013
Jimin arrastró su trasero golpeado hasta su baño y cuando estuvo allí se miró en el espejo. Tenía un hematoma en su mejilla derecha que ya comenzaba a hincharse. Maldiciendo salió del baño, se quitó su maldito abrigo y luego fue directo al refrigerador por un poco de hielo para que el jodido golpe que había recibido no se hinchara más de la cuenta.
Envolvió la bolsa de hielo dentro de un paño y se la llevó de inmediato a su mejilla lastimada. Suspiró realmente fuerte para luego gruñir como un perro porque no se había defendido.
Jodido hijo de puta que había salido de la nada cuando estaba recibiendo el mejor beso del mundo.
Jimin iba camino a su sofá cuando el timbre sonó no una vez sino más de cinco veces haciendo que su cabeza comenzara a doler enseguida. Sabía muy bien quien estaba tan desesperado para tocar de esa manera y él no sabía si quería hablar con Seokjin.
Estaba tan enojado y eso nunca era bueno.
—Jimin, soy yo abre.
El rubio rodó los ojos y se sentó en el sofá, chasqueó su lengua cuando presionó el hielo sobre su mejilla.
—¡Jimin por favor!
—¡Vete! —gritó para que Seokjin se fuera de una jodida vez, quizás así podría quitarse las putas mariposas que tenía dentro de él. Así podría decirse así mismo que Seokjin no era más que un espejismo, un hombre que él había idealizado.
—¡Park Jimin!
Jimin cerró sus ojos y mordió su labio como cada vez que se sentía intranquilo. Miró hacia la puerta y lo desesperado que se escuchaba el azabache y algo dentro de él comenzó a doler.
¡Maldita sea!
Se puso de pie y dejó el hielo sobre la encimera de su isla de cocina. Se acercó hasta la puerta y la abrió.
Seokjin entró como huracán a su departamento y ambos se quedaron mirando. El azabache se acercó hasta él pero Jimin se corrió moviendo su cabeza para que no lo hiciera.
No era necesario que fuera cariñoso. Jimin no quería que Seokjin fuera delicado con él.
—Siento mucho esto, no entiendo que es lo que pasó por su cabeza para venir hasta aquí… Lo siento Jimin.
—No es necesario ya te lo dije, no somos nada y no me debes explicaciones. A mí no al menos al parecer.
—¿Que? —Seokjin arrugó su ceño queriendo acercarse pero de nuevo Jimin lo detuvo —¿Que quieres decir?
—Él parecía realmente impactado por vernos, y eso solo me hace pensar que no tenía idea de que estás con alguien.
—Nosotros no estamos juntos, no le debía una explicación al respecto.
Jimin se cruzó de brazos —¿cuando terminaron?
—Hace años —dijo sincero —muchos años atrás pero nos vemos de vez en cuando.
—Entiendo, entonces lo preguntaré de otra manera, ¿cuando fue la última vez que te acostaste con él?
Jin nervioso se movió por la sala dándole la espalda al dueño de casa y tomó una respiración realmente larga antes de mirar de nuevo a Jimin.
—El viernes —tragó saliva nervioso.
—Viernes —susurró Jimin y luego arrugó su ceño cuando su garganta se apretó. Dios, ¿porque sentía ganas de llorar? Era una jodida locura. Aclarando su garganta él miró hacia cualquier lado menos al azabache. No podía hacerlo después de todo.
—Si, pero no es… Mierda —Seokjin necesitaba explicarse pero estaba fallando como el imbécil que era. —Necesito que entiendas que entre él y yo no habrá nada, incluso se va a casar…
—Espera —Jimin alzó su mano para detenerlo —¿esto fue por despecho? Tú jodidamente estás despechado y por eso… —el rubio suspiró —da igual.
No daba igual, Jimin sentía que dolía tan malditamente mal que no era una broma, pero no podía, ni quería verse vulnerable, la confusión dentro de él disipandose a medida que Seokjin trataba de explicarse, todo era tan jodidamente claro para él.
—No, eso no es así. —Jin intentó acercarse y aunque Jimin lo alejó de nuevo él no se dejó amedrentar —no es así y lo sabes, tú también sientes esta conexión, lo sé… Yo lo sé.
—No me hagas reír, solo querías quitarte las ganas con alguien ¿no? Tu ex novio, el mismo por el cual pierdes el jodido racionamiento se va a casar, pero que importa ¿no? Tienes a un vecino jodidamente dispuesto a pasar la noche contigo, a comer contigo… A malditamente ocupar el lugar de él, ¿es así Seokjin? De eso se trataba toda tu preocupación —Jimin sonrió con tristeza.
—Yo jamás te dije algo —Jin confundido miró los ojos ajenos —¿de dónde sacaste eso?
—Jackson lo comentó… Antes de saber que eras tú el dijo que su compañero de piso estaba jodidamente encandilado por un idiota que lo utilizaba.
La vergüenza y el enojo llegaron rápidamente a Seokjin quien se sintió de alguna manera traicionado por su amigo y compañero de piso pero también la incredulidad de como Jimin se había comportado esos días en los que alcanzaron a compartir.
—¿Lo hiciste por lástima? ¿Cambiaste tu actitud hacia mi porque él te lo pidió?
—¿Que? —Jimin arrugó su ceño —no puedo crees que estés diciendo esto.
Seokjin se rio nervioso y demasiado fuerte —¿Me culpas? Me miraste como un bicho raro las dos veces en que nos encontramos en el hospital.
—¡Fuiste grosero! Como querías que te respondiera si me trataste como un jodido niño. Te burlaste de la maldita bata que me quedaba dos tallas más grandes, fuiste un imbécil por supuesto que iba a reaccionar así.
—Yo… —Jin suspiró sobrepasado de alguna manera con lo que estaba pasando —tienes razón y aún así cambiaste. A pesar de que fui un imbécil contigo tu cambiaste… ¿Porque?
El rubio bajó sus hombros. Era increíble que hubiesen pasado un par de días desde que había conocido de una manera más íntima a Seokjin, porque para él todo se sentía como si hubiesen pasado meses, incluso años. Y no tenía idea que había pasado y como ese hombre había llegado a su corazón tan rápido.
Pero decidió ser sincero, tenía que serlo. No tenía sentido callarse lo bien que se había sentido que alguien lo hubiese consolado cuando su corazón se rompió nuevamente al visitar la casa de su padre.
—Me diste un abrazo cuando yo más lo necesitaba. Me consolaste sin tener idea que me pasaba y estuviste ahí cuando nadie más, fue un gesto simple, pero para mí significó mucho —sus ojos se llenaron de lágrimas y se sintió patético. Siempre se mostraba tan vulnerable ante Seokjin y él malditamente odiaba sentirse así.
—Jimin —susurró Seokjin conmovido. Luego caminó los pasos que los separaban y tomó la pequeña cintura del rubio entre sus manos. En el momento en que sus ojos se encontraron él deseó tanto no haber dejado que Taehyung arruinara su incipiente relación con Jimin.
—Estaré bien, no soy una jodida princesa que necesita ser rescatada, no me mires así y es mejor que me sueltes… Debemos comenzar a comportarnos como colegas ¿no crees? —Jimin se zafó de los brazos seguros y se alejó lo más que pudo.
—No hagas esto…
—Dime una cosa, ¿que pasaría si él no se casa? Si decide que no es lo que quiere para su vida y cambio decide luchar por ti, ¿que pasaría contigo? ¿cuál sería tu respuesta?
Los ojos de Seokjin le respondieron y él también lo había visto fuera de la puerta del azabache. Ilusión, Jimin lo había visto tan claramente y ahora lo estaba corroborando.
Y no podía culparlo.
Él mismo había amado por mucho tiempo a un hombre que solo lo había dañado.
—Entiendo, no puedes responder… No lo hagas, no es necesario —Jimin suspiró y caminó hasta su puerta —creo que es mejor que te vayas…
—Si —Jin asintió lentamente —lo siento.
Jimin se encogió de hombros intentando parecer relajado y estaba luchando muy fuerte para lograrlo. —Descansa Seokjin.
—Adiós Jimin.
El rubio cerró la puerta, su espalda chocó con la superficie dura y fría mientras se dejaba caer hasta quedar sentado en el piso. Mordió su labio tantas veces que dolió y no supo cuanto rato estuvo allí hasta que su teléfono comenzó a sonar y él sonrió.
Su mentón tembló mientras lo sacaba de su bolsillo y aceptaba la vídeo llamada de su mejor amigo.
—Oh rayos.
Jimin se echó a reír, lágrimas cayendo por sus mejillas mientras veía el rostro preocupado de Hoseok.
—Hola Hobi.
—Hola bonito, ¿que pasó?
—Pasa que soy un idiota que se encandila con lo primero que pasa por sus ojos.
—Espera, le daré de comer a Kira.
Jimin asintió y esperó. Observó la casa que tan bien conocía y que como cada vez que hablaba con Hoseok, extrañaba horrores. También echaba de menos a su bonita gata naranja atigrada que era tan dulce y dejaba que la acariciara por horas no haciendo distinción alguna entre su dueño y él.
Extrañaba su vida antes de Rain… Antes del huracán que era Kim Seokjin en su vida.
Ya más tranquilo Jimin secó sus lágrimas y sonrió cuando Hoseok se puso a bailar una canción antigua de pop mientras dejaba el plato de comida en el piso.
—Ya estoy listo, ¿quieres contarme que pasó o simplemente hablar de mi divertida jornada en la escuela con adolescentes que se la pasaron haciendo chistes sin siquiera tomar atención a la clase que había preparando por horas?
—Lo siento Hobi, tu trabajo es demasiado estresante. Ellos deberían hacerte caso.
Hoseok asintió abultando sus labios —lo sé, pero creo que puedo encantarlos… Quizá les baile en la próxima clase mientras les enseño sobre la segunda guerra mundial.
—Eso sería tan grotesco Hobi.
—¿Cierto? Malditos niños y sus pocas ganas de saber sobre la historia del mundo.
—Asi es cuando uno es joven —Jimin cerró sus ojos y apoyó su cabeza sobre la puerta. El dolor de cabeza solo aumentando con el paso de los minutos.
—¿Fuiste a ver a tu papá?
—No. Quizá vaya mañana, se lo prometí a Jiwon.
—Entonces solo me quedan dos opciones… O estás demasiado sentimental extrañando todo lo que dejaste acá… O, y espero equivocarme, algo pasó con ese hombre que te hace suspirar y sonrojarte como lo estás en este momento.
El médico chasqueó su lengua irritado —lo último.
—Ya veo.
—Apareció de la nada su ex novio. De hecho mira. —Jimin se puso de pie y caminó hasta su habitación, encendió la luz y se paró justo debajo del foco —me dio un puñetazo el hijo de puta. Casi me bota los dientes.
—Wow, wow, espera… ¡Te metiste en una pelea! Me imagino que defendiste tu honor.
—Mi honor vale mierda ahora mismo, el tipo me tomó completamente desprevenido.
—Que hijo de puta… Y que pasó entonces, ¿ellos están juntos?
—No, bueno, Seokjin dice que no lo están desde el viernes, ¿puedes creerlo? Desde el puto viernes —Jimin se tiró en su cama y acomodó su cabeza sobre la almohada —pensé que eran meses, no sé, cuando Jackson habló de esa relación rara que tenían pensé que él estaba despechado pero porque no podía avanzar… Tipo yo cuando llevaba un año en Atsy y todavía lloraba por Haejoon, pero no es así, solo había pasado un día y bueno creo que enloquecí porque te juro que tengo un puto dolor en el pecho que no se va con nada.
—Oh Jiminie —Hoseok abultó sus labios una vez más —avanzaron muy rápido.
—Si, lo sé, pero todo fue tan cómodo, tan diferente… Realmente jodió mi cabeza, no dejo de pensar en él, pero ya me di cuenta que él todavía lo quiere. —Jimin acarició su mejilla lastimada con cuidado —no puedo, ni quiero ser la segunda opción de alguien.
—No lo mereces y lo sabes.
—Lo sé, pero con él se me olvida fácilmente. Es todo tan simple que por un momento me engañé y soñé lo suficiente como para pensar que quizá podría quedarme aquí, extender mi contrato y todo eso. Me ilusioné aún si he estado luchando con no hacerlo pero esa es la verdad.
—No sé qué decirte, pensé que solo sería una diversión, un tipo con el cual la pasarías bien pero solo eso, jamás pensé que de verdad te hubieses enamorado.
—¡No es eso! —se apuró en decir —fue una falsa ilusión, lo idealicé, entonces ahora solo debo alejarme y luego pasarán los meses y volveré a mi vida.
—Eso suena como un plan, pero no lo sé Jiminie te ves bastante afectado.
—Lo estoy, discutimos como si fuéramos una pareja que lleva años. Fue tan ridículo todo, pero aún así fue doloroso, soy un reemplazo… Y estoy realmente viejo para esto.
No hubo una respuesta inmediata de su amigo y Jimin podía claramente ver cómo Hoseok estaba buscando las palabras adecuadas para alentarlo, para calmarlo aunque sea a la distancia y a través de una pantalla. Podía ver también la preocupación en sus ojos y eso hizo que lo extrañara aún más.
—Bien, esto es lo que diré y dependerá de ti si me haces caso o no… Creo que deberías alejarte unos días y luego esperar.
—¿Esperar?
—¡No me interrumpas tu también!
—Lo siento —Jimin dijo apenado.
—No lo sé, pero creo que él se siente de la misma manera que tú, no tengo idea realmente si es así, pero no sé, todo lo que me has contado me hace creer que él también está afectado, que quizá sí tenía esta relación rara pero luego llegaste tú y no sé… Quizás envió al demonio a ese otro hombre.
—Eso… —Jimin no estaba tan seguro pero las mariposas surgieron nuevamente ante lo que estaba diciendo su amigo.
—Haz lo que mejor te sale.
Jimin alzó una ceja —¿y eso es?
—Ser indiferente. Estoy seguro que va a buscarte y babear cerca tuyo.
—No lo sé Hobi, su ex novio sigue cerca y es tan malditamente atractivo, debe ser modelo el hijo de puta.
—Oh vamos, tú eres mil veces mejor. No digas esas cosas, ¿dónde mierda quedó tu seguridad?
—Escondida ahora mismo junto con mi puta dignidad.
—Nada de eso cariño. Hazme caso y luego puedes tomar una decisión, quedarte o volver solo depende de ti.
Jimin no respondió y se quedó pensando en aquello mientras se despedía de su mejor amigo.
Dejó su teléfono en la mesita auxiliar y cerró sus ojos. Estaba realmente exhausto y ni siquiera era tan tarde como para culpar al trabajo de ese día o incluso a la noche anterior cuando había estado enredado en las piernas de Seokjin.
Quizá podría ver una película o algo así…
Jimin suspiró mientras se ponía de pie y caminaba hasta su cocina poco iluminada, abrió su refrigerador y del congelador sacó una caja de helado de chocolate. Lo miró por unos segundos, pero un ruido en la puerta lo hizo caminar hasta allí, su corazón se agitó ante la repentina idea de que Seokjin había vuelto para hablar con él, para explicarle un poco más sobre lo que había pasado esa tarde o simplemente para decirle que no estaba enamorado de su ex novio, que lo que él había visto esa tarde no era ilusión sino cualquier otra cosa.
Ilusión.
Una palabra que se estaba haciendo recurrente en Jimin, porque detrás de su puerta no había nadie.
Ilusión...
Una palabra que Jimin estaba odiando profundamente.
🌧️
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