I. Black Butterfly -Capítulo especial-
I. Black Butterfly -Capítulo especial-
Mi héroe, otra vez.
A pesar de que todo en aquel mundo me parecía tan extraño en un inicio, dándome la impresión de que la idea de un lugar como ese era solo una ilusión, la creación extraordinaria pero absurda de un genio, pronto comprendí que todo lo que podía apreciar y el modo de hacerlo dependería exclusivamente de mí y de mi corazón dispuesto a no dejarse vencer.
Las calles que iba reconociendo y los bastos espacios de entrenamiento en aquella tierra hecha para las espadas que me conducirían piso a piso abrió mis ojos a la nueva realidad, cuando finalmente comprendí que no subiría esas escaleras sola, tú estuviste ahí desde el inicio de todo...
A pesar de que por un momento solo buscaba volverme más fuerte, a tu lado comprendí que de nada serviría sino era capaz de compartir esa fuerza con los demás, situación que tú tampoco parecías comprender con idoneidad y aun así fuiste capaz de despertar en mí tales sentimientos, tu corazón brillaba sin que fueras capaz de notarlo, tal vez... sentías lo mismo que yo, a pesar de tanto sufrimiento...
Quería ser para ti todo lo que tú poco a poco fuiste representando para mí al punto que llegué a imaginarme a tu lado como tu compañera más cercana, como la mano que tomarías en las noches en medio de la soledad...
Y ahora al sentir su suave respiración sobre mi frente mientras te abrazo me doy cuenta de que aquel día que tomé el Nerv gear fue la mejor decisión dentro del peor momento, pero sin duda no cambiaría ese episodio de mi vida de ningún modo, porque esos dos años que viví en Aincrad, fueron el inicio de mi verdadera vida, el paraíso que en medio de la tristeza y el dolor me brindó el descubrimiento del significado del valor de la vida humana, del amor profundo hacia una persona y que ser una Vicecomandante era más que un rango.
Cierro los ojos y trato de acompasar mi respiración a la tuya para disfrutar del sueño que te atrapó, mientras yacemos en nuestra cama, la misma que en el mundo real te acompañó en tantas lunas y que ahora compartes conmigo al haberme acogido en tu familia.
El pensamiento me traiciona una vez más y pienso firmemente que lo que hicimos fue lo correcto, amarnos no podía ser un pecado ni lo que ocurrió un castigo; el sentimiento me invadió por completo al pensarlo, estar en este momento contigo y vivir este instante a tu lado es sin duda un sueño hecho realidad, aunque es verdad que no esperaba llevar un bebé en el vientre tan pronto, pero el amor que poseo me inunda... y deseo todo de ti... tenerte para mí es mi mayor sostén.
-Te amo...
Susurré abrazada a tu pecho en medio de la oscuridad de la noche que nos envolvía y aunque no esperaba recibir respuesta en esos momentos de la fría madrugada, mi corazón decidió imaginar una vez más que aquel sentimiento era recíproco y en mi interior sentí tu respuesta, por lo que levanté mi rostro en busca del tuyo, apenas visible por la tenue, en realidad casi ínfima luz que se perfilaba por la ventana y mis pupilas dilatadas para observarte.
La descripción más sencilla que podía hacer en esos momentos era una sola palabra y si llamarte hermoso era lo mínimo... mi corazón se agitaba de pensar que podría despertarte y me encontraras en aquel momento de disfrute personal a tus expensas.
Cuando aún con los ojos cerrados tus labios se movieron suavemente, llamando a los míos a unírseles, era arrolladora la sensación que corría mi cuerpo al ver tus labios separados dispuestos para recibirme, por lo que una vez más me dejé llevar, robándote un beso en la fase de bello durmiente.
Debías estar en verdad cansado para no sentirme estremecer contra ti al realizarlo o quizás no tanto...
No sabía si sentirme avergonzada por recibir tu mirada adormilada en medio de mi beso o completamente reconfortada al sentirte acompañarme por entero nuevamente. Mi interior pareció hacer una mezcla de ambos, porque lo sabías perfectamente, el hecho que tenerte para mí en el momento que lo deseara como la luna de miel por la que pasamos con anterioridad y el hecho de que dejaras atrás tu cita con el descanso por avocarte a mí.
Tu beso me llegó suave y con delicadeza absoluta, cuando lo haces así me da la impresión de que significo más para ti de lo que yo misma creía y me es imposible no derramar lágrimas, las mismas que besas y apaciguas.
Me pregunto si sabías lo sola que me sentía en ese nuevo ambiente... una casa que, aunque conocía bien no era la mía, el distanciamiento con mi madre cuando yo voy a convertirme en una... y como siempre lo único firme en mi vida... tú...
Te pido que por favor me beses más y lo haces sin meditar un segundo. Puedo sentir el sabor de mis propias lágrimas en tus labios y es tan íntimo que deseo ver el rostro del ser maravilloso que hace tanto por mí, pero al mismo tiempo no puedo detener mis ansias por recibir más de tus besos, por lo que quedo a mitad del primer intento por alejarte, colocando mis manos sobre tus mejillas para entonces acariciar tus cabellos suaves y lacios entre mis dedos.
No puedo evitar jadear al sentirte hacer lo mismo, el cansancio del día era evidente en ambos y aún así ahí estábamos los dos en medio de la proximidad tan atrayente que se formaba entre tu sabor y el mío.
-Kirito-kun...
-¿Mm?...
-Gracias... -respondí finalmente entendiendo el sentimiento que desde que buscamos dormir me invadió, no había estado haciendo más que pensar en él y en lo que tenemos ahora... pero era precisamente por eso, porque nuestro presente era un sinfín de transformaciones, quizás para las que yo no estaba preparada, pero él nunca me soltaría. Pude separarlo de mi rostro para verlo, aquel desenfreno por sentir su calor conmigo no era más que la sincera emoción de mi cuerpo por comprobar una vez más que estábamos juntos... en la realidad y vivíamos todo esto juntos...
-Quedé igual, Vicecomandante...
-Baka...
-Dime... -su pronunciación casi en susurro por la solemnidad de la noche me enterneció.
-A veces eres tan bueno que no lo notas, lo que hiciste hoy en la tienda fue muy hermoso... me hizo sentir segura.
-Ah... eso...
Conociéndolo como lo hago, aseguro que al encender la luz hubiera visto aquel semblante colorado por saberse el centro de atención, pero era inevitable, debía hacerle ver que una vez más había sido mi héroe, que ahora sin necesidad de sus espadas había abierto el camino una vez más para mí.
-Era lo menos que podía hacer... es nuestro tesoro oculto de momento... pero no por eso menos importante que cualquiera...
Sus palabras me hacían lagrimear explicándome solamente que la felicidad líquida me desbordaba, por lo que justó su frente a la mía.
Después del accidente o más bien... el incidente en que nos vimos envueltos al ser arrojados de la motocicleta, pasamos poco más de 2 semanas sin poder estar al lado del otro y cuando finalmente nos reunimos, Kirito-kun notó que el embarazo ya era más evidente, por lo menos al tacto, por lo que hablamos que una vez me instalara en su casa, aunque su familia me había brindado alguna indumentaria, dentro de poco necesitaría algo más, algo que asumiera mi nuevo estado.
Fue así que terminamos en una tienda de ropa de maternidad y cosas para bebés. Moría de miedo en verdad... y puede que él de la misma manera, pero era algo que debíamos enfrentar.
Fuimos recibidos por una dependienta que nos preguntó si buscábamos un regalo con lo que me desarmó por completo, las piernas me flaquearon de pensar en tener que explicar que no era eso... cuando Kirito-kun le sonrió y dijo que sí... un regalo para su hijo... y apretó con delicadeza mi mano, indicándome que todo estaba bien, que me era permitido explorar todo aquel nuevo horizonte que se desplegaba frente a nosotros; fui entonces capaz de caminar hacia adentro de aquel mar de emociones en que se sumergió mi corazón al ver todo aquello frente a nosotros.
Caminamos entre cunitas, ositos y bolsos, mismos a los que no me pude resistir, quería verlo todo y le mostré mil cosas a mi amado, el padre de todo ese amor que me inundaba quien me miraba entre nervios pacientes.
Y terminamos solo en eso... viendo... no fuimos capaces de comprar más que una pequeña sonaja, como si todo aquello tan bello pareciera tan irreal, pero el sonido que nos acompañó de vuelta a casa nos hizo poco a poco comprender, que tarde o temprano deberíamos volver.
El juguete yacía apoyado en el respaldo de nuestra cama, como testigo de nuestras palabras, el sueño que teníamos de ser parte de todo aquello, por él... quien viene en camino haciéndose notar, mientras finalmente los dos caímos presas del cansancio del día.
FIN
.
.
.
Wow, que nostalgia, tuve que releerme esta parte de Black para poder colocar detalles específicos de la trama. Me gusta mucho esta parte donde Asuna no puede volver a su casa y es acogida por la familia de Kirito, así que decidí darle un dulcecito al respecto.
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top