02


—Jodida lluvia de mierda.

Seokjin rodó los ojos parado en la puerta del hospital. Su turno había terminado y él estaba listo para volver a casa, pero no contaba con que estaba cayendo prácticamente un aguacero y él por primera vez desde que vivía en Rain no tenía la ropa adecuada para posarse bajo ella. 

Se quedó en la calidez del edificio un poco más, con la esperanza de que la lluvia amainara un poco, solo quería llegar a su automóvil lo más seco posible, ya le había ocurrido en innumerables veces llegar empapado a su departamento y esa noche no quería arruinar su ropa ni su cabello. 

Miró la hora en su celular y mordió su labio inferior con fuerza. Suspiró y leyó nuevamente el correo electrónico que Taehyung le había enviado horas atrás y que lo había sorprendido ya que Seokjin ni siquiera había alcanzado a enviarle el suyo. 

Leyó una y otra vez las palabras escritas y algo dentro de él se iluminó. 

Ilusión

Nada más que la ilusión se había apoderado del azabache luego del correo electrónico que aunque corto lo tenía pensando en escenarios románticos y quizás una vuelta a la relación que habían tenido tantos años atrás. 

Perdón por lo de anoche, tuve un mal día y me desquité contigo. Te lo voy a compensar, me quedaré una noche más en la ciudad. Avísame si quieres verme nuevamente. 

Taehyung

Jin guardó su teléfono nervioso, su estómago era un lío porque no sabía si responder el correo. En el fondo quería correr hacia el castaño, aprovechar la oportunidad que le estaba dando y hacer que de alguna manera se extendiera lo máximo posible, pero la otra parte de él, la parte digna le decía que lo enviara al demonio, la noche anterior le había dejado más que claro que no lo quería. Sus palabras lo habían herido más de lo que estuvo dispuesto a aceptar delante de Jackson o a él mismo.

Seokjin observó a su alrededor y sus ojos se posaron en el hombre rubio envuelto en un abrigo negro entallado que estaba a pasos de él también mirando hacia las puertas del hospital, seguramente viendo que el cielo se estaba cayendo sobre ellos. 

Era atractivo, una bonita nariz, labios prominentes. Seokjin ladeó su cabeza y se dio cuenta que era el mismo hombre de la cafetería y se sintió un tonto por haber actuado de esa manera, por lo que sin dudarlo caminó hasta él y se paró a su lado. Cuando el rubio advirtió su presencia lo miró y de nuevo una perfecta ceja se alzó como una pregunta sin ser dicha en voz alta. 

—Usualmente no soy tan imbécil como me comporté en la mañana. 

—¿Estás seguro? Parece que llevas años de práctica. 

El azabache rio entre dientes y estiró su mano hacia el rubio atractivo —entonces empecemos de nuevo, soy Kim Seokjin. 

Una pequeña mano se estiró frente a él y la estrechó mientras la lluvia golpeaba furiosa en los grandes ventanales del hospital Universitario de la ciudad de Rain. 

—Soy Park Jimin. 

Seokjin sonrió y se deleitó una vez más con el color de ojos del hombre frente a él. Eran por lejos los ojos más cautivadores que había visto en su vida. 

Para no parecer un acosador o un raro, Seokjin dejó de mirarlo y quitó su mano de la calidez que encontró en ese saludo y la metió en el bolsillo de su chaqueta liviana. Miró hacia las puertas y suspiró cuando se dio cuenta que la lluvia no había amainado ni un poco. 

—Esta lluvia me mata, realmente la odio. 

El hombre a su lado lo miró y Seokjin hizo lo mismo. Sus ojos se encontraron por breves segundo y el mismo Seokjin miró hacia otro lado incapaz de mantener el contacto. 

Se llevó una mano a su cuello y lamió su labio rápidamente para luego volver a mirar al rubio. 

—Voy de salida, ¿necesitas trasporte? 

—Estoy esperando a alguien pero gracias. 

Seokjin asintió y dio un paso atrás —bien, fue un gusto Jimin. 

—Igualmente Kim Seokjin.

El azabache sonrió mostrando sus dientes y luego de eso se alejó hasta las puertas automáticas, sintió el frío de inmediato sobre su rostro pero no detuvo el paso. Atravesó todo el estacionamiento y por supuesto su ropa se mojó completamente, su cabello era un desastre y cuando al fin se pudo sentar en su asiento respiró agitado por el recorrido que hizo corriendo. 

Sacó su teléfono para responderle a Taehyung que iría a su encuentro, que a pesar de estar herido una vez más lo aceptaría entre sus brazos, pero todo quedó en cero cuando vio una pequeña carta en la parte superior. Un correo electrónico había llegado y él ni siquiera había escuchado la notificación.

Deslizó su pulgar por la pantalla con miedo, prácticamente está a seguro que era una cancelación, que una vez más Taehyung le diría que se vaya a la mierda y así todas sus ilusiones y anhelos se irían al tacho de la basura nuevamente. 

Seokjin leyó las primeras líneas y su boca cayó abierta. 

Bar DejaVu , Te espero. 

Sus manos temblaban mientras dejaba el teléfono en el tablero de su Audi R8. Encendió el motor y rápidamente salió del estacionamiento, sabía muy bien en donde quedaba el dichoso bar por lo que aceleró y su vehículo rugió sobre las calles mojadas de la ciudad de Rain. 

En menos de veinte minutos Seokjin estaba bajando del vehículo para encontrarse con Taehyung. La lluvia había cedido por unos momentos por lo que le dio una tregua al azabache que no le quedó más remedio que asistir a aquel encuentro con su ropa pegada a su cuerpo y su cabello hecho un desastre. 

Antes de entrar se pasó una mano por los húmedos cabellos que caían por su frente y los peinó hacia atrás, no tenía donde verse al espejo por lo que asumió que se vería bien de todas maneras, y cuando entró al bar se dio cuenta que sí, que lo hacía ya que varias mujeres e incluso hombres lo miraron mientras él caminaba a paso seguro hasta la barra en donde reconoció enseguida ese cabello rubio desordenado que amaba tocar y apretar aunque fuera fugazmente. 

Lamiendo sus labios se acercó hasta Taehyung y se sentó a su lado, pasó de nuevo sus dedos por su cabello y se enderezó en la silla. 

Taehyung giró su cabeza y le sonrió de lado. 

—Sabía que ibas a venir, te estaba esperando. 

Seokjin tragó saliva y asintió. 

La noche recién estaba empezando para ellos y el azabache sabía que sería muy larga y a pesar de lo agotado que se sentía él quería estar con Taehyung, una vez más y quizá poder demostrarle de alguna manera que el amor todavía estaba ahí, que podían intentarlo una vez más. 

Esa noche Seokjin jugaría todas las cartas que pudiera con tal de recuperarlo. 

***

Jimin revisó una vez más la dirección que le había enviado su amigo Jackson y rio para él mismo al darse cuenta que vivirían en el mismo edificio, solo unos pisos habrían de distancia cuando le entregaran el departamento que se convertiría en su hogar por los próximos seis meses. Y había sido toda una odisea conseguir un lugar que estuviera medianamente cerca del hospital y que fuera seguro, el lugar era carísimo pero él podía costearlo, gracias a su especialidad él podía darse ciertos lujos. Su sueldo era lo bastante alto como para poder hacerlo. 

El taxi estacionó justo fuera de la enorme torre y él aliviado de que la lluvia no arruinara su atuendo se bajó cargando una pequeña bolsa de compras y entró al complejo. Un hombre de mediana edad le dio las buenas noches y Jimin lo saludó de vuelta. 

Su visita fue anunciada y a los minutos estaba subiendo hasta el piso 10. Una puerta blanca le dio la bienvenida y Jimin tocó el timbre una vez solo para recordarle a Jackson que había llegado. 

La puerta se abrió casi enseguida y Jimin le sonrió a su amigo que se veía bastante guapo a pesar de la harina en su rostro y su delantal de cocinero completamente sucio. 

Jimin entró y le entregó a Jackson la bolsa de compras. Luego miró por el lugar, su propio departamento era prácticamente igual, la diferencia era la cocina, mientras la de Jackson era abierta y tenía una enorme isla en el medio, la de Jimin era cerrada pero más amplia. 

—Dame tu abrigo, debes tener frío, hoy no ha sido un día muy cálido. 

—Estoy bien, algo que me gusta de esta ciudad es la lluvia. 

—Es tan raro escuchar eso, mi compañero de piso la odia, cada vez que llueve se vuelve un cavernícola —Jackson colgó el abrigo en el perchero a un costado de la puerta y volvió hasta la sala en donde Jimin ya se había acomodado en uno de los sofás.

—¿Que clase de amargado vive contigo? —Jimin se cruzó de piernas y luego abrió sus ojos grandes —¿él está aquí? 

Jackson negó sonriendo —no está y no creo que llegue esta noche.

—Oh bueno, una lastima, ya me estaba entrando la curiosidad por conocerlo. 

—Con suerte podrás conocerlo, él también trabaja en el hospital. 

—¿Un colega? ya veo —Jimin volvió a mirar por el departamento buscando fotografías, de verdad estaba un poco curioso por el amigo de Jackson y aunque sus planes en Rain no incluían encontrar pareja, Jimin no se cerraba a la idea de conocer a alguien para pasar el tiempo. 

—Cirujano, soltero, sin hijos, guapo… Imagínate ese tremendo partido. 

El rubio rodó los ojos —hay muchos como esos en el mundo, no creo que sea la gran cosa. 

—Es un buen tipo, no creo que conozcas a alguien así aquí. 

—Oh vamos, ¿crees que soy un hombre que se deja conquistar así de fácil? No es así, incluso hoy un desconocido me ofreció llevarme, ni siquiera me conocía y ya me estaba invitando a su automóvil. —Jimin resopló —los hombres están cada vez más intensos. 

—Seguramente cayó en tus encantos, sigues siendo un chico bonito. 

Jimin sonrió ante el cumplido —lo soy, pero también soy un hombre inteligente que no se va a la primera con un imbécil que lo trató como un niño en la mañana. 

—No sé de qué mierda estás hablando pero debo terminar de cocinar, si quieres puede ver como me luzco en la cocina.

—Culo engreído. 

Jackson entró al área de la cocina, abrió el horno y asintió conforme con su preparación. Luego buscó dos copas de vino y tomó desde la bolsa que Jimin había llevado una botella de vino tinto y las sirvió generosamente. Le ofreció una copa a Jimin que tomó un sorbo largo enseguida haciendo que Jackson alzara una de sus cejas. 

—Con sed, ya veo. 

—Cállate que no he tomado en mucho tiempo, estaba haciendo una dieta absurda. 

—¿Dieta? No hagas eso, estás perfecto. 

Jimin bajó los ojos hasta su copa y suspiró —solo fue un momento de debilidad, me sentía incómodo con mi cuerpo pero ya no pienso así, no te preocupes, recapacité a tiempo. 

—Salud por eso —Jackson miró a Jimin y chocó sus copas —es bueno verte de nuevo Park. 

—Lo mismo digo Wang. —Jimin volvió a tomar un sorbo de vino y giró su cabeza para observar el lugar ordenado desde donde estaba sentado —¿cuánto tiempo llevas acá? 

—Cerca de 3 años, estuve solo un tiempo hasta que decidí tener un compañero de piso. 

—¿Y eso funciona bien? Digo por la convivencia, a veces es un tanto difícil congeniar con otra persona. 

—No tanto, él es bastante ordenado y silencioso, además que podrás saber que por nuestros trabajos no pasamos mucho tiempo en casa. 

—Eso si, yo pagaré y no estaré en todo el día —Jimin se encogió de hombros —yo alquilé  tres pisos más arriba. 

—¿Vecino? Me parece genial, podrías habilitar la habitación de invitados para cuando mi compañero traiga compañía. 

—Ugh no. No me gusta que invadan mi espacio personal. 

—Como sea —Jackson revisó la olla y pinchó las papas que estaba hirviendo y si. Dejar de hacer eso siguió hablando —incluso podrías alquilar esa habitación, estos departamentos son caros, incluso la mantención, sin mi compañero me hubiese salido demasiado caro y no tendría dinero extra para mis lujos. 

—Eso es cierto, pero no me gusta vivir con otras personas, en la universidad fue una mierda, nunca me acostumbré. Mis compañeros siempre fueron tan sucios y desordenados. 

—Supongo que es cosa de suerte y confianza. Ambas cosas deben ir juntas y ser recíproca. 

—Suerte… Eso es correcto. Mhm —Jimin apoyó su cabeza en su puño y miró a su amigo mientras este, ahora, sacaba una fuente del horno. —¿Tu amigo sale mucho? 

—A veces, prefiere dormir —Jackson negó con su cabeza —la verdad es que vive y respira para un hombre que lo usa como si fuera un trapo viejo.

—Vaya. Eso suena terrible.

—Lo es. 

Jimin se llevó una mano hasta su cuello y se enderezó —pareces preocuparte mucho por él. 

—Es una buena persona, un buen tipo que no merece ser tratado como un perro… Me gustaría que conociera a otra persona, alguien que lo cuide y se preocupe por él… Jackson tomó una respiración y miró a Jimin —no sé que podrás pensar de esto pero me gustaría que comenzaras a salir con mi amigo. 

—¿Que? —Jimin estaba realmente sorprendido luego de escuchar aquello —¿estás hablando en serio? 

—Si, osea por supuesto que depende de ti, ya sabes si no te gusta o algo así. Tampoco estoy hablando de matrimonio y cinco niños corriendo por la casa, solo digo… Salir, tomar un trago, ¿ir al cine? No lo sé. —Jackson resopló —solo quiero que deje de herirse con ese tipo y como tú siempre has sido un hombre relajado, pienso que podría resultar… 

Jimin pegó una risotada luego de escuchar todo eso —sigues estando muy loco Jackie. Dame más vino mejor y quizá pueda ayudarte. 

Jackson de inmediato sirvió la copa de su amigo y él rubio le guiñó un ojo en respuesta. Bien podía darle una mirada al amigo de Jackson. 

Él estaría solo por seis meses en ese lugar por lo que podría ver si el tipo era lo suficientemente atractivo… No tenía que ser algo formal ¿cierto? 

Y Jimin estaba seguro que podía manejar una situación así. 


***

Tae no, estás borracho. 

Seokjin se enderezó y dio dos pasos atrás, había acostado a Taehyung en esa cama de hotel ridículamente grande ya que este no podía mantenerse de pie de lo ebrio que estaba. Incluso apenas Seokjin había puesto un pie en ese bar, un par de horas antes, se había dado cuenta de que el hombre apenas podía decir palabra alguna. 

Y comprendió de inmediato que esa insistencia a que se vieran había estado influenciada por el alcohol.

—¿De verdad importa? 

—Si, claro que sí. —Jin comenzó a arreglar su ropa ya que luego de prácticamente forcejear con Taehyung para que lo soltara había terminado con su camisa abierta hasta la mitad y gran parte de su pecho ahora estaba al descubierto. 

—No, no lo hagas —Taehyung lamió sus labios sin dejar de mirar el cuerpo ajeno —¿de verdad te vas a ir sin follar conmigo? —el rubio se arrastró por la cama y se bajó de esta para luego tambalearse hasta donde estaba Seokjin parado. —¿Me veo mal acaso?

Seokjin tomó las muñecas del hombre cuando este trató de acariciarlo. Su determinación flanqueando mientras veía los ojos ajenos llenos de lujuria y deseo. 

No era de esa manera en que quería sus encuentros con él, no era así como las cosas debían ser, pero Seokjin era débil, o más bien era débil por Taehyung y antes de siquiera procesar sus acciones estaba besando al hombre como si su próximo aliento dependiera de aquello. 

Una de sus manos tomó el rostro del rubio y con la libre lo acercó lo más posible a su cuerpo sintiendo de inmediato la erección del otro sobre su muslo. 

—Anoche —susurró Taehyung en la boca ajena —anoche me cogiste tan bien que me quedé, Me quedé solo por el sexo maravilloso que me das, ¿que opinas de eso? 

Seokjin gruñó y volvió a proclamar esa boca para luego llevar sus manos hasta el culo ajeno y apretar hasta casi levantar a Taehyung del piso alfombrado. —Cállate, maldición, cállate de una vez. 

Taehyung se rio en su borrachera y se separó del cuerpo caliente del azabache, caminó hacia atrás hasta que se sentó al borde de la cama, mordió sus labios mientras bajaba la mirada hasta la entrepierna de Seokjin. Se llevó una de sus manos hasta su erección y apretó justo ahí gimiendo ante lo bien que se sintió hacer eso —cállame, Seokjin. Tú sabes como hacerlo. 

Seokjin respiró con dificultad, sentía su sangre hervir al verlo así de dispuesto, así de entregado y olvidando lo herido que había quedado la noche anterior Seokjin se desnudó rápido y le dio a Taehyung un motivo para mantenerse en silencio. 

El sonido que hizo el rubio luego de meterse su polla hasta la garganta hizo que Seokjin gimiera y tirara su cabeza hacia atrás por el placer que recorrió su cuerpo. Su pene fue envuelto de manera deliciosa y él simplemente se dejó hacer por la experta boca que lo chupó y lamió sacándole gemidos graves que trataba de acallar mordiendo su labio y tirando de ese cabello rubio que lo volvía loco. 

Bajando su cabeza es que Seokjin casi de corre por la mirada de Taehyung, sus ojos vidriosos y su boca envuelta sobre su pene era una escena demasiado caliente, demasiado sucia y eso fue suficiente para quitar su pene de esa boca maravillosa y tirarlo sobre la cama para luego besarlo. Su propio sabor sobre la lengua del rubio hizo que sus manos bajaran por el cuerpo ajeno tratando de quitar su ropa, necesitaba follarlo. 

Cuando Taehyung estuvo completamente desnudo Seokjin tomó uno de los condones que estaba sobre la mesita de noche y sin siquiera prepararlo lo embistió. Taehyung gritó de placer porque así era él, así le gustaba que lo tratara, le gustaba rudo, duro y rápido... Así era él y Seokjin le daba en el gusto siempre. 

Jamás hicieron alguna cosa que le gustara al azabache, jamás habían besos tiernos y abrazos luego del sexo. No habían caricias ni palabras amorosas ya que con Taehyung todo era sin cariño, sin amor, solo un simple intercambio sexual. 

Sólo sexo, solo eso. 

—Mierda —Taehyung jadeó, sus manos apretando las sábanas bajo su cuerpo sudado —no creo que pueda vivir sin esto, sin ti llenándome... —una risita rota salió de su boca —él jamás va a ser tan bueno como tú en la cama. 

Seokjin se detuvo enseguida, sus manos ancladas en las caderas del rubio mientras este seguía moviéndose hacia atrás para encontrarse con sus estocadas certeras. 

Él lo había sospechado en algún momento, siempre había tenido la sensación de que Taehyung tenía a alguien en su vida y que él era solo un alivio para tiempos de necesidad y dolía, dolía tanto saber que eso era cierto.

Un grito de placer lo devolvió a la realidad. Taehyung se estaba corriendo ruidosamente y Seokjin apretó su mandíbula para no correrse. No podía, no después de escuchar aquello, no después de sentirse así de usado, así de desechable. Se quitó del cuerpo del hombre que reía en su borrachera, preso de un orgasmo que lo tenía en las nubes. 

Bajó de la cama con un nudo enorme en su garganta, se vistió rápido y aunque su cremallera apenas pudo cerrar él caminó hasta el lado en donde Taehyung había quedado y lo miró por última vez. 

—Adiós Taehyung. 

El hombre no respondió y Seokjin tampoco esperaba que lo hiciera. 

El ascensor bajó rápido hasta el primer piso, Seokjin caminó fuera del lujoso lugar y en el silencio de su automóvil él se dio el permiso para sentir pena. Dos pequeñas lágrimas bajaron por sus mejillas y eso fue todo lo que se permitió sentir esa noche. 

Eso era todo, tenía que rearmarse nuevamente. Tenía que buscar la manera de sacarlo de su vida, de su corazón. Necesitaba hacerlo... 

Necesitaba un poco de amor en su vida, lo anhelaba tanto que dolía. Quería sentirse y ser el único en la vida de alguien, no una carta de respaldo, no un comodín cuando la otra persona se sintiera sola. 

Ya no quería que lo buscarán por lo que podía hacer en la cama.

Seokjin quería más y lamentablemente no sabía como encontrar aquello. 


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Gracias por el apoyo 🥰
No pensé que tantas personas iban a leer esto. Se los agradezco ❤️❤️

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