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Había una playa en Jassel que siempre había sido el lugar favorito de su familia, un lugar en donde Jungkook y Ryujin habían dado sus primeros pasos, el lugar predilecto de sus padres para hacer improvisados picnics los días domingos. Esos eran buenos recuerdos, pero mientras Seokjin abrazaba sus piernas mirando el mar se dio cuenta que ese recuerdo ahora era amargo. 

Todos esos picnics de cuando él era un adolescente los habían compartido con la familia de Taehyung, en cada memoria, en cada fotografía estaban las dos familia y donde antes hubo cariño y respeto ahora no había más que resentimiento y asco. 

Seokjin todavía no lograba entender la historia completa, no sabía desde cuando su madre había estado con el padre de Taehyung y tampoco era como si estuviera ansioso por saber, pero tendría que hacerlo, debía juntar todas las partes de la historia como le había dicho Jimin. 

El recuerdo de su novio le hizo sonreír, la idea de viajar solo había sido compartida pero Seokjin no estaba preparado para extrañarlo tanto. Llevaban un par de horas separados y ya lo extrañaba como si hubiesen pasado meses. Seokjin ni siquiera podía comenzar a imaginar una vida sin Jimin, no quería separarse de él por lo que la idea de vivir juntos en la ciudad que fuera tomaba mucho más sentido para él. Pero tampoco quería irse sin dejar a su familia compuesta de nuevo, o lo que que quedaba de ella. 

Y aunque tenía que preocuparse de su mismo su preocupación y prioridad siempre serían sus hermanos. Trataría de ayudarlos lo más que pudiera. 

Tomando un puñado de arena fría es que Seokjin se dejó envolver por la tranquilidad del lugar, no habían muchas personas a esa hora, ya comenzaba a hacer frío en Jassel a pesar de que el clima era bastante cálido casi todo el año. 

Abrazando sus piernas una vez más Seokjin revisó su teléfono, había hablado con Jungkook y se iban a juntar en ese lugar, le quedaba poca batería así que le envió un mensaje a su novio. Guardó el teléfono en el bolsillo de su chaqueta y miró el mar. Por el rabillo del ojo vio que alguien se acercaba, por un momento pensó que es su hermano, pero no lo era y cuando Taehyung se sentó a su lado en la arena Seokjin reprimió las ganas de salir corriendo. 

—Este lugar siempre me ayuda a despejar mi cabeza. 

Jin no quería ser grosero, estaba cansado de pelear por lo que se quedó en silencio rogando a Jungkook que llegara pronto para poder ir a casa y hablar finalmente con su padre. 

—Seokjin yo quería hablar contigo, pedirte disculpas por lo que ha pasado estos últimos meses. 

Arrugando su ceño giró su cabeza. Taehyung estaba mirando hacia el mar por lo que solo podía ver su perfil. 

—No creo que sea necesario escarbar en el pasado. 

—Para mi no es tan así, este tiempo ha sido difícil sin ti. 

—¿Sin mi? —Seokjin se rio entre dientes. 

—Sé que me comporté de manera egoísta, solo pensé en mi y no me importó dañarte. Me arrepiento de eso, me arrepiento de no haberte amado de la misma manera que tú a mí. 

—Es pasado —Jin se puso de pie. —No hay necesidad de hablar de esto, yo tengo mi vida y tú tienes las tuya. 

—¿Lo amas? —Taehyung se puso de pie también. —¿Eres feliz con él? 

Jin estudió el rostro ajeno, un rostro que conocía mejor que nadie y por primera vez no sintió las cosquillas en su interior, no sintió el alboroto que alguna vez le había sido tan familiar por tener a Taehyung cerca. 

Seokjin no se sorprendió al no sentir nada. 

—¿De verdad quieres saber lo que siento por el hombre del cual estoy enamorado? 

Taehyung tragó saliva, se veía visiblemente afectado por esas palabras, Seokjin lo conocía, el tipo estaba sufriendo y muy al contrario de lo que muchos podrían pensar, Seokjin no quería que sufriera, no quería que hubiera ningún sentimiento emergiendo de su ex novio. 

—Si, quiero saberlo, porque estoy seguro que no puedes amar a un hombre en tan poco tiempo cuando me has amado a mi la mayor parte de tu vida. 

—Eso es pasado ya te lo dije y ahora déjame de joder la vida que tengo muchas cosas que hacer y lo único que quiero es volver a Rain para estar con el hombre que amo, porque sí, lo amo jodidamente más de lo que amé a nadie en la vida. 

—¡Eso no es cierto! —Taehyung comenzó a llorar, gruesas lágrimas bajando por sus mejillas.

—No entiendo por qué mierda te importa lo que pase conmigo, te vas a casar Taehyung, deberías estar preocupado de esa mierda. 

—Ya no me voy a casar, no quiero estar con un hombre que no amo… Todavía te amo Seokjin y sé que pasaron muchas cosas pero estoy dispuesto a olvidar todo y que empecemos de cero. 

—¿Que? —Seokjin arrugó su ceño pero después comenzó a reír ante el rostro dolido de Taehyung. —Estás loco, todo el tiempo me trataste de sacar de tu vida, todo el maldito tiempo no querías nada serio y solo me buscabas para follar mientras hacías planes de matrimonio con otro hombre, ¿Acaso olvidaste todo eso? ¿Crees que soy tan imbécil para dejar a Jimin por ti? —Seokjin se rio más fuerte y comenzó a caminar dándole la espalda a su ex novio.

—No entiendes, ese hombre que tanto dices amar es peligroso para ti… Nunca van a poder ser felices.

Seokjin se detuvo y se giró, Taehyung seguía de espaldas por lo que no podía ver su rostro. —¿Qué mierda estás diciendo ahora?

—Sé que hay personas que lo odian, están detrás de él todo el tiempo tratando de hacerle daño y también a ti… Ustedes no podrán estar juntos y tranquilos nunca —Taehyung se giró y se acercó a Seokjin —por eso debes dejarlo, Jinnie, él solo va a hacer que te hagan daño. 

—Vete a la mierda con esas conspiraciones baratas, nadie le va hacer daño. Aléjate de mí y no me vuelvas a dirigir la palabra. 

—¿De verdad no quieres saber quién odia tanto a tu noviecito?

Seokjin estaba harto, odió la risita que salió de la boca de Taehyung cuando tuvo su total atención. Seokjin lo sabía, estaba en medio de un maldito juego. 

—Habla. 

—¿Que me darás a cambio? 

—Este no es un juego Taehyung. 

—Entonces no puedo decirte nada, pero tu noviecito corre serio peligro y debe haber hecho algo muy grande para que alguien lo odie tanto ¿No crees? 

Taehyung le dio una sonrisa enorme y burlona. Eso fue todo lo que necesitó Seokjin para tomarlo de la ropa y sacudirlo con fuerza haciendo que el hombre perdiera la postura burlona.

—¡Comienza a hablar hijo de puta! ¿Quien le quiere hacer daño a mi novio?

—Suéltame —Taehyung dijo entre dientes. 

—Si no comienzas a hablar tendré que hacerte hablar a la fuerza… Sé inteligente alguna vez en tu vida. 

—No te voy a decir una mierda, averígualo tu mismo cuando llegues a Rain. 

Seokjin estrelló su puño en la mejilla derecha de Taehyung, la adrenalina recorrió su cuerpo mientras veía al hombre que alguna vez amó caer a la arena. Lo tomó de la ropa y volvió a golpear la misma mejilla. El gritó de dolor de Taehyung le hizo retroceder, no quería golpearlo más, pero estaba desesperado por saber la identidad de quién quería arruinar a Jimin. 

Aunque tenía la sospecha de que era Minki. 

—¡Es su hermano Minki y su esposo! Lo quieren ver arruinado —Taehyung escupió un poco de sangre de su boca y se echó a reír como un maníaco —quieren que se vaya de Rain, que vuelva al extranjero y que no meta sus narices en el negocio de la familia. 

Seokjin lo soltó, su respiración se hizo rápida mientras pensaba en todas las cosas que habían pasado desde que Jimin llegó al país y había sospechado de Minki, por supuesto que sí, pero que el esposo de este también estuviera involucrado era bastante sorprendente tomando en cuenta la historia que ese infeliz tenía con Jimin. 

—¿Y tú cómo mierda sabes todo esto? 

—No quieres realmente saberlo. 

—No me interesa saber tus putos métodos, solo quiero confirmar que esto sea cierto. 

—Por supuesto que es cierto —Taehyung se puso de pie, de nuevo tenía una siniestra sonrisa en su rostro —¿Quien crees que les dijo que tienes una maldita alergia al ajo? 

El azabache dio un paso atrás mientras Taehyung reía frente a él. El pánico inicial dio paso a la desconfianza mientras veía a su primer amor reír como un loco con hilos de sangre saliendo de sus labios. Era surrealista pensar que alguna vez lo había amado con locura, que lo había protegido de todo el mundo, que había defendido su amor de todos quienes los cuestionaban. 

—¿No vas a decir nada? —Taehyung limpió sus labios ensangrentados. —Me dejaste por él, ¿Que querías que hiciera? Si no puedes estar conmigo entonces tampoco estarás con él. 

—Enfermo de mierda, eso es lo que eres. 

—¿Por amarte? 

—Así no es el maldito amor. 

Seokjin dio otro paso más hacia atrás cuando Taehyung trató de acercarse, mierda, ahora Seokjin tenía miedo de lo que le pudiera hacer. 

—Te amo Seokjinie, te amo tanto, déjame demostrarte que soy mejor que ese imbécil que dices amar. 

Seokjin quería vomitar, su estómago se sentía pesado mientras pensaba en Jimin. Necesitaba hablar con él, a la mierda su familia, su novio estaba solo y desprotegido en Rain. 

—¿Puedes darme un abrazo? Tengo frío. 

Era todo, no podía con la locura de Taehyung. Seokjin se dio la vuelta y divisó a Jungkook que se veía confundido mientras se acercaba. 

—¿Que mierda? 

Taehyung se detuvo de inmediato al ver a Jungkook y como no, si parecía que le iba a sacar la cabeza de un manotazo. 

—Debo volver a Rain —Seokjin tomó de la ropa a su hermano y se lo llevó del lugar antes de que hubieran más problemas. 

—¿Que pasa con Taehyung? 

Ambos llegaron hasta la vereda, pocas personas transitaban a esa hora y cuando Seokjin miró a su hermano se dio cuenta que tenía un moretón en todo su ojo izquierdo. 

—¿Quién te golpeó? 

—Eso no importa ahora, dime qué pasó con Taehyung, ¿Lo golpeaste? 

—Si y eso va a ser lo de menos cuando lo denuncie, pero antes tengo que saber si Jimin está bien —Seokjin comenzó a caminar rápido, había dejado el automóvil que había alquilado en uno de los tantos estacionamientos que habían en el borde costero. Jungkook lo siguió como siempre. Buscó su teléfono y gritó una maldición cuando se dio cuenta que este estaba apagado. —Maldita sea. 

—Toma el mío. 

—¿Tienes el número de Jimin? 

—Si, lo tengo desde que nos pagó el vuelo a Rain. 

Seokjin asintió rápidamente y buscó el número de su novio, su mano temblaba ligeramente. Mientras la llamada conectaba, buscó en el bolsillo de su pantalón la llave del automóvil, se la entregó a Jungkook y cuando la llamada se fue a buzón él volvió a pegar un grito frustrado. 

—Necesito verlo. Necesito saber si está a salvo.

—Llama a alguien que vaya a verlo al departamento, llama al conserje, ¿Tienes los números del edificio?

—En mi teléfono —Jin golpeó la puerta del copiloto frustrado como nunca antes en su vida. 

—Buscaremos la información con el nombre del edificio, así sabremos que número de contacto tienen. En internet está todo, no te preocupes, tu hombre va a estar bien. 

Dentro del vehículo Jungkook encendió el motor y salió rápidamente del estacionamiento para dirigirse a casa. Seokjin sentía que iba a desfallecer mientras buscaba la información que necesitaba. 

Tenía un mal presentimiento y eso lo estaba volviendo loco. 

Si el demente de Taehyung estaba hablando en serio su novio estaba expuesto en ese lugar, Jimin no estaba a salvo en Rain y quizá nunca lo estaría mientras Minki y su esposo estuvieran detrás de él. 

Y Seokjin no lo entendía del todo, ¿Que tanto daño les había hecho Jimin para que lo trataran de esa manera? 

—Lo encontré, encontré el número del edificio. —Seokjin tomó una respiración antes de marcar, esperó y espero, el tono de llamada era lo único que podía escuchar y los latidos erráticos de su corazón. 

Finalmente la llamada fue contestada. 

—¿Hola?

—Buenas tardes, estoy llamando para saber sobre un residente de ese edificio, no me contesta las llamadas, soy Kim Seokjin, vivo en el piso diez junto a mi novio. 

—¿El doctor Park? 

—¡Si! Por favor me puede comunicar al departamento.

Hubo un silencio largo, demasiado largo para su opinión. Seokjin estaba a punto de hiperventilar cuando el hombre aclaró su garganta. 

—Lo siento, no puedo hacer eso, el señor Park fue llevado al hospital hace una media hora.

El azabache cerró sus ojos con fuerza, no podía creer que en tan pocas horas todo hubiese cambiado tanto. Que estúpidamente ambos hubiesen bajado las barreras de protección para que nadie les hiciera daño. 

Y Seokjin se sentía doblemente culpable por no haberlo protegido, se lo había prometido y no estaba cumpliendo con su palabra. 

—¿Él…? —Seokjin mordió su labio, las palabras se atoraron en su garganta. 

—Está en el Hospital Universitario de Rain, es todo lo que sé señor Kim. Acabo de entrar a mi turno y mi colega no me explicó demasiado de lo que sucedió esta tarde. 

—Si —susurró Seokjin —gracias. 

—¿Jinnie? 

—Lo llevaron al hospital —Jin se talló los ojos pero nada de lo que hacía le ayudaba a sentirse mejor. 

—¿En el que ustedes trabajan? 

Seokjin asintió ido, su mente maquinando la manera de llegar a Rain lo antes posible. 

—Dame el teléfono —Jungkook detuvo el automóvil y deslizó su dedo por la pantalla. Pronto estaba con el aparato pegado a su oreja haciendo un montón de preguntas en nombre de Seokjin. —¿Mi número? Por supuesto —le pegó un codazo a su hermano mientras le susurraba la información que le estaban pidiendo. 

Seokjin respondió por inercia, se sentía un imbécil inútil porque no se le había ocurrido llamar al hospital. Y por más que trataba de hacer algo no resultaba, estaba paralizado por el miedo. 

—Si, no hay problema, yo espero. —Jungkook tapó micrófono —está en observación, no tiene lesiones ni nada por el estilo, al parecer se desmayó. 

—¿Se desmayó? —Jin arrugó su ceño y cuando recuperó un poco la cordura le quitó el teléfono a su hermano. 

Habló con la enfermera de guardia del turno, ella le entregó toda la información que necesitaba. 

Jimin había recibido un extraño paquete en el departamento, después de corroborar que era para ellos decidió abrirlo pensando que era una entrega que el mismo Seokjin había estado esperando, pero no era eso y lo que contenía la caja era la cosa más horrorosa que se hubiese pensado alguna vez. 

En el interior de la caja y muy bien envuelto habían dos dedos cercenados. 

Seokjin ni siquiera era capaz de pensar en algo más chocante que aquello y luego de terminar la llamada corrió a casa a buscar su bolso de viaje, se despidió de Ryujin con un abrazo apretado y partió nuevamente al aeropuerto, compró un nuevo boleto de avión y al parecer la suerte estaba de su lado ya que solo debía esperar una hora para irse de Jassel. 

La enfermera a cargo no pudo comunicarlo con Jimin ya que estaba sedado por el shock y había tranquilizado a Seokjin diciéndole que dos efectivos policiales estaban cuidando su habitación ya que no solo había sido suficiente la entrega de ese paquete, sino que también había una nota con una amenaza de muerte bastante clara. 

Las horas pasaron realmente rápido para sorpresa de Seokjin y cuando ingresó al servicio de hospitalizados del Hospital Universitario de Rain lo hizo con su corazón destrozado por Jimin. 

La habitación estaba muy silenciosa, Seokjin cerró la puerta detrás de él después de haber conversado con los agentes de policía. Se acercó lentamente y dejó su bolso de viaje sobre la silla, estaba recién amaneciendo en la ciudad de Rain. 

Se quitó la chaqueta y zapatillas sin hacer ruido, luego miró el cuerpo de su novio y se acercó a la cama. Se subió en esta abrazando por la cintura al rubio que se giró de inmediato. 

—No debí haberte dejado solo, amor. 

Jimin sonrió y cerró sus ojos mientras escondía su cabeza en el amplio pecho del azabache. —No teníamos como saber que esto iba a pasar.

—Y aún así —Seokjin le dio un beso en la frente y lo abrazó fuerte. Ya estaban juntos, podían lidiar con lo que sea. —Mi teléfono se apagó justo cuando traté de comunicarme contigo.

Jimin no contestó enseguida y cuando lo hizo su voz se hizo tan baja que a Seokjin le costó entenderlo al principio.

—No sé porque me sorprendió tanto, soy un maldito médico cirujano, pero ver esos dedos —Jimin negó con su cabeza —me dio tanto miedo, Jinnie. 

—Sé que no es el mejor momento para hablar de esto pero…

—Ya lo denuncié. 

—¿Que? ¿A quién? 

—A Minki, la amenaza estaba escrita por él, podría reconocer su letra en cualquier lugar. 

—Debemos denunciar también a su esposo y a Taehyung. 

—¿Que? —Jimin alzó su cabeza, su rostro era pura confusión. 

—Fui a la playa, necesitaba pensar, mi papá y Jungkook no me hicieron muy fácil la estadía. En ese lugar él se acercó y habló tantas estupideces pero todo lo que dijo tenía sentido y tú tuviste razón con respecto a mi episodio con el ajo. Fue él quien le dio la información a Minki y a su esposo, ellos han estado tratando de hacerte la vida imposible desde que llegaste por la bendita empresa. No quieren que tomes lo que te corresponde.

Jimin se sentó en la cama, Seokjin lo imitó, entrelazó sus dedos y alzó la mano del rubio para besar el dorso de esta. 

—Haré la denuncia en contra de Haejoon también. 

—Acabaremos con ellos, con todos lo que te quieren hacer daño. 

—Estoy cansado de esto, quiero vivir tranquilo, no quiero nada de esa empresa. 

—Y aún así te corresponde, debes hablar con tu papá, amor. Esto no puede pasar por alto, él debe saber lo que están haciendo en tu contra. 

—La imagen de la empresa se va a ir a la mierda si la prensa se entera. 

—Yo sé que es la empresa de tu familia, sé lo importante que es, pero ahora mismo solo me importas tú. Lo único que quiero es que puedas  dormir tranquilo, necesito estar seguro de que nadie te hará daño ni te hará sentir inseguro en tu propia casa.

Jimin bajó la cabeza, se veía notablemente agotado. Seokjin quería destrozar con sus propias manos a Minki y al maldito de su esposo. No podía entender como podían ser tan miserables con una persona que no les hacía daño alguno, solo movidos por la ambición y el poder. 

—No debería haber pisado esta mierda de ciudad, nunca debí haber vuelto. 

Seokjin sabía que Jimin estaba enojado, molesto, vulnerable incluso, pero aún así esas palabras le hicieron sentirse culpable, quizá sí ellos no se hubiesen conocido, Jimin podría haber pedido una renuncia anticipada en el hospital. 

Sus palabras dolían y Seokjin trató de que no lo hicieran. 

—Vamos a solucionarlo ¿Si? Iremos a la justicia. 

Jimin asintió desganado y luego se volvió a acostar dándole la espalda a Seokjin. 

¿Por qué se sentía como si se estuvieran alejando en vez de acercarse más? Jin se acostó nuevamente y abrazó el cuerpo de su novio, pero no sé sentía como antes, solo estaban los dos allí cada uno con sus pensamientos. 

Y pasó un largo rato en donde Seokjin imaginó que Jimin lo dejaría, que se iría lejos de él para nunca más regresar.

—Lo único bueno de esta mierda es que estás conmigo —Jimin susurró. 

El azabache cerró sus ojos aliviado, suspiró realmente fuerte y Jimin se giró sobre la cama. Seokjin no quería abrir sus ojos. 

—¿Cariño? 

Los ojos de Seokjin estaban húmedos cuando los abrió. Los bonitos ojos de su novio se suavizaron mientras se acercaba. 

—Tuve el repentino pensamiento de que nos estábamos alejando, que si no me hubieras conocido quizá ya no estarías aquí. 

—Estoy aquí porque te conocí. —Jimin sonrió —me quedé aquí por ti. Te amo Seokjin. 

—Y yo a ti —el azabache abrazó a su novio, su pecho ya no dolía como minutos atrás. 

—No me has dado siquiera un beso doctor Kim. 

—Tienes razón —Seokjin bajó su rostro hasta atrapar los labios de su novio. Suavemente probó y chupó buscando el sabor que amaba. 

Cuando se separaron Jimin se recostó en el pecho de Seokjin y jugó con sus dedos. El azabache cerró sus ojos, estaba realmente agotado por todo lo que había recorrido para llegar a Rain. 

No sabía cuanto iba a demorar el trámite legal, pero no había forma en que Jimin se quedara en Rain, el lugar tenía sus peores recuerdos y Seokjin solo quería que ya no los hubieran, solo quería que Jimin se sintiera protegido, seguro y feliz. 

Y eso no lo haría en Rain. 

Jin dejó un beso en el cabello de Jimin y a cada minuto que pasaba era más claro para él lo que tenía que hacer y solo podía pensar en hacer feliz a su novio. Eso era lo que importaba y donde antes él nunca pensó en establecerse y tener su propia familia, ahora era diferente. 

Ahora quería un lugar estable, niños corriendo por todos lados. La vida era tan frágil y el vivir últimamente en constante peligro le hizo saber que el tiempo era realmente oro. 

Si todo salía bien, tanto Minki, su esposo y cualquier otro cómplice obtendrían su castigo. 

Y él no descansaría hasta que Jimin pudiera vivir en paz nuevamente. 

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Hola!!! Espero que se encuentren bien, hoy traigo un poquito más de esta historia que ya está en su recta final. Solo quedan unos cuantos detalles más y estaríamos diciéndole adiós 🥺.

Gracias por esperarla. ❤️

Nos leemos muy pronto 😉💕