Estadio del ragnarok

Las palabras de Dulio fueron bastante clara al punto de escucharse en todo el estadio, dejando sorprendidos a los del universo de dxd como a los dioses de snv

—Jajaja no esperaba menos de Dulio, siempre ofreciendo su ayuda sin importar si antes fue su enemigo—Rio una mujer Hermosa vestida de Monja, el nombre de esta mujer era Griselda Quarta.

—Ese patrón de ayudar sin importar quién es algo que siempre ha tenido ese niño, un ángel en toda regla—hablo un hombre anciano vestido de cura, este era el padre Raúl quien cuido de Dulio cuando era un niño.

Las personas que habían conocido y trabajado con Dulio sonrieron ante su respuesta, en vez de buscar una lucha a muerte al sentir que su oponente estaba sufriendo lo primero que pensó fue en ayudar a su enemigo.

Mientras los dioses de snv quedaron atónitos, ¿un falso ángel estaba mostrando la piedad a un represente de los dioses?

"¿Que tan inútil es nuestro representante para que un falso ángel sienta piedad?"

Dijo un Dios

"Si Bishamonten hubiera ido a luchar no se vería tan patético"

Dijo otro Dios

"Que muera rápido, para que el que lo suceda sea un verdadero campeón"

Dijo otro Dios

Estas eran todas las opiniones del sector de los dioses que se podía escuchar en el estadio, Dulio los miraba enojado pero su mirada no afectaba en nada a que disminuyeran los rumores.

Mientras Zerofuku comenzó a sus músculos a crecer y dio un grito tremendo.

—¿Por qué yo tengo que sufrir?, porque solo yo es el único que siempre debe sufrir...primero superado por ese humano y ahora por este estúpido ángel

Grito Zerofuku mientras su hacha comenzaba a crecer y alrededor de ellas se formaban púas.

—Vete al infierno—Grito Zerofuku mientras lanzaba su ataque hacia abajo, Dulio sonrió y convoco un muro de tierra, el muro de tierra no solo detuvo el ataque de Zerofuku, si no también con un movimiento de pies libero un golpe de tierra que conecto en Zerofuku y lo mando a volar

El público estalló en vítores y aplausos al ver la habilidad de Dulio. Zerofuku se levantó furioso y comenzó a lanzar ataques a diestra y siniestra, pero Dulio los esquivaba con una agilidad asombrosa.

Entonces Dulio conjuro una corriente de agua que volvió a golpear directo en Zerofuku obligando a retroceder, Zerofuku trato de reorganizarse, pero Dulio apareció frente a el y le propino un fuerte golpe en el estómago que lo hizo agacharse por el dolor.

—Maldito...—Grito Zerofuku mientras su hacha volvía a crecer y lanzaba un golpe fuerte al suelo, otra vez Dulio lo esquivo con facilidad, pero desde el suelo picos salieron del hacha directo a Dulio.

—Eres increíble, pero eso no es suficiente...—Expreso Dulio mientras con sus doce alas formaba una cúpula que lo protegió del ataque y solo lo mando a volar hacia atrás, pero sin ningún daño

Zerofuku, al ver que su ataque no tuvo éxito, comenzó a frustrarse y a maldecir. Mientras tanto, Dulio se mantuvo tranquilo y compasivo

—Zerofuku, ¿por qué tienes tanta ira en tu corazón? —preguntó Dulio con una voz suave—. ¿Qué es lo que te ha llevado a este camino?

—No necesito tu compasión, ángel —respondió Zerofuku con un tono desafiante—. Yo soy un Dios y soy un ente superior, yo debo compadecerme de ti y no tú de mí.

Grito Zerofuku mientras su hacha comenzaba a cambiar de tamaño y forma, ahora huesos salían de ellas que servían como soporte de dos enormes cuchillas.

—Muere, Ángel...—grito Zerofuku mientras se lanzaba con sus dos cuchillas hacia el arcángel

Dulio permaneció en su lugar, observando con calma la embestida de Zerofuku. En el último momento, con un movimiento rápido, desapareció y apareció detrás del dios.

—No necesitamos luchar, Zerofuku —dijo Dulio con voz calmada—. Hay otro camino que puedes tomar. Un camino de paz y amor, en lugar de ira y violencia.

Zerofuku se giró bruscamente, sus ojos inyectados en furia.

—¡No hay paz ni amor para mí! —gritó—. Tú no entiendes mi dolor, mi sufrimiento.

Grito Zerofuku mientras seguía lanzando cortes al vacío, ya que la velocidad aumentada de Dulio al tocar sus alas con sus guantes habían sido demasiado para lo que Zerofuku estaba acostumbrado, su velocidad incluso dejo sorprendido.

—Es tan rápido como lo era Poseidón...—Expreso ares asustado ante lo que estaba presenciando.

—O incluso más, parece que el Cielo puede ser mucho mas extenso que el mar...—Agrego Hermes que acompañaba a su hermano mientras miraban interesados como Zerofuku lanzaba estocadas inútiles ante la rápida velocidad de Dulio.

Dulio seguía moviéndose con una agilidad impresionante, esquivando cada ataque de Zerofuku con facilidad. Mientras tanto, sus alas brillaban con un intenso resplandor dorado, lo que hacía que su figura pareciera aún más majestuosa y poderosa.

—No entiendo cómo un ser tan inferior puede ser tan fuerte... —gruñó Zerofuku, frustrado por no poder golpear a Dulio—. ¡Pero te aseguro que no te dejaré escapar con vida!

Con un rugido furioso, Zerofuku se lanzó de nuevo hacia Dulio, esta vez con una velocidad aún mayor y un hacha aún más grande y afilada que antes. Pero Dulio no parecía preocupado en lo más mínimo, y en lugar de eso, abrió sus alas y se elevó en el aire, dejando que Zerofuku pasara de largo.

—¿Qué? ¡¿Dónde está?! —exclamó Zerofuku, desorientado y confundido por la desaparición repentina de Dulio.

Pero entonces, una voz sonó detrás de él:

—Aquí estoy, Zerofuku.

Zerofuku se dio la vuelta rápidamente, pero era demasiado tarde. Dulio estaba frente a él, y con un solo golpe lo envió volando hacia atrás, estrellándose contra una pared cercana.

—No quería hacer esto, Zerofuku, pero me obligaste a hacerlo —dijo Dulio con tristeza en su voz

—"Woah esto es increíble, el participante de DxD esta dominando completamente el combate y obligando a Zerofuku a solo defender, acaso la superioridad de los Dioses esta siendo superado por los falsos?"

Grito Heimdall asombrado mientras miraba como Zerofuku se levantaba de la muralla y comenzaba a caminar adolorido por el golpe hacia la posición de Dulio que no se había movido.

—M-Maldito Ángel cobarde de alas de pollo...—trato de insultar Zerofuku, pero ya se encontraba agotado por todo el daño que había recibido.

Dulio simplemente sonrió y se mantuvo en su posición, sin bajar su guardia. Sabía que la victoria estaba cerca, pero también era consciente de que Zerofuku no era un oponente fácil.

—Zerofuku, no tiene sentido seguir luchando. Ya has demostrado tu fuerza y ​​tu poder. ¿Por qué no dejamos esto aquí y ahora? —dijo Dulio, intentando razonar con su oponente. Zerofuku gruñó

Levanto su arma y esta comenzó otra vez a cambiar de forma, ahora tenía una forma circular como si fuera un capullo y comenzó abrirse

—Por favor, desaparece de este mundo... —grito Zerofuku mientras su arma se abría y de ella salían como lluvia decenas de cuchillas.

Dulio se preparó para el ataque, levantando sus alas y formando una barrera protectora a su alrededor. Las cuchillas comenzaron a caer sobre él, pero gracias a la protección de sus alas, apenas si le causaron algún rasguño. Zerofuku se quedó sin aliento, pero más furioso

—Ya basta, Zerofuku. No hay necesidad de continuar con esto. No eres mi enemigo —dijo Dulio con una voz suave, tratando de calmar al dios furioso.

—No me trates de calmar, solo desaparece de este mundo...misery cleaver, formación tormenta

Grito Zerofuku mientras liberaba como una tormenta otra enorme y poderosa ráfaga de cuchillas.

—Esta clase de ataque no bastara con mis alas, entonces déjame responder a tu entusiasmo con mi fuerza...—Grito Dulio mientras conjuraba una lanza de luz y con rápido movimientos comenzaba a reflejar la tormenta de cuchilla sin necesidad de moverse de su posición.

—"El poderoso ataque de Zerofuku esta siendo detenido por el movimiento de Lanza de Dulio y es tan limpio el movimiento que todos los ataques de Zerofuku están siendo reflejados, ¿La diferencia es tan grande? —grito Heimdall mientras observaba como las cuchillas reflejadas comenzaban a caer en lugares cercanos al escenario.

—Woah tan fuertes son los ángeles en su mundo...-expreso asombrada Geir mientras veía como Dulio detenía todos los ataques.

—No, solo que Dulio es especial y su fuerza es bastante grande, no por nada fue capaz de abrumar a Saji al punto que se quejo que era demasiado injusto—Pronuncio Issei en silla de ruedas acompañado de rosseweise.

—También nos derroto en las eliminatorias del torneo Azazel, Saji tiene razón al decir que Dulio con su apariencia amable puede ser muy tramposo en esconder su fuerza. —Pronuncio Rosseweise.

—Derroto a quien pudo arrinconar a Zeus aun perdiendo y a quien a derroto a Shiva...-expreso Geir cada vez mas confiada que esta ronda puede ser de su equipo.

—Geir no era necesario agregar el perdiendo, y hubiera ganado si me hubiera acordado de usar las llamas, pero estaba demasiado emocionado por ser capaz de usar magia avanzada y combinarlas con mis técnicas que ese bastardo me pudo arrinconar al punto que casi me muero...—Expreso un poco enojado Issei al recordar su batalla y al haberse olvidado de una técnica tan esencial.

—No te preocupes Issei, si ellos no respetan el resultado del torneo puedes tener la revancha...—Dijo Brunhilde con tranquilidad mientras volvía su mirada hacia el combate de Dulio y Zerofuku.

Donde el ataque de Zerofuku había terminado y las cuchillas estaban esparcidas en el campo mientras Dulio estaba intacto, sus enormes habilidades habían superado la fuerza de Zerofuku otra vez.

—{Mierda, porque no puedo derrotarlo, ¿Por qué ese bastardo cada vez me recuerda tanto al maldito de Buda?} —pensó molesto Zerofuku mientras escuchaba las opiniones del público, los dioses lamentaban que su representante era tan débil y los de dxd exclamaban palabras de alegría ante la enorme fuerza que había conseguido

Dulio conjuró un enorme rayo de luz que se dirigió directamente hacia Zerofuku. Este intentó esquivarlo, pero el ataque lo alcanzó, haciéndolo retroceder varios metros y dejándolo visiblemente herido.

Sin embargo, Zerofuku no se rindió y, con un grito de ira, levantó su hacha y se lanzó hacia Dulio. El arcángel, preparado para el ataque, esquivó el primer golpe y bloqueó el segundo con su brazo que había cubierto de luz al punto que el hacha de sangre no pudo traspasar.

Ambos continuaron intercambiando golpes durante varios minutos, pero parecía que Dulio tenía la ventaja. Sus movimientos eran rápidos y precisos, mientras que Zerofuku parecía estar perdiendo fuerza y velocidad.

Finalmente, Dulio conjuró una lluvia de luz que envolvió todo el campo de batalla.

                                                                            Sentencia

Zerofuku intentó esquivarla, pero la lluvia de luz lo alcanzó y lo derribó al suelo.

—Ríndete, Zerofuku —dijo Dulio con voz firme—. No tienes que seguir luchando.

Pero Zerofuku, con un gruñido, se levantó y lanzó su hacha hacia Dulio una vez más. El arcángel esquivó el ataque con facilidad y, con un movimiento rápido, le propinó un golpe en el estómago que lo hizo caer al suelo, derrotado.

Dulio se acercó a Zerofuku, que yacía en el suelo, y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

—Zerofuku, ¿por qué tienes tanta ira en tu corazón? ¿Qué es lo que te ha llevado a este camino? —preguntó con una voz suave—. Tal vez pueda ayudarte a encontrar la paz que buscas.

Entonces burbujas comenzaron aparecer alrededor de Dulio y empezaron a llenar el ring ante la mirada maravillada de todo el estadio.

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Las burbujas se pusieron alrededor de un derribado Zerofuku y lo cubrieron, entonces le mostraron al Dios lo que tanto quería su corazón, le mostraron que el solo buscaba el amor de los dioses y humanos.

Zerofuku estaba sorprendido al ver lo que estaba sucediendo. Las burbujas parecían transportarlo a otra dimensión, donde se encontraba rodeado de gente que lo amaba y lo aceptaba tal como era. Se sintió feliz y agradecido por primera vez en mucho tiempo.

—No puedo creerlo, esto es increíble —dijo Zerofuku, mientras las lágrimas caían por sus mejillas—. Nunca había sentido tanta felicidad en mi vida.

Dulio sonrió al ver la transformación de su oponente y se acercó a él.

—Sabía que había un rostro amable detrás de todo ese enojo, si me preguntas te ves mucho mejor así —Dijo Dulio con una sonrisa mientras Zerofuku soltaba su arma, la desesperación comenzó a desaparecer, Dulio se había vuelto la luz que había buscado toda su vida.

Zerofuku asintió con una sonrisa sincera en su rostro. Por primera vez, se sentía en paz consigo mismo y con el mundo.

—Gracias, Dulio. No sé cómo agradecerte por esto —dijo Zerofuku, sintiendo una sensación de gratitud y amistad hacia el ángel. Dulio le dio una palmada en el hombro.

—No hay necesidad de agradecer, amigo. Todos merecemos ser amados y aceptados. Y en esta arena, somos iguales. ¿Por qué no dejamos el pasado atrás y luchamos juntos en el futuro? —propuso Dulio mientras se ponía en posición de combate a mano limpia

Zerofuku asintió con entusiasmo. —¡Me parece una excelente idea! Lucharemos juntos, Ya no más odio, ya no más dolor —dijo Zerofuku, sintiendo una renovada esperanza en su corazón mientras se ponía en posición de combate a mano limpia.

Dulio sonrió, sintiendo una sensación de satisfacción en su interior. Había ayudado a un enemigo a encontrar la paz, y esa era una victoria mucho más grande que cualquier pelea en la arena.

Entonces volvieron a pelear a cuerpo a cuerpo, pero ahora no había malicia en el corazón de Zerofuku sino felicidad, el Ángel y el Dios habían dejado sus títulos de lado para pelear como iguales.

Zerofuku no estaba luchando por demostrar su superioridad o para lastimar a Dulio, sino que estaba luchando para poner a prueba sus habilidades y disfrutar del combate. Ambos combatientes intercambiaban golpes y movimientos, sin ninguno llevando la ventaja sobre el otro.

El público estaba asombrado por la transformación de Zerofuku y cómo había cambiado la dinámica de la pelea. Los dioses y los miembros de DxD estaban igualmente emocionados al ver a los dos combatientes peleando con igualdad de condiciones.

Finalmente, la pelea llegó a su fin, y ambos se detuvieron, respirando pesadamente y entonces Zerofuku cayo hacia atrás, pero con una sonrisa en su rostro.

—Parece que he perdido, pero me divertido mucho, muchas gracias Dulio —Expreso Zerofuku con tranquilidad en su rostro.

Heimdall que empezaba a entender que había pasado en el campo hablo.

—"Zerofuku después de haber recibido el ataque de burbujas de Dulio perdió toda la voluntad para luchar y ahora ha caido derrotado, ¿será esta la victoria del universo de DxD?" —Expreso Heimdall preparado para anunciar la derrota de Zerofuku.

El rostro de Zerofuku había cambiado, de un cabello negro y una mirada de odio, ahora había un niño de cabello blanco y con una sonrisa feliz tirado en el suelo.

—Si un día quieres la revancha, puedes buscar mi universo y entrar, hay varias personas amables que te guiaran a mi posición—Dijo Dulio con tranquilidad, contento en su corazón de poder haber ayudado a otra alma abandonada.

—Si, entrenare con un amigo y te desafiare, esa vez yo ganare...—Dijo Zerofuku mientras el rostro de un hombre con un báculo aparecía en su rostro.

—No creas que te lo dejare fácil, incluso sin valkiria tratare de ganarte otra vez...-dijo Dulio con una sonrisa mientras sacaba una risa sincera.

La conversación era tan amable que ambos luchadores como todos en el público no se habían dado cuenta que los dos cuernos se le habían caído a Zerofuku y entonces comenzaron a cobrar vida propia.

—Yo me rin....—No pudo terminar su frase Zerofuku por un extraño dolor en su cabeza que aumento de pronto el dolor

Los dos cuernos se lanzaron hacia la cabeza de Zerofuku, el movimiento fue tan rápido que no pudo verlo ni Dulio.

—Zero, ¿qué te pasa? —pregunto Dulio preocupado mientras los cuernos se incrustaban en el cerebro de Zerofuku y lo hicieron levantarse.

Nadie podía entender lo que estaba pasando, pero los cuernos se movían con velocidad y comenzaban a crecer en tamaño, y se introdujeron en dos orificios que tenía Zerofuku, uno fue su boca y el otro en el agujero del pecho que tenía Zerofuku mientras le generaban un enorme dolor al Dios.

Dulio no podía creer lo que estaba viendo. Zerofuku estaba siendo controlado por algo, y parecía estar sufriendo mucho.

—¡Zerofuku, resiste! —gritó Dulio mientras intentaba acercarse, pero fue detenido por una energía siniestra que empezaba a emitirse—. ¡Alguien está controlando a Zerofuku!

Los miembros de DxD y los dioses estaban igual de preocupados. No sabían qué estaba sucediendo, pero algo estaba claro: Zerofuku no estaba en control de su cuerpo.

De pronto dos bestias serpentinas salieron de sus dos orificios, estos eran dragones enormes que comenzaron a volar alrededor del cielo dejando a todos los participantes sin palabras de lo que estaba ocurriendo, ni Heimdall que era el comentarista podría saber que estaba ocurriendo

Entonces los dragones se lanzaron directo hacia Zerofuku y Dulio reacciono rápidamente.

Flagello Di Colori Del Arcobaleno, Speranza Di Briscola

Grito Dulio mientras convocaba una burbuja gigante alrededor de Zerofuku que dentro de ella podía controlar el clima y con ello ataco a los dos dragones que se acercaban a Zerofuku, pero estos fueron mas fuertes y comenzaron a cubrir a Zerofuku que estaba completamente asustado mientras observaba como los dragones lo comenzaban a cubrir.

—Dulio, Ayuda...—Fue el ultimo grito de Zerofuku antes de ser atrapado por los dragones.

Entonces la misma energía siniestra que Dulio había sentido previamente lo había mandado a volar y al recuperarse observo que donde debía estar Zerofuku un capullo gigante había aparecido.

—"Los dos dragones gigantes que acaban de aparecer acaban de devorar al participante Zerofuku y en su lugar acaba de aparecer un capullo gigante" —Fue el grito de Heimdall mientras Dulio miraba preocupado lo que había aparecido frente suyo

Entonces un brazo mientras Heimdall comentaba salía del capullo y pronto otro brazo lo siguió, los dos tenían apariencia humana y el capullo exploto mientras una figura de tres metros aparecía en su lugar.

Dulio retrocedió ante la figura que había aparecido, mientras sus alas se tensaban ante la apariencia del monstruo enorme que había aparecido, pero lo único claro que tenia es que ese monstruo ya no era Zerofuku.

—Quien eres tu y que hiciste con Zerofuku...—Pregunto Dulio a la figura mientras sus alas estaban tensas, como que su instintos le decían que la criatura que había aparecido era un enemigo natural.

Mientras Dulio le lanzo su pregunta a la figura que había aparecido, la sangre que había cubierto el capullo lo rodeo y comenzó a formarle ropa mientras la criatura solo se dignaba a mirar a Dulio.

—Te he dicho que me digas tu nombre y que hiciste con...ahgr!!—grito Dulio, pero antes de terminar su frase recibió un poderoso golpe en el estomago por la criatura y obligado a ser mandado a volar como si fuera un simple insecto.

Dulio cayó al suelo con un fuerte golpe, sintiendo el dolor recorrer su cuerpo mientras se recuperaba de la embestida. Miró hacia arriba y vio a la criatura acercándose lentamente, sin mostrar ninguna emoción en su rostro.

—Castigo Divino...—Pronuncio el gigante mientras se paraba frente a Dulio y ante la confusión de lo que estaba pasando una voz le llego al oído a Heimdall, una voz mágica.

—Eh, señor H...¿que el monstruo gigante es? Pero eso es imposible, oh no ya entiendo... —hablo Heimdall desde el circulo mágico y al terminar levanto su cuerno para avisar a todo el estadio la identidad del monstruo que acaba de aparecer.

—"Querido publico de ambos mundos me acaba de llegar la información del misterioso gigante, no es nada menos que el berserker legendario de los infiernos, Rey demonio de los 6 cielos Hajun"

Grito Heimdall el monstruo de la misteriosa figura mientras todo el estadio reacionaba, los de dxd no entendían que estaba pasando, pero los dioses de snv recordaron ese nombre atroz que antes de la llegada de los hermanos griegos causo en el inframundo.

Ahora ese legendario monstruo había aparecido y era el oponente de Dulio.

"Hajun, el rey demonio de los 6 cielos" 

Proximo capitulo: Rey Demonio