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Seokjin estaba ansioso por llegar al departamento que compartía con Jimin, había logrado que un colega le hiciera sus últimas horas de turno que por supuesto él tendría que devolver en unos días más. De todos modos no le importaba, podría pasar la tarde de domingo con su novio y ya tenía varias ideas en mente para ese día.
El departamento lo recibió en silencio, por un momento pensó que encontraría a Jimin mirando televisión en la sala pero después de una pequeña inspección se dio cuenta que no había nadie en el lugar.
Nada raro, su novio amaba salir a caminar por lo que Seokjin tomó su teléfono y lo llamó, para su sorpresa la llamada se fue a buzón por lo que desistió. Seguramente Jimin volvería en un par de horas.
Dejando su ropa sobre la cama Seokjin se paseó en boxer por la habitación. Buscó ropa más cómoda y entró al baño personal. Se dio una ducha caliente bastante larga, estaba cansado, su noche había sido una locura, con suerte se había sentado durante una hora para dormir.
Sus músculos le dieron un respiro, el sueño llegó a él rápidamente y sin siquiera cerrar las cortinas se acostó en la cama, abrazó la almohada de Jimin y una perezosa sonrisa se dibujó en sus labios mientras olía la fragancia de su novio.
No supo cuánto tiempo durmió, pero tuvo que hacerlo por mucho tiempo porque cuando despertó la noche ya había llegado y la habitación estaba completamente a oscuras.
Sentándose en la cama Seokjin estiró su cuello y luego su espalda, se puso de pie y tomó su teléfono de la mesita auxiliar para ver la hora, no era tan tarde pero al ser invierno la noche llegaba mucho más temprano. Se dio cuenta que tenía varias llamadas perdidas de Jungkook.
La puerta de entrada se cerró y los pasos rápidos de Jimin le hicieron cosquillas en su estómago al saber que lo vería de nuevo, ¿Debería decir que estaba en casa? Quizá Jimin se iba a asustar, por lo que encendió la lámpara del lado de su cama.
La puerta se abrió y los ojos sorprendidos de su novio le hicieron sonreír.
—Sorpresa, salí antes del hospital. —Seokjin dejó su teléfono olvidado y se acercó a Jimin. La tensa sonrisa del rubio le hizo detenerse y fijarse bien en las ojeras bajó sus hermosos ojos color miel. Su cabello no estaba arreglado como de costumbre y traía una mochila en su mano.
El silencio de Jimin le hizo llegar hasta él y tomar sus mejillas suavemente —¿Pasó algo?
Jimin parpadeó y sus ojos se volvieron triste, su expresión completa se volvió en una afligida y dolorosa.
—Lo siento —susurró. —No sabía que estarías aquí.
—Te llamé, tu teléfono estaba apagado, ¿Dónde estabas?
—Oh yo… ¿No recibiste alguna llamada?
—¿Que pasó? —Jin lo tomó ahora de los hombros y lo miró directamente a los ojos. —Algo pasa y necesito que me lo digas.
—No me corresponde a mi, cariño. Por favor no me lo pidas, debes ir a hablar con tu mamá a Jassel.
—¿Que? ¿Por qué haría eso?
Jimin se alejó de él, dejó su mochila sobre la cama y se sentó a la orilla de esta. Sus hombros encorvados hicieron que Seokjin se preocupara aún más por lo que se acercó y se sentó a su lado.
—Fui a ver a tu mamá a Jassel, quería hablar con ella sin nadie alrededor, quería que fuéramos solo nosotros dos.
—¿Por qué no me lo dijiste? —Jin arrugó su ceño.
—Porque estaba seguro que la llamarías para advertirle que no dijera algo para herirme —Jimin se giró y sus ojos se encontraron. —¿Lo hubieses hecho no es así?
—Por supuesto que sí, amor. No quiero que nadie te dañe y eso también incluye a mi familia, te lo he dicho, yo no voy a dejar que te rechacen por algo que escapa de tus manos.
Jimin sonrió y cerró sus ojos cuando le dio un beso en los labios. Seokjin se aferró a ese beso y lo profundizó probando esa boca que amaba.
—Te amo mucho —murmuró Jimin juntando sus frentes.
—Y yo a ti. Te extrañé.
Jimin volvió a sonreír pero su labios lentamente volvieron a ser una línea sería y esos ojos tristes volvieron a estar ahí.
—Vi algo cuando estuve en Jassel y no estoy seguro que va a pasar cuando te enteres y no creo que sea yo la persona indicada para decirlo.
—No me hagas esto, dime qué es.
El rubio negó suavemente y tomó sus manos para entrelazarlas. —No puedo, se lo prometí a ella.
Seokjin se puso de pie rompiendo el contacto, ya no era gracioso, ¿Jimin estaba bromeando con él? La angustia que vio en sus ojos seguía ahí y él ya no sabía que pensar.
Se pasó una mano por su cabello y se acercó a la ventana. —Dime que es lo viste cuando estuviste allá.
—Jinnie.
—No. Me lo vas a decir, dijimos que no habrían más mentiras entre nosotros y sea lo que sea lo puedo manejar ¿Si? Pero no me hagas esto, yo confío en ti.
Jimin se puso de pie y también caminó por la habitación, se veía pensativo pero sus músculos estaban tensos. La intimidad cómoda que siempre lograban en la habitación ya no estaba, el ambiente estaba cargado de silencios tensos y miradas apagadas por parte de su novio. ¿Que había visto y por qué se veía como si hubiese visto morir a alguien?
—Fui a Jassel y llegué cerca de las tres de la tarde, eso fue ayer… Pensé que estaría tu familia pero solo encontré a tu mamá.
—Mi papá trabaja los sábados y los mocosos nunca están los fines de semana.
—Si, eso me lo comentó tu mamá después. —Jimin mordió su labio y cerró los ojos —mierda, no puedo.
—Si puedes —Seokjin se paró frente a él y esperó.
Un suspiro tembloroso salió de Jimin antes de tomar una suave respiración —vi a tu mamá con otro hombre… En el jardín trasero, ellos se estaban besando.
Seokjin arrugó su ceño no creyendo esas palabras, ¿Su mamá? Negó con su cabeza riendo —amor, ¿Que estás diciendo?
—Eso es lo que vi, tu mamá estaba besando a otro hombre. Lo siento, cariño.
Seokjin volvió a reír sin creer una sola palabra —no puedo creer eso, mi mamá puede tener muchos defectos pero no es una mujer infiel, ¡Ha estado con mi padre en todo momento! ¡Toda su vida!
Jimin se estremeció ante lo agitado que se veía Seokjin, entonces el azabache suspiró y cerró sus ojos para no empezar una pelea, pero es que era su madre. Era algo delicado.
—¿Crees que inventaría una historia así? ¿Con que fin lo haría Seokjin? Yo solo quería que ella me aceptara, que no hubieran más barreras en nuestra relación ya que todo el maldito mundo tiene algo que decir sobre nosotros. Yo no quería ver lo que vi pero lo hice. No puedo creer que creas que inventé esto.
—Yo necesito hablar con ella.
Jimin le dio una mirada dolida pero asintió —hazlo, yo me daré una ducha y dormiré porque estoy reventado.
Seokjin se acercó a su cama y tomó el teléfono, miró por última vez a su novio para luego salir de la habitación.
Su cabeza era tremenda confusión y no podía aceptar lo que Jimin había dicho. Su madre tenía muchos defectos, claro que sí, ¿Pero engañar a su esposo? Dios, era una locura. Ni siquiera podía pensar en eso sin que sus manos temblaran.
Mirando su teléfono se fijó en todas las llamadas perdidas de su hermano.
—Mierda —susurró ante la posibilidad de que todo fuera cierto.
Lo es, le dijo una voz lejana en su
mente.
Temblando se sentó en el sofá y le devolvió el llamado a Jungkook, eran cerca de las ocho no podía esperar un minuto más para tener una confirmación de todo lo que había dicho Jimin.
—Jinnie.
La voz de su hermano sonaba bastante bien, como siempre. —Hola Kookie.
—¿Hablaste con Jimin?
Seokjin cerró sus ojos y asintió —si, lo hice hace unos minutos.
—Papá acaba de tomar sus cosas, se fue donde el tío Bin.
—¿Es… Es cierto?
—Si, lo es… Ryu se encerró en su habitación y yo estoy aquí tratando de que mamá no se vaya a hacer daño está como una trastornada… —Jungkook suspiró —es difícil ser el hermano mayor en una situación así, ¿Podrías venir?
Una piedra se alojó en el fondo de su estómago, se quedó helado ante la visión de su familia cayéndose a pedazos por una infidelidad. Dios, su familia estaba destrozada.
Mordió su labio fuerte y pudo escuchar a lo lejos el llanto de su madre y la tristeza y desconcierto dio paso a la rabia.
—Déjame hablar con ella.
—No creo que sea lo mejor Jinnie…
—Ponla al teléfono Jungkook. No puedo simplemente tomar un puto avión para ir a ver el desastre que ella creó.
Seokjin se puso de pie, su corazón latiendo tan rápido que tuvo que tomar varias respiraciones hasta que se pudo calmar un poco.
Hubo ruido y de pronto todo se volvió silencio, una puerta fue cerrada y Seokjin sabía que su madre había buscado un lugar tranquilo para conversar.
No sabía que decir, no tenía idea que podía decirle a la mujer que más amaba en el mundo, la mujer que lo crío con profundo amor. La mujer que le había enseñado los valores que tenía tan arraigado en su presente.
—Hijo…
Seokjin no pudo evitar las lágrimas que escaparon de sus ojos y bajó su cabeza sintiéndose de pronto tan abatido y triste.
—¿Que hiciste? —su voz salió rota, tan rota como él mismo se sentía. —¿Por qué lo hiciste mamá?
Kim Yeojin al otro lado de la línea solo lloraba impidiendo que pudiera hablar libremente con él. Por respeto Seokjin esperó, aunque quería decir tantas cosas no olvidaba que era su madre, la mujer que amaba pero necesitaba entender. Necesitaba saber por qué.
—Mamá —pidió —¿Que pasó? Estoy seguro que si es algo eventual vas a poder solucionarlo con papá.
De nuevo la respuesta fueron sollozos ahogados que hicieron que Seokjin perdiera un poco la paciencia.
—No es… No es algo reciente. Lo siento hijo.
Y la llamada se terminó.
Jin se tuvo que apoyar en la pared y justo cuando pensó que se caería unos brazos lo sostuvieron. Su teléfono cayó al piso de madera pero no podía importarle menos si se rompía.
La fragancia de Jimin se metió por sus fosas nasales y el solo se apoyó en ese abrazo, hundió su cabeza en el cuello de su novio mientras lloraba amargamente.
Se sentía burlado, como si hubiese vivido una farsa todo el tiempo en esa casa. Su madre había dicho que no era algo reciente, ¿Cuántos años serían?
—Lo siento, amor —Seokjin dijo en el cuello de Jimin, lo había herido al no creerle de inmediato y a pesar de todo eso era lo que más le importaba. No herirlo. —Quise engañarme…
—Está bien, no digas más ¿Si? —Jimin acarició su cabello lentamente.
—¿Por qué lo hizo? Ella no es así.
Jimin se alejó un poco, tomó su mano y los llevó de vuelta a la habitación, las luces de la lámpara estaban bajas por lo que Seokjin agradeció la escasez de luz. Llorar frente a tu pareja no era algo de lo que era un fan.
Se acostaron en la cama y de inmediato Seokjin se acomodó en el pecho de su novio, necesitaba consuelo, necesitaba que lo mimara porque se sentía realmente destrozado.
—Sé que es difícil pero no puedes juzgar antes de saber los hechos.
—¿Te lo dijo a ti?
—No, te lo digo por experiencia personal. Sé que no es comparable pero siempre hay una historia detrás de una infidelidad, ya sea buena o mala.
—Tengo que hablar con mi papá.
—Si —susurró Jimin en la oscuridad.
—Mierda, esto se siente tan irreal… Como esas cosas que crees que jamás te van a pasar y cuando pasan no sabes como mierda reaccionar.
—Date un respiro, cariño. Fue sorpresivo y lamento que te hayas enterado así… Yo no debí decirlo pero no quería mentirte, estaba en una posición en la que nunca quise estar —la voz de Jimin se hizo más baja.
—Las cosas pasan cuando tienen que pasar y como deben pasar… Imagínate si hubiese ido contigo… Si yo hubiese la visto…
—No pienses en eso.
—Lo sé —Seokjin se aferró al delgado cuerpo de Jimin y cerró sus ojos. —Jungkook quiere que vaya pero no sé si pueda hacerle frente a ella… ¿Tú sabes quien es? ¿Con quién estuvo engañando a mi papá?
Jimin se tensó y no pasó desapercibido para Seokjin, él se preocupó y se sentó en la cama, su novio lo imitó y ambos se quedaron en silencio viéndose de frente.
—¿Sabes quién es?
—No lo conozco realmente… —Jimin mordió su labio la indecisión en todo su hermoso rostro.
—No lo quieres decir —dijo a cambio Seokjin, pero no se molestó, ni siquiera trató de que Jimin le dijera porque tenía el presentimiento de que no le iba a gustar la información.
—Creo que es justo para mí que lo sepas de boca de tu mamá o de alguien de tu familia… No me dejes esa responsabilidad a mi, por favor —pidió y Seokjin asintió de inmediato.
Jimin estaba sufriendo y Seokjin sabía que era por él. Su novio lo amaba lo suficiente para sentir tristeza por lo que estaba ocurriendo, pero también lo estaba apoyando, estaba siendo su fortaleza y eso solo le hacía amarlo mucho más.
Su corazón se apretó ante la idea de Jimin yendo a casa de sus padres para poder mostrarse a si mismo frente a su madre, para que ella lo aceptara, sabiendo que las cosas podían haber terminado mal y ahora que Jimin había descubierto esa cruel verdad no tenía idea que pasaría entre él y su madre.
Jimin lo había intentado al menos y eso le decía a Seokjin la clase de hombre que era su novio.
Y aunque todo había salido mal, Seokjin agradecía que su novio hubiese tenido la valentía de ir hasta Jassel, y también le agradecía porque sino hubiese ido quizá jamás se iba a enterar de la jugarreta de su madre.
Seokjin se bajó de la cama y salió de la habitación, buscó su teléfono que no le había pasado nada, todo estaba intacto. Volvió a la habitación y se sentó en la misma posición.
—Llamaré a mi papá. —Jimin le dio una sonrisa tímida en apoyo y se iba a poner de pie cuando Seokjin lo tomó suavemente del brazo. —No te vayas, por favor… Te necesito.
Jimin se quedó ahí mismo y con sus manos fuertemente entrelazadas él hizo la llamada y aunque estaba a nada de quebrarse de nuevo no le importó. Podía caerse una y mil veces porque sabía que tenía a Jimin para ayudarlo a levantarse.
Él lo tenía, ellos se tenían.
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En el tiempo del fic quedan como 3 semanas para el matrimonio NamGi 👀
Tengan una linda semana ❤️❤️
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