9: Blue Heart




Finalmente, Baekhyun había recibido los papeles del divorcio. La sonrisa amplia que surcó sus labios en cuanto vio a Tao llegar con los papeles..., no tuvo precio. Estaba en el departamento de Chanyeol preparando la cena cuando recibió el paquete. Estaba tan feliz que no dudó en entrar corriendo a la recámara y al cuarto de baño donde estaba Chanyeol saliendo de ducharse.

—¡Están aquí!

—¡Al fin! Ahora podrás quitarte ese feo anillo que te compró Sehun.

—Estoy tan feliz. ¡Voy a divorciarme de Sehun!

—Espero que nunca tengas que decir eso de mí —mencionó con fingida angustia.

Baekhyun se coloreó, pero entre suaves murmullos, dijo:

—No nos hemos casado.

—Solo espera, terroncito.

—... Ahora, sin embargo, debo encontrar algo que obligue a Sehun a firmar el divorcio.

Park solo asintió levemente, pero bajo un ton sospechoso que llamó la atención de Baekhyun.

—Tú debes saber algo. Él te cuenta muchas cosas.

—Algunas —concordó.

—¿Entonces?

Chanyeol caminó hacia la recámara, secándose el cabello con la toalla y, obviamente, evadiendo el tema. Pero Baekhyun estaba demasiado interesado en aquellos secretos que ocultaba su amante, y era lo suficientemente terco como para no rendirse fácilmente.

—¿Park?

—¿Algo no se quema en la cocina, terroncito?

—La estufa está apagada —señaló—. Ahora, dime.

—Lo que sé de él..., no te gustará.

—¿Por qué? Solo quiero algo que lo ponga contra la pared y me deje en libertad.

El médico largó un suspiro pesado.

Él también deseaba que su pequeño terroncito de azúcar se divorciara cuanto antes, pero no le era fácil confesar las fechorías de su primo, no porque él estuviera involucrado, sino porque involucraban a una persona que Baekhyun conocía muy bien.

Había cosas que el doncel no debería saber, cosas que deberían permanecer en la oscuridad para siempre porque, tal vez, era lo mejor para todos que así fuera.

—Channie.

Sin embargo, Baekhyun sabía muy bien cómo usar sus atributos. Caminando de puntillas hasta donde estaba su amante, y contoneando las caderas tentadoramente, dejó que la suave tela negra de su bata de seda se agitara; y cuando estuvo frente a él, apoyó su rodilla contra el muslo desnudo del médico. Su tibia carne lució encantadora, y Chanyeol solo añoró tocarla, aruñarla y dejar marcas.

Mas esa no fue todo lo que Chanyeol obtuvo. Al alzar la mirada, se encontró con la bata abierta y la delgada camisa de seda por donde los senos del doncel saltaban a la vista. Esos tiernos pezones erguidos se transparentaban.

—Ayúdame.

Y Chanyeol lo hubiese hecho, lo hubiese tumbado en la cama para follarlo. Pero sabía que Baekhyun no se refería a eso y que no le permitiría tocarlo sino hasta obtuviera lo que deseaba.

—Dios..., me tienes en tus manos, terroncito —gimoteó. Pasó sus manos por las piernas medio desnudas del doncel, contaminándose con su candor y su suavidad—. Bien. Te lo diré, pero debes prometerme que no te enfadarás. No le hará bien a nuestro bebé.

—Prometido. —Y solemnemente levantó la mano derecha y juró.

—Sehun tiene un amante.

—Eso ya lo sabía, tú mismo me lo dijiste cuando-

—Se trata de Luhan, tu amigo, Luhan.

Confusión e intriga. Lejos del enojo, Baekhyun estaba asombrado. Luhan, su amigo con quien había estado compartiendo sus más íntimos secretos desde que estaba en la universidad. El mismo chico dulce que era tímido y callado. Ese mismo Luhan que cuando conoció a Sehun dijo: "Luce como un ogro; no te hará feliz". Bueno, una de dos. O a Luhan realmente no le agradó al inicio y en algún punto se flechó del hombre. O se conocían de antes y estaba enfadado con él por empezar a salir con su mejor amigo.

Como fuera, Baekhyun estaba en shock.

—Creo que te congelaste, terroncito. ¿Baekkie?

—... ¿Él te lo dijo?

—Algo así. Digamos que no le quedó remedio más que decírmelo cuando lo encontré con Luhan saliendo de un hotel.

—¿Desde cuándo?

—Hace varios meses. Vine a Corea hace mucho por el cumpleaños de mi madre. Era de noche y yo salía del aeropuerto. Yendo de camino, pasé por una hamburguesa, la comida de los aviones es terrible, y me los encontré justo cerca de donde yo estaba.

—¿Sehun sabe que tú-?

—Sí, ambos me vieron. Los saludé —confesó con una amplia sonrisa socarrona, orgulloso de su fechoría—, y luego me fui. Sehun me llamó en la mañana, supongo que estaba algo preocupado de que yo esparciera su secreto.

—Y no se lo habías dicho a nadie desde entonces —resolvió Baekhyun con una pequeña y retorcida sonrisa en el rostro—, hasta..., mí.

—Así es. Solo porque quiero deshacerme de Sehun tan pronto como sea posible.

Dentro de la cabeza de Baekhyun, un plan enorme y maquiavélico con el cual destruir a Sehun. Chanyeol solo lo miraba, embelesado con la belleza de su amante y de su cuerpo curvilíneo.

—Entonces, ¿merezco un premio?

—Todavía no, Park —mencionó y se alejó para tomar su teléfono.

—¿Por qué no?

—Te daré algo muy bueno, lo prometo.

Chanyeol resopló.

El doncel marcó a Luhan, puso el altavoz y esperó.

—¿Baek?

—Hola, pequeño Lu —saludó alegremente.

—Hola, lamento no haber ido a verte cuando volví de China.

—Está bien, aunque me ofende muchísimo que solo hayas ido a ver a Kyungsoo.

—Es que..., sabes que no me gusta ir a tu casa. Tu esposo es-

—Un perfecto idiota, lo sé. Y precisamente de él quiero hablarte.

—¿De Sehun?

—Estoy harto de él, Lu. No ha parado de exigirme que tengamos un hijo. ¡Con lo que no entiende que es su problema!

—¿Su problema?, ¿de qué hablas?

—Es estéril, querido; su primo, el doctor Park, me lo confirmó.

Chanyeol contuvo una carcajada. Él estaba realmente entretenido escuchando el chismoseo de los donceles, y pensó que podría unirse a Baekhyun en esas largas tardes de café y panecillos para comentar sobre el mundo. No sonaba a un mal plan.

—¿De verdad? Yo creí que él si..., que podía.

—No, y por eso seguramente tú aún no has quedado en cinta —señaló con un tono dulce y suave, hipnotizante.

—Creí que era mi culpa y-¡Baek!

—Así que, mi querido Luhan, ¿tienes algo que confesar?

—Yo, yo..., escucha, no fue mi-

—Tranquilo, Lu. No estoy reclamándote nada, simplemente corroboraba un dato que me soltó un pajarito.

—... ¿No estás enojado porque yo esté con Sehun?

—Francamente, no. Me preocupa más que te hayas fijado en ese idiota, pero ya hablaremos de eso otro día. Ahora, si quieres mi perdón, quiero que me entregues algo.

—... ¿Qué cosa?

—Debes tener alguna foto tuya con Sehun y si es algo íntimo, mucho mejor. —

—¿Por qué?

—Quiero separarme de él, Lu. De hecho, estoy en cinta, de su primo —recalcó con un poco de pena. Chanyeol hinchó el pecho lleno de orgullo y Baekhyun solo pudo rodar los ojos—. Y tú sabes tan bien como yo cómo es Sehun. Cree que el divorcio es una humillación, mucho más si soy yo quien se lo pide.

—Lo sé —suspiró el joven doncel—... En verdad lo lamento, Baek.

—Cariño, no estoy enfadado, solo un poco sorprendido.

—Está bien, haré lo que me pides..., pero..., por favor, que no sepa que he sido yo.

—Jamás, Lu, aunque sería mejor que te alejaras de él. No es un buen hombre.




****




Eras las nueve y cuarenta de la noche de un sábado ajetreado en Osaka. Sehun fue en un viaje relámpago por un embarque fallido y problemas con el gobierno. Y después de tantas horas corriendo entre papeles y reuniones, finalmente tuvo un momento de descanso.

Justo entonces su teléfono sonó. Era Chanyeol pidiendo una videollamada.

Aunque estaba cansado, creyó poder desahogarse. Contestó.

—Hola, Chanyeol, ¿qué haces?

—¡Sehun! —gruñó Park, agitado.

Se veía su rostro moviéndose un poco, un suave sudor perlado cubriéndole la frente y unas suaves manos que rasguñaban sus hombros.

—¿Para qué llamaste? —preguntó directamente, asumiendo que su primo en realidad estaba ocupado.

—Quería darte una noticia. Te encantará.

—¿Sí? —rumió muy poco interesado.

—¡Ah, mmgh! —chilló una voz que llamó la atención de Sehun.

—¿Estás..., follándote a alguien? ¡Qué sinvergüenza!

—¿Quieres verlo? —preguntó sardónicamente.

—¿Qué? No.

Pero fue tarde. Vio negro en la pantalla por unos segundos entes de que apareciera su primo en una toma amplia. Chanyeol estaba sentado al borde de la cama, la suya, de su casa, y tenía a un joven doncel de pechos grandes y blanquecinos, con las aureolas rosadas y erguidas. Ese mismo muchacho que chillaba y llamaba a su amante.

Y Sehun lo reconoció.

Byun Baekhyun.

Su esposo.

—¡Qué demonios!

—Baekhyun es un precioso terroncito que le encanta saltar sobre mi polla —elogió acariciando los pechos gordos del doncel—. ¡Y es la madre de mi hijo! ¿No es maravilloso?

—¡Park Chanyeol!

—Es un chico encantador, alguien que tú jamás lograste apreciar. Lo cual funcionó muy bien a mi favor. Y ahora será mi esposo, en cuanto salga de ti.

—¡Cómo te atreves, tú y esa puta!

—No lo insultes, después de todo, ¿quién engañó a quien primero? Tenemos unas maravillosas fotos de Luhan y tú en ese hotel que frecuentan. A mi abuela seguro le encantará verlas en un periódico siendo la noticia del año.

—¡Chanyeol! —chilló Baekhyun, avergonzado y sobre estimulado, dejándose caer con rudeza sobre la polla de su amante.

—Vas a firmar muy alegre el divorcio, ¿cierto? A menos que quieras que tu empresa se derrumbe por no haber mantenido tu polla en tus pantalones. A ninguno de tus inversores les gustará saber la clase de hombre que eres.

—¡Quién te crees para amenazarme!

Park largó una carcajada ronca, agitada por los estremecimientos que recorrían su cuerpo. dejó un par de besos en el cuello de Baekhyun, mientras sus manos torturaban los lindos pezones ajenos, haciéndolos soltar pequeñas gotas de leche que se escurrían entre sus dedos y sobre la piel tersa de su amante.

—Voy a destruirlos a ambos —juró Sehun.

En ese momento su teléfono sonó varias veces, era el chat en desuso que tenía con Baekhyun.

<<Se ven lindos juntos, aunque mi amigo no conozca el verdadero imbécil que eres>>.

Varias fotos, algunas más comprometedoras que otras, fueron la carta que decoloró el rostro de Sehun.

Luhan y él saliendo del motel; en un auto; un video de ellos follando...

—Es un trabajo admirable el que hacen los detectives privados, ¿no lo crees, querido esposo? —preguntó Baekhyun con honda perversidad—. Y tengo muchas más..., claro que nadie sabrá de ellas a menos que tú me dejes ir.

—Hijo de perra —masculló.

—Aunque tus padres me odian, no creo que, ¡mmgh!, no creo que les haga mucha gracias verte en el ojo del huracán por esto..., menos si tu empresa va a pique.

—Los papeles del divorcio deberían llegar mañana, ¿cierto terroncito? Y por tu bien, no hagas algo estúpido.

La llamada murió ahí.




****




En Corea, Baekhyun chilló de alegría. Chanyeol fue realmente brillante. Haberle restregado su relación en la cara fue muy placentero, aunque su corazón sí temía que algo pudiera salir mal. En fin, ¡no importaba!, no cuando tenía al Doctor Park de su lado.

Dando saltos por la habitación que sacudían sus pechos, no podía dejar de repetir lo feliz que estaba. Chanyeol lo veía desde la cama con una copa de vino en la mano. La sonrisa en su rostro solo era superada por la de su terroncito.

—¡Soy libre!

Park asintió, demasiado hipnotizado por verlo.

—Y seguirás siéndolo, cariño, porque no te he sacado de un matrimonio tormentoso para meterte en otro.

Baekhyun se mordió los labios. Dando pequeños pasos, avanzó hasta la cama donde subió y se sentó sobre el regazo de Chanyeol. No le importó su desnudes o la ajena, no era ni remotamente importante.

—Sé que nuestro matrimonio será mejor..., porque nos queremos, ¿cierto?

—Corrección, terroncito, nos amamos.

Baekhyun recostó su rostro contra el pecho caliente del otro, escuchando ese rítmico golpeteo de su corazón. Con esa armonía se calmó a sí mismo.

—Vamos a estar bien. Eres el único hombre que me ha hecho cometer tantas locuras juntas —soltó con mofa—. Haré mi mejor esfuerzo, terroncito, porque quiero ser el esposo que siempre has deseado, y si no puedo..., lo volveré a intentar con más fuerza..., pero si llegamos a nuestro límite, voy a dejarte ir porque no voy a obligarte a ser nuevamente infeliz.

—Channie..., pero..., aún si tú quieres dejarme ir..., yo no te soltaré a ti —mencionó y causó carcajadas en ambos.

—Puedo con eso. Ahora..., lo que más me preocupa es cómo le diremos a mis padres que voy a casarme con el ex esposo de mi primo.

—No vayas a decirlo con esas palabras o me matarán.

—Tengo que pensar en mi discurso.




****




Dos meses más tarde desde la firma del divorcio, Baekhyun finalmente reunió el valor suficiente para enfrentar a los padres de Chanyeol. Estaba tan asustado.

Contarle a Kibum lo ocurrido fue más sencillo, él estaba en la Campiña cuando le dijo que iba a tener un bebé de su primo y los gritos fueron tolerables. Claro, él se puso muy contento cuando le contó que finalmente había firmado el divorcio.

No creía, sin embargo, que con los señores Park fuera así de sencillo.

Pero ahí estaba, en el salón color café y blanco de la villa a las afueras de Busan, listo para enseñarles su vientre de casi cinco meses.

Chanyeol estaba a su lado, sereno, aunque por dentro sus nervios estuvieran mordiendo sus entrañas.

—¡Chanyeol! —saludó efusivamente su madre, Oh Lissie, una mujer bellísima y adorable. Tras de ella venía el Señor Park, alto y serio, igual que su hijo—. Debías visitarnos más a menudo.

—He estado algo ocupado.

—¿Qué podría tenerte tan alejado de nosotros?

—Planeaba mi matrimonio —soltó de golpe, más por los nervios que por buen juicio.

Y Baekhyun solo pudo pensar: "Este idiota".

—¿Tu qué?

—Mamá, papá, quiero presentarles a Byun Baekhyun, mi prometido. —Le extendió la mano. Baekhyun quiso darle un manotazo, pero tenerlo cerca era lo mejor para menguar sus nervios.

—Oh, tú eres..., tu rostro me es familiar —mencionó la señora al tiempo que recorría al joven doncel con la mirada, de arriba abajo.

—... Yo soy el..., ex esposo de Sehun —murmuró Baekhyun con mucha pena, pero en ningún momento bajó la cabeza.

—¿T-tu prometido es el ex esposo de tu primo?

—Y está en cinta —sonrió Chanyeol—. Vamos a tener una hija.

La Señora Park soltó un jadeo fuerte antes de desmayarse, su esposo la atrapó antes de que se hiciera daño.

—Chanyeol —llamó Baekhyun—, eso no salió bien.

—¡Park Chanyeol, hiciste que tu madre se desmayara!

—Park, ve y atiende a tu mamá —empujó Baekhyun.

—¿Por qué yo?

—Porque tú eres el médico.

—Oh, sí.


FIN


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Hola, bienvenidos a una nueva Miausi-transmisión!

Seré franca y diré que la historia iba a ser un threeshot bien porno, pero luego a mi cerebro atrofiado se le ocurrió extenderla y meter un pequeño conflicto. Igual hubo mucho smut!

Quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes que le dieron una oportunidad a la historia, a las personas que la han apoyado con una estrellita, a aquellas que han comentado en cada párrafo, y al lector fantasma (yo soy una) que le da vida a este mundo. 

Su apoyo me hace mucho bien y, de verdad (aunque repetitivo) no tengo cómo darles gracias. 


Nos veremos pronto, espero, con una nueva historia llamada SIN SALIDA, aquí la portada como adelanto jjj Creo que la publicaré, si no es mañana viernes, la siguiente semana. Tengo algo escrito, pero no sé cuánto pueda avanzar por el trabajo.

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