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La lluvia caía en grandes cantidades por todo Seúl. Según habían dicho en las noticias la tormenta empezaría en la tarde y posiblemente durara toda la noche. Aquello no era nada bueno para el pequeño peli rosa que se encontraba en la entrada de la universidad.

No había cogido el paraguas en la mañana aún cuando su madre se lo había dicho. Pero estaba muy apurado y no quería llegar tarde.

Ahora no podía irse a casa y si empeoraba el tiempo tendría que quedarse en la universidad hasta el día siguiente. (Y eso no era nada agradable").

El frío azotó su piel descuidada y un escalofrío le recorrió, tampoco había tomado su abrigo hoy cuando siempre lo llevaba con él.

Cada vez se reprimía más no haber escuchado lo que mamá dijo. Simple, su mamá siempre tenía razón en todo, era tan sabia y perfecta. Siempre había deseado ser alguien como ella.

Park Rose era una mujer hermosa, con un cabello rojo que caía por toda su espalda y ojos con una extraña mezcla entre café y verde.  Era amable y considerada con todos, y lo mimó durante toda su vida. Aún con treinta y nueve años se conservaba en plenitud, como si los años no pasaran por ella. Siempre se preguntaba como hacía para verse así.

Jimin se matuvo tanto tiempo concentrado en sus pensamientos que no notó la presencia de una persona a su lado sino hasta que el otro suspiró hondo para tomar aire.

Giró su cabeza hacia arriba, encontrándose con una cabellera castaña totalmente mojada.

Observó más abajo y se topó con un chico, y Jimin puede jurar que nunca lo había visto en sus veinte años de edad, pero era... hermoso. Estaba empapado y respiraba con dificultad, como si hubiese corrido una maratón.

Llevaba una camisa que se pegaba a su cuerpo, dejando ver de más su piel al ser blanca, sin embargo no estaba usando su uniforme, cosa que le extrañó, ya que no estaba permitido estar sin él a menos que fuese en horarios de deportes.

Sus pantalones negros se pegaban a sus bien definidas piernas y marcaban cada uno de sus músculos. Y era tan alto que Jimin se vió a si mismo como un pollito a su lado.

ㅡ¿Ya te cansaste de mirarme? ㅡEscuchar su voz le hizo mirar hacia su rostro, avergonzándose totalmente al instante.

Se había quedado encantado, observándolo  de pies a cabeza descaradamente por minutos. La vergüenza surcaba en su rostro tras darse cuenta de que el chico lo notó.

ㅡL-Lo siento, no era mi intención, no vayas a creer que soy un acosador, o algo así... ㅡSus palabras salían trastabilladas. Sus mejillas se tornaron rosa al momento.

Quería morirse de la vergüenza justo ahora. Seguro parecía un pervertido mirando todo su cuerpo, rayos ¿Por qué le tenía que suceder todo lo malo en el mismo día?

En la mañana chocó con un chico y casi lo tumba al suelo, todo lo que hizo fue disculparse rápido y salir corriendo de nuevo sin siquiera observarlo, no quería llegar tarde a la clase de Química por el examen.

Luego casi derrama su bebida en una chica a la hora de almuerzo. Olvida su paraguas, su abrigo ¿Y ahora esto? De verdad que era un imán para la mala suerte, como le decía su mejor amigo Taemin.

ㅡ¿Hey chico, me estás escuchando? ㅡDe nuevo se había quedado en sus pensamientos "¡Ahh! Tierra, trágame". ㅡToma ㅡextendió su mano hacia él y le brindó el paraguas que llevaba en ella.

Jimin se quedó observándolo como si le estuvieran regalando una figura de Levi Ackerman.

¿Acaso el chico lindo le estaba dando el paraguas para que no se mojara? "Y si no es para eso para que va a ser Jimin" se recriminó en su mente. Extendió la mano hacia él y lo tomó automáticamente como si fuese un robot.

ㅡBien ya está ㅡ,farfulló el alto ㅡno pienses que es por algún interés o algo así, h-hoy es un buen día y quiero mojarme ㅡcarraspeó su garganta y caminó hacia fuera, debajo de la lluvia que poco a poco comenzaba a caer con más fuerza sin intención de parar, con cada minuto el cielo se oscurecía más.

Jimin observó como el chico salía apresurado. El agua lo empapó apenas atravesó la puerta y el peli rosa reaccionó llamándolo para que regresara. ¿Como podía irse así? ¿Por qué le había dado el paraguas si sabía que se mojaría? Su mente formuló millones de preguntas en un segundo.

¿Por qué era tan bonito? ¿Cómo es que nunca lo había visto? Siguió cuestionándose hasta que el chico "guapo y misterioso" ¡Espera! ¿Desde cuándo pensaba eso?

Posiblemente desde que había observado lo hermoso que era apenas levantó la vista y sus ojos lo encontraron, o cómo se marcaba su cuerpo por debajo de la ropa. ¡Se estaba volviendo loco! ¿Por qué seguía aún sosteniendo el paraguas sin moverse?

Suspiró cansado, apartando los pensamientos para comenzar a caminar. Debía llegar a casa antes de que fuera de noche. Su madre era muy buena pero también muy estricta.

Tanto que a sus veinte años Jimin solo había salido a dos fiestas y porque eran de sus mejores amigos. Primero el cumpleaños de Taemin y Hoseok luego. Pero bueno, que eso no venía al caso ahora.

Caminó por las calles sintiendo las gotas caer encima de él y rebotar. Todo gracias a que ese chico le había dado su paraguas. Se alegraba por eso, aunque ahora le preocupaba que pudiera enfermar por su culpa.

ㅡ¡Ah! ㅡSuspiró por enésima vez en el camino y miró hacia arriba para ver como caía la lluvia. Era tan irreal, tan hermoso, podría pasar así todo el día así, al igual que observando las estrellas. Tan etéreo lo que podía brindar la naturaleza.

El relajante sonido lo adormecía, más aún ya que no pudo dormir casi nada la noche anterior por estudiar para el maldito exámen de Química.

Pero al final había valido la pena. Salió súper fácil y estaba seguro que había alcanzado todos los puntos, o al menos la mayoría.

Al llegar a su casa su madre estaba en la puerta esperándolo tal como imaginó. No pudo evitar sonreír cuando entró y ella lo abrazó diciéndole lo preocupada que estaba y reclamándole, "obvio el sabía que pasaría también", el por qué no había llevado su paraguas.

Jimin sólo se limitó a decirle que no volvería a pasar, le contó que un chico le había prestado el suyo y ella dijo que debía ser una hermosa persona al preferir mojarse para evitar que fuera él quien se mojara, más aún si no se conocían.

El pelirosa guardó eso en su mente y subió a su habitación. Se duchó rápido y bajó a cenar. Luego volvió a su cuarto y se acostó a leer mientras reposaba su comida.

Estuvo así media hora o más, hasta que el sueño pudo más que él y cayó profundamente dormido, con cierto chico de cabello castaño en su mente.

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Holi Holi✨💙
De nuevo empezando aquí. Mi primera historia vuelve al principio.

Espero que les agrade a las personitas nuevas ♡
Es muy Cute y todo romance, pequeña como yo, tan solo seis capítulos.

Besitos😽
Con muchísimo amor<33

Lele💙✨