Ambos estaban sentados en la cama, uno en el borde y otro en medio del colchón con la cabeza baja, sintiendo la intensa mirada del mayor.

-Me gustaria escucharlo.

-¿Para qué? Se que no me corresponderas.

-Eso no se sabe, aunque bueno...-vaciló por unos momentos sintiendose mal-¿No quisieras una respuesta de mi parte?

-Uh...-fruncio los labios volteando su vista al costado, arrepintiendo de lo que va a hacer, levantó su vista y apreto sus puños, decidido-¡Me gustas, Liam y mucho!-bajo la cabeza sintiendo su cuerpo arder en verguenza-¡Sal conmigo!

Sonrio un poco y levanto la mano para acariciar su cabeza pero se detuvo a medio camino, bajandola lentamente.

-... Losiento Liam, yo no...

-¡No pienso oir tu rechazo!-grito acercandose mucho mas a el, de rodillas tomandolo por el cuello pasando su lengua rapidamente por sus labios-¡No quiero!

Y lo besó.

Inesperta y torpemente lo hizó, dejando a un Liam sorprendido y confundido.

Pero no lo aparto, apesar de eso, dejó que siguiera con el beso, se acomodo un poco para que se le resultara mas facil al menor, almenos puede hacer eso por él ya que lo va a rechazar.

"Sus labios son suaves" penso viendo la cara sonrojada del chico y sus ojos cerrados con fuerza "Se ve lindo, odio admitirlo pero, me gustan las cosas lindas"

Tomó a Andree de su cintura y con su mano libre tomó su cuello apegandolo mas a el, tomando iniciativa del beso.

No le gustaba pero... Al diablo, solo es un beso al fin y al cabo ¿No?

"¡¿Pero qué?! ¡Hmn!" Gimio gustoso al sentir sus labios ser abuptamente juntados, sintiendo como Liam los saboreaba. Su rostro volvio a acalorarse el doble, sintiendo mas verguenza de lo que ya sentia al abrazarlo por el cuello, dejandose llevar "Se siente bien pero mi cuerpo se siente extraño..."

Andree se sentia  como gelatina, todo su cuerpo temblaba ante el toque del mayor, sintiendo cosquilleos en todo su vientre, llegando hasta el estómago, haciendo que su corazón bombee mas fuerte y mas rapido.

"¡¿S-Su lengua?!" Penso perplejo al sentir la lengua del pelinegro lamiendo sus labios, sus manitos se posarón en el pecho del mayor y lo alejó como pudo de el.

-L-Liam... Se siente raro..-susurro sin poder verle a la cara del mayor por la verguenza. Subio un poco la mirada al ver una pequeña sonrisa en los labios rojisos del chico.

-Andree, sin duda eres lindo...

-¿Eh?

Su cuerpo choco contra el colchón y sintio sus muñecas ser apretadas con unas manos mas grandes queblas suyas, pegandolas a la cama.

Su visión se volvio un poco borrosa ante las lagrimas que se acumulaban en sus ojos y sentia cosquillas en su estomago, no sabia que sentia, su cabeza le daba vueltas y su cuerpo se sentia muy caliente. Nunca habia sentido algo asi.

-Hm... Me gusta esa cara tuya, realmente linda...-se mordio el labio pasando su mano por el pecho del menor haciendo que suelte un pequeño sonido encendiendo al mayor-Para ser un niño, sabes exitarte y seducirme...

Empezo a pensar y a tomar consiencia sobre la situación en la que estaba. Un escalofrio pasó por su espalda y en su estomago se hizo un nudo del miedo.

Ahí, se dio cuenta de que habia acabado de profanar a un niño de tan solo ocho años. Cinco años menor que el.

Y no a cualquier niño, sino al hijo de Philip Hamilton.

Era hombre muerto.

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Daniel miraba fijemte al hombre frente a el, su cabello negro era largo, sujetado en la punta y su mirada no le gustaba, seria y desconfiada pero eso no era lo que le inquietaba.

Era que eso brillantes ojos eran lilas como los de su pequeño retoño.

-¿Qué se le ofrece? Sr.Koch-pregunto Daniel entrecerrando los ojos, desconfiado.

-Vine por mi hijo.

Daniel fruncio el ceño ante eso, Evangeline se quedo perpleja y sintio un pesado nudo posarse en su garganta.

No querian ser separados de su  hijo.