020
🌧️
El macetero con dos bellas orquídeas blancas encontró su lugar cerca de la ventana de la sala. Jimin acarició uno de los pétalos sonriendo ante el bello gesto de Seokjin.
Justo cuando pesaba que el azabache no podía ser más romántico y dulce este aparecía con algo tan noble como una flor comprada y pensada solo para él.
—Estoy listo.
Jimin dejó la ventana y se unió a Seokjin que se veía doméstico y relajado en el pijama que le pertenecía a su mejor amigo.
—Voy a calentar la comida.
—¿Cocinaste? —Seokjin esperó a que Jimin llegara a él y lo tomó de la mano para luego atraerlo para un beso rápido.
—No —Jimin arrugó su nariz, luego besó rápidamente los labios de Seokjin y se movió rodeando la isla para entrar a su cocina —pero compré comida que es casi el equivalente.
—Gracias por eso —Jin no se quedó en el mismo lugar y también entró a la cocina para ayudar al rubio —hoy fue un día agotador, a las siete me quería matar.
Jimin lo entendía tan bien, esos turnos eternos en los cuales muchas veces no veías el fin por tanto trabajo que hacer —tu horario es algo raro.
—Si —Jin sacó dos platos del refrigerador que estaban tapados con papel metálico y se los entregó a Jimin —no he regularizado eso porque necesito juntar mucho dinero cada mes.
—Ya veo, pero creo que no estaría mal algo de estabilidad.
—Lo sé, pero con dos universidades que pagar, más los gastos de mis padres y mis propios gastos no puedo todavía hacer un trabajo más en específico, prácticamente vivo en el hospital.
Jimin metió uno de los platos en el microondas y se giró para mirar a Seokjin sorprendido por tal acto de amor hacia su familia. Y si antes ya consideraba que Seokjin era un buen hijo, ahora Jimin creía que no había nadie más dulce y comprometido que el azabache.
—¿Eres tan increíble?
—Lo soy —Jin sonrió de lado y luego negó con su cabeza —solo quiero devolver lo que mis padres me dieron. Ayudarlos con las mensualidades de los mocosos no me es problema, incluso podría bajar mis horas en el hospital pero no podría ahorrar para una casa.
—No sé si sabes, pero existen los bancos y los créditos hipotecarios.
—Lo sé —Jin sonrió —pero si voy a pedir un crédito quiero que sea lo más bajo posible por los intereses y todo eso.
Jimin asintió —hombre inteligente —se acercó hasta el más alto y lo abrazó por la cintura.
—Solo asume que estás loco por mi. —Jin se burló tomando las mejillas de Jimin para besarlo. Sus labios se rozaron y ambos suspiraron.
—Lo estoy, no te voy a mentir.
Seokjin abrió sus ojos un poco sorprendido de aquella sinceridad y luego de que su corazón se calmara él volvió a besar a Park Jimin tomándose todo el tiempo para probar esa boca que había comenzado a amar.
—Que suerte que yo no sea el único.
Jimin achicó sus ojos mientras una enorme sonrisa aparecía en su boca, picoteó los labios de Seokjin antes de alejarse porque el microondas había dejado de funcionar indicando que la comida estaba lista. Sacó el plato y puso el otro mientras escuchaba a su espalda que Seokjin se movía buscando los utensilios y demás cosas para que tuvieran una cena tardía.
Luego de varios minutos ambos se sentaron frente a frente para cenar, no bebieron vino pero sí tomaron un vaso de jugo natural que había hecho Jimin antes que la paloma entrometida entrara al departamento.
—Todavía no entiendo como es que esa siniestra paloma entró.
—Es muy raro —Jin se rió ante el recuerdo de un asustado Jimin —pero tienes que ver el lado positivo, solo fue una, imagina que hubiese traído a sus amigas palomas y hubiesen hecho una fiesta en tu sala cagando todo a su alrededor.
Jimin arrugó la nariz con asco pero sonrió —no voy a abrir nunca más esa maldita puerta, de todas formas el clima es lo bastante frío ahora que estamos finalizando mayo.
—Cierto, aunque no hace tanto frío.
—Creo que me acostumbré demasiado al clima cálido de Atsy, todo el año es agradable.
—Ese lugar suena como el mejor lugar del mundo para vivir.
—Tiene sus cosas buenas —Jimin dejó su tenedor cuando recordó algo que le quería mostrar a Seokjin. Dejó el taburete y caminó hasta el recibidor en donde estaba su teléfono, volvió y buscó en su galería de fotos, cuando encontró lo que quería sonrió y estiró su mano para darle el aparato al azabache. —Me tomé algunas fotos con mi papá.
Seokjin dejó su tenedor de lado y tomó el teléfono de Jimin con una sonrisa enorme, incluso antes de ver las fotografías. Revisó el rostro feliz del hombre y por supuesto el hermoso rostro de Jimin, su corazón se hinchó al verlo feliz y deseó con todas sus fuerzas que las cosas no fueran tan difíciles para Jimin.
Alzó la mirada y le devolvió el teléfono a un sonrojado Park Jimin —son muy parecidos y él se ve realmente feliz de verte.
—Si —Jimin miró la última foto y suspiró. Dejó el teléfono a un costado y tomó de nuevo su tenedor para tomar un trozo de pavo previamente cortado —estaba tan sorprendido, menos mal no tiene problemas al corazón, hubieses visto su rostro, sus ojos abiertos muy grandes.
—Me alegro que todo haya salido bien —Jin estiró su mano por sobre la superficie y tomó la mano libre de Jimin apretándola y luego entrelazando sus dedos —tenía un poco de temor que tu madre volviera y te viera allí.
—Ni que lo digas, pensé exactamente lo mismo todo el tiempo que estuve en esa sala. Aunque de todas formas las cosas van a cambiar, ella no puede negarme a ver a mi padre… Hablé con su médico tratante y me dijo que él si podía salir de casa a pasear, siempre y cuando se tomen las medidas de cuidado correspondiente. Podría traerlo aquí si yo quisiera y ella no podría negarse.
—Eso se escucha mucho mejor, ¿quien podría cuidarlo mejor que tú? Un hijo médico —Jin se echó a reír —tu madre no puede contra eso.
—No puede —Jimin lamió sus labios ante las palabras de Seokjin y ese apoyo que jamás pensó necesitaba tanto. —Comenzaré a traerlo porque tampoco quiero que enferme como para llevarlo a otro lado.
—Es un buen comienzo… No sé que pasó realmente con tu familia pero estoy seguro que estar cerca de tu padre te hará bien a ti y también a él, a su estado anímico. Estar tristes y deprimidos para los pacientes de cáncer es algo habitual. Si puedes ayudar en eso entonces no creo que tu madre ponga obstáculos… Además que tu padre se ve bastante lúcido como para dar su opinión como paciente y como padre.
—¿Lo viste? Digo, aparte de la fotografía que te mostré.
—Si, a todos ellos, cuando salí de la sala ellos ya estaban esperando.
Jimin sonrió triste y deslizó sus ojos hasta su mano que estaba fuertemente tomada por la de Seokjin. —Él quiere que vaya más seguido a casa, no sabe que con mi madre hemos estado discutiendo.
—¿Estás seguro que no lo sabe?
El rubio se encogió de hombros —no sé qué tanto sabe sobre eso, la relación con mi madre nunca ha sido buena, como te conté ella jamás aceptó que yo eligiera otro camino que la empresa familiar.
—Es complejo de entender que una madre se niegue a los deseos de su hijo.
—Supongo que ser la única mujer heredera le hizo empujarnos a todos nosotros a estar dentro de la empresa, ella se crió bajo una familia machista, no por mis abuelos, sino que por mis bisabuelos. Ellos la criaron y mantiene esa crianza hasta los días de hoy.
—¿Sabes? Pensé que ella podría estar en desacuerdo a que seas bisexual o algo así, jamás imaginé que fuera por la carrera profesional que elegiste. Sigo sin entender.
—Oh si, ella tenía mucho que decir de aquello, pero mi hermano mayor salió antes del clóset entonces me dejó el camino despejado, de todos modos estoy seguro que a ella no le interesa si me relaciono con hombres o mujeres. Ella solo quiere que yo trabaje en la empresa.
—Entiendo, ¿que hay con tu hermano?
Jimin detuvo sus movimientos y miró a Seokjin —¿que hay con él?
—¿Te llevas bien con él? No hablas mucho.
—Y eso es por algo, ¿no crees?
Seokjin bajó su mirada hasta su plato ante el tono hostil y asintió sin decir nada. Quitó suavemente su mano de la del rubio y siguió comiendo en silencio.
Jimin resopló bajito y estiró su mano para detener a Seokjin, cuando sus ojos se encontraron Jimin odió haberse puesto a la defensiva —lo siento, solo que hablar de mi hermano no es una de mis cosas favoritas. Hemos tenido problemas para relacionarnos y no somos cercanos.
—Está bien, no es como si te pudiera obligar a hablar de él, solo no me contestes como si yo supiera todo, estoy tratando de conocerte un poco más… Pero ya entendí.
—No es eso Seokjin.
—No importa, si no quieres hablar no lo haremos, solo quiero que sepas que puedes confiar en mi.
—Lo sé, lo hago, pero siento que todavía no es el momento de contarlo.
—Está bien —Jin alzó sus manos para dejar el tema de lado y terminó de comer en silencio.
Jimin mordió su labio sabiendo que había arruinado la cena, pero no sentía que todavía era el momento para hablar sobre su pasado y lo implicado que estaba su cuñado y su propio hermano. Sentía vergüenza y no tenía idea del porqué.
—Yo también pedí postre… Es de chocolate. —Jimin dijo tratando de no arruinar todo sobre esa noche.
Jin sonrió levemente —gracias por eso.
—Pedí algo que pudieras comer, no estaba tan mal después de todo.
—Estaba delicioso, gracias de nuevo por pensar en mi.
El rubio asintió y se levantó del taburete para darle la vuelta a la isla, se paró justo al lado de Seokjin y este se giró por completo para que el más bajo pudiera meterse entre sus piernas abiertas.
—No es que no confíe en ti…
—Oye tranquilo, supongo que debemos pasar por más cosas antes de que puedas contarme lo que te atormenta, yo no soy idiota, yo sé que es algo doloroso para ti, puedo verlo en tus ojos cada vez que hablas de tu hermano. —Jin acarició el cabello de un cabizbajo Jimin con sumo cuidado —si algún día quieres hablarme de eso yo estaré disponible para escucharte.
—Solo mi familia y Hobi sabe lo que pasó. Supongo que fue demasiado para mí y al pasar los años sigo lidiando con todo lo que perdí. —Jimin apoyó sus manos en el pecho de Seokjin acariciando la camiseta con la yemas de sus dedos.
—No digas más, no lo tomes como una obligación.
—Me sorprende tu manera de ser, ¿siempre eres así?
—¿Así como? —Jin preguntó sumamente curioso.
—Tan simple… Tan liviano.
—La vida es muy enredada para complicarla aún más, supongo que soy un poco más maduro que lo que era a principios de año.
—Yo soy un lío completo —Jimin sonrió apegándose un poco más al cuerpo del azabache —muchas veces me he ahogado en un vaso de agua.
—Por eso nos llevamos bien, tú me haces pensar dos o tres veces en las cosas y no tomar todo a la ligera y yo te doy la liviandad que necesitas… ¿dónde encontrarás algo mejor?
Jimin echó su cabeza hacia atrás riéndose por lo que estaba diciendo Seokjin, amaba su sentido del humor.
—Eso es cierto —Jimin miró los labios de Seokjin queriendo probar por lo que rozó sus narices y juntó sus bocas para un beso largo y sin prisa. Buscó la lengua ajena y saboreó a gusto el sabor de Seokjin. Lo dejó ir cuando una mano traviesa se metió bajo su pantalón de pijama estrujando uno de sus glúteos —¿te quedarás a dormir? —preguntó sintiendo miles de burbujas recorriendo su interior
—Ya tengo puesto el pijama, uno que no es mío, por cierto.
Jimin golpeó el pecho de Seokjin haciéndolo reír —te dije que podías traer el tuyo.
—Me lo estoy pensando la verdad, pero no quiero que te aburras de mi tan pronto.
—Es una posibilidad —Jimin bromeó ante la mirada ofendida de Seokjin.
—Eres malvado… Con ese rostro angelical y… —Jin lamió sus labios bajando la mirada por el cuerpo del rubio.
—¿Y que?
Seokjin no dijo nada más y a cambió besó los labios de Jimin para callarlo. Jimin cerró sus ojos y se dejó besar acariciando ahora el cuello del azabache disfrutando de la suavidad de su piel.
Cuando se separaron sonrieron y Jimin deslizó sus ojos hasta la puerta cuando escuchó ruidos provenir del corredor. Entonces recordó lo que vio al llegar esa tarde.
—¿Hay cámaras de seguridad en los pasillos?
Seokjin ladeó su cabeza y asintió lentamente —estoy seguro que sí, por lo menos en mi piso hay, ¿por qué?
—Vi a un hombre parado fuera de mi puerta esta tarde.
—¿Un hombre?
—Si, alto y rubio. No se parecía a nadie que conozco aunque estaba de espaldas y cuando me acerqué él se metió en el departamento del fondo.
—Eso es extraño.
—Si, no tengo idea que quería.
—¿Un vecino?
—Puede ser —Jimin bajó sus manos y se encogió levemente de hombros —no conozco a nadie aún.
Seokjin miró hacia la puerta y no le gustó la sensación que tenía de que un hombre desconocido rondara el departamento de Jimin, pero también era una real posibilidad de que fuera un vecino que necesitaba ayuda.
—¿Deberíamos ir a ver si necesita algo?
—¿Algo así como ir a su departamento?
—Claro, salgamos de dudas. —Jin se bajó del taburete.
Jimin no estaba muy convencido pero de todas formas caminó con Seokjin hasta la entrada para tomar sus chaquetas del perchero.
Aunque estuvieran en pijamas y se vieran realmente ridículos con sus atuendos ellos irían a investigar quién había sido ese misterioso hombre que temprano había estado fuera de la puerta de Jimin.
Y Seokjin solo quería cerciorarse de que Jimin no tuviera algún peligro cerca.
🌧️
Tengan una linda noche ❤️
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