En el valle del olvido

En principios del verano, el silencio me desespero.

El miedo creció y el tormento de mí se apodero.

He vuelto a la soledad, observando el atardecer lleno de vida y color, un recuerdo a mi llego y un dolor despertó.

Esos recuerdos al igual que tu sonrisa se marcharon con el tiempo, como las hojas secas de un árbol moribundo que se expande hacia el horizonte.

Desde entonces; hacia donde valla llevare tu mirada, y hacia
donde camines llevaras mi dolor.

Porque cada quien elegirá
su camino en el valle del olvido, intentando desaparecer ese dolor que rompe la piel como un cuchillo.

Ven y avanza a ese valle, y vuela como los pétalos de una rosa que se alejan y se deja llevar con el frio viento madrugador.

Porque cuando el podrido tronco del roble decida nuevamente florecer, nos volveremos a encontrar otra vez en el camino.

Antes de que la tormenta se aproximara hojas secas de otoño giraban tu alma, y con ella se fue el dolor, ahora siento viajar en el camino tus ojos y es distante el otoño.

Sin importar que aquel atardecer decida macharse, seguiré pisando tus pasos aun sabiendo que;

Ya no se encontrarán mis ojos de tus ojos.

Ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Así, que arranca todos esos recuerdos, y borra el dolor en nuestro valle del olvido, donde deje nuestro amor.