—En mis primeras décadas había conocido al Aquelarre Marconni, este aquelarre era único y la excepción que presentaba un tratado de paz con los híbridos de vampiro y humano. Porque después de haber perdido a mi compañera, cuando vi a la pequeña Netta siete años después de hacer con aquella figura de adolescente, casi llegando a poseer 18años humanos, supe que mi vida sería feliz si ella estaba feliz. Se demostró ante mí clan y sus padres, que eran una pareja muy explosiva, su padre era un vampiro hecho y derecho, mientras que su madre descendía de una bruja menor de luz blanca; lastimosamente al traer al mundo a mi pequeña reina, ella terminó como híbrida de humano y vampiro, debido a que en el embarazo fueron atacados. No supimos como ni por quien, hasta el día después de ocho años de su nacimiento, la asesina había logrado hacer humana en el último momento a la bruja, perdiendo sus poderes al dar a luz. El padre de familia nunca culpó a mi pequeña Netta.

—¿Entonces quién la asesinó? —preguntó Esme.

—A los 13 años de edad. Netta descubrió que la madrastra con la que su padre un día había llegado diciendo ser su segunda compañera, cuestión que nos hizo dudar, pero no pudimos hacer mucho debido a la terquedad del hombre. Y porque, Netta pidió que no lo matarán, quería que su padre fuera feliz. Y si mi reina quería eso, lo tendría. Sin embargo, cuando mi reina al cumplir 21 años, dejó de cambiar, de envejecer. Se mantuvo en el aspecto que ahora vuestros ojos ven, pero en cuánto se cumplió una década el patriarca de los Marconni falleció en una emboscada, destrozando a mi pequeña. Todos estuvimos muy atentos al derrumbe de la híbrida de sangre real. La única que estaba destinada a ser una Vulturi.

—¿Pero... Que pasó? Recuerdo haber escuchado que un siglo antes de acoplarme a vosotros, ocurrió un fatídico hecho que no se podía hablar. —preguntó con cautela Carlisle.

La mirada de Marcus se volvió dolida y enfadada, recordando aquella década de dolor.

—Netta enjuició frente a nosotros la verdad de los hechos, la madrastra se dejó ver tras su vestido de cordero, era una bruja de rango menor pero de mala yunta. Alguien que solo deseaba ser vampiro y ser inmortal, la belleza y juventud para siempre. Pero la madrastra supo engatusar a Cayo, teniendo apoyo. Sin embargo, ese momento que complicó todo un siglo de angustia llegó. Netta había desaparecido justo después de asesinar a su madrastra después de haber estado encerrada en una zona nuclear, la radiación había estado carcomiendo la vida humana de mi pequeña, pero en cuanto logró salir quemó a la maldita pero también ella se perdió en el tiempo.

—¿Cómo? No estamos entendiendo.

—Al parecer mi reina, poseía algunos dones por la parte bruja de su madre y si; algunos de estos fueron transferidos a mi pequeña como medio de protección en medio de la gestación, como la teletransportation y el incinere, que básicamente era ver a su enemigo en llamas convirtiéndolo en cenizas. Ni con el don de nuestro mejor rastreador pudimos encontrarla por lo tanto este tema era delicado. Temía nunca más encontrarla. Pero nunca creí que pudiera parar en vuestras manos.

Marcus Vulturi, había dicho la verdad de la historia de cómo conocía a Netta, pero la pregunta era, ¿porque tenerla entre ellos?

—¿Por qué ella quedó libre de una muerte? No creo que sólo por tener su atención fuera la única justificación para no matarla, como a nosotros nos tienen observados y... —contratacó con rencor Rosalie.

Sin embargo, Carlisle la interrumpió con una mirada severa, para que guardara compostura.

—Porque Aro la vio como su hija pródigo, y próxima al trono, pero en cuanto desapareció Jane y ella nunca volvió, esta tomó su puesto, sin embargo, yo nunca dejé de creer en que la encontraríamos.

—Ella es mi felicidad y si ella muere, soy capaz de vengarla.

Las palabras habían salido tan leales, pero la dulce mirada de cariño incondicional del Vulturi hacia Netta era totalmente justificada, entendida. Tal vez Netta hubiera podido tener un buen final con él, de no ser por todos los líos que los Cullen parecían pegar al que tan solo vagaba a su alrededor.

[...]

Despues de aquella confesión, Netta había despertado pero de la manera más deplorable, se sentía cada vez menos viva.

Marcus desesperado trata de darle sangre para que se recupere pero no parece ayudarle. Ni con las gotas de sangre humana parecían ser las necesarias para calmar su martirio.

Entre la fiebre, desvaríos y escalofríos Netta logra observarlo soltando una pequeña sonrisa, reconociéndose. Marcus toma su mano cálida entre las suyas besándola ocultando su angustia, pero esta intenta acercarse a él para abrazarlo pero las fuerzas no le eran lo suficiente, por lo que la mueca le sabe a amargura.

—Te... recuerdo...

Tras decir aquellas palabras se vuelve a desvanecer en jaquecas y debilidad. Marcus la observa dormir sintiéndose feliz pero la angustia de verla desvanecerse a cada segundo le sabe a derrota. El olor asqueroso a perro sucio inunda la habitación, Jacob intenta acercarse, sin embargo, el monarca Vulturi lo mata con la mirada despectivamente.

El aquelarre Cullen no comprenden el motivo de la sobreprotección de Marcus hacia ella, aún sabiendo la historia de su extraña amistad.