocido cuando era otro niño con el mismo nombre —explica y yo saco la cabeza del horno que no he logrado prender en los últimos diez minutos.

—¿Crees que ella tiene alguna foto?... digo, si quieres saber del tú del pasado.

Jin niega y sonríe, rodeando la isla de la cocina hasta llegar a mí, sacando el paño que cuelga en la pared para pasarlo por mi nariz.

—Estás sucio de grasa, yo debería intentar prenderlo si te parece mejor —asiento y lo veo agacharse frente a mí y trago con fuerza, porque no debería estar imaginando lo que estoy imaginando por primer vez en veinticuatro años de vida.

—Es una vida que no me pertenece, Gi —su voz suena amortiguada dentro del horno —Quizá tenga recuerdos de personas sin rostros, pero lo único que sé y lo único que conozco es lo que sucedió luego de tu primer deseo —sale y me mira desde abajo, con el horno ya encendido —la única verdad que quiero rescatar es que mi alma está unida a la tuya y eso explicaría el torbellino de sentimientos que experimento hacia ti.

Jin se pone de pie y suspira, el aire revoloteando a nuestro alrededor hasta que parpadeo y me obligo a mover mi culo hasta la estufa para meter la lasaña.

—¿Jin? Incluso aunque mi alma no estuviera destinada a la tuya, quiero que sepas que no habría tenido oportunidad de conocerte y no sentir nada por ti

Cuando me enderezo puedo ver los ojos brillantes y llorosos enfocados directamente en los míos y me acerco a él, tomando su cintura y uniendo su frente con la mía, haciéndolo llevar sus manos a mis hombros como la noche anterior en el club.

—Gi... te prometo que cumpliré mi tarea, cumpliré tu deseo y entonces, cuando me enfrente al cielo y mi prorroga sea revocada, voy a volver a ti, sin importar cuantas reglas tenga que romper. Sé que no lo necesitaré porque haré todo bien, te lo juro, y ellos me dejarán volver, ¿De acuerdo?

Asiento, poniendo toda mi confianza en sus brazos, mi corazón con el suyo, y dejo ir el aliento que he venido reteniendo. Mis ojos están abiertos y los suyos no se apartan de mí, haciendo que algo agradable explote en mi pecho y se esparza por mi cuerpo por mi torrente sanguíneo.

—Me gusta esto —murmuro, porque no hay necesidad de alzar la voz cuando el único que tiene que escucharme es él —me gusta cuando tus ojos me miran solo a mí, como ayer en el callejón, cuando tus estrellas se oscurecieron y solo me enfocabas a mí.

Jin se ríe despacio, acercándonos más en el abrazo, con nuestros labios casi rozándose.

—¿Gi?

—Mhmm

—Las estrellas que ves en mis ojos son una sola constelación. La constelación Pisces... tu constelación. Mas de 150 estrellas que velan sobre tu cabeza.

La calidez de Jin se esparce por todo mi cuerpo cuando nuestras respiraciones se vuelven más pesadas y pregunto: —¿Es eso cierto?

—¿Gi?

—¿Sí?

—Siempre eres lo único que veo.

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N/A: 

¡Gracias por las mil lecturas! 

Realmente quería darles algo más especial, pero eso en mi imaginación no funciona, así que espero que este capítulo lo compense.

¿Qué creen? ¿La explicación de Seokjin sobre su origen será la verdad completa? o ¿Aún falta algo? 

#FunFact4: En primer lugar, la historia no iba a ser un fanfic, pero desde que el Yoonjin es mi OTP dije: why not? y henos aquí. 

Espero que estén teniendo buenos días y que no me odien por lo flojo que ha sido este capítulo, pero ha sido justo y necesario.

¡Feliz fin de semana!

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