Extra🐰+🐣=♡
🐣...🐰
Los días pueden ser bonitos, aburridos, tristes, felices y, de muchísimas maneras. La verdad, todo depende de como nos sentimos cuando despertamos. Y ese día, Jimin sentía como si un carro le hubiese pasado por encima.
Desde que había abierto sus ojitos, el dolor azotó su cabeza haciéndolo jadear. Llevó sus manitas a su frente y, sintió el sudor recorriéndola. Estaba caliente, probablemente tenía fiebre.
Se incorporó en la cama matrimonial que compartía con su esposo y miró a un lado, buscándolo. Jungkook no estaba, observó la hora "9:34", vale lo más seguro era que estuviera en el trabajo para ese momento.
Suspirando, el peli rosa alcanzó su teléfono en la mesita y miró si tenía algún mensaje en él. Nada, se destapó y se movió hasta alcanzar sus tiernas pantuflas de pollitos al pie de la cama.
Entonces vió la nota encima de la mesita de noche que estaba al lado izquierdo de la cama y la tomó para leerla.
Recibí una llamada urgente, al parecer hubo un error en unos planos para la construcción del nuevo parque y tuve que salir para allá.
Te dejé el desayuno listo, recuerda no comer mucho dulce cariño, el doctor dijo que podría hacerle daño al bebé.
Si pasa algo me llamas rápido y si no contesto le marcas a Minho, que está aquí conmigo.
Te amo mucho mi pequeño pollito y, buenos días
(Tu conejito).
Jimin sonrió al terminar de leer. Cuanto amaba a ese hombre, siempre tan atento con él.
Habían transcurrido siete largos años desde que empezaron su relación y ahora después de tanto tiempo, de que ambos terminaran de estudiar y obtuvieran trabajos y un hogar donde establecerse. Jimin y Jungkook habían visto oportuno tener un pequeño o una pequeña, o todos los que quisieran venir.
Y bueno ahora, el mayor había cumplido sus siete meses de embarazo, por tanto el médico lea recomendó cuidarse más que nunca porque podría tener un parto adelantado si le pasaba algo.
Pero Jimin se había vuelto adicto a los dulces y era un pequeño pollito devorador de ellos. Así que Jungkook debía mantenerlo controlado todo.
El menor trabajaba en una de las mejores empresas de arquitectos del país junto a su amigo Minho y Jimin en una pequeña clínica junto a su amigo, Taemin. Quien al igual que él estaba esperando un bebé pero apenas tenía cuatro meses.
La relación de amistad entre ellos no había cambiado nada aunque hubieran pasado tantos años, más bien cada día se hacía más fuerte. Se veían muy seguido, pero no tanto con Taehyung, Hoseok y Yoongi quienes se habían mudado a Incheon hace año y medio. Pero todas las vacaciones viajaban a Seúl por ellos.
Dejando la nota a un lado Jimin decidió no molestar a Jungkook, de seguro estaba en alguna reunión importante si lo habían llamado de urgencia. Así que lo mejor era tomarse una pastilla y comer algo antes de volver a acostarse.
Caminó con calma hasta la cocina, bajando los escalones con mucho cuidado. No era una gran altura pero ocho escalones le cansaban. Su pancita redonda se movía cada vez que colocaba un pié un paso más abajo.
Era tan tierno verlo así, enfundado en su piyama de pollitos que era tres veces más grande que él. Sin embargo a Jimin no le gustaba, decía que se veía gordo aún si todos lo negaban, él seguía pensando que estaba redondo.
ㅡCuando vas a salir de ahí pequeñín. Le estás dando mucho trabajo a tu papiㅡ acarició su barriga mientras se sentaba en uno de los sillones de la sala. Acomodó varias almohadas detrás para recostarse. Le daba mucho dolor de espalda entre más crecía su pancita.
Jimin encendió la televisión para ver las noticias y empezó a comer su desayuno, no podía tomarse la pastilla sin comer antes. Eso había dicho Seokjin, su doctor.
Jungkook le había preparado un vaso de jugo de manzana junto a unos panecillos de vainilla que él amaba. Su esposo se había informado en todo lo que podía o no comer y se encargaba de preparar hasta la mínima cosa a la perfección para él.
Era tierno ver a Jungkook con delantal cocinando para ellos todas las tardes, con el tiempo sus artes culinarias mejoraron hasta volverse muy buenas.
Jimin amaba su comida más que nada.
Dejando el vaso y el plato en el fregadero, subió a su habitación a buscar las pastillas, no le dejaba de latir la cabeza y le dolía la vista. Como si tuviera migraña.
Con un poco de agua tragó la medicina para luego comenzar a deshacerse de su ropa para meterse a bañar. Tal vez una ducha y un poco más de cama lo haría sentirse mejor. Así lo hizo, luego del baño se dejó caer en la cama nuevamente y logró dormirse casi de inmediato.
Cuando Jimin despertó el reloj marcaba las tres de la tarde, Jungkook no estaba en casa aún y él no se sentía mejor que en la mañana. De hecho le dolía cien veces más la cabeza.
Intentó llamarlo varias veces, pero como pensaba le daba apagado. Probó con Minho quien tampoco le respondió. Jimin lo intentó varias veces, luego le daba timbre pero no atendían. Colgó y se recostó de nuevo.
Amasó su cabeza con sus manitas, pero le pesaban también. Se sentía demasiado mal, quería a su Jungkookie. Poniéndose en pie, caminó hasta su closet, si su Jungkookie no venía por él, él lo iría a buscar.
Jimin se vistió, pantalones y una camisa anchos que le quedaran cómodos, no quería ingerir más pastillas porque no sabía si serían dañinas, así que solo tomó su bolso y salió a buscar a su Conejito.
Encontró un taxi justo frente a su casa y le dió la dirección del lugar. El hombre le preguntó si se sentía bien y Jimin asintió, solo le indicó que manejara.
En quince minutos estaban frente a un enorme edificio. Algo mareado Jimin bajó y caminó hasta la entrada. El guardia lo reconoció al instante y se dirigió a él.
ㅡ¿Señorito Jimin, que hace usted aquí?.
ㅡNecesito ver a Jungkook, Hyunjin, por favor no me digas que está ocupado.
El hombre lo miró de arriba a abajo, notando lo pálido que estaba ㅡ¿te sientes bien?. Te veo algo pálido.
ㅡNo, no me siento bien, podrías avisarle a Jungkook que es...ㅡ Un mareo lo azotó y Jimin vió todo nublado, se sujetó de la pared de enfrente.
El guardia frente a él, se acercó rápido y antes de que se desmayara lo atrapó en sus brazos, fue cuando notó que el chico estaba ardiendo en fiebre
ㅡOh, dios no creo que esto sea buenoㅡ. Tomó su radio y llamó a urgencias. A Jungkook le daría un infarto cuando viera a su esposo así.
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ㅡSi sigues así te vas a marear Jeonㅡ Minho le hablaba, sentado en un pequeño asiento a su lado. Jungkook se mantenía dando vueltas de un lado a otro por todo el pasillo.
Habían llegado al hospital hace más de media hora. Jungkook estaba en una reunión, cuando un agitado Hyunjin entró por la puerta estrepitosamente. Jungkook pretendía sacarlo a patadas, pero cuando el chico le dijo que su esposo estaba abajo y se había desmayado, casi que se muere.
La sangre se le fue del cuerpo y sin pedir permiso ni disculparse salió corriendo por las escaleras. Ni siquiera reparó en bajar por el ascensor. Corrió como loco hasta abajo y cuando vio a Jimin pálido acostado en un sofá esperando a por la ambulancia, Jungkook pensó que moriría.
Y ahora no podía controlarse, si le ocurría algo a sus bebés el no sabía que... no sabía que sería de su vida.
ㅡ¿Porque se demoran tanto?. Dios que le hacen, llevan más de media hora allí dentro. ¿Que tiene, le pasara algo al bebé?. No tuve que haber salido de la casa, mierda. ¡Y no te dije que tuvieras tu teléfono al alcance por si algo!ㅡ le gritó a su amigo quien lo miraba como si estuviera loco. Pero entendía como se sentía. Él más que nadie porque había vivido experiencias similares.
ㅡPara el carro Jungkookㅡ Minho se puso de pié y lo tomó lo los hombros. El castaño estaba temblando. ㅡRespira hombre, a ver, todo está bien. Es normal que se demoren, vale, me ha pasado lo mismo con Taemin y todo siempre esta bien al final. Ahora tranquilízate que así no vas a ayudar en nada.
ㅡP-pero, y- y sí, que si le pasa algo malo. Seokjin dijo que este mes sería muy complicado, y si mi bebé...
ㅡFamiliares de Park Jiminㅡ una chica se paró en la sala llamando. Jungkook dejó de hablar y se lanzó hasta donde estaba.
ㅡ¡Yo, aquí, ¿que pasa?, ¿hay algo mal?, ¿que tiene?, ¿como está mi bebé?!. Dígame que no le ha pasado nada, dios me voy a morir. ¡Pero hable señorita!.
La chica lo miró con ojos grandes para luego empezar a reír. Era la primera vez que veía a alguien así de preocupado. Le pareció tierno.
ㅡTranquilo, no se ponga así, respireㅡ le indicó.
ㅡEso le dije, pero no hace caso. ¿Cómo está él señorita?ㅡ Minho habló al ver que era imposible calmar al más alto.
ㅡEstá bien, no fue nada grave, solo tenía algo de fiebre, un resfriado, tal vez porque se duchó y no secó su cabello según nos dijo, le pusieron una inyección y ahora está mejor. La fiebre a bajado y el dolor de cabeza también nos comentóㅡ. Se giró hasta donde divisó a un castaño casi llorando y sonrió. ㅡPreguntó por Jungkook, ¿es usted?.
Él asintió, titubeante.
ㅡBien, pase, su esposo y su bebé, que está en perfectas condiciones lo esperan.
No tuvo que repetírselo dos veces, Jungkook corrió hasta la puerta y la abrió, entrando rápidamente, cerró tras de sí y buscó a su bebé en la cama.
Jimin estaba acostado de lado, tocando su pancita con cuidado, mientras comía algo que parecía ser un dulce. Se giró para verlo cuando entró y una sonrisa automática se dibujó en su rostro.
ㅡKookieㅡ susurró, sonriendo ㅡviniste.
ㅡMi amor...ㅡ El castaño se precipitó hasta llegar a la cama ㅡ¿Qué pasó?ㅡ tomó sus manitas. ㅡ¿Te sientes bien?ㅡ pasó sus manos por su cabeza. ㅡ¿No te duele nada?. ¿Cómo está el bebé amor?ㅡ. Se acercó hasta dejar la cabeza apoyada en la barriga del mayor. ㅡDios, no sabes cuanto me preocupé. Pero dime algo, habla cariño.
ㅡPero si no me dejas Jungkookieㅡ el peli rosa sonrió y el castaño se calló. Jungkook era demasiado tierno. ㅡY claro que se que estabas preocupado, pero estoy bien. No era nada grave solo un pequeñito resfriado amor.
Jungkook lo miró con ojitos llorosos. Estaba en un tin de nervios aún. Había pensado tantas cosas en un momento. Le había dado tanto miedo que le pudiera suceder algo a las dos personitas que se habían convertido en todo en su vida.
Pasó sus manos por toda la pancita de su esposo y se restregó como un gatito mimoso contra él. Era tan bonito verlo así. Jungkook estaba tan perdidamente enamorado de su pollito. Bueno, siete años no son nada después de todo.
Siete años en los que, todo había florecido entre ellos y el amor que sentían por el otro ahora no se podía expresar a través de palabras. No, no había manera alguna de que una palabra pudiera describirlo.
Ni siquiera un te amo. Era algo mucho más fuerte que eso.
Cuando Jungkook miró a su pequeño, este le hacía señas con su dedito. Posandolo en sus labios una y otra vez.
ㅡ¿Que pasa?ㅡ le preguntó, haciéndose el que no sabía lo que quería.
Jimin puso un puchero. ㅡPollito quiere un beshitoㅡ habló tan bonito con sus labios abultados. Su vocesita salió tan preciosa y tierna que terminó de derretirlo.
Jungkook se puso en pié, acunó su carita redondita, y trazó sus bonitos y abultados belfos con sus manos. ㅡJungkookie le dará todos los besos que Jiminie quiera.
Asintiendo feliz Jimin estiró sus labios haciendo reír a Jungkook, para luego sentir la calidez de los de su esposo posarse contra los suyos.
El menor se acomodó en la cama y abrazó a su bebé. Colocó una de sus manos en su espaldita y otra en su barriguita, tenía todo su mundo en sus manos, literalmente. Era tan feliz, era feliz con su pequeña familia.
Cuando el calor de su hogar los envolvió más tarde y Jungkook tuvo a Jimin en su cama, en sus brazos, mientras lo abrazaba y dejaba besos en su cabecita, supo que, realmente si lo tenía todo.
Y que nunca más se marcharía de casa sin rectificar mil veces que sus bebés estuvieran totalmente bien.
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Holi☺
Este extra no es nada en especial realmente, simplemente deseaba escribir algo más de Rain asi que lo hice.
Espero que les haya gustado. Este es el final definitivo💜
Besitos😽
Con muchísimo amor<33
Lele✨💙
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