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* cuando comentan me
da más ganas de actualizar.
Así que ya saben 👀🤭


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Seokjin siempre salía a correr, o al menos lo intentaba cuando estaba libre de trabajo, usualmente eran algunos días a la semana y casi nunca el fin de semana. Pero justamente el horario había jugado a su favor y luego de unos tuenos realmente largos él podía disfrutar de un fin de semana completo libre de trabajo.  

La lluvia comenzó a caer cuando le quedaban un par de kilómetros para llegar a su edificio, en ese momento amaba lo refrescante que era el contraste de su piel húmeda gracias al sudor y las gotas de agua fría que caían por su rostro y se perdían bajo su camiseta deportiva. 

Una vez que estuvo fuera de su edificio se tomó un momento para descansar. Su pecho subía y bajaba por el ejercicio, pero se sentía bien. Necesitaba correr para sacar de su sistema el último encuentro que había tenido con Taehyung, necesitaba aliviar en algo la presión que sentía en su pecho cada vez que pensaba en él y en lo que le había dicho esa noche en el hotel. 

Él se estaba arrepintiendo de su decisión. 

Seokjin se quitó los cabellos de su frente y decidió que era momento de entrar, la lluvia se estaba haciendo más fuerte y él no quería pescar un resfriado, pero antes de que pudiera pasar por la puerta de entrada una silueta lo hizo detenerse. 

Achicó sus ojos porque se le dificultaba ver entre la lluvia cada vez más pesada. 

Seokjin sin pensarlo caminó hasta donde el hombre estaba parado. Recordó de inmediato las palabras de su madre cuando él decidió por la carrera de medicina “serás el mejor médico hijo, tienes el corazón más grande del mundo. Siempre bondadoso y dispuesto a ayudar”.

Y así era él, quizás ese hombre bajo la lluvia necesitaba atención médica. 

Seokjin no tenía idea quien era pero estaba empapado y solo cuando estuvo frente a él lo reconoció, para su sorpresa lo hizo. Y entre todas las personas en esa ciudad…

—Park Jimin —murmuró entre la lluvia que caía cada vez más rápido.

El hombre rubio alzó su cabeza y todo lo que el azabache pudo ver en los ojos ajenos fue dolor. 

—No anda ningún taxi —dijo como si tuviera que estar dando explicaciones del porqué estaba parado bajo la lluvia torrencial.

—¿Vives por aquí? 

—Si… Me mudé ayer.

—Oh… Bien, creo que deberíamos entrar.

Jimin asintió y comenzó a caminar detrás del hombre alto. Sus pasos eran lentos ya que su piel ardía con el roce del jean. 

Finalmente entraron, empapados mojando todo el piso. Seokjin se disculpó con el conserje y rápidamente accionó los botones del ascensor, cuando entraron el hombre rubio no levantó la mirada por lo que Seokjin pulsó el botón de su  propio piso. 

El recorrido fue extremadamente lento o así lo sintió Seokjin mientras veía el tablero ansioso por llegar a su departamento. Había algo en el estado de ánimo del hombre que lo hizo sentir un tanto inquieto, pero como obviamente no lo conocía lo suficiente no podía preguntar. Sin embargo algo le había pasado al rubio. 

El ascensor llegó al piso y Jin caminó hasta la puerta, Jimin no se movió y él tocó su hombro. Cuando el rubio alzó su rostro Seokjin tragó saliva y se acercó un poco más. 

No lo conocía lo suficiente, no tenía idea que le había pasado pero ni siquiera lo pensó cuando lo rodeó con sus brazos y el cuerpo tembloroso del otro se amoldó de manera perfecta al suyo propio. 

El ascensor cerró sus puertas y comenzó a descender y Seokjin se quedó en ese mismo lugar con el hombre rubio que apenas había escuchado hablar desde que lo había conocido pero que sin duda estaba destrozado y completamente triste. 

***

—Toma —Seokjin le entregó ropa seca al hombre pero este se negó de inmediato. 

—Yo debería irme a mi departamento. Lamento las molestias que te causé. 

Seokjin se movió por la sala, dejó las prendas sobre la encimera de la cocina y se acercó al rubio para poder verlo de frente ya que este rehuía de su mirada —no causaste ninguna molestia. Todos tenemos malos días alguna vez ¿no crees? 

—Ni siquiera nos conocemos. 

—Eso no es tan así, tú sabes mi nombre, yo sé el tuyo… Jackson es nuestro amigo en común —Seokjin se encogió de hombros. —Somos vecinos y colegas. Creo que sí nos conocemos ¿no crees?

Jimin cerró sus ojos y tembló ligeramente, su ropa toda empapada como así también su cabello. Era un completo desastre y se había comportado como un niño frente a Seokjin, que además había resultado ser el amigo de Jackson, ese amigo con el que supuestamente saldría en algún momento, pero no había manera en que eso sucediera, no cuando Jimin se había hecho ver de una manera tan patética. 

No había manera en que pudiera cambiar esa imagen en el atractivo azabache. 

Estaba seguro de aquello.

—De todas formas debo volver a mi departamento, necesito una ducha y mi pijama. 

Seokjin asintió, él también necesitaba aquello, pero seguía un poco preocupado por el hombre triste que ahora caminaba hasta su puerta. 

—Te acompaño.

—¿Que? No, no es necesario en serio, ya hiciste mucho por mi —Jimin quería arrancar lejos, estaba tan avergonzado de su actuar. 

—No me molesta, me gustaría saber que llegarás bien a tu departamento. 

Jimin alzó la mirada y se encontró con los ojos gentiles del otro. El hombre tenía una pequeña sonrisa en sus labios pero no era burla o cualquier otra cosa, sino que era casi como un apoyo tácito. 

Ellos eran dos extraño pero aún así Jimin sentía que él más alto era sincero en sus palabras.

—Bien, entonces vamos, supongo que también quieres cambiar tu ropa. No me gustaría ser el causante de tu resfriado. —Dijo Jimin mucho más repuesto y seguro.

Seokjin se encogió de hombros ligeramente. Tenía frío, quería ducharse, comer algo y dormir pero aún así no dejaba de admirar al bonito rubio con sus ojos y nariz roja viéndose tan vulnerable ante sus ojos, pero que a la vez tenía esa mirada determinada, a la defensiva y eso lo puso curioso. 

Park Jimin era un hombre interesante. 

El ascensor los llevó al piso de Jimin y Seokjin se aseguró de mantener las puertas abiertas para que el rubio pudiera salir de este. Él era un caballero, claro está, no habían segundas intenciones en ese acto, pero no era un santo tampoco por lo que deslizó fugazmente sus ojos por la espalda de Jimin. El pantalón completamente pegado al culo y piernas de Jimin hizo que mirara hacia otro lado mientras avanzaban por el pasillo.

—Es aquí. 

Jin asintió mirando el número y quizá, solo quizá memorizarlo por si lo necesitaría en algún momento. 

—Descansa Park Jimin. 

Jimin sonrió levemente, sentía sus ojos hinchados. Sabía que se veía de la peor forma y él siempre trataba de verse bien en todo momento por si tuviera la posibilidad de conocer a alguien como Seokjin, pero como la vida lo odiaba, él se estaba mostrando como un estropajo frente a un hombre gentil que se veía como un maldito príncipe. 

La vida era muy injusta. 

—Buenas noches Kim Seokjin —respondió a cambio. 

—Quizá nos veamos en el hospital.

—Quien sabe —Jimin mantenía su mano en el pomo de su puerta, tenía que entrar a su departamento, pero extrañamente estaba alargando la conversación con el hombre guapo que estaba justo frente a él y que no se había movido ni un centímetro a pesar de que se estaban despidiendo. 

—Podríamos almorzar, después de todo somos colegas. 

Si Jimin no se hubiese sentido tan deprimido hubiese coqueteado con Kim Seokjin, pero no era el caso y solo asintió despacio. 

—Eso estaría bien. 

—Si —murmuró Seokjin queriendo quedarse un poco más pero Jimin se veía cansado entonces él ya no empujó más. Prácticamente le estaba pidiendo pasar tiempo juntos. Jin suspiró y dio un paso atrás para no sentirse como un idiota —bien, ahora sí, buenas noches. 

Seokjin sonrió cuando Jimin alzó su mano y solo sus dedos se podían apreciar bajo las mangas de la chaqueta de jeans. Jimin se despidió para luego entrar a su departamento. 

Y Seokjin siguió sonriendo en todo el camino de vuelta a su departamento incluso sin ser consciente de aquello. 

***

Seokjin revisó su teléfono esperando quizás algún correo electrónico. Esa era una rutina que constantemente hacía cuando no tenía alguna distracción y sobre todo cuando comenzaba a extrañar la compañía de otra persona, pero en su teléfono no había nada, no habían correos, mensajes o cualquier cosa que le dijera que Taehyung necesitaba de él. 

Claramente no lo hacía. 

Nunca lo hacía de todos modos.

La puerta de entrada se abrió y Seokjin dejó el teléfono a un costado. Observó el rostro cansado de su amigo Jackson y se levantó de su sitio. 

—¿Turno difícil? 

—De esos que quieres olvidar. 

—Oh ya veo —Jin hizo una mueca con sus labios, él sabía exactamente a qué se refería con aquello. Perder pacientes era parte del día a día pero ambos, tanto Seokjin como Jackson, se negaban a ser como sus demás colegas que luego de años de profesión veían a sus pacientes como un simple número, completamente desconectados del dolor de las familias e incluso de los mismos enfermos. 

—Si, un accidente de tránsito —Jackson dejó caer su bolso en uno de los taburetes de la isla de la iluminada cocina —odio reemplazar en urgencias. En serio lo odio. 

—Lo sé, ¿quieres tomar algo? 

—No, creo que dormiré enseguida, ¿tú qué harás? 

—No lo sé, estoy un poco aburrido, hace mucho tiempo que no tenía un fin de semana libre, quizá mañana vaya a ver a mis papás… No lo sé. 

—Eso se escucha bien, yo invité a mi amigo, el oncólogo del que te hablé hace días. Vendrá a almorzar. Lo llamé mientras venía para acá. 

Seokjin quien se había puesto en marcha nuevamente para tomar su celular olvidado en el sofá paró de golpe al escuchar a su amigo —¿invitaste a Jimin? 

Jackson sonrió como un lobo a punto de cazar —supe que se conocieron. 

—Si, aunque nos habíamos visto en el hospital… Hace días. 

—¿Y bien? —Jackson movió sus cejas de manera sugerente. 

Jin se encogió de hombros —es simpático. 

—¿Simpático? Oh dios, ¿quien eres, un santo? No me jodas. 

—No lo conozco lo suficiente, pero me ha parecido simpático. —Jin rodó los ojos ante la risa burlona de su amigo —bien, puede ser atractivo. 

—Ajá.

—Sus ojos son hermosos y bueno su rostro en general es bastante atractivo… Tiene buen cuerpo —Seokjin tomó su teléfono y miró por sobre el hombro a su amigo —es todo lo que diré por ahora. 

—Por ahora ¿eh? —Jackson alzo el puño en señal de victoria mientras Seokjin cerraba la puerta de su habitación —¿Por ahora? Definitivamente puedo trabajar con eso. —Dijo antes de tomar su bolso y entrar a su habitación.

Seokjin se dejó caer en su cama y cerró sus ojos, de inmediato se le vino a la mente el rostro de Jimin triste y sus lindos ojos completamente apagados sin esa luz que él había logrado ver en el hospital cuando llovía torrencialmente y ellos habían quedado frente a la puerta de salida. 

Park Jimin, susurró en la soledad de su habitación. Sin duda ese hombre se estaba robando sus pensamientos y es que el dolor que había visto en sus ojos se le hacía más que familiar, porque Seokjin lo veía cada vez que él mismo se veía en el espejo. 

El azabache se giró sobre la cama y abrió sus ojos para mirar la ventana. Realmente estaba aburrido y esa no era una buena señal para él. 

Necesitaba una distracción. 

Seokjin dejó la cama y caminó hasta su armario, sacó varias prendas y eligió rápidamente luego de mirarlas sobre la cama, ya se había duchado por lo que solo debía cambiar su ropa y ponerse un poco de perfume. 

Miró la habitación y lo desordenada que estaba, de todas formas no le importó, no era como si fuera a llevar a alguien a dormir con él. Tomó su chaqueta de cuero negra y se la puso antes de salir de la habitación. Fuera de esta tomó las llaves de su automóvil y palmeó su pantalón y chaqueta para contabilizar los demás artículos con los que salía habitualmente: celular, billetera… ¿condones? 

Seokjin sacó los dos paquetes que tenía en el bolsillo interno de su chaqueta y los miró. Se quedó varios segundos pensando si llevarlos o no. 

—Maldita sea, ¿ese imbécil te citó? 

La voz de su amigo lo hizo saltar en su sitio. Seokjin se giró con los condones en su mano derecha y negó. —No voy a salir con él. 

—¿No? Genial, vas avanzando Kim. 

Seokjin dejó los condones sobre el recibidor ante la mirada atónita de Jackson.

—No creo que los vaya a necesitar —el azabache sonrió y caminó hasta su puerta, pero antes de salir por completo miró a su amigo —si me va bien esta noche mañana yo hago el almuerzo. 

Y sin agregar nada más y menos esperar respuesta Seokjin cerró la puerta y tomó el ascensor. Pulsó el número 13, y pensó que con suerte podría distraerse en compañía de alguien más. 

Aunque no dependía de él en ese minuto.

Limpió el sudor de sus manos cuando se paró frente a la puerta negra. Observó el número del departamento y respiró profundo, alzó su brazo y cuando iba a tocar la puerta esta se abrió dejando ver al bonito rubio con una ceja alzada. 

—Kim Seokjin. 

Seokjin lamió sus labios rápidamente dándose cuenta que jamás antes le había gustado tanto su nombre como cuando este salía de la boca de Park Jimin. 

—Park Jimin —dijo a cambio. —¿Que estás haciendo? A parte de espiar en tu puerta por si algún hombre guapo viene por ti. 

El rostro sorprendido de Jimin hizo que sonriera y ¡maldición! Jamás había sonreído tanto mientras esperaba una respuesta del atractivo hombre

Definitivamente Park Jimin era el hombre más interesante que hubiese conocido antes… 


***

Primera cita 👀

Gracias por el apoyo 🥰

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