014
Era viernes y Seokjin solo quería una muerte rápida para la semana de mierda que estaba teniendo. Andaba con el ánimo por el suelo y eso solo le hacía confirmar una vez más que todo lo que pasara con Jimin le afectaba de sobremanera.
No había conversado con él desde el lunes y tampoco lo había buscado porque sabía que este lo rechazaría y no podía culparlo por aquello, no podía enojarse al respecto porque Seokjin no había sido claro con el tema de Taehyung, no había dicho nada cuando le hizo esa maldita pregunta que lo desconcertó… Y no respondió porque lo había pillado desprevenido pero en esos 4 días en que no había sabido de Jimin, Seokjin había pensado más que en todos esos malditos años que había estado a la sombra de Taehyung.
—Doctor Kim, ¿se encuentra usted bien?
Gahyeon lo miró con clara preocupación en su rostro. Jin asintió levemente y volvió su mirada a los papeles que se suponía debía haber entregado horas antes para el alta de un paciente.
Nunca era así de descuidado con su trabajo, pero ese día se había quedado dormido por lo que salió corriendo de casa olvidando su teléfono en el proceso, había llegado tarde a sus rondas por lo tanto todo el papeleo se había atrasado.
Terminó de firmar el último documento y alzó su mirada para encontrar a su enfermera favorita mirarlo otra vez preocupada.
—Estoy bien, ya está listo el paciente de la 27A. —Seokjin guardó su lápiz en el bolsillo de su bata —siento haberme demorado tanto, sé que necesitan esa habitación.
—No se preocupe, usted jamás falla.
Ella le sonrió y Seokjin le devolvió la sonrisa de inmediato, luego se metió las manos en su bolsillo y decidió que era momento de un café, pero no del que le gustaba, era tan cobarde que ni siquiera se atrevía a ir hasta el carrito que estaba al otro lado del hospital.
Tenía temor de encontrarse con Jimin.
Tenía temor de encontrarlo y querer algo más cuando aún no había cerrado su historia con Taehyung, y no era por falta de mérito, solo que su ex novio estaba inubicable, de todas formas había dejado un par de correos electrónicos diciéndole que lo dejara en paz y que no volviera a meterse en su vida.
Esperaba que al menos Taehyung tuviera la decencia necesaria para dar un paso al costado.
Cuando pasó por la sala de médicos de planta entró. Dentro de esta habían varios colegas a los cuales saludó en voz alta y luego fue hasta la cafetera y la encendió. Odiaba ese café, era asqueroso pero no tenía más opción ya que había decidido ser cobarde esa semana.
—Doctor Kim.
Seokjin se giró, observó a Yoongi llegar hasta él y ambos se saludaron con un apretón de manos ya que no se habían visto en todo el día.
—¿Cómo va todo?
—Lo de siempre —el Doctor Min se encogió de hombros.
Jin acostumbrado a que este fuera menos conversador se quedó en silencio y volvió a mirar la cafetera. Tomó un vaso de cartón porque su tazón se había quebrado el día anterior y él con el apuro de salir de casa esa mañana no recordó llevar un repuesto.
Su colega y amigo seguía a su lado en silencio aunque conociéndolo Seokjin podría jurar que algo quería y por eso no se movía del lugar.
—Mhm, Nam me dijo que llevarías a alguien esta noche, ¿eso es cierto? ¿estás saliendo con alguien?
Jin negó de inmediato y cuando el café estuvo listo él se sirvió un poco.
—Solo es alguien que conocí, no estamos saliendo… Pero está ocupado esta noche.
—Oh ya veo… ¿es ese hombre?
El azabache suspiró y luego miró a su amigo. —No, no es él.
Yoongi asintió —que bueno, no me hubiese gustado conocerlo.
Seokjin arrugó su ceño y luego parpadeó muchas veces mirando a su amigo a los ojos. —Es complicado, ya sabes.
—Siempre lo fue ¿no? solo que me había puesto contento el saber que habías conocido a alguien y también estaba un poco preocupado porque fuera ese mismo tipo, pero ahora que me dices que no es él entonces me siento más tranquilo al respecto.
—Si —susurró Seokjin evitando contarle lo que había ocurrido con Jimin y que por supuesto Taehyung había estado en el medio tal y como había ocurrido cuando intentó salir con Yoongi cuando recién había llegado al hospital a trabajar.
—Solo me gustaría que fueras feliz —Yoongi habló bajito y luego desvió la mirada hacía los sofás —en ese tiempo parecidas muy confundido.
—¿Tenemos que hablar de eso ahora? —Jin se alejó de Yoongi y suspiró cuando el más bajo lo siguió.
—No, no tenemos que hablar de esto nunca si así lo deseas, pero de todas formas quiero que sepas que puedes contar conmigo… Y con Nam.
—Tu futuro esposo está celoso.
Yoongi se echó a reír incómodo —debe ser por lo mucho que hablaba de ti cuando lo conocí.
Seokjin se llevó el café a sus labios y ya no dijo nada más. Había tenido un fugaz romance con Yoongi pero Seokjin había decidido dejarlo por Taehyung, Seokjin se había hecho un romance en su cabeza por todas las palabras de amor que Taehyung le profesaba y cuando quedó libre, cuando Seokjin dejó a Yoongi, Taehyung desapareció por meses para volver a confundirlo una y otra vez, pero con la diferencia que ya no habían palabras de amor ni preocupación.
Y la historia se volvía a repetir…
Su ceño se arrugó ante los recuerdos, todavía pensaba en Yoongi como un buen compañero, aunque no había podido concretar nada ya que Taehyung había estado en el medio desde un comienzo, y él lo había permitido.
Eso había hecho que ellos dos no pudieran seguir conociéndose pero con el tiempo se hicieron amigos y ahora Yoongi se iba a casar con Namjoon y Seokjin…
—Sigo en el mismo lugar —murmuró en voz alta siguiendo sus pensamientos.
—¿Que? —Yoongi lo miró.
—Nada solo… Tengo que irme.
Yoongi asintió y metió sus manos en los bolsillos de la bata —¿nos vemos esta noche?
—Si, ahí estaré, ¿llevo un vino?
—Si eso estaría bien.
—Nos vemos Yoon y gracias por tus palabras.
Seokjin hizo una mueca cuando se llevó de nuevo el líquido a los labios y tragó, su garganta se sintió extraña mientras el líquido bajaba, pero lo atribuyó a lo amargo que era ese café y luego de varios sorbos se lo terminó. Luego botó el vaso en el primer basurero que encontró y caminó rápidamente hasta el otro lado del hospital, específicamente al área infantil.
🌧️
—El Doctor Park ya se fue.
Seokjin se giró de inmediato y asintió hacia el enfermero que estaba parado detrás de él.
Joder. Miró la hora en su reloj pulsera y claramente Jimin ya no estaría en ese lugar ya que su horario de trabajo había terminado dos horas antes.
Resignado se devolvió por donde mismo había venido y pasó por el mesón de enfermería para ir por sus pertenencias, su turno por ese día estaba por terminar.
Solo debía entregar su turno al colega que estaría de guardia esa noche y podría ir a su departamento, en donde estaba su compañero de piso, el mismo con el que había discutido el día domingo cuando volvió del departamento de Jimin y el mismo que no le dirigía la palabra desde ese entonces.
Su vida se estaba convirtiendo en una mierda y solo faltaba que Jackson echara su culo patético del departamento para que su vida terminara de arruinarse.
Luego de casi una hora y siendo ya muy tarde Seokjin salió del hospital, tenía hambre, frío y ya no se le apetecía ir a lo de Namjoon y Yoongi.
Se metió en su automóvil y encendió la calefacción. Calentó sus manos y mientras sus músculos se relajaban comenzó a sentir dolor en los mismos.
Mierda, lo único que faltaba era enfermarse y lo odiaba profundamente.
Manejó hasta su departamento y mientras subía el ascensor el frío comenzó a recorrer si cuerpo.
—Joder no. —Cerró sus ojos y esperó a que el ascensor llegara hasta su piso. Tenía ganas de acostarse, dormir y llorar. No precisamente en ese orden.
Se paró justo fuera de su puerta y tanteó sus bolsillos. Su llave no estaba por ningún lado por lo que maldiciendo comenzó a golpear la puerta, con suerte Jackson estaría dentro.
Luego de quince minutos Seokjin se dio cuenta que no había nadie en casa y lo peor, no tenía idea de cuando iba a volver su compañero de piso.
Se llevó una mano hasta su frente y suspiró. Seguía teniendo frío y estaba seguro que tenía fiebre. En momentos como ese extrañaba a su madre como si fuera un niño, extrañaba sus comidas, sus consejos diarios… Extrañaba a su familia en general y odiaba no poder ir tan seguido a verlos aún si vivían tan cerca de Rain.
Seokjin se apoyó en la puerta del departamento y miró hacia el ascensor. Sólo eran 3 pisos que los separaba de Jimin y él no eran tan descarado como para ir hasta allá luego de lo que había sucedido el lunes.
Pero por otro lado se sentía morir y no quería volver al hospital, odiaba las inyecciones, también las pastillas y es que él jamás se enfermaba.
Mordiendo su labio y con sus párpados ardiendo él volvió al ascensor. Cuando estuvo dentro apretó el botón número 13 y suspiró fuerte.
No tenía idea de que pasaría pero necesitaba una cama o un sofá, lo que sea con tal de poner su cuerpo a descansar.
Un Seokjin muy enfermo pero valiente tocó el timbre de Park Jimin y esperó con su corazón golpeando frenéticamente en su pecho que este lo ayudara.
🌧️
Jimin se estiró en el sofá y bostezó cuando el capítulo de la serie que estaba viendo se terminó. Iba a pinchar el capítulo siguiente cuando su timbre sonó. Arrugando su ceño él se levantó. No quería engañarse y pensar que era Seokjin quien estaba frente a su puerta, no después de haberle enviado cinco mensajes de texto pidiéndole que se vieran y que luego estos fueran ignorados durante todo el día.
Jimin estaba triste y odiaba sentirse así. Esa era una de las tantas razones por las que se alejaba de las relaciones de pareja, odiaba esa pequeña dependencia emocional hacia otra persona.
Se paró justo frente a la mirilla y arrugó su ceño porque no había nadie fuera de su puerta.
Pero un ruido pequeño le hizo mirar de nuevo y allí lo vio.
Kim Seokjin.
Kim Seokjin estaba frente a su puerta y se veía como si un tren hubiese pasado sobre él.
Tomó una respiración y abrió la puerta. Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando Seokjin dio un paso adelante y lo tomó de la cintura para mirarlo directo a los ojos.
Jimin ni siquiera respiró, estaba tan sorprendido que no quería arruinar lo que sea que fuera a decir el más alto.
—Siento venir así… Perdí mis llaves y estoy resfriado —Jin hizo un puchero. Luego tiró su pierna hacia atrás para cerrar la puerta y tener un poco de privacidad —creo que tengo fiebre y me siento realmente mal porque siento que me duele todo… Y hoy te fui a buscar a tu consulta pero ya te habías ido… Y merezco estar resfriado…
—Seokjin —dijo Jimin enternecido ante el hombre grande que estaba a punto de llorar por estar resfriado.
—Yo necesito que hablemos… Quiero que sepas todo, pero no quiero que me odies
—No te odio. No te odiaría.
—¿Aún si te dijera que todavía no he resuelvo nada con respecto a él? ¿Aún si te dijera que él puede aparecer en cualquier momento para joder esto que estamos tratando de construir?
Jimin apoyó sus manos en los antebrazos del azabache y lo miró con lástima. Sin embargo lo entendía porque él había pasado alguna vez por lo mismo y Seokjin necesitaba tiempo para arreglar sus problemas, para quitarse de encima a ese hombre. Aunque de todas formas lo de ellos ya estaba más que destruido, que lo poquito que habían logrado encontrar en el otro ese hombre que se iba a casar había logrado romper y Jimin no tenía intenciones de pelear.
No cuando Seokjin no era claro con sus sentimientos.
—A pesar de todo no te odiaría, incluso podríamos ser amigos. —Jimin se encogió de hombros sintiendo su cuerpo arder por las fuertes manos que sostenían su cintura.
—No —Jin dio un paso más —no podría ser tu amigo…
—Jin —advirtió el rubio con su boca entreabierta esperando por la otra. Lamentablemente estaba esperando ser besado.
—Han sido los peores días sin saber de ti y me di cuenta de algo hoy.
—¿Que es eso?
—Que él ha arruinado dos veces mis intentos por avanzar con alguien.
—Eso es por que lo dejas. Dejas que entre en tu vida y que haga lo que sea con ella.
—Si —Jin comenzó a sentirse un poco mejor mientras veía el bonito rostro frente a él. Había extrañado tanto estar así de cerca del rubio. —Él cree que no puedo vivir sin él.
—Quizá le has dado motivo suficiente para hacerlo.
Jimin subió lentamente sus manos hasta el cuello del azabache y se dio cuenta que este estaba ardiendo, pero aún así dejó sus manos allí y con sus dedos acarició los cabellos de la nuca. Sonrió débilmente cuando Seokjin cerró sus ojos dejándose tocar.
—Le he dado motivos pero ya no quiero que vuelva a meterse en mi vida y en mis decisiones.
—¿No?
—No —Seokjin dejó primero un beso en la mejilla de Jimin y luego en la comisura de sus labios —no después de conocerte.
Jimin tembló ante esos ojos vidriosos y se recordó una y mil veces que él no quería ser el reemplazo de ese hombre con cara de modelo, que merecía mucho más pero se derritió ante Seokjin. Se derritió ante los muchos besitos que comenzó a dejar en su rostro.
—Jin —advirtió una vez más aunque sonaba tan débil.
—Sé que estoy siendo egoísta al estar aquí luego de lo que pasó el lunes, pero te extraño y suena a una locura pero es así. Me gustas Jimin y no quiero dejarte ir… Tengo muchas cosas que resolver y eso es cierto, pero no pienso en otra cosa que no seas tú.
Jimin acortó la nula distancia que había entre ellos y lo besó. No le importaba si se enfermaba también, quería besarlo necesitaba hacerlo y sabía que quizá saldría dañado.
Porque el corazón de Seokjin no era libre. No aún.
El corazón de Seokjin estaba confundido y él no debía besarlo de esa manera, él no debería derretirse ante las palabras del otro.
Él no debía porque se iba a enamorar.
Jimin fue empujado suavemente hasta la pared más cercana y la boca de Seokjin tomó la riendas del beso, su lengua encontró la otra y un jadeo ahogado salió de sus labios, sus manos bajaron por el pecho del azabache tocando y suspirando en el beso porque él también lo había extrañado como un loco esos pocos días en que no habían hablado.
—Yo di un paso hoy, algo que nunca había hecho antes —Jin habló sobre los labios húmedos de Jimin. Sus párpados pesados por la fiebre pero aún así él quería continuar.
—¿Que? —Jimin lamió sus labios y de paso probó los del más alto haciendo que este gimiera.
—Le dije que no me volviera a buscar nunca más, se lo había dicho el lunes, pero estaba tan sorprendido por lo que te había hecho que no creo que lo haya tomado en serio. Hoy decidí hacerlo en serio y de paso bloquear toda la comunicación que solíamos tener… Él ya no pertenece a mi vida porque no quiero que así sea, en cambio te pido a ti... —Jin alzó su cabeza para mirar esos ojos hermosos que quería ver todos los días de su vida. —Te pido a ti que permanezcas en la mía. Quédate conmigo Jimin.
Jimin parpadeó un par de veces pero no respondió. Era demasiado para él y no sabía si podía elegir a Seokjin sabiendo que se iría en unos meses más.
No pudo responder y en cambio tomó la mano del azabache para llevarlo a su habitación. Seokjin estaba temblando y eso fue suficiente para acostarlo en su cama. Pero no contaba con la fuerza de Seokjin y que este lo tirara sobre él para buscar su boca de inmediato.
—Te extrañé Jimin.
Jimin se dejó besar unos segundos y luego se separó —tienes fiebre. Mañana no recordarás nada.
Seokjin se echó a reír con sus ojos cerrados acariciando el cabello de Jimin con ambas manos —si lo haré y si no lo hago tienes el permiso de patear mi culo y recordarme todo lo que hablamos hoy.
Suspirando y totalmente rendido Jimin se apoyó en el pecho de Seokjin y también cerró sus ojos, iría a buscar medicamento y algo para que el azabache comiera, pero antes se daría un tiempo para disfrutar de ese abrazo cariñoso y de ese toque que le hacía suspirar.
—También te extrañé —susurró sobre la tela de la chaqueta de Seokjin.
—Soy feliz de escuchar eso. No tienes idea de cuanto.
Jimin sonrió y lamió sus labios cuando la sonrisa se hizo mucho más grande. A pesar de lo cómodo que era estar sobre él quería cuidarlo y aunque Seokjin protestó, Jimin se levantó de la cama.
—Hay que quitarte la ropa.
—¿Si? ¿No deberías darme un trago aunque sea? —dijo divertido el azabache.
Jimin solo sonrió porque se había rendido ante este Seokjin hablador y coqueto que ahora se quitaba su chaqueta.
—Bien, quítate las zapatillas y luego te metes bajo las sábanas, iré por medicina y algo para que comas, ¿tienes hambre?
—Si —Jin con mucho cuidado se puso de pie y llevó sus manos hasta el botón de su jean azul oscuro —pero no precisamente de comida.
—Lamentablemente en ese estado solo tendrás comida de verdad, lo siento, ahora mismo estoy modo Doctor Park.
—Sexy. —Jin lamió sus labios mirando el pijama del rubio —si siempre va a ser así trataré de enfermarme mucho más seguido.
Jimin se echó a reír realmente fuerte y le dio la espalda porque sino lo besaría tan malditamente necesitado y de verdad quería que Seokjin se sintiera mejor. —Acuéstese Doctor Kim, traeré medicina.
Seokjin se quedó en boxer y tiró las mantas hacia atrás para meterse dentro de la cama. —Jimin —llamó al hombre atractivo que estaba por salir de la habitación.
—¿Si?
—Gracias por esto, gracias por cuidar de mí... Sé que quizá no lo merezco pero...
Jimin negó y se acercó a la cama, se sentó al borde y acarició suavemente la mejilla caliente del azabache —no te iba a dejar en ese estado en el pasillo... Mhm... No podría hacerle eso al hombre que me gusta tanto tanto que pierdo todo pensamiento racional cerca de él.
Seokjin sonrió y cerró sus ojos porque era imposible mantenerlos abiertos sin que estos doliesen por el esfuerzo.
—Eres tan dulce... Me gustas tanto —suspiró Seokjin.
Jimin se puso de pie con sus mejillas sonrojadas, luego salió de su habitación porque tenía una labor que hacer y esa era cuidar de Kim Seokjin y estaba realmente contento por poder hacerlo.
🌧️
Tengan una bonita noche ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top