Al final se llevaron más tiempo del planeado discutiendo y contando secretos, pero aún tuvieron tiempo de llevar a Ame a caminar por los alrededores.

— Quizás deberíamos volver pronto; — opinó Inui. — parece que va a llover.

— Pero me gusta la lluvia.

— Lo sabemos, pero tu mamá nos va a matar si dejamos que te enfermes. — continuó Koko.

Aún cuando previeron aquella posibilidad, la lluvia los alcanzó antes de que pudieran llegar a la casa de la fémina, y luego tuvieron que evitar que ella se quedara jugando para dejarla en su hogar antes de la hora acordada.

Una vez allí, la reja de enfrente se abrió para dejarla pasar y los tres se despidieron rápidamente.

— Gracias por haber convencido a mamá de dejarme salir; fue divertido.

— No te quiero apresurar, pero me estoy empapando. — se quejó el de cabello azabache.

— Bien, bien, me voy. — caminó un par de pasos adentro, pero se detuvo repentinamente. Ella regresó corriendo hacia donde los dos estaban antes de que cualquiera pregunte alguna cosa, sostuvo una de las manos de Koko, sacó algo de su bolsillo y lo puso con cuidado sobre la palma de su mano. — No la vayas a perder, ¿oíste? — le advirtió justo antes de separar sus manos de las suyas y correr en dirección al interior de su casa, no sin antes despedirse con su mano a la distancia.

Inui miró al contrario observar fijamente su mano, y se acercó a ver lo que tenía ahí.

— ¿Sólo un yen? Es bastante poco para la persona que te lo dio. — bromeó.

— Viniendo de ella... digamos que vale más que el oro. — él sonrió para sí mismo justo antes de meter su mano en su bolsillo y empezar a alejarse, dejando a Inui confundido.

— Es bastante curioso. — el rubio le habló a Koko, quien estaba junto a él mirando hacia la nada mientras se apoyaba en un barandal con los brazos cruzados.

— ¿Qué cosa? — cuestionó, desviando su mirada hacia él.

— La forma en que te has encariñado con Ame.

— Yo no-

— No, no lo niegues. — lo interrumpió. — Es decir, ¿tú, diciendo que una sola moneda vale más que el oro? Y además cuidando su salud, y no pensé que estuvieras tan pendiente del tiempo cuando salimos; la dejamos en su casa exactamente a las ocho.

— Estás pensando demasiado las cosas. — trató de ignorar sus suposiciones apoyando su cabeza en la palma de su mano.

Se quedaron en silencio por unos cuantos segundos, cosa que sucedía a veces cuando se reunían. Él era consciente de que Inui pretendía asegurarse por completo de que pueda superar lo sucedido con Akane, aunque no hablaban mucho sobre el tema. Durante un tiempo, poco después de aquel evento donde la hermana mayor de Seishu falleció, de hecho estuvieron algo distanciados; los dos sufrían a su manera, claro.

Ambos llevaban diferentes tipos de dolor; Seishu acababa de perder a su hermana mayor, a la que — según su propio pensamiento — no apreció lo suficiente cuando la tenía cerca, incluso llegando a parecerle algo molesta. Koko, por otro lado, casi sentía que la vida estaba en su contra; fue casi demasiada coincidencia que Akane haya sufrido eso tan poco después de haber aceptado esperar a que él fuera mayor, y como si fuera poco tampoco pudo cumplir su promesa de protegerla.

Y claro, Inui consideraba que Koko veía a su hermana mayor en lugar de a él, cosa que también le preocupaba, pero no hablaban mucho sobre aquello porque sabían cómo terminaríamos las cosas de haberlo hecho. Quizás con una pelea o algo así; probablemente no se hablarían en un buen tiempo.

Es por eso que al rubio le parecía tan bueno que su amigo se relacione con alguien más, y que se lleve tan bien con ella era mucho mejor. Bueno, no iba a obligarlos a hacerlo, pero ciertamente estaría más tranquilo al saber que está en una relación con alguien lo cuida, y Ame resultó ser una muy buena influencia en su vida.

Además, se le hacía algo ridícula la forma en la que Kokonoi parecía negar cualquier tipo de sentimiento que no fuera de amistad hacia Ame, dado a la actitud que tiene a su alrededor y a las cosas que dice cuando está con ella; cosas que luego él justifica como "un accidente".

Pero lo iba a hacer confesar de algún modo.

— Oye, quiero hacerte una pregunta, pero no pienses que es raro ni nada. — le volvió a hablar después de aquel rato de silencio.

— ¿Qué cosa? — preguntó, sin siquiera dirigir su mirada hacia él.

— ¿Alguna vez has pensado en cómo sería... besar a Ame? Porque yo sí.

— ¡¿Disculpa?! — su atención se desvío completamente hacia él al escuchar eso.

— Ajá, te engañé. — sonrió burlón. — ¿Viste como reaccionaste ante la idea?

— ¿Es en serio? ¿Me mentiste sobre algo como eso?

— ¿Qué tiene? Dijiste que lo estaba pensando demasiado y que exageraba. No me digas que ahora resulta que sí te importa más de lo dijiste... — fingió estar sorprendido.

— No vuelvas a decir algo como eso.

— Técnicamente no contestaste la pregunta, aunque la parte donde dije que yo sí lo había pensado era mentira. ¿Es en serio que, aún con tu actitud cerca de ella, nunca pensaste en Ame como algo más que tu amiga? Es decir, se conocen desde años.

— No seas ridículo; es precisamente porque nos conocemos desde hace años. Somos amigos y... no le sé, ¿por qué necesito una explicación para esto?

— Porque de otra manera parece que lo estás evitando y hace mi teoría más creíble.

— Tu lógica es terrible.

— Pero, ¿cómo puedes seguirlo negando? Literalmente le dijiste "aún no tenemos hijas".

— ¡Fue un error! ¡La gente comete errores! Iba a decir "aún no tengo hijas", pero...

— ¿Pero...? — repitió. — Dime, ¿cuál fue con exactitud la razón de tu error? Nunca te equivocas cuando nosotros hablamos; sólo cuando estamos con ella.

— Mira, si cada vez que nos veamos hablaremos de esto, entonces-

— Bien, calma, no te estoy obligando a nada. — lo tranquilizó. — Sólo quería que si existe la muy pequeña de que tú sientas algo, te des cuenta de ello rápidamente y no entres en un estado de negación o algo así.

— ¡No estoy en un estado de negación! Y... creo que ya tuve suficiente de esto por un día.

— Como quieras, vuelve a tu casa si ya no quieres hablar; ni siquiera tienes que pensar en esto si no quieres.

☂️ De pronto las ideas para esta historia empezaron a brotar de la nada. Hmm... tanto drama que tengo planeado.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.