05




¿Esto es una cita? ¿Jin lo había invitado a una cita?

Jimin miró su reflejo en el espejo y respiró profundo. Se puso de lado y ladeó su cabeza, el pantalón era demasiado ajustado para su gusto. 

Y él quería impresionar al hombre que lo esperaba en su sala, no quería matarlo porque sinceramente Jimin se veía increíble con el atuendo que había elegido en solo cinco minutos. 

¿Cómo podían cambiar tanto las cosas? 

Hace veinte minutos Jimin estaba listo para ver una película de amor para tener una razón para llorar a destajo sin que nadie lo pudiera juzgar, incluso iba a comer helado, pero todo eso quedó en nada cuando sintió la repentina necesidad de acercarse a la puerta y grande había sido su sorprenda al encontrar a Kim Seokjin detrás de esta. 

Gracias a sus ángeles en el cielo que él estaba ya compuesto, sus ojos ya no estaban rojos y su nariz tampoco. Y ahora mientras se veía al espejo estaba conforme con el resultado y es que así es como Seokjin debería haberlo visto, no como un trapo mojado y lloroso. Sino como el atractivo hombre en el que se había convertido al pasar los años. 

Se acercó a la puerta y miró la cama, lamió sus labios y en último momento la ordenó nuevamente. Sacó la ropa que estorbaba y la metió toda dentro de su armario, ya después la pondría en orden.

Mirando por el lugar decidió también en último minuto correr a su baño y tomar un par de condones y una botella de lubricante.

Por si acaso, se dijo mientras guardaba los artículos en su mesita de noche. 

Luego de hacer todo eso finalmente apagó la luz y salió de la habitación para encontrarse con su vecino, colega y el hombre que lo había consolado esa noche sin pedir nada a cambio. 

***

—Jackson me dijo que eras de aquí. 

Jimin asintió de inmediato mientras metía sus manos en los bolsillos de su abrigo negro. Habían salido del departamento y ambos caminaban uno al lado del otro por la avenida en donde se encontraba el edificio. Esa calle los llevaba al centro de la ciudad de Rain y es allí donde se dirigían.

—Nací aquí pero hace un par de años decidí ir al extranjero para especializarme. He pasado toda mi vida estudiando. 

—Increíble, la mayoría solo quiere ser cirujano y poder comenzar a trabajar de inmediato. 

—Si, lo sé, es que necesitaba sentirme un poquito más útil. —Jimin alzó su rostro luego de haber estado mirando el pavimento. Dejó de caminar. —Lo siento, no quise decir que los cirujanos no eran útiles o algo por el estilo, solo que…

Jin también detuvo su andar y miró al hombre rubio que se deshacía en excusas y sonrió levemente. Dio un paso más cerca de Jimin y se alegró al ver que nuevamente una de las cejas perfectas del médico se arqueó ante el acercamiento. 

—No me ofendiste, no te preocupes. Las especialidades son necesarias, sin duda. Todos lo somos.

—Si obviamente yo también soy cirujano… —Jimin mordió su labio —hablemos de otra cosa mejor.

Seokjin se echó a reír, ese hombre con tan poco le hacía sentir cómodo. —Bien, podemos seguir hablando pero deberíamos comer algo también. 

—Si… ¿Tú no eres de Rain, cierto? 

—No, soy de fuera. De Jassel, ¿lo conoces?

—Fui alguna vez cuando era niño, mis padres tienen una casa en las afueras de Jassel, es bastante lindo.

—Supongo, es un pueblo pequeño. 

Ambos reanudaron sus pasos. La noche estaba bastante cálida, había una pequeña brisa que no alcanzaba a desordenar sus cabellos, aún así Seokjin estaba seguro que en unas horas más empezaría a hacer frío. 

—Y te viniste a la gran ciudad a trabajar. —Dijo Jimin mientras doblaban en una de las esquinas más concurridas de Rain.

—Si, todavía no me acostumbro lo suficiente, solo había salido de Jessel una vez, obviamente allá no hay universidades.

—Oh ya veo, ¿estudiaste aquí? 

—No, mi calificación fue alta pero no tanto para alcanzar la beca de la universidad de Rain. Estudié en Torand. 

—¿En serio? Yo hice mi especialización de pediatría allí. —Jimin sonrió pero de inmediato dejó de hacerlo. Recordar esa época era un tanto dolorosa, él todavía se preguntaba como había logrado titularse a pesar de sus problemas personales que muchas veces lo tuvieron al borde de abandonar. 

Seokjin miró al rubio y esa mirada triste y perdida le hizo darse cuenta que Park Jimin tenía recuerdos dolorosos, pero como no quería verlo triste nuevamente él le pegó suavemente con su brazo. 

—Ya que eres de aquí debes conocer un buen lugar para comer ¿no? 

Los ojos de Jimin volvieron a brillar y asintió de inmediato —hay un lugar que conozco desde que era un niño y todavía está vigente ya que apenas bajé del avión fui a comer de inmediato. 

—Debe ser muy bueno. 

—Lo es… Mhm no es lujoso ni nada de eso. —Jimin miró a Seokjin a modo de disculpa. 

—Soy un pueblerino, ¿crees que estoy acostumbrado al lujo? —el azabache se echó a reír —vivo con Jackson… No hay nada lujoso en mi, créeme. 

—Cierto, pero también puedes ser un tacaño de primera —Jimin observó la calle a la que se dirigían y sacó las manos de su abrigo. 

—No es el caso, digamos que mi sueldo va a parar a una buena causa, también estoy ahorrando. —Seokjin se encogió de hombros —mi mamá siempre dice que debo disfrutar de mi sueldo y todo eso, pero también hay cosas que quiero lograr. 

—Si, entiendo, yo no tengo aprietos económicos la verdad. Mi padre, él… —Jimin tragó saliva con dificultad, de inmediato recordando el estado en que había visto a su padre esa tarde. 

—¿Es este? —Jin paró frente a un viejo cartel. Observó el interior y luego miró a Jimin. 

—Si, aquí es. Entremos.

Jin abrió la puerta del restaurante y esperó a que Jimin entrara. Deslizó sus ojos nuevamente por el cuerpo del otro de inmediato porque en todo ese rato había querido ver como ese entallado abrigo hacía gala a los atributos del rubio. 

Se sentía como una cita aunque Seokjin no lo había pensado de ese modo cuando fue hasta el departamento de Jimin. 

Y hacer las cosas de esa manera era algo completamente nuevo para él.

Tan nuevo como también descubrir que le gustaba la compañía de Park Jimin. 

***

Jimin buscó un lugar que fuera lo suficientemente tranquilo para que pudiera conversar de mejor manera con el azabache que venía detrás de él y que si Jimin hubiese tenido ojos en su espalda podría comprobar que Seokjin no había quitado sus ojos de su cuerpo. 

Eso no le molestaba en lo más mínimo, incluso eso era bueno porque significaba que no había arruinado por completo su imagen ante Seokjin al mostrarse lloroso y necesitado. 

Jimin rodó sus ojos ante el recuerdo de él llorando completamente indefenso mientras Seokjin lo abrazaba. 

Tomaron asiento en una de las pocas mesas que estaba desocupada, se quitaron el abrigo y chaqueta, luego tomaron de inmediato el menú. Jimin ya sabía que pedir pero de todas maneras revisó. De alguna manera le estaba dando tiempo a Seokjin de que pudiera elegir sin presiones. 

Bajó la carta y sus ojos de inmediato se fueron hacia el hombre guapo que mantenía su ceño fruncido mientras veía las opciones. 

Guapo. 

Atractivo. 

¿Delicioso? 

Jimin tenía mucho que decir sobre la apariencia de su colega Kim Seokjin, pero había más que eso, él lo había comprobado ese día.

Kim Seokjin al parecer era un buen oyente y un tipo sumamente preocupado. 

—¿Haz probado este? Filete Mignon con salsa Bernesa —leyó Seokjin. 

—Oh si, es muy delicioso, acompáñalo con puré de papas. 

El azabache hizo un puchero y Jimin lo miró boquiabierto. 

Que hombre tan lindo y dual, pensó al ver ese lindo gesto en el azabache.

—Soy alérgico a las papas… Mhm y al ajo, debería preguntar de qué manera harán la salsa… ¿tendrá ajo? 

Jimin apoyó su cabeza en su mano y sonrió sin mostrar sus dientes —no lo sé, vamos a preguntar. 

—Lo siento, es realmente aburrido salir a comer conmigo. —Jin bajó el menú —en gran parte todo contiene ajo y las papas son tan deliciosas —suspiró frustrado —aún no me acostumbro a no poder comer papas fritas. 

—Yo no podría vivir sin comer papas fritas. 

—No ayudas —Jin miró al hombre frente a él y no dejó de hacerlo hasta que llegó el mesero y tomó sus pedidos. 

Jimin pidió lo mismo que Jin. Cambió su platillo favorito porque ese tenía muchas papas y una salsa de ajo exquisita, pero no quería ser descortés, ni tampoco ser un imbécil frente al hombre que se había preocupado por él esa tarde. 

—Entonces, ¿alguna otra alergia para tomar en cuenta? 

—No que yo sepa, pero si aparece una en el camino te lo diré. 

—Me parece bien —Jimin guiñó un ojo y pudo ver por primera vez como Seokjin se ruborizaba. Contento con el resultado él sonrió y desvió la mirada hacía el restaurante dándole al azabache una salida menos vergonzosa. 

El mesero llegó a la mesa con una botella de vino tinto y solo una copa ya que Jimin prefirió tomar agua.

—Oh vamos, no tomaré solo. 

—Tomé vino hace unos días, solo lo hago una vez a la semana —Jimin miró la copa y mordió su labio. 

—¿Tienes problemas con el alcohol? 

—Oh no, solo que estos días he estado comiendo mucha comida rápida, con la mudanza y todo eso me estoy alimentando realmente mal y la verdad es que no quiero engordar. 

Seokjin se rio y negó con su cabeza —¿estás hablando en serio? —el azabache dejó de reír cuando vio serio al atractivo rubio. 

—Engordo realmente fácil. 

—Mhm, entiendo, pero no creo que una copa de vino te hará engordar justamente ahora, quizá no deberías comer tanta comida rápida y así balancear tu peso. 

—Lo sé, lo sé. No soy muy bueno cocinando y prácticamente estoy todo el día en el hospital.

—Sinceramente yo creo que estás exagerando, te ves bastante bien. Increíblemente bien a mi parecer.  

—¿Si? —Jimin volvió a sonreír coqueto y esta vez fue él quien se ruborizó cuando Jin asintió lentamente mirando sus labios. 

—Si, es lo que dije. 

Jimin quería ocultar la sonrisa enorme que quería partir su rostro a la mitad, pero no pudo y solo sonrió como un idiota hasta que la cena y la conversación finalizó y ellos tuvieron que volver al departamento. 


***

Jimin apoyó su espalda en la puerta de su departamento. Luego de la cena caminaron de vuelta a pesar del frío ellos no quisieron tomar un taxi. 

—Sano y salvo —Seokjin metió sus manos frías dentro de los bolsillos de su jeans oscuro. 

—Gracias por la cena. Lo disfruté demasiado. 

—Yo también, gracias por llevarme a ese lugar, jamás hubiese entrado de no ser por ti. 

El rubio suspiró bajito y miró hacia el ascensor cuando este se abrió. Una familia pasó por el lado de ellos y solo cuando ya no estuvieron a la vista volvieron a retomar la conversación

—Para la próxima vez deberíamos ir a un lugar mucho más genial. Algún lugar que no conozcas, ¿que dices? 

—Me encantaría, la pasé muy bien hoy. 

—Si —Jimin murmuró —yo también… Muy agradable. 

Jin sonrió —bien, creo que es hora de volver a mi departamento. 

—¿Quieres pasar? —Jimin dijo sin siquiera pensarlo bien y solo cuando se dio cuenta se arrepintió de inmediato. Pensó en los condones y lubricantes en su mesita de noche y se maldijo por ser tan idiota. 

—Oh yo… 

—No importa, no te preocupes, solo pensé que podíamos tomar un café por el frío y todo eso… —El rubio sonrió amablemente hacia Seokjin y buscó en el bolsillo de su chaqueta la llave del departamento. Cuando la encontró se giró y abrió la puerta. Volvió a girarse y miró una última vez a ese hombre ridículamente atractivo y alzó una de sus manos a modo de despedida —buenas noches Kim Seokjin. Descansa. 

—Si, tu también. 

—Si. 

Jimin entró y cerró de inmediato la puerta detrás de él, se apoyó en esta y exhaló con fuerza. Su corazón estaba latiendo rápido cuando dejó la llave en el recibidor. 

Luego de varios minutos él volvió a ponerse su pijama, lavó sus dientes y miró la hora en su teléfono. Corrió prácticamente hasta su cama y tomó su iPad. 

Se recostó en su almohada justo cuando una video llamada iluminaba la pantalla haciendo que sonriera de inmediato. 

—¡Por fin! ¿Sabes cuántas veces te llamé? maldito irresponsable. 

—Lo siento, lo siento… Yo estaba fuera y no quise contestar tu llamada. —Jimin se rio bajito cuando su mejor amigo al otro lado de la pantalla le sacó el dedo del medio. 

—Bien, dejaremos ese tema para más tarde. Ahora dime, ¿cómo te fue en casa de tus padres? He estado todo el maldito día pensando en eso. 

—Regular, mi padre está peor de lo que pensé y bueno vi a todo el clan Park, menos a mi madre que se escondió apenas di un paso dentro de la casa. 

—Oh… Lo siento mucho.

—Si, cosas que pasan ¿no? La enfermedad avanza tan rápido que creo que llegué a tiempo.

—Odio que estés solo en un momento como este, me gustaría estar allí contigo. 

—Lo sé Hobi, también me gustaría que estuvieras aquí. —Jimin hizo una mueca con sus labios. 

—Si… Ya no hablemos de eso porque pareciera como si fueras a llorar… Mhm ¿algo interesante que contar?

Jimin pensó de inmediato en Seokjin. 

La primera vez que lo había visto el azabache se había mostrado como un idiota burlándose de él por verse infantil con esa bata enorme para luego presentarse de mejor manera. 

Que ambos fueran amigos de Jackson había hecho que definitivamente pudieran conocerse mucho mejor. 

Y ahora mientras Jimin recordaba como esa tarde Seokjin lo había consolado sin siquiera conocerlo, algo se agitó dentro de él. 

Jimin sabía muy bien que significaba ese repentino nerviosismo cada vez que el azabache rondaba sus pensamientos. 

—Conocí a alguien.

—Oh vaya… 

—Si, no estaba en mis planes.

—¿Y eso significa qué…? 

El rubio se talló los ojos y un suspiro realmente fuerte dejó sus labios. 

—Eso significa que tengo que huir de él. Volveré a Atsy en 6 meses no necesito una distracción tan grande en el camino. Vine por mi padre y es lo que haré, enfocarme en eso. 

—Wow, él debe ser impresionante, solo llevas dos semanas allá y ya estás pensando todo esto. 

Si, así mismo lo veía Jimin. Seokjin lo había impresionado de una manera que él no había esperado y eso era lo suficientemente malo para huir lejos antes de que las cosas escalaran a algo más. 

—Tan impresionante que hoy me invitó a comer y desesperadamente lo invité a pasar —Jimin cerró los ojos y un leve rubor subió por su cuello —tenía hasta los putos condones listos. 

Su amigo sonrió al otro lado de la pantalla —pero él no entró, sino no estarías hablando conmigo. 

—Dijo que no y lo agradezco… Mhm, él parece que tiene a alguien. 

—Rayos.

—Si. Muchos rayos. 

—¿Estás seguro de eso? Digo, si salió contigo y bueno para que estés sonrojandote como virgen en su primera vez, supongo que él coqueteó contigo ¿no?

—Lo hizo, pero me lo dijo Jackson, el amigo en común del que te hablé el otro día, su compañero de piso.

—Oh, entonces es un jugador.

—No lo sé pero tengo curiosidad.

Hoseok asintió pensativo y Jimin decidió que era momento de enfocarse en algo que no fuera la arruinada relación que tenía con su familia y el famoso Kim Seokjin con sus sonrisas infartantes.

Volvió a su papel de mejor amigo y eso fue suficiente para calmar los estragos dentro de él. 

También fue suficiente para cerrar la puerta a lo que sea que fuera a pasar con Kim Seokjin. 

Jimin tenía que ser fuerte y no caer. Él tenía un plan y lo iba a seguir a como dé lugar. 

Aún si la idea de tener algo más que una incipiente relación amistosa con el azabache golpeaba su cabeza a cada pensamiento que tenía. 

***

Espero que les haya gustado el capítulo vamos paso a paso 🤭

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