𝔏𝔦𝔫𝔡𝔬𝔰 𝔧𝔲𝔫𝔱𝔬𝔰

Rolan estaba atento a los movientos de Flynn, sus pasos torpez y pesados quedándose atrás varias veces aun si él era quien guiaba el camino, se quedaba callado después de soltar uno que otro dato del misterioso lugar al que los llevaba a almorzar siendo totalmente escuchado por la rubia tan vivaz y emocionada por conocer lugares aun si fueran bares bajos.

Lo único que esperaba era no tener que comer una rata.

No había desayunado por la mañana por culpa del ladrón, apenas sus ojos se abrieron el ruido de los pasillos lo llevó a vestirse e ignorar cualquier otra necesidad más allá de encontrar a la rata que había osado a robar la corona de su desaparecida hermana.

Bueno, ya no tan desaparecida.

A diferencia de ellos, sin un gramo de sarcasmo o molestia, Rapunzel brillaba viendose fascinada hasta por los arbustos más secos y abandonados de la naturaleza. Murmuraba asombrada que era incluso mejor que sus libros de imágenes, y eso le rompía el corazón.

La malvada mujer que secuestro a su hermana la había privado de vivir, de ser una persona normal al punto que una piedra era algo bello e increíble a sus ojos.

Aun que su inocencia y bondad lo conmovian, era peligrosa y la razón detrás de ella la odiaba.

—después de ir a ver a las luces flotantes, puedo intentar convencer a tu madre de venir conmigo a ver los jardines reales—dijo al ver como pasaba con delicadeza su mano por un arbusto repleto de flores salvajes—hay arbustos más bonitos que este, hay plantas de otros reinos allí

—¡¿en serio?!—exclamó emocionada acercandose a él, provocando una sonrisa de oreja a oreja en el príncipe.

—si, puedo cuidarte de todos allí, aun de por si es un lugar seguro gracias al príncipe por lo que no tendras que temer por rufianes o vandidos—se burlo, tambien vanagloriandose a sí mismo sin vergüenza.

—no vas a superar eso ¿verdad?

—¿como podría?

Ella rodo los ojos con una pequeña sonrisa.

—¿qué tipo de plantas hay allí?—cambio de tema para gracia del mayor por minutos.

—de todo tipo—le guiño riendo por su bufido al no ser específico—es en serio, a la reina le gusta mucho la naturaleza y la cuida desde...

—¿desde qué?—insistió con un picor curioso, viendo al chico con atención disfrutando de su compañía, había algo en él que la llamaba a querer acercarse, a querer conocerlo.

Antes de que te fueras.

Trago seco, no iba a decirle eso, al menos no por ahora.

Sería tanto para digerir ¿como le diría que su madre no es su madre sino su raptora que la separo de su verdadera familia?

—desde que una flor mágica curo su enfermedad y bendijo a sus hijos—en su lugar, con una voz calida y calma recito las palabras que alguna vez su madre le contó como cuento.

Le gustaba hablarle de sus padres a su hermana, de cuanto la amaban aun si no era conciente de su ascendecia.

Sus ojitos brillaban, completamente atraía por la singular historia, recordando como brillaba su propio cabello emocionandose por la existencia de la magia pues al fin no era la única y tal vez, solo tal vez no tenía que cuidarse tanto como decía su madre.

Si la gente agradecía las bendiciones mágicas, el mundo no parecía un lugar tan malo después de todo.

—¿flor mágica? —repitio encantada.

—si, escuche que era tan dorada como tu cabello y el mio

No decir la verdad no le impedia no tirar indirectas.

Una rama partiéndose los alertó, sus miradas fueron al ladronzuelo que estaba cruzado de brazos con un rostro serio y ojos hastiados.

Rolan entrecerro los ojos notando la rama grande en el suelo, era alguien bueno en el rastreo y había aprendido a diferenciar fácilmente cuando una rama era rota por el peso de un pie o a fuerza de manos, y esa indiscutiblemente había sido rota por las manos.

—lo siento ¿interrumpi su momento?—pregunto sarcásticamente—no se queden atrás, falta poco para que lleguemos

Decidió ignorarlo, sabiendo que eso lo fastidiaria y no pensaba darle ningún gusto hasta que en sus manos estuviera la corona de su hermana.

—obviamente—el príncipe siendo, bueno, un príncipe, le tendio la mano elegantemente a la rubia para retomar el camino, ella acepto alegre para posterioremente enganchar su brazo al otro sorprendiendo a ambos hombres. Aun que sólo uno de ellos sonrio brillantemente por la acción.

—ah pero a mi casi me degolla, pff—se dio vuelta girando su rostro indignado al frente, volviendo a guiar el camino mientras mascullaba en voz baja acerca de la hipocresía—se que esta por aquí en alguna parte ¡ah, ahí esta!—lo señaló con un ademán, sonriendo pretencioso.

Un pequeño cartel con un patito amarrillo chillon pintado por arriba de las palabras "Patito modosito" junto a una cabaña de mala muerte se hizo visible a sus ojos, Rolan arrugo el ceño viendo a Flynn con enojo.

Los había llevado a una taberna donde la peor calaña de todo el reino frecuentaba.

—tranquila, es muy pintoresco, perfecto para ti. No quiero que te asustes y te arrepientas de hacer este viaje ¿entiendes?—Rolan se quedó mirandolo fijo poniéndole los nervios de punta, volteo a verlo mordiendose el labio para retener cualquier estupidez que quisiera escapar de su boca—también es un buen lugar para un tipo como tú

—¿un tipo como yo?

—si, ya sabes, de esos que te pueden hacer temblar con la mirada—y lo suelta, después se muerde la lengua mientras sus mejillas colocan más coloradas de lo que ya son—no quise decir eso ¡no es que fuera algo malo! hay muchas formas distintas de hacer temblar a alguien ¡solo digo que...! Oh dios mio, alguien ya mateme...

Rapunzel los observa a ambos, apesar del porte duro e inflexible del rubio para con el ladrón, existía una pequeña chispa, un brillo divertido en sus ojos que indicaba cuanto le divertía el divagar nervioso del otro.

Los vio con sospecha, había algo ahí, una atmósfera diferente.

Flynn estaba nervioso con sólo la mirada de Rolan sobre él, tenía las mejillas inyectadas en sangre y era incapaz de mantener el contacto visual, aparte que desde que Rolan apareció en su vieja no a dejado de portarse receloso por sus interacciones, esperando algo distinto, algo especial.

Fue un allazgo.

Su boca y sus ojos se abrieron en una "o" por su increíble descubrimiento.

¡A Flynn le gustaba Rolan!

¿De qué otro modo actuaría como una protagonista de una novela romántica?

Aun que estaba acostumbrada a leer libros donde la pareja eran un chico y una chica, el género era lo de menos.

¡Ellos se veían realmente lindos juntos!

Pero demonios, Flynn era muy malo en esto, solo había que ver el silencio incómodo que los rodeaba.

Decidida a ayudarlo, intervino;

—bueno, los patitos son lindos

Flynn volteo a verla, con una ceja alzada diciendo "¿en serio? ¿Justo ahora?"  Debio ser porque por fin se animo a corresponder la intensa mirada del rubio, Rapunzel en cambio le dio otra mirada de "sí, ahora, te salve de hacer aun más el ridículo"

—¡hurra!—resignado, le contesto con un galón de sarcasmo.

La rubia viro los ojos sonriente adelantándose para dejar al par en un momento a solas, aun que fuera mínimo.

—si algo le pasa, te partiré en dos—el príncipe se acerco dandole una clara amenaza pero se confundió al ver como los ojos marrón claro de Flynn se dilataban, incluso logró ver el pequeño sudor que recorría su frente y como su cuello se tornaba rojo extendiendo esa coloración hasta la punta de sus orejas viendose estúpidamente adorable.

—¿cómo?—su cerebro borro los últimos minutos de charla dejándolo sin contexto alguno al que encajar esas palabras, su imaginación volava a rincones sucios de su mente—digo...yo...¡si!

¿En que momento se acercaron tanto y por qué el príncipe bipolar lo miraba de esa manera?

El nerviosismo una vez más actuó por él, en un intento por volver a la caminata pero como siempre, fracaso yendo al sentido contrario chocando contra el firme, grande y duro pecho del príncipe.

—lo siento

Rolan solo le dedico una mirada burlesca con una pequeña sonrisa antes de seguir su camino.

Oh si, matenlo ya por favor.

Antes de que la sexy sonrisa del aun más sexy príncipe asesinen su débil corazón.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top