Capítulo Dos⍣🐰

ㅡ¿Será verdad eso de que cuando miras mucho a una persona, esta lo puede sentir? Porque si es así ese pobre chico pensará que tiene el espíritu de un muerto con él.

ㅡ¡Que hablas Taemin!ㅡ Exclamó alterado el peli rosa ㅡ, yo no estoy mirando a nadie. ¿Qué, ahora no puedo solo observar la naturaleza?

ㅡSi por la naturaleza te refieres al chico súper guapo de uno setenta y ocho, de cabello castaño que cae por su rostro como personaje de anime, con brazos tatuados y cara de modelo, que llevas vigilando desde hace una semana, con la excusa de que debes entregarle un supuesto paraguas que te prestó y que nunca traes contigo. Entonces... sí claro, seguro que observas la naturaleza.

ㅡ¡Cállate!, yo no te digo nada cuando te quedas observando a Minho y babeando por élㅡlo miró con los ojos entrecerrados e instaló un puchero en sus labios " súper tierno para su amigo", en señal de protesta. ㅡAdemás, ¡no lo mires que es mi chico!

ㅡSi supieras lo adorable que te ves no harías eso ㅡrió estrepitosamente llamando la atención de casi todos en la cafetería. ㅡAdemás, ¿Cómo que tu chico? ㅡJimin se puso rojo. ㅡY... mi historia con Minho es de hace muchos años ㅡcontinuó burlándose de Jimin, hasta que, cierto peli morado entró por la puerta y su risa se esfumó por completo. Ahora era momento de Jimin reír.

ㅡJa ja ja, que pasa Taeminie ¿Ya no te da tanta risa? ¿Eh? ㅡDijo, en tono burlón y con una ceja levantada. Su amigo casi mete la cabeza en la bandeja de la comida.

Al final llevaban más de media hora en la cafetería y no habían probado un bocado. Uno porque no paraba de suspirar por cierto castaño de brazos tatuados y el otro porque estaba demasiado entretenido burlándose de él.

ㅡSabes qué, mejor vamos a terminar la comida en el parque, o que sé yoㅡ. Exclamó el rubio levantándose.

ㅡDirás comenzarla, ¿no?. Ni siquiera hemos probado un bocadoㅡ. Ambos rieron y salieron del comedor. Aún así Jimin no pudo evitar volver su mirada al chico que se encontraba riendo con sus "amigos" suponía él.

ㅡAh, esto no puede ser enserioㅡ. Taemin lo tomó del brazo y lo llevó a rastras fuera del comedor. Tendría que hacer algo, porque si no Park nunca se acercaría a ese chico y de verás que se estaba cansando. A este punto Jimin parecía un acosador.

Había estado "observando al chico,
del cual ya se sabía nombre y apellidos por cierto". También que estaba en segundo año de arquitectura y qué había llegado nuevo hace una semana exacta. Justo el día que lo conoció, por lo visto.

Y para la mala suerte de Taemin desde el día siguiente que llegó a la universidad, su amigo le había hecho corretear casi todo el lugar buscando al chico. Como si no fuese suficiente también tenía que acompañarlo a todas partes cada vez que quisiera "observarlo" según Jimin.

Entonces, solo quedaba una solución. Hablar con Hoseok y entre ellos ver como arreglaban que esos dos se conocieran, o si no tendría que quedar esclavizado toda la vida. Persiguiendo a ese chico junto a Jimin.

Así no tendría tiempo para vigilar a Minho, y eso no podía permitirlo.


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Odiaba mudarse, ya era la tercera vez que cambiaban de ciudad. Todo porque no podían ser feliz en ningún lugar.

Su madre se había enamorado del hombre equivocado. Pretendía ser una buena persona como muchos, pero en realidad era un hijo de puta que le gustaba maltratar a las mujeres, y Jeon Jungkook no iba a permitir eso.

El primer día que intentó tocar a su madre él le había dado un puñetazo que había dejado al hombre inconsciente, y de no ser porque su madre no lo permitió lo hubiese arrastrado fuera de la casa, o sacado a patadas.

Jungkook no era agresivo. Todo lo contrario, era la persona más dulce del mundo aunque por su apariencia se veía como uno de esos chicos malos de películas. Tenía sus brazos tatuados, cabello castaño oscuro, metro setenta y ocho de estatura y piercings en sus labios y ceja.

Había llegado ese día a Seúl y su madre lo inscribió en la universidad que más cerca quedaba de la nueva casa. Pensó que no podría seguir su carrera, porque iba a mitad de primer año cuando decidieron mudarse, pero lo habían aceptado gracias a sus buenas notas y participación en diferentes eventos de importancia. Además, la anterior directora de la universidad lo había recomendado grandemente al ser amiga de su madre.

Tal vez sería bueno estar ahí ,quizás esta vez si podrían ser felices, al fin. Sólo eran ellos dos después de todo. Él y su madre, ya que su padre había fallecido en un accidente de auto hace cinco años.

Ese mismo día había conocido a dos chicos un poco raros y altaneros pero estos lo habían agarrado de la camisa y se lo habían llevado casi arrastrado diciéndole que a partir de ese momento eran sus mejores amigos, Minho y Namjoon.

Jungkook pensaba que eran algo extraños pero aún así se comportaron muy bien con él y sobre todo, eran muy graciosos.

Al parecer Minho, el de cabello morado, gustaba de un chico. Cosa que a Jeon no le disgustaba en nada, él no tenía perjuicios de ninguna manera.

Su madre le había enseñado que todas las personas eran iguales y que amor es amor no importa raza, color o género. Había crecido con ese tipo de buenas enseñanzas.

Namjoon, vivía riéndose del otro y decía que estaba enamorado de ese chico desde la secundaria pero no se había atrevido a decirle porque tenía miedo de que lo rechazaran. Cuando al parecer, según Nam, el otro chico también gustaba de él, pero era tan o más tímido que el peli morado.

Namjoon le había mostrado todo el colegio. Minho no había podido porque se había topado con su enamorado y entró en pánico, tanto que salió huyendo con la excusa de que debía hacer la tarea. Cuando Nam le había comentado que él ni siquiera copiaba clases.

Le pareció muy gracioso verlo salir como alma que lleva el diablo a toda prisa de la cafetería. Miró hacia donde estaba su "enamorado" y pudo observar a un chico de cabello rubio riendo con otro que, al verlo, reconoció esa cabellera rosa que había chocado con él en la mañana cuando iba llegando.

Casi lo había tumbado al suelo y sólo se había disculpado saliendo a toda prisa. De veras que ahí todos eran un poco raros.

Dieron vueltas por todos lugares hasta que sonó el timbre y entraron a sus salones de clases.

Otra cosa que Jungkook odiaba era que todos hablaran de él. Siempre que llegaba a un lugar empezaban a susurrar como si fuese tonto, sordo o algo así, y no pudiera notarlo.

Se había llevado muchas miradas indiscretas de las chicas y algún chico también, pero las había ignorado y se había sentado al final de aula.

Su compañero de asiento era un chico llamado Yoongi, tan blanco como la nieve. Parecía un gato con esos ojos verdes y su cabello de un color menta muy parecido.

Pero fue agradable, se presentó y hablaron por un rato hasta que llegó el profesor y se concentraron en las clases.

Eran las tres de la tarde al fin, ya se acababan las clases pero habían informado en las noticias que llegaría una tormenta. Jungkook se había apresurado a irse y al terminar la clase de educación física no se había molestado en cambiarse por tal de no mojarse.

Justo cuando iba de salida había empezado a llover. Maldijo entre dientes, ahora como se iría, no traía consigo nada para taparse.

Como caído del cielo, Yoongi llegó por detrás de él y le brindó un paraguas.

ㅡTómalo, mañana me lo devuelves.

ㅡPero, ¿Y tú? Te vas a mojarㅡ. Jungkook intentó devolvérselo pero este negó.

ㅡTranquilo, mi novio me lleva en su auto a casa así que no hay problema.

ㅡOh, gracias entonces, mañana te lo doy.

ㅡSí, no hay problema. Deberías irte ahora, dicen que la tormenta durará toda la noche. Si no te apresuras tal vez no puedas irte luego.

Jungkook agradeció de nuevo y salió a pasos rápidos de allí. Odiaba la lluvia, más odiaba mojarse. Llegó a la salida del colegio y cuando pretendía marcharse una pequeña figura de cabellera rosa llamó su atención.

Era el chico que lo había "casi tumbado" en la mañana. Estaba parado sin intenciones de irse. ¿Acaso pensaba quedarse ahí o estaría esperando a alguien? La curiosidad lo inundó.

Luego de observarlo bien, cayó en cuenta de que no tenía nada con que protegerse del agua y al parecer tampoco esperaba a alguien, porque no había nadie más que ellos en la universidad para esa hora.

Caminó hasta su lado para preguntarle que hacía allí aún pero el chico estaba como embobado. Había tenido que carraspear su garganta para que se diera cuenta de su presencia.

Sin embargo él giró su cabeza y lo estudió como si estuviera haciéndole un escáner. Jungkook le extendió su paraguas y el otro lo tomó sin dirigirle la palabra siquiera

Luego sólo le dijo que quería mojarse ese día para salir algo parecido a Minho en la mañana. "Eso había sido muy cursi y algo ridículo también". Escuchó la voz del chico cuando caminaba bajo la lluvia pero siguió caminando.

¡Que vergüenza! ¿Porqué había hecho eso? Ahora lo más posible era que pescara un resfriado. Cosa que gracias a dios no pasó. Pero si recibió una buena reprimienda de su madre.

Al día siguiente se había disculpado con Yoongi por lo del paraguas y le había contado lo que pasó. El peli menta sólo pudo reír añadiendo que eso había sido muy lindo de su parte. Jungkook cambió de color al instante y negó ignorando por completo como el más bajo se burlaba de él.

La semana transcurrió tranquila, pero el peli castaño se sentía muy observado, como si le estuvieran vigilando todo el tiempo. Juraba que alguien lo seguía a todas partes y era muy incómodo, incluso llegó a sentirse asustado un poco.

Los chicos se burlaron más de él diciendo que tenía un espíritu siguiéndolo. Pero Jungkook sabía que no estaba loco, cada vez que se sentía así buscaba en todas direcciones pero no veía a nadie.

Ahora estaba nervioso. Minho llegó por detrás y le pegó un susto de muerte. Jungkook sentía que podía pegarle pero tuvo que reír porque, de veras que estaba exagerando las cosas.

O tal vez no.

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Eran las tres de la tarde cuando Jungkook se encontraba camino a su casa y ya estaba alterado. Estaba seguro de que le seguían, pero cada vez que miraba no había nadie.

Estaba exasperado, podía sentir su presencia hoy más que nunca, como si estuviese pegado a él.

Cosa que comprobó cuando se giró abruptamente y un peli rosa algo torpe calló al suelo desde una esquina.

Jungkook se quedó observándolo fijo por unos segundos sin saber qué hacer exactamente. Era el chico torpe del primer día y al que le había prestado el paraguas de Yoongi.

El cuál por cierto nunca había sido devuelto ya que no se había encontrado nuevamente con el pequeño peli rosa.

ㅡ¡Hey tú! ㅡEl castaño exclamó, casi al borde de la histeria. Así que era él quien lo seguía.

ㅡY-yo ㅡJimin observó a todas partes haciéndose el desentendido ㅡ¿Me hablas a mí?

ㅡ¡Claro que te hablo a tí ,ves a alguien más aquí!ㅡ No quería asustarlo, pero ni él mismo sabía como reaccionar.

Era el pequeño bonito de grandes labios quien lo había perseguido toda la semana.

Jimin casi se atraganta con su propia saliva en ese instante. ¡Ay dios, mataría al maldito de Taemin por arrojarlo así a la calle y salir corriendo! De eso estaba más que seguro.

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Segundo capítulo listo.
Ahora que recuerdo la primera vez que publiqué esto, me da inmensas ganas de llorar. Ya no quedan los comentarios ni nada y eso es muy frustrante😞

De todas maneras, espero vuelva a haber personas a quienes le guste.

Besitos😽
Con muchísimo amor<33

Lele✨💙

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