028
🌧️
—Entonces…
—Hasta el momento va todo bien, Hobi —Jimin mordió su labio mirando hacia la pequeña mesa redonda de jardín y sus seis sillas. El lugar era tan agradable que él podía imaginar claramente una reunión de noche, quizás asando unas carnes…
—Solo quiero asegurarme. Acá nunca tuviste un novio formal…
—Lo sé, pero Jin es diferente —Jimin sonrió rememorando esa tarde en sus brazos —vale la pena el intento.
—Eso es un real alivio, ya merecías algo así.
El rubio suspiró profundamente, su mejor amigo estaba en lo cierto, él merecía a Seokjin, merecía lo que estaban formando y por supuesto que Seokjin también lo merecía.
Por el rabillo del ojo pudo distinguir a la madre de Seokjin que se acercaba a él, pero no venía sola y una maldición escapó de sus labios al ver al ex novio de Seokjin.
¿Que mierda hacía ese tipo aquí?
—Hobi, debo irme, te llamaré mañana.
—No te preocupes, espero que tengas un buen fin de semana. Hablamos.
Si, él deseaba exactamente lo mismo.
Colgó la llamada y metió su teléfono en el bolsillo de su pantalón cuando ambos se acercaron a él. Lamió sus labios y de reojo miró hacia la casa y tuvo un poco de temor por la reacción que tendría Seokjin si veía a ese tipo nuevamente.
—Jimin, quiero presentarte a alguien.
El rubio tomó una pequeña respiración y asintió sin decir nada. Al parecer el famoso y adorado Taehyung era un lobo con piel de oveja ya que ahora lo miraba con una sonrisa amable en sus labios, muy distante a la sonrisa de mierda que le dio luego del puñetazo de semanas atrás fuera del departamento de Seokjin.
—Hola —dijo Jimin inclinando su cabeza negándose a estrechar la mano con ese hijo de puta.
Taehyung frente a él alzó una ceja viéndose bastante tranquilo y sumamente relajado. Lamentablemente Jimin sabía porque el tipo se comportaba de esa manera. Él al parecer era un intruso en Jassel, un recién llegado en la historia y Taehyung bien lo sabía por su manera de mirarlo, de observarlo haciendo que Jimin apretara dolorosamente su mandíbula.
—Hola, bienvenido a Jassel, ¿te ha gustado la ciudad?
¿Que mierda le pasa a este tipo? Jimin quería decir que él mantenía siempre el control de sus emociones, pero Taehyung no se lo estaba poniendo tan fácil.
—TaeTae fue el primer novio de nuestro Seokjinie, todos pensábamos que se iban a casar, estaban locamente enamorados.
Jimin tragó el nudo en su garganta y asintió lentamente, sonrió débilmente porque no tenía idea que mierda decir.
—Tía Yeojin, no creo que sea adecuado decir ese tipo de cosas delante del novio de Seokjin.
—Disculpa Jimin —Kim Yeojin miró a Taehyung al parecer olvidando que las disculpas iban al médico.
Un extraño sentimiento se apoderó de Jimin que perdió por completo la atención en la madre de Seokjin y Taehyung que reían como si él no estuviera también ahí.
Se sintió pequeño, sin importancia, como si el estar ahí no hacía realmente la diferencia.
Los minutos pasaron y Jimin comenzó a pensar en un plan para salir de ese lugar, disculparse y alejarse, correr si fuera necesario, pero no alcanzó a hacer ningún movimiento cuando la puerta trasera de la casa se cerró de golpe.
Había visto a Seokjin enojado, molesto y como siempre pasaba; Taehyung estaba en medio cuando eso ocurría. Sus ojos se encontraron y Jimin no tenía idea que fue lo que vio Seokjin pero en no más de cuatro pasos su novio estaba a su lado y se sintió como un verdadero escudo cuando lo abrazó por la cintura haciendo que se sintiera estúpidamente aliviado por tenerlo allí junto a él.
—Taehyung pasó a ver si necesitábamos algo, ¿no es adorable este muchacho?
Jimin giró su cabeza, podía sentir la tensión en todo el cuerpo de Seokjin y estaba seguro que ninguna buena cosa iba a salir de su boca.
—¿Que haces aquí? —dijo fuerte y claro el azabache sin quitarle los ojos de encima al intruso que era ahora Kim Taehyung en su vida.
—¿Hijo?
Seokjin no miró a su madre y entrecerró sus ojos hacia el rubio que pensó que había amado y ahora se daba cuenta que tan equivocado había sido ese sentimiento.
—¿Que haces aquí? Te dije claramente que no te quería ver en esta casa mientras mi novio y yo estuviéramos aquí, ¿acaso eres tan imbécil que no entendiste?
Jimin mordió su labio sabiendo que todo se había ido a la mierda y al juzgar por la mirada de la madre de Seokjin estaba más que confirmado que el fin de semana había llegado a su fin.
🌧️
—Seokjin, estás siendo grosero.
Seokjin sonrió, quitó sus ojos del rostro de Taehyung y miró a su madre, soltó la cintura de su novio pero a cambio de eso entrelazó sus dedos.
—¿Sabes lo que tu ejemplar Taehyung hizo cuando se enteró que estaba saliendo con Jimin?
La mujer negó con su cabeza y miró a Taehyung, confusión en todo su rostro.
—No lo hagas —Taehyung dijo pero ya era tarde. Seokjin se había cansado de su maldita presencia.
—Golpeó a Jimin y no se ha cansado de molestar desde ese entonces —Seokjin volvió a mirar a Taehyung —¿crees que no me llegan tus putos correos electrónicos?
—¡Que está pasando aquí! —Yeojin gritó a los hombres que se estaban enfrentando.
Seokjin dio un paso más cerca de Taehyung y se rió en su cara —¿sin palabras? Pareces más hablador cuando estás molestando viéndote como una mierda patética pidiendo una oportunidad que jamás quisiste tomar antes.
Taehyung arrugó su ceño —te buscaste un novio cuando supiste que me casaría, eres demasiado correcto para tener algo con un hombre casado ¿no? Necesitabas una jodida entretención. Un culo fácil para no llorar por mi.
Y todo ocurrió tan rápido que ni Jimin pudo combatir contra la furia de Seokjin y los dos golpes que alcanzó a propinarle a Taehyung antes de que este cayera al suelo.
Jungkook apareció en algún momento y se llevó a su madre que por supuesto no entendía un carajo de la situación. Y la verdad es que a Seokjin no pudo importarle menos.
Él solo quería que Jimin estuviera bien, que
se sintiera bien. Maldita sea, ese había sido el motivo principal del viaje y ahora todo se había ido a la mierda gracias a Taehyung. Siempre se iba todo al carajo gracias a él.
Tomó la chaqueta de su ex novio entre sus manos y lo miró directamente a los ojos.
—Si vuelves a hablar de mi relación o cualquier cosa que tenga que ver con Jimin te voy a partir tu puta cara. —Jin lo soltó y se enderezó —y si vuelves a venir mientras estoy aquí te denunciaré, haré que te pongan una puta orden restricción, ¿entendiste?
Seokjin miró sus nudillos destrozados y suspiró. Odiaba la violencia, no había nada más patético para él que las personas no pudieran arreglar sus asuntos con palabras, pero Taehyung prácticamente lo había orillado a eso y no quería decir en voz alta la satisfacción que había sentido porque de alguna manera había hecho justicia también para su novio que había sido golpeado de la manera más cobarde por Taehyung.
—Vamos —Seokjin miró a su novio y este asintió de inmediato.
Pero antes de que Taehyung pudiera levantarse Jimin se acercó a él y sonrió de una manera que hizo que los vellos de la nuca de Seokjin se erizaran.
Jimin enojado era algo interesante de apreciar.
—Ve a llorar a tu casa niño, no te acerques a mi novio si no quieres que tu patética carrera de modelo se vaya a la mierda.
Taehyung arrugó su ceño y luego se rió, a pesar de todo él reía como un idiota y Seokjin estaba a nada de partirle la cara nuevamente.
—Que podría hacer un patético médico como tú.
Jimin se enderezó, satisfacción por todo su rostro cuando le dio la espalda a Taehyung que seguía en el suelo. Tomó la mano de Seokjin y entrelazó sus dedos. Cuando sus miradas se cruzaron Jimin giró para observar al hombre que en algún momento le hizo sentir inseguro y dijo:
—Soy el maldito dueño de la empresa en la que modelas. Ten cuidado o podría acabar con la pequeña carrera que tienes antes de incluso haber iniciado.
Jimin odiaba tener tan buena visión y esa tarde mientras paseaban por el centro y paraban frente a una de las tiendas de la infancia de Seokjin, Jimin había visto la publicidad, una fotografía enorme de Taehyung vistiendo la marca de su familia. No sabía si Seokjin la había visto, pero como no dijo una palabra de aquello lo dejó pasar.
Y ahora se sentía ridículo por haber hecho esa amenaza.
Ambos entraron a la casa. El lugar estaba en completo silencio y Seokjin sabía que la conversación que tendría con su madre no sería una grata, pero debía hacerlo si quería sacar a Taehyung de una vez de su vida.
No podía dejar que lo siguiera arruinando.
—¿Tienes algún botiquín o algo así?
El azabache alzó su cabeza y asintió. Caminó por la cocina y abrió uno de los últimos cajones del antiguo mueble que había pertenecido a su abuela. Cuando encontró la caja de metal azul la sacó y se la entregó a Jimin.
Tomó asiento en una de las sillas del comedor de diario y cuando su novio se paró entre medio de sus piernas él de inmediato llevó sus manos hasta las caderas ajenas. Seokjin sonrió cuando Jimin alzó una de sus perfectas cejas.
—Tus manos.
—Mis manos están donde pertenecen ¿no crees?
—Mhm si, pero para que puedas seguir usándolas necesito cuidarlas.
—Está bien, no es para tanto.
—No discutas conmigo Kim Seokjin.
Seokjin se quedó en silencio e hizo un pequeño ruido de dolor cuando Jimin limpio su herida. Dolía un poco pero no se arrepentía, estaba tan enojado por la forma en la que Taehyung habló de Jimin que bien podría golpearlo nuevamente.
Un dedo se deslizó por su frente y de inmediato Seokjin relajó su entrecejo. No tenía idea como Jimin lograba calmarlo tan rápido, pero amaba cuando eso ocurría.
—Lo siento —Jin miró hacia arriba y se encontró con los hermosos ojos de su novio.
—¿Por qué?
—Hice de este fin de semana una mierda, quería que fuera diferente, que pudiéramos descansar y que conocieras a mi gente pero todo se está yendo a la mierda.
—No es tu culpa y no la he pasado tan mal, por ejemplo hoy, tuvimos una buena tarde ¿no crees? —Jimin enredó sus brazos en el cuello del azabache y se acomodó un poco más entre sus piernas abiertas cuando terminó de cuidar de Seokjin.
El azabache se rió y asintió alzando sus manos, una estaba envuelta en un parche y ya no dolía tanto. Acunó de nuevo las caderas de Jimin y una sonrisa boba dividió su rostro.
—Así que dueño de…
—Oh cállate —Jimin se rió, medio nervioso por haber usado esa carta. Y aunque no era una mentira no le gustaba andar por la vida diciéndole a la gente sobre su patrimonio económico.
—Eso fue sexy.
—Ese fue un error de juicio, pero me pareció acertado decirle a ese imbécil que no soy cualquier cosa —Jimin suspiró —odio sentirme inseguro.
—No lo hagas, no tienes ninguna razón para sentirte de esa manera. Sé que este fin de semana nos está poniendo a prueba, pero quiero que sepas que tenerte aquí conmigo es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo… En realidad nunca he tenido algo así de bueno.
Jimin cerró sus ojos y apoyó su mejilla en la cabeza de Seokjin mientras esas palabras se quedaban para siempre con él.
Luego de compartir un abrazo más Seokjin se puso de pie. Tenía una conversación pendiente con su madre y aunque no quería discutir con ella, sabía que eso pasaría. Caminaron hasta la sala pero esta estaba vacía, ambos se miraron preguntándose cuál sería el siguiente paso.
—Creo que debes hablar con ella a solas —Jimin mordió su labio. —No creo que ella quiera verme.
—¿Te dijo algo? ¿Te hizo sentir mal?
El rubio miró hacia los sillones acolchados y negó suavemente —creo que le va a tomar un tiempo acostumbrarse a mi… Yo no soy él.
Jin tomó las mejillas ajenas y besó suavemente los labios de su novio. Un beso cargado de cariño y aceptación por lo que tenían.
—Eso no me preocupa, pero estoy seguro que con el tiempo ella va a aceptarte y si no lo hace entonces ella se lo pierde. Eres mi elección, eres todo lo que necesito en mi vida.
Jimin parpadeó, trató de frenar el nudo en su garganta pero era casi imposible hacerlo cuando Seokjin le decía ese tipo de cosas, era difícil cuando Seokjin lo cuidaba y le decía lo importante que era.
—Ve a hablar con ella —Jimin se pasó rápidamente el dorso de su mano para limpiar las lágrimas.
—¿Me esperarás?
—Si, creo que iré a tomar aire o no sé…
Seokjin metió su mano en el bolsillo de su pantalón y sacó la llave de su automóvil. —Da una vuelta y cuando esté listo te llamaré. No creo que esto tome mucho tiempo.
Jimin asintió. Se dieron un último beso, Seokjin esperó a que su novio saliera de la casa, observó hasta que se subió a su Audi y se deleitó con la vista. Jimin detrás del volante de su auto se sentía y se veía bien.
—¿Espiando al novio?
Seokjin dio un salto. Rodó los ojos sabiendo que su hermano estaba burlándose de él y solo cuando Jimin avanzó por la calle se giró y miró a su hermano.
—¿Dónde esta mamá?
—Arriba, en su dormitorio.
—Bien. Iré a hablar con ella. Rentamos una cabaña con Jimin, estaba pensando que mañana podrías venir con la Ryu… Y con mamá y papá, pero no sé como va a terminar esta reunión.
Jungkook asintió —primero lo primero.
—Si.
Seokjin comenzó a caminar hasta la escalera y subió los peldaños hasta la planta superior, pero antes de llegar a su destino se devolvió y se paró justo frente a la enorme exhibición familiar. Buscó el cuadro que quería y luego de mirarlo una última vez quitó el cuadro que contenía su imagen y la de Taehyung cuando no tenían más que 20 años. La llevó consigo y cuando entró a la habitación de sus padres dejó el cuadro en un lugar donde su madre lo viera.
Ella estaba sentada al borde de su cama y se veía confundida.
—Pensé que te habías ido, Jinnie.
—No, quería explicarte lo que pasó en el jardín.
—No tienes que hacerlo.
—Solo necesito que entiendas el porqué de las cosas.
—Está bien.
Jin se movió por la habitación y se sentó justo al lado de ella. No la miró, solo se enfocó en sus zapatillas y la pequeña mancha que había allí, sonrió mientras recordaba como habían compartido un helado de chocolate con Jimin esa tarde después de salir del hotel de dos estrellas.
—¿Hijo?
—Oh si —Jin alzó su cabeza y miró a su madre, trató de no sentirse como si tuviera 10 años nuevamente y aclaró su garganta —con Taehyung estuvimos saliendo… No saliendo no, más bien teniendo encuentros ocasionales desde que me fui a Rain.
—Pero… ¿él tiene pareja?
—No lo sabía, yo solo… Yo solo iba cuando él me llamaba, cuando iba a Rain. Solo éramos eso.
—¿Lo amas?
—No… Osea amaba lo que tuvimos alguna vez o al menos eso pensaba. Nosotros no éramos muy sanos en nuestra relación —Jin sintió sus mejillas ponerse rojas ante lo que estaba diciendo. Jamás había hablado de sus relaciones con nadie de su familia. —Lo que vivo ahora con Jimin es tan diferente a lo que conocí con Taehyung.
—Son personas diferentes, cariño.
—Si, lo sé, pero aún así la manera en que me siento con Jimin es…
—Te ves bien con él —Yeojin sonrió —se ve que se quieren mucho a pesar de que llevan poco tiempo juntos. Eso es algo bueno si realmente estás con él de corazón y no para olvidar a Taehyung.
Seokjin se puso de pie, sabía que su madre diría algo así, ella lo adoraba desde siempre, entonces la idea de que él quisiera a otra persona al parecer era descabellada para ella.
—Yo quiero a Jimin y no es para olvidar a Taehyung, él me hizo daño, me utilizó y aunque yo también tuve culpa, eso no quita que él fue una mierda conmigo. —El azabache tomó una respiración y miró a su madre nuevamente —mira, yo sé que tú y los señores Kim se llevan bien y todo eso, yo no voy a pasar por encima de eso, pero a Taehyung yo no lo quiero ver en esta casa mientras esté con Jimin aquí, ni cuando venga solo, no lo quiero ver en absoluto.
—No puedes mandar aquí.
La risa dolida de Seokjin resonó por toda la habitación —¿te está escuchando? Te estoy diciendo que ese infeliz me utilizó, se acostó conmigo cuando ya tenía una pareja y tú sigues creyendo que es un ángel.
—No dije eso, pero los dos son adultos. No creo que él te haya obligado Seokjin.
—Si —Jin asintió —tienes razón, yo siempre fui con él y él usó mis sentimientos a su favor, pero ya no es mi problema, jodidamente me liberé de la mierda tóxica que teníamos y tú deberías estar contenta por eso, pero veo que no es así. —Seokjin caminó hasta la puerta, miró el cuadro a un costado y se giró —cuando vuelva con Jimin no quiero ver ese cuadro en la pared de la escalera, es tu casa y lo respeto pero tú también respeta a mi pareja, al hombre que elegí, al que amo sinceramente y el que me hace malditamente feliz como nunca lo he sido… Deberías estar contenta por eso —susurró y luego salió de la habitación. Bajó rápidamente la escalera y cuando pasó por la sala hacia la puerta observó a su hermano.
—Me voy Jungkookie, no sé si volveré, pero deberías ir a la cabaña con la Ryu, podemos venir a buscarlos, avísame ¿si?
Jungkook asintió y se puso de pie. Miró hacia la escalera, no dijo nada pero Seokjin podía adivinar perfectamente. El azabache se encogió de hombros y su hermano sonrió.
—Ese novio tuyo te ha hecho una persona nueva, eres como un Seokjin completamente diferente, pero es bueno.
Seokjin tenía que estar de acuerdo, él era diferente junto a Jimin, una mejor versión de sí mismo y eso era algo de lo que se había dado cuenta al pasar las semanas con Jimin
Él quería ser bueno, quería ser digno de un hombre tan maravilloso como lo era Park Jimin.
—Soy feliz —dijo sincero.
Su hermano le sonrió con cariño haciendo que extrañara a la persona que no estaba cerca de él pero que no dejaba nunca sus pensamientos. Tomó su teléfono y le envió un mensaje que fue respondido de inmediato haciendo que su pecho se sintiera cálido.
—Iré a Rain la próxima semana.
—¿En serio?
—Si.
—¿Tienes donde quedarte?
Jungkook asintió —iré con Mingyu, quiere que lo acompañe a una cita, osea conoció a alguien en línea y no quiere ir solo.
—Ya veo —Seokjin entrecerró sus ojos, siempre le había parecido extraño lo cercano que era Jungkook de su mejor amigo, pero no podía decir si eso era por algo más o simplemente se querían demasiado. Seokjin nunca había tenido un amigo que fuera como un hermano. —¿Y estás bien con eso, cierto?
—¿Por qué no estaría bien?
Seokjin negó con su cabeza sonriendo —bien, como sea, cuando vayan me avisas y van al departamento a comer o no sé.
—Gracias, ¿te estás despidiendo ahora mismo? —los ojos de Jungkook se abrieron grandes y otra vez parecía que era solo un niño pequeño cuando corría detrás de él. Ojos brillantes esperando respuestas.
—No lo sé Jungkookie, pero trataré de venir mañana a ver a papá. Ahora solo quiero un poco de alcohol y a mi novio.
El teléfono de Seokjin sonó, solo un toque que indicaba que Jimin ya había llegado. Se despidió de su hermano y al salir se encontró con Ryujin que tenía sus mejillas dudosamente rosadas pero que traía una enorme sonrisa en su rostro. El azabache se despidió de ella también y se subió a su vehículo.
Jimin lo miró y Seokjin lo tomó de la nuca para atraerlo a sus labios.
—Te extrañé.
—Yo también —Jimin mordió el labio inferior del azabache y luego lo soltó. —¿Estás listo?
—Estoy listo.
Seokjin miró por última vez la casa de su infancia mientras Jimin lo llevaba al lugar que juntos habían alquilado para pasar ese fin de semana.
Él había prometido darle un buen descanso a su novio y nada ni nadie lo iba a impedir.
🌧️
Hola! Aquí de vuelta con un nuevo capítulo.
Tengan un buen fin de semana.
❤️
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