S e c h z e h n. 🔞
Ante el tono autoritario no pudo hacer más que fruncir el ceño frustrado y salir de la oficina dando un portazo, todo su buen humor se había ido por la borda así que para desquitarse subió a la habitación del rojiazul, también abriendo sin tocar y extrañandose cuando no lo vio en su cama pero al sentir algo empujándolo contra la alfombra soltó un ruido de queja opacado por el portazo.
Rusia apenas salía del baño cuando se le abalanzó al verlo allí, ahora estaba sobre el rubio sujetándolo de las manos de pecho al suelo aprovechando para restregarse contra su suave trasero soltando jadeos.
-Qué mierda te pasa, ¿Estás oyéndome acaso?, quítate -Le gruñó forcejeando hasta que sintió sus shorts bajándose junto a su ropa interior dejándolo expuesto al ruso- ¡Oye!
Pero este hizo caso omiso totalmente guiado por sus instintos, reteniendo al más bajo contra el suelo apoyando una mano en su nuca para con la otra bajar sus propios pantalones dejando ver su miembro erecto y palpitante a causa de los mismos efectos de la raíz, tomándolo con la izquierda para así frotarlo contra las nalgas del de piel amarilla que ante la fricción comenzó a sonrojarse hasta acabar con una erección también, dejándose llevar un poco entre gemidos bajos por lo bien que se sentía luego de tantos años sin que lo tocaran de esa manera.
Aunque el de ojos lavanda comentió un grandísimo error en medio de su calentura, atreviéndose a pasar el límite al colarse en la entrada ajena así penetrándolo sin siquiera algo de preparación y menos aún permiso del rubio de ojos inmediatamente contraídos por el dolor, el cual instintivamente lo hizo girarse en segundos así dando un fuerte puñetazo al rostro del menor que cayó al suelo quejándose por su nariz sangrante.
-Maldito pedazo de imbécil infeliz, cómo te atreviste -Su rostro enrojecido mostraba su inmensa cólera y acomodó su ropa para salir de allí dando otro portazo dejando solo al propietario de la habitación-.
En el primer nivel, totalmente ajeno a lo que sucedía, URSS sin poder deshacerse de la gran excitación que sentía acabó por masturbarse obligatoriamente, pensando por instinto en las largas y preciosas piernas del alemán además de en su perfectamente distribuído cuerpo que lucía con prendas cortas, se sentía bastante culpable ya que este era solo un jovencito pero era lo único que llegaba a su mente en ese momento en el que sus manos masajeaban con rudeza su duro pene hasta llegar al orgasmo gruñendo el nombre del responsable de su deseo. Luego atascándose de vodka para despejar su mente al menos por unas horas en las que quedaría dormido sobre su escritorio desordenado.
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Una hora después unos toques en la puerta del foráneo lo hicieron levantarse de mala gana de su silla, al notar que se trataba del jovencito iba a cerrarle en la cara pero este lo miró con ojos llorosos sumamente ansioso, haciéndolo confundirse por lo que pasaba.
-Perdón, lo siento mucho, por favor no.. no te enojes conmigo, te.. te necesito -Jadeó pesadamente con ambas manos en su entrepierna cubierta por el pantalón de hace rato, frotándose y removiéndose para buscar alivio al calor infernal en su cuerpo-.
Fue entonces que el mayor cayó en cuenta de que este también había tomado del jugo, se quejó en un berrinche momentáneo y lo tomó con brusquedad de la camisa para hacerlo entrar a la habitación, empujándolo a la cama y desvistiéndose hasta quedar completamente desnudo.
-¿Y qué quieres que haga?, pídemelo bien que no leo mentes. -Sin pizca de vergüenza se sentó en el borde de la cama a acariciar su propia pierna, le daba cierto grado de satisfacción que se humillara de esa manera-.
-Por favor, por favor.. tócame... -Le gimió en súplica retorciéndose sobre la cama destendiéndola, llenándose con el suave aroma ajeno que lo daba volviendo loco- Necesito que me toques, solo quiero que me toques..
"Alemania Democrática" se mordió el labio y cedió ante la patética imagen del castaño, aceptando desvestirlo para darle un beso largo seguido de caricias en la cadera acomodándolo de lado para recorrer mejor su cuerpo, sintiéndolo frotarse contra su pierna para estimularse más.
-Mira que duró estás, ¿En serio te gusta mucho que te toque el trasero? -Sus delicadas manos se posaron a cada lado de este y lo apretó hasta clavarle las uñas robándole un gemido más alto, por lo que buscó que ambos miembros despiertos quedasen juntos para acariciarlos al mismo ritmo-.
-Si.. por favor, continúa.. -Ni siquiera podía mantener los ojos abiertos por el placer inmenso que sentía, sobrepasaba incluso al de haber logrado colarse unos segundos en el interior ajeno-.
-Muévete más rápido, se me cansa la mano -Weimar suspiró rato después entre los besos que le daba, ya se sentía cerca del orgasmo así que no quería aplazarlo más, de igual manera ya estaba satisfecho a pesar de su fracaso este día-.
Al cabo de unos minutos ambos se corrieron casi a la par, quedando sudorosos sobre la cama del europeo que viró los ojos antes de dejar al más alto acomodarse sobre su pecho aún agitado y rodearlo con un brazo, a pesar de su estupidez lo había hecho bien esta vez así que lo recompenzó con caricias lentas en el cabello hasta dejarlo dormido, no había preocupación ya que la puerta estaba asegurada y no oía ruido abajo.
-A este paso me voy a terminar acostando con este mocoso y no con quién necesito, maldito viejo terco.. -Resopló encogiéndose y abrazando con desinterés al de piel roja agotado, tal vez sería hora de cambiar de plan ya que sólo estaba perdiendo el tiempo y mal educando al que tenía encima, se estaba volviendo dependiente sexualmente actuando peor que un cachorro desesperado-.
Igual y durmieron juntos esa tarde hasta entrada la noche en que despertaron ya sin los efectos de la raíz, duchándose en la tina del foráneo que únicamente se enfocó en limpiar su propio cuerpo en lo que el otro se hipnotizaba con este sin tener mucho recuerdo de lo que sucedió.
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