032


Seokjin no era un tipo muy optimista, desde pequeño había dejado el ver el lado bueno a todo y simplemente comenzó a ser realista. Aunque trataba de serlo porque ser optimista te hacía creer que las cosas siempre saldrían bien y aunque Seokjin tratara y tratara; esa no era su vida.

Su vida era elegir mal, su vida romántica era pensar que el amor existía y que la persona que amabas no te haría daño. Una persona optimista diría que se aprendía de esos fallos, que las desilusiones amorosas te hacían crecer… Pero el Seokjin realista sabía que el amor era difícil, muchas veces doloroso y que ese dolor te acompañaba por mucho tiempo.

—Jin, por favor. 

Seokjin se giró, no podía ver los ojos tristes de Jimin, quería abrazarlo porque se veía frágil y precioso bajo la torrencial lluvia. Por supuesto no lo hizo y comenzó a caminar, pero no avanzó demasiado cuando Jimin llegó hasta él impidiendo que pudiera seguir caminando. 

—Dame uno malditos minutos para calmarme. —Jin dijo apretando sus dientes. 

—Necesito que me escuches, yo no quería mentirte.

—Pero lo hiciste, ¿Por qué no lo dijiste antes? ¿Por qué dejaste pasar las semanas? 

Jimin se pasó una mano por el cabello y con la acción muchas gotas de agua saltaron por su rostro y ropa. 

—Lo siento, debí decirlo pero tuve miedo —Jimin se acercó al más alto, necesitaba tocarlo pero Seokjin se alejó entonces el rubio bajó sus manos derrotado. 

—¿Miedo? —Jin negó —tuviste al menos una docena de oportunidades para decirme, ¿Por qué mierda dejaste que esto avanzara si al final te irías? ¡Te presenté a mi familia, Jimin! 

—¡Lo sé! —el tono del rubio se alzó en medio de la tranquilidad de la noche —estuve mal, lo reconozco pero eso no quiere decir que esto no sea real Seokjin. Lo que siento por ti es lo que debería importar. 

Seokjin se rió amargamente por varios segundos hasta que si nariz comenzó a picar. Él quería llorar. 

—¿Y que hay de lo que siento yo? Que hay de como me siento ahora mismo sabiendo que te vas a ir y que yo no estaba enterado. Que hay de mi y la confianza que puse en ti después de todo lo que te conté… ¿Que fue todo? ¿Que querías de mi? 

Jimin mordió su labio y se limpió las mejillas que no solo estaban mojadas por la lluvia sino también por sus propias lágrimas. Tomó una respiración temblorosa y alzó la mirada para encontrarse con los ojos enojados de su novio. 

—Al principio fue por diversión... Una distracción mientras ejercía aquí por unos cuantos meses —su voz salió temblorosa pero él tomó una nueva respiración y aclaro su garganta. —Mis planes no están en Rain, no me gusta esta ciudad, eso tú lo sabes… Entonces cuando nos besamos en tu departamento no era algo de que preocuparse ¿no? ¿que probabilidad había que hubiera un futuro para nosotros? ¿que probabilidad había de que me gustaras tanto como para verte más seguido? —Jimin negó con su cabeza y no se atrevió a mirar de nuevo los ojos enojados y heridos de Seokjin. —Pero pasó, ni siquiera sé que es pero bajé mis barreras, yo no he tenido pareja en años pero te conocí a ti y eso cambió... Te conocí a ti y quise más.

—No sigas. 

—Lo siento mucho, Seokjin. 

—Yo también —Jin sintió frío y decidió que era hora de volver. No quería hablar más con el rubio por lo que pasó por su lado y comenzó a caminar. Jimin esta vez lo dejo ir pero podía sentir sus pasos detrás de él. 

No se detuvo hasta que estuvieron fuera del edificio, Seokjin paró cerca de las puertas y miró a Jimin.

—Yo no quiero arruinar tus planes y yo también tengo los míos propios… No creo que sirva de algo que sigamos juntos.

—¿Que? 

—Queremos cosas diferentes.

—Ni siquiera hemos hablado del futuro y te quieres rendir. —Él negó con su cabeza dolido. 

—Dime algo, ¿has tratado de ver la posibilidad de quedarte un poco más? Ya sabes, mover tus influencias para quedarte en Rain. Para trabajar aquí a tiempo fijo. 

Jimin hizo un pequeño puchero y negó con su cabeza. —Yo no he hecho nada, todavía queda tiempo Seokjin, no es como si me fuera mañana. 

—¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Quieres dejar todo a última hora y si no hubiésemos encontrado a Lee seguramente no me enteraba hasta que estuvieras en un puto avión rumbo a Atsy, ¿siempre eres así de egoísta? 

—No lo soy, solo me equivoqué en no decirlo de inmediato. Yo no sabía que me iba a enamorar de ti, maldición Seokjin, ¿crees que estoy feliz por esto? ¿crees que no me duele saber que quizá jamás vas a perdonar que no te lo haya dicho? Estás muy equivocado si crees que no me importas. 

El azabache apretó sus dientes y enojado se limpió las lágrimas de sus ojos con la manga empapada de su chaqueta. Quería decir tantas cosas, tenía ganas de maldecir al rubio, decirle como realmente se sentía, pero no lo hizo porque sabía que podría herir a Jimin y él lo amaba demasiado como para hacerle daño. 

Pero había una verdad que debía ser dicha.

—Me hiciste creer que eras diferente al resto, que eras diferente a lo que conocía, pero al final fuiste más decepcionante que Taehyung, al menos él era un hijo de puta pero fue sincero al jamás tomarme en serio y decírmelo a la cara. Tú me hiciste creer que teníamos futuro juntos, hiciste que te amara como nunca antes lo había hecho pero mentiste. —Jin arrugó su ceño mientras dos pequeñas lágrimas bajaban por su rostro. Jimin frente a él negaba como niño pequeño y también estaba llorando. 

¿Que tan jodido estaba todo para ellos? 

De pronto los planes que tenían para esa noche, incluso para el fin de semana se veían destrozados. 

—Siento haber arruinado esto. —Jimin murmuró y más lágrimas se acumularon en sus ojos cuando vio a Seokjin aguantando sus propias lágrimas. Se acercó un poco y esta vez Seokjin no se alejó. Con esa pequeña victoria el rubio tomó las mejillas frías del más alto. Si miraron a los ojos unos segundos antes de que Seokjin quitara de manera suave sus manos y entrara al edificio diciendo un triste adiós

🌧️

El alcohol nunca era la solución de los problemas, eso Jimin lo sabía muy bien, pero nunca una botella de whisky fue tan efectiva para él mientras terminaba su tercer vaso. 

Su ropa todavía estaba húmeda, de hecho la camisa negra que se había puesto esa noche aún seguía pegada a su cuerpo gracias a la lluvia. Su cabello era un desastre pero eso era lo de menos.

Jimin cerró sus ojos un segundo cuando el líquido bajó por su garganta y deseó poder emborracharse rápido y así olvidar lo que había pasado esa noche. Tenía todavía un nudo en su garganta que le dificultaba respirar a ratos y las ganas de largarse a llorar como niño todavía estaban ahí, pero no lo hizo, se sentía culpable y es que él había arruinado la relación más especial que hubiese tenido nunca. 

Sintió que alguien rozó su camisa y giró su cabeza solo para observar a un atractivo hombre, Jimin volteó nuevamente y se terminó lo que quedaba en su vaso. Se pasó una mano por su cabello y suspiró cuando de nuevo a su mente llegaron todas esas imágenes de Seokjin enojado y herido que hacían que tuviera que morderse el labio para no gritar por la frustración que sentía por no haberse dado a entender, por no haberse disculpado como debía. 

Ahora Seokjin seguramente lo estaba odiando.

—¿Una mala noche? 

El hombre al lado suyo de acercó un poco más y Jimin lo miró de soslayo. —Si. 

—Puedo ser un buen oyente si lo deseas. 

—No lo deseo, solo quiero tomar esto tranquilo. 

—Oh, está bien. 

Jimin se sirvió hasta la mitad del vaso y tomó más del whisky importado que era lo bastante caro como para que no resintiera tanto sus efectos al día siguiente. 

De pronto su teléfono sonó y el lo sacó de su pantalón con la esperanza de que fuera Seokjin quien lo estuviera llamando para decirle que las cosas no cambiarían entre ellos y que ambos tendrían que buscar la manera de que la relación funcionara aún cuando sus planes a futuro eran diferentes. 

Pero no era Seokjin. 

Jimin se llevó el teléfono a la oreja y de inmediato lo alejó cuando el grito de Hobi le hizo rodar los ojos.

—¡¿Dónde estás?! 

—En un bar. 

—¿Por qué? 

—Por que soy un imbécil. —Jimin miró hacia la barra y se encontró con el hombre a su lado mirándolo muy interesado. Apartó sus ojos de él y volvió a su vaso deseando acabar rápido la botella para largarse del bar. 

—Entonces nuestras deducciones fueron acertadas. 

—Define nuestras. 

—Jungkook y yo. 

Jimin ni siquiera se sorprendió por aquella información —iré a casa en unos minutos. 

—Eso espero, estaba preocupado por ti. 

—Lo siento. Las cosas no salieron muy bien y necesitaba pensar. 

—Él vino para acá, sabes. 

—¿Seokjin fue a mi departamento? —Jimin se puso de pie sorprendido y malditamente feliz por esa información. Como ya había pagado la botella tomó su chaqueta pero no se la puso. Avanzó hasta la puerta principal tambaleante. 

—Si, Jungkook ya se había ido y como tú no habías vuelto él subió. Se veía como la mierda Jiminie, ¿que pasó? 

Mientras hacia parar un taxi que gracias al cielo había pasado por la calle, Jimin pensó en lo que había sucedido esa noche y de nuevo la culpa lo azotó con fuerza. 

—Se enteró de mi contrato temporal.

—Joder. Te demoraste mucho en decirlo. 

—Si, me equivoqué y ahora no tengo idea si va a querer mantenerme en su vida… Dijo que lo mejor sería separar nuestros caminos pero no puedo aceptarlo. Yo de verdad lo amo —murmuró cuando otra vez su garganta se apretó y las lágrimas se acumularon en sus ojos. 

—Vas a tener que luchar entonces.

—¿Se veía muy enojado?

—Mhm no más enojado que triste supongo. Jungkook dijo que su hermano no lloraba jamás pero sus ojos estaban rojos. 

—Espera, ¿no dijiste que Jungkook ya no estaba en mi departamento cuando Seokjin fue hasta allá? 

—No lo estaba. Intercambiamos nuestros números y hemos estado hablando. 

—Casual.

—Soy amigable.

Jimin sonrió levemente mientras se imaginaba a su mejor amigo siendo "amigable" con el hermano de Seokjin. 

—Voy a ir a verlo. 

—¿A esta hora?

—No es tan tarde —Jimin se quitó el teléfono de la oreja —oh joder, es tarde. 

—Lo es. 

Jimin se quedó en silencio mientras el taxi avanzaba por las calles acercándose hasta el departamento que dejaría muy pronto. 

—Ya llegué… Deberías haberte quedado, ese puto lugar me da miedo. 

—Lo sé, pero tengo que llevar a mi abuela al dentista mañana temprano…

—Está bien, aprovecha de estar con tu gente. 

Jimin sacó su billetera y pagó el taxi. Se bajó mareado y a medida que caminaba comenzaba a sentirse un poco enfermo. 

—¿Ya entraste? 

—No. Creo que me quedaré unos minutos aquí afuera, estoy muy mareado… Mañana será un día mejor ¿cierto? 

—Espero que si, Jiminie.

—Yo lo quiero mucho, Hobi. Me duele esto.

—Tienen que hablar, deja que pase unos días. Quizás ahora él no quiere ser presionado.

—Si, supongo que debo esperarlo. 

—Lo van a solucionar, estoy seguro.

—Es lo único que deseo ahora mismo —Jimin susurró y luego se despidió de su mejor amigo. 

Jimin terminó la llamada y se sentó en una de las bancas que estaba fuera de su edificio. La noche estaba bastante fría y Jimin comenzó a temblar de inmediato a causa de la brisa helada. 

Respiró hondo y levantó su teléfono. Lo miró durante varios segundos sin saber si debía llamar a Seokjin, quería hacerlo, pero sabía que estaba probando sus límites al buscarlo y no darle tiempo para pensar tal y como había aconsejado Hobi.

No lo llamó, a cambio le envió un mensaje y esperó por una respuesta. Sentado en la banca del edificio mientras el viento movía sus ropas y cabello haciendo que temblara sin descanso, Jimin esperó por una respuesta que quizá jamás llegaría. 

Y lo merecía, merecía que el hombre maravilloso que era Seokjin estuviera enojado al punto de querer terminar con él. Quizá debería dejarlo que tome la decisión… 

Jimin negó con su cabeza mientras su mundo parecía dar vueltas y vueltas, al parecer el whisky si había hecho efecto. 

Él no quería vivir en Rain, odiaba la maldita ciudad, pero quizás era momento de pensar más allá. Esa noche Seokjin lo había tildado de egoísta y tenía razón, Jimin solo había pensado en él mismo. No había pensando en las consecuencias y tampoco le había tomado el peso a los sentimientos de Seokjin con respecto a su estadía en Rain. 

Él no había pensado en nada y a cambio le exigió todo a Seokjin. 

Jimin se sentía como el imbécil más grande del mundo pero quería arreglarlo, de alguna manera y si tenía que vivir en Rain solo por estar cerca de Seokjin él lo iba a hacer. 

Porque podía soportar el maldito tráfico de esa enorme ciudad, podría soportar ver más seguido a su familia, quizá podría estar más cerca de todos ellos… Podría soportarlo por él.

De lo que sí estaba seguro que su corazón ya había elegido y que podía aguantar muchas cosas pero que jamás se acostumbraría a estar sin él. Jimin no quería una vida sin Seokjin en ella…

Y el siguiente paso era el más difícil si Seokjin no quería seguir siendo su novio. 

Jimin suspiró y abrazó sus piernas con su pecho herido y una amarga sensación en su boca. 

Él podía querer muchas cosas pero también tenía que escuchar a Seokjin.

¿Y si Seokjin definitivamente no lo quería para el incierto futuro que tenían juntos? 

¿Seokjin lucharía por ellos así como Jimin estaba dispuesto? 

Jimin escondió su cabeza en sus piernas y volvió a llorar amargamente mientras la lluvia comenzaba de a poco a caer nuevamente sobre la ciudad. 


🌧️

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