Capítulo Tres: Pequeños cambios
De regreso, las cosas fluyeron todavía mejor. Ella ya estaba acostumbrada a lo que implicaba caminar en una ciudad como la suya con esos enormes y llamativos lentes. Ahora no le preocupaba la inseguridad, sino que le alentaba la seguridad con la que andaba.
Ese tono de continuo sinsabor ahora era reemplazado por la fascinación de las aplicaciones que ya había convertido en una cadena interminable dentro de la pantalla principal. Las ventanas a duras penas se diferenciaban unas de otras, y de pronto, la atención se le iba de las manos y terminaba chocando con alguna persona en el trayecto a su transbordo.
Llegar a casa para ella fue un alivio. Una vez más, las emociones se desperdigaban sobre su plato. Revisó los alrededores del apartamento mientras se lavaba las manos. Había apagado un segundo los lentes, con la intención de limpiarse el sudor acumulado alrededor de los mismos.
Una sensación eléctrica la invadió, era como si su mismo cuerpo estuviera rechazando la vida que tenía ante ella. No estaba segura de que eso en realidad pudiera suceder, pero prefirió apurar el enjuague de sus ojos para que los lentes pudieran volver a funcionar.
Desafortunadamente, no siempre las cosas van hacia nuestro favor, y una gota de agua con sudor se introdujo justo en el lagrimal.
—¡Ah! No puede ser —exclamó dejando los lentes a un lado por completo.
Apenas la vista empezó a aclararse y el ardor a ceder, cuando sintió que la sangre se le fue a la cabeza. Lo que quedó frente a ella no le agradó nada: su propio reflejo.
Tenía la figura de los lentes marcada alrededor de los ojos. La cara enrojecida y acalorada por haberlos traído todo el día. Su cabello también mostraba una apariencia deplorable. Detestó cada parte, aunque fuera pequeña, de ella.
Tomó una de las toallas que había colocado cerca de la estantería, y se secó el rostro para alcanzar los lentes lo más rápido posible. Claro, seguía mirando su reflejo, pero ahora tenía esa barrera inquebrantable..
Tomó un enorme suspiro antes de volver a la sala. ¿Sería que había una forma de que sus lentes le ayudaran a mejorar su apariencia?
Abrió el navegador sin dudarlo y escribió las palabras clave que necesitaba. Por supuesto que los resultados no se hicieron esperar. Un montón de aplicaciones recientemente desarrolladas estaban a su alcance.
Seguramente le estaba yendo bastante bien a los lentes, porque cada que entraba a la tienda de aplicaciones, podía notar infinidad de opciones nuevas para descargar. Sus manos ayudaron a las pupilas a navegar por ese mar de posibilidades, hasta que el nombre recomendado en su búsqueda anterior, apareció.
Una aplicación que prometía ayudar a las personas a cambiar su aspecto físico de manera realista. ¿La intención? Facilitar la planeación de cambios de apariencia, cortes de cabello, tintes o maquillaje, sin necesidad de invertir.
El estómago le revoloteaba al tiempo que el nombre y logotipo de la aplicación aparecían por encima de todas las ventanas que tenía abiertas.
Finalmente, no tenía inhibiciones, así que corrió de vuelta al espejo de su baño y comenzó a explorar la aplicación. Primero un poco de maquillaje. Ella no sabía demasiado sobre el tema, pero en la aplicación ya habían paquetes que se nombraban por el estilo a emular. Aunado, y como una función especial que se cobraría dentro de treinta días, podías realizar "ligeros ajustes" al rostro que se estaba modificando.
Liliana dudó un segundo. Ella siempre opinó que modificar su físico no la llevaría a ningún lado, porque lo importante estaba... ¿adentro? ¿Entonces por qué se sentía tan mal? Suspiró contrariada por su propia confusión y después seleccionó la función "pómulos".
Tenía una apariencia bastante angelical, infantil incluso. En las revistas, admiraba a las modelos que presumían rasgos mucho más adultos. Esa manera de lucirse con un toque afilado y elegante le fascinaba.
Seleccionó la opción predeterminada para el primer intento y admiró cómo su cara se transformaba.
Sí, aquello era justo lo que había querido ver en tanto tiempo. El rostro se reflejaba precisamente como ella buscaba. Incluso sentía que su mirada estaba ligeramente más brillante, más llamativa con esa pequeña modificación.
Sin embargo, ahora que se observaba así, creía que quedaría mucho mejor una mirada felina. Buscó las opciones para poder levantar y alargar sus ojos. Mientras lo hacía, otra voz en el fondo de su mente le cuestionaba si aquello iba a salir bien o, si al contrario, se le iba a salir totalmente de las manos.
Respiró con alivio cuando notó que su rostro era perfecto. No creyó que hubiera elegido unas modificaciones demasiado extremas. Siendo así, probablemente no había obrado demasiado mal, así que simplemente alejó su atención del espejo y volvió a su sillón para continuar explorando las aplicaciones.
🎀
Al siguiente día se sentía distinta. Había dormido hasta muy tarde, pero no percibía cansancio. Por el contrario, algo dentro de ella le impulsaba a caminar con mucha más confianza. A no agachar la cabeza y a sentirse un personaje dentro de su mundo.
Nunca se lo había dicho abiertamente a nadie, pero siempre tuvo la sensación de estar de sobra. Como si estorbara, ni siquiera se sentía como un personaje de relleno. Ella tenía la fuerte sensación de que no debía estar ahí. Por consiguiente, cuando caminaba por las calles o intentaba participar en una conversación, la detenía la certeza de que era mejor quedarse fuera de la línea protagónica.
Sonrió al reflejo, porque ahora lucía su nueva imagen. Imperceptible para todos, pero real para la chica. Eso era lo único que importaba.
🎀
La atención en la oficina del día anterior, se repitió. La tomó entre sus manos como si hubiera sido algo de toda la vida, aunque después de un par de halagos y conversaciones vacías quiso comenzar a trabajar. Pero en eso se quedó, precisamente, en el querer, porque una notificación rompió la concentración.
"Estimado usuario, le recordamos que puede abrir sesión en Connected Friends para interactuar con su red más cercana".
Por un momento todo se detuvo en su mente. ¿Qué pasaría si le agregaba el aspecto social a todo el mundo que había creado? Después de todo, era como su espacio seguro, como un universo que tan solo ella conocía. Añadir más personas era como dejar a cualquiera entrar en su nuevo santuario.
Alejó la notificación, pero no la idea de su mente. Mientras avanzaba el día, también lo hicieron todas las dudas que se habían gestado en el fondo de sus miedos. Ahora que finalmente se sentía bien, ¿necesitaba en realidad alterar eso?
Entró al baño de damas porque estaba comenzando a sentirse muy abrumada y, de pronto, otra notificación apareció. Era nuevamente la aplicación que estaba invitándola a unirse.
Decidió dejar de pensarlo tanto y simplemente pulsó en la opción de "aceptar".
🎀
Esperó hasta estar en la comodidad de su casa para estar en su sillón y poder concentrarse en esa nueva experiencia. Lo mejor de todo es que ella podía crear un avatar. Así las personas podrían verla e interactuar con ella de la manera en la que Liliana lo decidiera. Tardó largos minutos en seleccionar el rostro que encajara con su "nuevo yo". También completó con sumo detalle todos los rubros que solicitaba la página.
Nunca había hecho amigos por internet, ni siquiera estaba segura de que aquellos fueran amigos reales. Bien podrían tratarse de avatares generados por los lentes, pero no perdía nada intentando. Fuera interacciones o amistades reales, eran mejores que las nulas que poseía.
Al tiempo que iba explorando las opciones, algo comenzó a distraerla. El departamento comenzaba a mostrarse un poco frío y extraño. Tenía varias ventanas sobre la vista de sus lentes, pero aún se miraba su ambiente real, porque apenas volvía de su travesía hasta el departamento.
Como si hubiera sido una función que conociera de toda la vida, colocó naturalmente las manos en el borde de los lentes para activar la vista artificial.
El teatro que tanto adoraba apareció frente a ella, ahora sí se sentía bien. Todo el día había sido perfecto, así que se percibió con la seguridad de que esta nueva parte, le alegraría aún más.
Apenas terminó de crear su perfil, un mapa de su zona apareció frente a ella. Una animación mostró una constelación de puntos verdes, representando a cada persona que tenía sus lentes activos en ese momento. Aparecían verdes, cuando este era el caso, pero también mostraba a aquellos que estuvieran desconectados con el color rojo.
Liliana abrió una nueva pestaña para investigar en internet. Después de unos minutos de visualizar las noticias más recientes sobre los lentes, y esta nueva aplicación, la chica entendió que la intención de la compañía era que, en poco tiempo, todo usuario que tuviera aquellos anteojos, tuviera acceso a la red social.
Cerró la pestaña para regresar al mapa. Hizo zoom a una zona aún más cercana a su casa y notó que había cinco focos verdes. Le sorprendió que hubiera esa cantidad en su barrio, pero le sorprendió aún más que existieran tantas personas como ella en esa ciudad.
Ahora no lo sentía como un santuario, sino como una especie de comunidad especial a la que pertenecía. No le molestaba en lo absoluto, al contrario, se alegró porque, quizá, tenía la posibilidad de conectar con personas que estuvieran atravesando por los mismos problemas.
Seleccionó una usuaria llamada "CottonConnie". Al mirar su perfil y su avatar, le pareció que quizá podría ser la amiga perfecta para ella. En intereses tenía las películas de comedia, no le gustaba demasiado salir de fiesta, sino más bien tener charlas tranquilas.
Estaba apunto de mandarle una solicitud, cuando una notificación la interrumpió. Era una de sus cuentas de servicios. Ni siquiera miró si se trataba de la luz, el gas o el agua, porque de inmediato la lanzó para otro lugar.
Pulsó la solicitud de amistad y en menos de un minuto, la otra usuaria aceptó.
Liliana sonrió y abrió la parte del chat para comenzar a hablar. Resultó que Connie (Concepción) vivía a unas cuantas cuadras de ella. Hablaron un buen rato por la noche. Esa sensación de platicar con una amiga hasta tarde era algo que Liliana no había vivido y que le gustó en verdad.
Al final de cuentas, resultó que había hecho una excelente elección azarosa, porque Connie tenía mucho en común con ella. Por un momento, alguna de las dos planteó la posibilidad de encontrarse en persona para platicar con mucha más soltura; sin embargo, ambas descartaron la idea, puesto que la red social tenía una opción para reunirse en diversos puntos creados.
Por el contrario a lo que primeramente se propuso, ambas acordaron encontrarse al siguiente día, en ese mismo horario, para probar aquellas funciones.
Liliana apagó la luz del cuarto, mientras admiraba cómo los lentes se mezclaban con la oscuridad, tan solo dejando que ese pequeñísimo foco rojo protagonizara la alcoba. Cargar los lentes para después cargarse ella, era la peor parte de sus nuevos y excelentes días.
🎀
Apenas despertó, el sol le dio la bienvenida a un nuevo día, sin embargo, ella pensó que aquello se vería mucho mejor si tenía una pantalla conocida de por medio. Corrió hacia donde se encontraban los lentes y se los puso de inmediato. En realidad nunca había pasado que los usara tan temprano, pero se la había pasado tan bien el día anterior que quería reiniciar su realidad cuanto antes.
Recibió varias notificaciones de la aplicación social y una de la aplicación para mirar películas. Primero se fue a la social, a lo lejos se admiró la ducha, pero pensó que era demasiado tarde para eso. Ahora estaba entretenida con lo que tenían por decirle las aplicaciones. Además, si se saltaba el baño, tendría un poco más de tiempo para mirar lo que las ventanas tenían para ella.
Cinco solicitudes de amistad que estaban destinadas para su persona. Tres eran de personas cercanas a su zona, mientras que las otras dos eran de lugares un poco más lejanos, pero aún pertenecientes a la ciudad.
Sonrió porque pensó que quizá la amistad fluiría tan bien como lo hizo con Connie, y después se fue hacia la notificación de las películas. Creyó por un momento que quizá habían hecho alguna actualización, o que, a lo mejor, querían recomendarle un nuevo título disponible. O, si sus sueños más locos se cumplían, que hubieran agregado funciones para el teatro en donde le encantaba estar. Pero lo que admiró, le gustó mucho más:
"Como eres un usuario activo de nuestra función de VR, te invitamos a descargar nuestra nueva aplicación disponible en tu tienda virtual: VR Realities".
¿Una nueva app? ¡Además enfocada en realidades virtuales! Esto no podía ir mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top