057
-Señor, ¿el sofá lo dejamos por acá?
Seokjin miró a dos de los trabajadores que habían contratado y asintió.
-Si, justo frente a esa pared, gracias.
Ellos movieron el pesado sofá al lugar requerido, habían más personas de las que podía contar y es que llevaban dos días en el ajetreo de la renovación de muebles pero ya estaba casi todo en su lugar.
Seokjin se movió a la cocina, era tan espaciosa y así lo habían diseñado ambos cuando la casa no era más que un plano sin color. Querían un lugar grande para la familia, para cuando todos pudieran reunirse. Y era enorme, con una amplia zona para cocinar, encimeras de pared a pared y una barra en el medio que servía como bar. Todo idea de su esposo.
-¡Oh dios, te juro que no lo paseo más!
-¿Todavía no dan resultado las clases?
Jimin negó frustrado mientras entraba por la puerta trasera y se acercó a él para abrazarlo, su cabello olía a playa y Seokjin dejó un beso en la frente de su esposo oliendolo de paso.
-Sudé como nunca, te juro que si no aprende que soy su amo esto no va a resultar.
Seokjin lo abrazó por completo sonriendo -le estamos pagando a ese tipo para que lo entrene, llevará su tiempo.
-Lo sé -Jimin se acurrucó en su pecho -¿cómo va todo por aquí?
-Bien, trajeron el sofá, el librero y tu escritorio nuevo.
-Por fin.
-Si, ya después quedará poner todo en su lugar, solo faltarían las alfombras del pasillo y las de las habitaciones.
-Va tomando forma nuestro hogar.
-Si -Jin besó una vez más la frente de su esposo -aunque solo es renovación, ya era nuestro hogar desde antes.
Jimin alzó su cabeza, sus ojos se encontraron -¿Crees que nos va a ir bien con los papeles que presentamos?
La pregunta no lo tomó por sorpresa, Jimin pasaba horas y horas preocupado. -Espero que sí, entregamos todo lo que pidieron.
-Estoy nervioso -Jimin mordió su labio inferior -la casa es grande pero no sé, quizás es muy ostentosa. ¿Que crees tú?
Seokjin vio la preocupación en esos ojos que amaba y besó su pequeña nariz. -Somos aptos, bebé. La casa está bien, nosotros estamos bien, ¿quien podría darle un mejor pasar a Jiseok?
-¿Su familia biológica? -Jimin suspiró.
-Si lo hubiesen querido hacer él no estaría en un hogar de menores.
-Lo sé, lo sé... Estoy nervioso... He escuchado de buenas familias que les han negado la adopción por pequeñeces.
-Tenemos todo en norma y si no resulta seguiremos buscando la manera, ¿si?
Jimin se enterró en su cuello y Seokjin lo abrazó más fuerte. Llevaban meses en la lucha de la adopción y si bien tenían casi asegurado que se convertirían en padres de Jiseok, la última palabra no la tenían ellos.
La situación económica era la ideal, ambos tenían buenos y estables trabajos, una red de apoyo familiar y lo más importante; mucho amor para entregar. Podían darle la mejor vida a Jiseok, la vida que el niño merecía y estaban a tiempo para hacerlo. Pero los trámites se habían hecho más largos al pasar los meses y Seokjin estaba pensando seriamente que había algo que no le habían contado. Algo que estaba haciendo que las cosas fueran más lentas.
-Papá me llamó cuando estabas fuera. -Seokjin dejó ir a su esposo.
-Cierto, tenemos que ir por su regalo, ¿mañana la cena es a las nueve?
-Si -Seokjin miró la espalda de su esposo, sus ojos bajando por todo su cuerpo. Se acercó a él y lo abrazó por la cintura mientras Jimin comenzaba a prepararse un café -no nos acurrucamos lo suficiente, hay que elegir un horario diferente para pasear a Thor.
Jimin se rio bajito mientras se acomodaba en sus brazos -a esa hora hay menos personas en la playa, así no paso tanta vergüenza mientras corro detrás de él.
Seokjin deslizó sus manos por la cintura de su esposo y sus labios encontraron su cuello, comenzó a besarlo en ese lugar. Alzó un poco su camiseta y se deleitó como siempre con la suavidad bajo esa costosa tela.
-¿Señor Kim?
Seokjin soltó a su esposo justo a tiempo cuando uno de los trabajadores entraba a la cocina. Caminó hasta él y firmó los varios papeles que el hombre tenía en sus manos. Se despidió del trabajador y se giró para mirar a su esposo y la burla en sus preciosos labios.
-¿Algo que decir doctor Park?
-No -Jimin sacó una taza adicional -¿café?
Jin miró los tazones que tenían las iniciales de ambos, el recuerdo de aquel regalo que atesoraban le hizo sonreír.
-¿Hablaste con Hobi hoy?
-No -Jimin deslizó el tazón por la encimera y lo miró curioso -¿pasó algo?
-No lo sé, Jungkook me envió una imagen -Seokjin sacó su teléfono del bolsillo y buscó la fotografía que su hermano le había enviado en la mañana. Le pasó el celular a su esposo y se echó a reír cuando Jimin lo miró con sus ojos grandes.
-¡Le va a pedir matrimonio!
-Esta noche, alquiló una habitación en ese hotel que está en el centro, ese de donde se ve toda la ciudad.
-Oh dios, es romántico como tú -Jimin tenía sus ojos brillantes mientras veía de nuevo la imagen de dos anillos plateados. -A Hobi le encanta la lluvia, espero que esté lloviendo allá.
-Es Rain, por supuesto que va a estar lloviendo.
Jimin tomó un sorbo de su café y asintió pensativo -es rara la vida, nunca pensé que Hobi iba a tener una relación como la que tiene con Jungkook, siempre fue esquivo con los compromisos y no se tomaba muy en serio a las personas. Estaba esperando por Jungkook ya sabes, eso de que cuando llega la persona indicada todo cambia.
Seokjin tuvo que estar de acuerdo con eso, su hermano había encontrado a su persona en Hoseok y ni en un millón de años él hubiese pensado que finalmente Jungkook se asentaría con un hombre.
-Solo falta Ryujin, pero no creo que eso ocurra.
-Oh, tendrás que esperar sentado, amor. Ryu no quiere una familia, creo que está cómoda con la vida que lleva.
Seokjin suspiró -no lo sé, me preocupa que duerma tan poco, que pase de evento en evento y ya sabes, todo el tipo de cosas que pasan en esas fiestas.
-Ya es una mujer grande, Seokjin.
-Sigue siendo mi hermanita.
Jimin se acercó luego de dejar su tazón y lo abrazó por la cintura -la asfixias, cariño. Tus preocupaciones son válidas pero es una mujer grande, tiene su profesión y la vida que eligió.
-Lo sé, solo que no quiero que se pierda.
-No lo hará.
-¿Cómo puedes estar tan seguro? -Jin abrazó a su esposo mientras lo miraba a los ojos.
-Es una chica inteligente y tiene nuestro apoyo, ama a su familia y viene religiosamente cada domingo a almorzar con nosotros.
-Pasada a alcohol y con las ojeras hasta las rodillas.
Jimin se rio y golpeó suavemente su pecho -pero viene y eso es lo que importa.
-Está bien -Seokjin rodó sus ojos -quiero que almorcemos en el centro.
-Me parece perfecto -Jimin le robó un beso rápido -tengo que ducharme.
-Que coincidencia, yo también.
Seokjin lo tomó de las mejillas y lo besó metiendo su lengua en esa boca que tan bien conocía. Cerró sus ojos para disfrutar del contacto y sonrió en el beso cuando Jimin dejó escapar un gemido. Sus labios lo soltaron y bajaron por su cuello mientras sus cuerpos de apretaban el uno con el otro.
-¿Quieres inaugurar la cocina?
-Pensé que ya lo habíamos hecho el otro día cuando me chuparte la polla justo donde estamos parados.
-Esa fue solo una iniciación.
Seokjin mordió la piel de su cuello y se deleitó con los sonidos que salían de la boca de su esposo. Habían pasado tres años desde su matrimonio y Seokjin todavía sentía la imperiosa necesidad de tenerlo el mayor tiempo posible. De besarlo hasta el cansancio y tener tanto sexo como pudieran.
Un ruido en la ventana les hizo separarse, miraron hacia ella y sonrieron al ver a su enorme cachorro parado allí con su lengua afuera.
-Es un bobo -Seokjin caminó hasta la ventana -¿se habrá tomado toda su agua?
Jimin también se acercó -puede ser, corrió por toda la playa, te juro que no sé de dónde saca tanta energía.
-Es joven.
-Lo sé, pero no se cansa... Mañana te va a tocar a ti sacarlo.
Jin asintió mirando ahora al cachorro que estaba corriendo detrás de su pelota rosada. -Vamos juntos.
-Mhm, puede ser.
Seokjin le dio un beso en la mejilla y salió por la puerta trasera mientras Jimin se dirigía al piso superior para tomar una ducha rápida.
Thor llegó corriendo a penas lo vio y Seokjin alcanzó a poner sus manos al frente antes de que el perro prácticamente lo atropellara.
-¡Quieto! -El cachorro pastor alemán se sentó de inmediato ante el comando y Seokjin lo miró con su ceño fruncido. -Tienes que tener tu mejor comportamiento para que podamos en un futuro cercano salir a comer los tres juntos, ¿a qué no sería un buen momento? -Seokjin se arrodilló frente a él y le hizo cariño en su cabeza.
Amaba a su perro, habían decidido tener uno después de una larga discusión y hacer una lista de las cosas beneficiosas de tener una mascota en casa. Y no tuvo que convencer a Jimin, su esposo quería adoptar tanto como él. Thor había sido un regalo de su papá pero ambos querían adoptar a un perrito sin hogar en el futuro.
-Bien -Seokjin se incorporó sobre el césped mientras Thor lo miraba con sus orejas alzadas -voy a salir con tu papi pero vendremos pronto, ¿si? Cuando eso ocurra vas a poder entrar a la casa y mear por toda la alfombra vieja.
Thor meneó su cola enérgicamente y Seokjin acarició su cabeza nuevamente, miró hacia la mini mansión del cachorro y se dirigió hasta allí. Luego de revisar que tuviera su agua limpia, sus juguetes y comida volvió a la casa. Subió la escalera y caminó por el corredor hasta meterse en la habitación que compartía con Jimin.
El ruido de la ducha en el baño privado le hizo morder su labio inferior. Se quitó su camiseta y luego su pantalón para finalizar con su ropa interior y calcetines. Cuando abrió la puerta del baño estaba duro y necesitando de la atención de su esposo. Jimin estaba bajo el rocío de agua y Seokjin agradecía todos los días el haber comprado la ducha más grande y que tenía solo una pequeña franja de vinilo que tapaba lo justo y necesario por lo que podía ver el maravilloso cuerpo de Jimin.
Caminó hasta la enorme ducha y abrió la puerta corrediza. Jimin se giró para mirarlo y Seokjin lo atrapó contra los azulejos para luego besarlo. Sus manos descendieron por su cuerpo acercándolo aún más.
-Mhm.
Jimin echó su cabeza para atrás mientras Seokjin se hacía cargo de su erección bombeandolo sin detenerse y aumentando la velocidad a medida que su esposo reaccionaba a sus movimientos. Con su mano libre tomó su cadera y lo giró, no soltó su polla mientras se frotaba contra su culo.
-¿Tienes hambre?
Jimin gimió fuerte, su cabeza aplastada contra los azulejos mientras tiraba de su cuerpo hacia atrás para encontrarse con los empujes de Seokjin.
-Si -susurró cerrando sus ojos.
Seokjin mojó dos de sus dedos y los dirigió a la apretada entrada de su esposo. Masajeó con la punta de estos y sonrió cuando no encontró mayor resistencia.
-Todavía estás abierto y flojo para mí.
A Jimin parecía faltarle el aire mientras lo follaba con sus dedos sin soltar su pene duro y húmedo.
-Cama -dijo Jimin mientras el agua cesaba.
-Vamos a dejar todo mojado.
-No importa -Jimin bajó su cabeza, su respiración más rápida porque Seokjin no había dejado de abrirlo jugando de paso con su próstata en cada empuje de sus dedos.
-Te va a importar en unas horas, pasaste semanas esperando por esas sábanas. No creo que las quieras destruir.
-Maldita sea -Jimin cerró sus ojos -tienes razón, ¿por qué me conoces tanto?
Seokjin quitó ambas manos de su esposo y lo giró nuevamente para que pudieran mirarse a la cara. Pequeñas gotas de agua adornaban su hermoso rostro, varias de ellas alojadas en sus pestañas dándole una vista perfecta.
-Eres hermoso.
Jimin parpadeó hacia él como si fuera la primera vez que le decían algo así y luego sonrió. Esa sonrisa que generaba estragos dentro de Seokjin.
Lo subió sobre sus caderas, no era lo ideal, el lugar podía ser un poco inseguro para ciertas posturas pero ya lo habían hecho de esa manera un par de veces a través de los años. Jimin no era un tipo liviano, era delgado pero aún así tenía que hacer un pequeño esfuerzo para poder embestirlo en esa posición.
Su polla no tuvo reales problemas para entrar y cuando lo hizo ambos gimieron. Las piernas de su esposo lo abrazaban tan bien que manipularlo se hizo más fácil que otras veces, sus manos ancladas en los glúteos de Jimin mientras buscaba el mejor ángulo para hacerlo gritar.
Jimin echo su cabeza para atrás mientras mordía su labio, su cuello a su disposición pero Seokjin se contuvo, a cambio, lo miró mientras entraba y salía de ese caliente túnel que lo estaba llevando al borde de un exquisito orgasmo.
Su esposo se veía irreal mientras mantenía su boca abierta emitiendo sonidos de placer que salían de él y Seokjin hizo un real esfuerzo para soportar su peso mientras lo follaba tan duro y rápido como sabía que le gustaba.
-Más -balbuceó Jimin atontado.
Seokjin apretó su mandíbula y no se detuvo en ningún momento mientras su esposo se deshacía entre gemidos y lamentos.
Cuando su orgasmo quemó su interior Seokjin lo besó sin dejar de embestirlo. Sus piernas dolían por la posición y su respiración se hizo difícil de mantener pero valió cada segundo mientras veía a Jimin agotado después de venirse entre sus cuerpos.
Lo bajó despacio y volvió a encender la ducha en el panel de control. El agua tibia fue bien recibida mientras tomaba una de las esponjas y lavaba el cuerpo ajeno.
-Deberíamos tomar una siesta.
-No tengo sueño.
-Yo sí -Jimin bostezó -nos acurrucamos un momento y después vamos a almorzar, ¿que te parece?
A Seokjin le encantaba acurrucarse y aunque no quisiera dormir, la mayoría del tiempo lo hacía mientras veía a su esposo descansar.
Después de secarse volvieron a la cama y se metieron dentro de esta desnudos. Seokjin abrazó a su esposo por la cintura y apoyó su cabeza en su hombro mientras dejaba besos en el lugar.
-Amo esto. -Jimin se escuchaba satisfecho y feliz. Esas eran las dos cosas importantes para Seokjin, quería darle todo.
-Te amo, bebé.
-Te amo más -balbuceó Jimin -estoy cansado. No debería estar cansado.
-Esta semana fue agotadora.
-Puede ser, pero para descartar me haré un panel completo de exámenes. Nunca se sabe.
Seokjin se incorporó en la cama y se quedó viendo a su esposo. -¿Que síntomas estás sintiendo?
-Ninguno, tranquilo -Jimin se dio vueltas y se sentó también imitandolo. -Solo que estoy demasiado agotado y no sé, solo hacemos lo de siempre.
-Estamos teniendo sexo dos y hasta tres veces al día cuando estamos en casa, trabajamos turnos largos y los fines de semana nos juntamos con la familia. Sacas a Thor por lo menos dos veces al día... Haces mucho, créeme.
Jimin se rio y lo besó -¿estamos teniendo tanto sexo? No pareciera.
Jin achicó sus ojos y se tiró sobre él haciéndole cosquillas. Su esposo se retorcía mientras reía y Seokjin más tranquilo lo dejó porque ya había comenzado a recibir manotazos fuertes.
-Ya.
Jimin se quedó tirado sobre la cama mirando el techo. -Si no nos llaman del hogar de aquí al martes voy a ir a preguntar directamente que está pasando con nuestra solicitud de adopción.
Seokjin también se acomodó sobre su espalda y miró las perfectas terminaciones y la pintura. El hogar que ambos habían construido era tal y como lo habían planificado después de la boda.
-¿Seokjin?
-Te estoy escuchando, amor.
-Pero no dices nada.
Suspirando se giró, estiró su mano y tocó el rostro de su esposo con cuidado. Él lo miró y luego arrugó su ceño en claro signo de molestia.
-No sé si será buena idea presionar en el hogar de menores.
-Es para que nos vean interesados, ¿de que sirve haber entregado todo hace semanas si ni siquiera se han dignado en llamar?
-Bueno, no creo que seamos los únicos en querer adoptar.
-¿Será porque somos dos hombres?
Seokjin volvió a suspirar -no, no es eso, lo dijo la directora.
Jimin abultó sus labios -¿te estás arrepintiendo?
-¿Que?
-Eso. -Jimin se encogió de hombros y luego se sentó en la cama para luego salir de esta. -No te ves como el hombre más comprometido con esto.
-¿Estás bromeando?
Jimin caminó por la habitación con su cuerpo perfecto y aunque estaban en medio de una discusión seria, su propio cuerpo pareció reaccionar a toda esa piel clara y suave.
Pero no era el momento.
-Siento que estoy solo en esto y no lo digo por los trámites. Lo digo porque cada vez que toco el tema tú lo evades.
-No hago eso -Seokjin se sentó en la cama. Jimin comenzó a vestirse. Al carajo el momento de acurrucarse. -Pero no tengo todas las respuestas a tus preguntas, bebé. Quisiera poder tranquilizarte y decirte que pronto tendremos a Jiseok en esta casa pero no puedo y no lo haré. No te voy a ilusionar.
Jimin lo miró con dolor en sus ojos y aunque el tema de la adopción era algo que ambos querían, Seokjin estaba seguro que podría reponerse si el hogar le negaba la custodia de Jiseok.
No estaba tan seguro de que su esposo pudiera reponerse si algo salía mal.
-Ayudarías si al menos estuvieras de acuerdo conmigo en presionar pero no lo estás haciendo y me haces sentir como si no te importara lo suficiente.
-Eso no es así y lo sabes.
-Ese es el punto, no tengo idea. -Jimin se metió dentro del armario gigante que tenían en la habitación y salió segundos después vestido con una chaqueta de mezclilla y sus gafas de sol sobre su cabello.
Jin lamió su labio inferior cuando lo vio -amor.
-Saldré a caminar... Necesito estar solo.
Seokjin asintió, esperó a que su esposo llegara a su lado y recibió un beso en los labios a modo de despedida. Siempre tenían ese resguardo, aunque las cosas a veces se pusieran ásperas ellos siempre obtendrían un beso de despedida.
-Haré almuerzo...
-No lo hagas -Jimin se paró en la puerta y lo miró -voy a almorzar afuera.
-Está bien.
No estaba bien. Seokjin se quedó solo en la cama mientras escuchaba los pasos de Jimin por el piso, luego bajando la escalera y finalmente saliendo de la casa.
Se acostó nuevamente y se llevó las manos a su rostro. El tema de la adopción era algo recurrente en ellos y no había generado roces, todo lo contrario, ambos estaban ilusionados con ser padres pero Seokjin estaba casi un noventa por ciento seguro que la adopción no se llevaría a cabo y no quería quedar como un idiota pesimista frente a su esposo porque había algo que Jimin no estaba tomando en cuenta y es que todos los antecedentes de la familia eran tomados en consideración para una adopción y eso incluía a su propia familia y la de Jimin.
Seokjin se giró sobre la cama y salió de esta, tomó su pantalón y de este sacó su teléfono. Buscó entre los contactos y se lo llevó a la oreja mientras buscaba su boxer y se lo ponía.
-Oficina de la abogada Kim Yongsun en que puedo ayudarlo.
-Hola, habla Kim Seokjin, necesito hablar con Yongsun.
-Claro, un momento por favor, espere en línea.
Seokjin volvió a la cama y se sentó al borde de esta. Su mirada recorrió las fotografías que estaban sobre una de las cómodas y bajó la cabeza cuando la llamada conectó.
-¿Pasó algo Seokjin?
-Hola Sun... Disculpa por llamarte de un rato a otro.
-No hay problema.
-Gracias... Bueno quería preguntarte por el tema de la adopción, ¿pudiste averiguar algo?
-Si, de hecho te iba a llamar pero no sabía exactamente en qué horario. ¿Aún no hablas con Jimin?
-No -Seokjin se levantó y caminó por la habitación, un mal hábito que tenía cuando hablaba por teléfono -quería tener un poco más de información.
-Mal augurio esconderle las cosas a tu esposo.
-No le escondo nada, solo no quiero que su corazón se rompa si es que no podemos traer a Jiseok a casa.
-Bueno con respeto a ese tema hay varias cosas que están tomando en cuenta. Los antecedentes de la familia de Jimin y a pesar de ser gente de clase muy alta son bastante preocupantes por decir algo. Que los miembros de la familia estén en la cárcel no es bien visto... Menos aún la condena por la que están encerrados. Es inseguro a largo plazo según lo que creen en el hogar.
-Eso pensé.
-Hay algo que pueden hacer al respecto de todos modos.
-¿Que? -Seokjin estaba casi al borde de la desesperación. -¿Que es?
-No es algo difícil de lograr.
-Por favor dime.
-Dinero. Mucho dinero.
-¿Que significa eso?
-Los hogares de niños necesitan patrocinio, ya sabes, nunca está demás una fuerte suma donada.
-No vamos a comprar al niño, Yongsun.
-No digo eso, jamás dije eso... Pero esa gente puede mirar hacia un costado si ustedes dejan una pila de dinero sobre el escritorio.
Seokjin se llevó su mano al puente de su nariz y apretó justo ahí -Jimin jamás se prestaría para algo así, estamos hablando de mi marido, Yongsun. Tu también lo conoces, él va a sentir que lo está comprando.
-No lo sabes, quizá quiera. Y no sería compralo, ustedes tienen sus antecedentes limpios, son buenas personas. El problema aquí es la familia de Jimin y puede ser que no pase nada, que lo dejen pasar pero ten en cuenta lo que te acabo de decir... Ya sabes, por si las cosas se complican.
-Ya son complicadas. -Seokjin murmuró.
-Jimin siempre ha tenido el fuerte deseo de tener una familia y créeme, he visto a muchas personas pasarse su altos valores por cualquier lugar con tal de lograr sus sueños.
Seokjin asintió y caminó hasta la ventana, observó el jardín trasero y sonrió al ver a Thor echado al sol.
-Te llamaré pronto. Gracias.
-Estaré al pendiente pero como consejo... Vayan a darse una pequeña vuelta por el hogar, ver qué está pasando y porque tanta demora y bueno, quizá quieras conversar con Jimin sobre la posibilidad de no concretar la adopción.
-Si -murmuró el azabache para luego cortar la llamada.
Volvió a la cama y tiró el celular sobre esta, le iba a dar un par de horas a su esposo para estar solo y luego lo buscaría y hablaría con él.
☁️
-¡Cuñado! -Ryujin saltó sobre su silla y corrió hacia él con un vaso medio lleno en su mano.
Jimin la abrazó de inmediato mientras varias personas los miraban curiosos.
-¿Vodka? -Jimin olfateó el brebaje -¿no será muy temprano? ¿Almorzaste siquiera Ryujin?
Ella rodó sus ojos, su cabello negro azulado moviéndose bajo su sombrero estilo vaquero. Su cuñada tenía un estilo bastante particular para vestirse.
-Te pareces a Seokjin -Ryujin arrugó su nariz -y eso no es atractivo para nada, mi hermano es un mandón.
-Se preocupa por ti -Jimin siguió a su cuñada hasta una mesa en donde habían varias personas. Dos mujeres y tres hombres que discutían sobre algo pero Jimin no estaba interesado en escuchar.
-Como sea, ¿cómo están las cosas en el paraíso? Me sorprendió que me llamaras en tu día libre.
-Siento interrumpir tu almuerzo o lo que sea que estés haciendo.
Ryujin se rio fuerte y eso atrajo la atención de los hombres que estaban allí.
Jimin los miró y luego volvió a ver a su cuñada pero logró observar por breves momentos el atisbo de interés en uno de ellos.
-¿No vas a presentar a tu amigo, Ryu?
-No es mi amigo, es familia y no lo miren tanto, es el esposo de mi hermano.
Jimin sonrió y miró de nuevo a las personas de la mesa que ahora sí estaban todos mirando en su dirección. Alzó su mano en forma de saludo y luego se alejó un poco llevándose a Ryujin con él.
-No quiero interrumpir, no he almorzado aún... Buscaré un lugar, podemos vernos luego.
-Espera... ¿Por qué no estás con mi hermano si es el día libre de ambos?
-Quedó en casa... Larga historia, está todo bien.
-Uh, uh... Espérame.
Su cuñada volvió a la mesa y se despidió tirando su sombrero sobre la mesa, tomó su bolso y se reunió con él.
-Ryu, no es necesario.
-Me necesitas -ella lo tomó del brazo para sacarlo del ruidoso lugar -para eso es la familia. Vamos, conozco un lugar elegante y sofisticado.
-No es necesario, no estoy vestido para ir a un lugar así.
Ryujin se rio demasiado fuerte y Jimin estaba seguro que era por el alcohol que había estado tomando antes que él llegara.
-En Jassel no hay tanta elegancia, créeme, con esa ropa pareciera que fueras a una avant premier o algo así.
Jimin miró su ropa y se encogió de hombros -fue lo primero que encontré.
-Entonces... ¿Dejaste a mi hermano solo en casa?
-Se suponía que saldríamos a almorzar pero tuvimos un pequeño desencuentro.
-Por eso amo mi libertad.
-No es como si nos fuéramos a separar, niña tonta.
-Quien sabe... Tengo una larga fila de hombres esperando por cualquiera de ustedes dos.
-Estás delirante si crees que voy a dejar a tu hermano.
-Me encanta -Ryujin lo llevó hasta una calle cercana -eres celoso.
-¿Has visto a tu hermano? Parece rejuvenecer.
-No lo creo, tú lo ves de otra manera, lo cual es obvio... Cómo sea, ¿es algo muy grave? Mañana es el cumpleaños de papá.
-Estaremos allí, no te preocupes y es algo que vamos a solucionar hoy de todos modos. No podemos estar más que un par de horas sin hablar. No solemos tener silencios entre nosotros, hace años que no hacemos eso.
-Amo que sean tan maduros -Ryujin paró frente a un edificio color mostaza que tenía enormes ventanales en el frontis -llegamos.
Jimin se adelantó y abrió la puerta para su cuñada. -Nos tomó un poco de tiempo llegar a lo que tenemos hoy y de eso se trata, supongo.
Entraron al recinto y este estaba casi desierto, un par de personas estaban en la barra y otro tanto esparcidos por el lugar.
-Buenas tardes, bienvenidos a Face.
-Hola guapo. -Ryujin miró al tipo de arriba a abajo y Jimin reprimió una risotada.
-Mesa para dos, por favor -Jimin salvó al pobre tipo que estaba tan rojo como las manzanas que su suegro cosechaba en primavera. Lo siguieron hasta un lugar apartado, la decoración era bastante simple y el lugar en sí parecía como si recién hubiese sido inaugurado.
-No conocía este restaurante.
-Es nuevo.
-No hemos salido últimamente, estamos con los arreglos de la casa.
-Cierto, ¿cómo está mi sobrino perruno?
-Bien -Jimin sonrió de inmediato -hoy fuimos a la playa y casi me bota dos veces.
-Va a ser enorme.
-Ya lo es. Muerde todo, aún no lo dejamos entrar por toda la casa, solo ha estado en la cocina y la sala.
-Ya va a aprender, Seokjin ama a los perros.
-Si -Jimin volvió a sonreír recordando como se comportaba Seokjin cuando estaba cerca de Thor. -Es como si tuviera dos cachorros.
Una mesera de mediana edad se acercó a la mesa y les entregó un menú a cada uno. Antes que se fuera Jimin pidió sus bebidas.
-Un jugo de naranja para ambos. Gracias.
-¡Oye! No tengo cinco años.
La mujer anotó en una libreta el pedido y se fue. Jimin se acomodó en su silla mirando a la hermana de su esposo -vamos a almorzar, son casi las dos de la tarde, no vamos a tomar alcohol a esta hora.
Ryujin miró hacia otro lado -desayuné dos margaritas y la mitad de un vodka.
-¿Quieres que te aplauda?
Ella suspiró exasperada -por favor, tú no.
-No me interesa decirte que hacer Ryujin, pero no puedo dejar que sigas por ese camino. No es saludable y me importa una mierda si estás de acuerdo o no. Seokjin está hecho un atado de nervios y sé que quizá no te importa pero a mí sí. No tengo idea que te hizo cambiar tanto en el último año y lamento no haber estado si es que necesitabas de nuestra ayuda pero no está bien que te levantes con resaca y sigas tomando durante todo el día.
-No es tan así... Solo fue hoy.
-Y ayer, te recuerdo que pasaste por mi consulta y apestabas a licor.
-Me estoy divirtiendo. Ustedes son unos amargados.
-Me alegro que estes viviendo tu vida y lo digo en serio, pero no de esta manera, ¿quieres terminar en rehabilitación? Porque para allá vas si sigues con estos hábitos no saludables.
Jimin pensó por un momento que ella se pondría de pie y se iría pero no fue así. Ryujin asintió despacio y apoyó sus brazos sobre la mesa.
-Sé que estoy mal -susurró. -Es difícil parar.
-Te entiendo. Créeme. -Jimin estiró su mano por sobre la mesa y apretó la de su cuñada -no quiero que pierdas el control de tu vida ahora que lograste graduarte de diseñadora... Puedes hacer tantas cosas pequeña. Estás a tiempo de tomar el control.
-Lo sé -ella parpadeó hacia él. Lágrimas acumulándose mientras lo miraba -llamé a mamá anoche.
Jimin se puso rígido ante la mención de la mujer. Nunca era agradable saber de ella. Todo lo que rodeaba a Yeojin eran malas noticias.
-¿Te dijo algo?
Sus jugos llegaron y ambos se quedaron en silencio mientras el mesero dejaba los vasos. Cuando él se fue Ryujin tomó un sorbo grande y Jimin la imitó.
-No dijo mucho la verdad. Parecía que estaba ocupada porque no me tomó atención.
-Lo siento.
Ryujin se encogió de hombros -me está evitando y no tengo idea del porqué.
-Ya encontrarás el momento adecuado pero por mientras deja de levantarte con una botella en la mano, tu papá también está preocupado.
Ryujin hizo una mueca con sus labios -está bien.
-Te voy a recomendar a una psicóloga, creo que lo necesitas pequeña. Sea lo que sea por lo que estés atravesando necesitas ayuda. No lo veas como algo malo o negativo, míralo como una oportunidad para crecer aún más.
-No creo que sea para tanto, Jimin... Agradezco la preocupación pero no estoy loca.
-Nadie ha dicho eso y los locos no van al psicólogo, todo lo contrario.
Ryujin asintió derrotada y cuando llegaron sus platos ellos dos comieron en silencio pero solo por un momento. Algo bueno que tenía su cuñada es que no podía estar mucho tiempo sin hablar.
-Bien, ya que destrozamos mi vida y mi incipiente alcoholismo, ¿que pasó hoy entre mi hermano y tu?
Jimin dejó su tenedor a un costado y miró hacía el restaurante -es por la adopción.
-¿Se arrepintió?
-No. No lo sé -Jimin suspiró frustrado -Seguimos esperando por la respuesta del hogar, yo quiero presionar y él no.
No se sentía bien exponer sus problemas pero necesitaba hablar con alguien que fuera tan liviana como Ryujin. Alguien que lo escuchara y no quisiera arreglar su vida o sus problemas.
-¿De verdad quieren niños?
Jimin asintió -en eso estamos de acuerdo.
-Seokjin siempre ha sido del tipo que espera. Es muy cauto siempre, creo que solo lo he visto arriesgar algo cuando se trata de ti. Como cuando se plantó ante mi madre el día de la boda.
-¿Ella te lo contó?
-Si, dijo que él había dicho que jamás le perdonaría que no se hubiese tomado el tiempo necesario para conocerte, para aceptarte.
Jimin bajó su mirada hacia su plato conmovido -no lo sabía.
-Él haría todo por ti, aunque creo que eso ya lo sabes.
-Fui un poco intenso hoy, lo acusé de algo que en fondo sé que no es así pero estaba tan enojado. Lo voy a solucionar.
-Ustedes son mi pareja favorita -Ryujin miró hacia la ventana -Jungkook y Hobi también lo son, pero lo de ustedes es más especial para mí... La historia de ustedes es muy bonita, te hace pensar en que los finales felices si existen. Es más, si fuera escritora haría un libro de ustedes dos.
Jimin se rio -somos una pareja normal, Ryu.
-Puede ser.
-¿y que hay de ti, hay alguna persona en tu corazón?
Ryujin negó con su cabeza -no tengo idea de que podría conversar con un hombre, son todos unos idiotas.
-¿Y las chicas?
-No lo sé, sería demasiado cliché que todos nos pasáramos al otro carril. Jungkook nos dio el material suficiente para un par de años más.
-¿Tus primos siguen molestando con eso?
-¡Claro que sí! Siempre dijo que le gustaban las mujeres, que era el tipo más hetero del mundo y resultó ser todo lo contrario. Es el más gay cuando está con su novio.
-Hobi siempre creyó que terminaría casándose con una mujer -Jimin sonrió -si hace cuatro años le hubiese dicho que le pedirían matrimonio en su ciudad natal no lo hubiese creído.
Ryujin, quien estaba cortando un trozo de su carne se quedó congelada. Jimin cerró sus ojos y suspiró por haber delatado los planes de su cuñado.
-¡Que! -su cuñada buscó su bolso y sacó su teléfono, Jimin alcanzó a quitarle el aparto mientras ella luchaba para recuperarlo.
-No dirás nada, niña. No debería haberte dicho.
-¡Mi hermano se va a casar! Y no me lo contó el infeliz.
-Yo tampoco sabía, Seokjin me mostró una fotografía que Jungkook le envió.
-No me sorprende, esos dos han sido inseparables desde siempre.
-Eso es verdad, espero que todo salga bien para Hobi y Jungkook.
-¿Será que Hobi se niegue a casarse?
-No lo creo, Lo ama con locura y conozco al tipo. Estoy seguro que tendremos boda de aquí a unos meses más.
-Bueno, viven juntos hace años, se vinieron a vivir a Rain para mí es como si estuvieran casados. -Ryujin sonrió -mis hermanos supieron elegir.
Jimin también sonrió ante el elogio -tú también sabrás cuando llegue el indicado o cuando lo busques.
-A veces creo que estoy mejor sola.
-Y eso también estará bien.
-Si -Ryujin se apoyó en una de sus manos y lo miró con sus ojos grandes como si hubiese recordado algo. -Ahora necesito saber los chismes del hospital, una actualización. ¿Que pasó con la enfermera y ese doctor que era menor?
Jimin se acercó un poco más a ella. Amaba el chisme.
-¡Fue la esposa de él a encararla! Tengo todos los detalles.
Ryujin aplaudió emocionada y así sin más la tarde pareció volar mientras le contaba los sucios secretos del Hospital Regional de Jassel donde él y Seokjin trabajaban. Así que cuando volvió a casa estaba bastante relajado y el pleito de temprano era solo un recuerdo lejano. Jimin no era partidario de las discusiones largas y desde que conoció a Seokjin que los silencios no eran parte de la relación.
Cerró la puerta despacio y se quitó su chaqueta, la dejó en el perchero y se quitó sus zapatillas. Caminó por el corredor hasta la sala y paró en el marco de la puerta. Observó a Seokjin que estaba acostado en el sofá con sus ojos cerrados. La televisión estaba encendida y Jimin se cruzó de brazos porque la serie que ambos seguían religiosamente estaba en emisión y mucho más adelante de donde la habían dejado la noche anterior.
Dejó su sitio, le puso pausa a la serie y se sentó a un costado de su esposo. Estiró su mano y acarició el hermoso rostro del amor de su vida. Mordió su labio sintiéndose culpable por haber arruinado el día libre de ambos.
Seokjin se movió en sueños y abrió sus ojos lentamente, se quedaron mirando y su esposo le hizo sentir cosquillas en el estómago cuando tomó su mano y se la llevó a los labios sin decir ninguna palabra.
-Almorcé con Ryu... Lo siento, no debería haber reaccionado así temprano, arruiné este día.
-Tienes razón.
-Si -Jimin bajó su cabeza -voy a tratar de ser más paciente. Tienes razón, no siempre es bueno empujar las cosas, a veces simplemente hay que esperar.
-¿Eso crees?
Jimin se encogió de hombros -si.
-No, no crees en eso. Estoy seguro que te estás obligando a no llamar al hogar.
Mordiendo sus labios Jimin asintió -lo pensé pero no lo haré.
Seokjin lo tomó del mentón y lo atrajo hacia él para que se acostara a su lado, lo abrazó por el cuello y Jimin cerró sus ojos mientras se acomodaba.
-Ya pasó, no vamos a discutir de nuevo por eso, ¿si? Yo estoy aquí a tu lado queriendo tomar la responsabilidad. Quiero ser padre contigo, quiero que tengamos la familia que hemos deseado hace años.
-Lo sé -la voz de Jimin se quebró, había sido un real idiota. -Lo siento, amor.
-Ya pasó, ahora dime, como está la loca de mi hermana.
-Está bien, tiene asegurada una nueva colección y creo que podría tomar terapia, pero eso va a depender de ella.
-Te amo demasiado, bebé -Seokjin buscó su boca.
El beso se sintió como un bálsamo que lo bañó por completo. Todo se sentía mucho mejor sabiendo que las cosas con Seokjin estaban en su lugar.
-Sé que fui un imbécil hoy pero eso no te da derecho para mirar nuestra serie solo -Jimin le picó a la altura de las costillas haciendo reír a Seokjin.
-Pequeña venganza.
Jimin se rio bajito y suspiró -vamos a dormir, mañana debemos madrugar.
-Si. Entraré a Thor, lo dejaré en la cocina.
-No -Jimin se sentó en el sofá -déjalo que deambule, con suerte no se va a mear en nuestra habitación.
Seokjin prácticamente saltó del sofá y corrió para entrar a Thor y Jimin miró hacia la televisión, buscó el control remoto y la apagó. Dejó la sala y subió las escaleras para luego meterse en su habitación para buscar su pijama. Lavó sus dientes y después de dejar su ropa lista para el otro día se metió en la cama. Tomó el libro que estaba tratando de terminar pero la puerta de la habitación se abrió y los pasos de Thor le hicieron sonreír.
Miró hacia su cachorro y se asomó cuando lo vio con sus arnés de invierno puesto, era una especie de pequeña capa que tenía un bolsillo en su lomo y allí había algo asomando.
-Hola bebé. -Jimin nunca iba a admitir que se derretía de amor por su cachorro. Thor era una perro grande pero todavía no lograba subir solo a la cama por lo que Jimin lo ayudó. -Eso es, ¿quieres dormir aquí? ¿Prometes no hacer pipí sobre las costosas mantas de tus papás?
-Reza para que no se caiga de la cama en la noche. Recuerda que das patadas al dormir. -Seokjin también entró a la habitación y ambos alzaron su cabeza para mirarlo.
Jimin deslizó sus ojos por el cuerpo de su esposo y tragó saliva mientras lo veía quitarse la ropa distraído delante de la cama. Pero fue tan rápido que Jimin se desilusionó cuando Seokjin se metió en el baño para lavarse sus dientes.
-Yo no te voy a patear, bebé -Jimin acarició la cabeza de su cachorro y miró el arnés de nuevo.
-Mañana tengo dos cirugías, pero podríamos almorzar en la cafetería del cuarto piso.
-Está bien, me envías un mensaje cuando estés listo. -Jimin miró a su perro y después a su esposo -¿Por que Thor tiene su arnés de invierno puesto?
Seokjin se metió en la cama y miraron al cachorro que estaba mordiendo el dichoso arnés.
Seokjin no contestó por lo que Jimin tomó lo que estaba saliendo del bolsillo. Era un papel o varios de ellos enrollados.
Jimin lo abrió y leyó rápidamente la primera hoja, su corazón comenzó a latir fuerte y sus ojos se llenaron de lágrimas al leer las palabras "aptos para la adopción del infante Lee Jiseok".
Sin soltar el papel miró a su esposo y se lanzó a sus brazos.
-¿Es en serio, amor?
-Claro que sí... No quise esperar y fui al hogar, nos iban a llamar mañana pero como fui antes me entregaron esa copia, tenemos que ir a firmar ambos y podremos tener a Jiseok con nosotros dentro de este mes.
Jimin se aferró a su esposo, lágrimas de felicidad corriendo por sus mejillas. Nunca pensó que Seokjin daría el primer paso e iría a presionar al hogar.
-¿Por qué demoraron tanto?
Seokjin limpió sus lágrimas y besó su nariz de la manera más tierna -por los antecedentes familiares... Que hayan miembros de la familia en la cárcel no estaba siendo de ayuda para nuestro caso.
Jimin asintió asimilando la noticia -era una gran posibilidad.
-Si, pero no ocurrió y no tuvimos que recurrir a ciertas cosas, ya sabes.
Thor gruñó mientras se acomodaba a los pies de ambos y Jimin se encogió aún más para darle espacio.
-¿Hablas de dinero?
-Si.
Jimin volvió a su sitio y leyó nuevamente la carta y sonrió tan amplio que le dolieron las comisuras de sus labios.
-Hubiese pagado. Sin duda.
-¿En serio?
-Claro -Jimin miró a su sorprendido esposo y se rio -¿Que? Amor, me crecí en una familia donde todo se arreglaba con dinero.
-Y yo aquí pensando que jamás harías una cosa así... Que decepción.
Jimin sonrió cuando Seokjin también lo hizo y pegó un pequeño grito cuando Seokjin se subió sobre él y lo besó.
Su boca se abrió al instante mientras su esposo se acomodaba entre sus piernas. La carta cayó de sus manos para que pudiera tocar lo que tenía a disposición pero Seokjin lo mordió fuerte y se quitó de encima de él.
-¡Thor!
Jimin se sentó en la cama y miró al cachorro que no sabía que hacer mientras corría en círculos sobre la cama.
-¿Que pasó? -Jimin se llevó sus dedos a su labio que al parecer estaba sangrando.
-Me mordió -Seokjin se echó a reír mientras Thor se posicionaba listo para atacar aunque después bostezó y todo era demasiado adorable como para quejarse.
-¿Dónde?
-En la parte de atrás.
-¿Si? -Jimin estiró su mano pero Thor se lanzó hacia ellos.
-Dios, pequeño demonio.
Seokjin tomó a Thor en los brazos y lo balanceó. Jimin los miró sonriente, su pecho inflado de amor al verlo jugar y ser el hombre más tierno del mundo.
-Gracias, amor.
Seokjin dejó a Thor en el piso y se metió de nuevo en la cama -¿Por qué, bebé?
-Por no esperar... Y por amarme.
Su esposo no le respondió con palabras, a cambio le dio un beso que sintió hasta la punta de sus pies. Un beso que le demostraba una y otra vez que Seokjin haría cualquier cosa por él. Todo por hacerlo feliz.
-Te amo, bebé. Te amo tanto y seremos tan felices... Nuestra familia va a ser hermosa.
Jimin asintió y lo abrazó. Sus emociones estaban desbordadas pero de una cosa estaba seguro; ellos amarían a Jiseok y le darían la vida que merecía. Le darían todo el amor que tenían para entregar y una gran y loca familia que estarían con él por siempre.
Fin.
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Perdón por la tardanza pero tengo mucho a mi cargo y no me da el tiempo pero aquí estamos!
Este es el final, haré uno o dos capítulos extras y será todo. Aprovecho de agradecer el apoyo y el amor que le dieron a esta historia.
Muchas gracias por todo!! 🥰🥰🥰🥰🥰
Lxs amo muchooooo.
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