Capítulo 5

Recomendación de canción: Six Feet Under - Billie Elish

Sentada frente a Meza solo podía sentir un nudo en el estómago, el tipo de incomodidad que te asegura que un paso en falso es suficiente para lograr que todo se derrumbe.

Recoger los pedazos que quedaban de mi luego de que él me destruyera nunca era un proceso fácil, pero cuando volvía a aparecer me daba cuenta que era peor, que lo más complicado era confiar en que no explotaría como la bomba que es.

El tenía la costumbre de terminar - Siempre- lo que nunca empezaba.

Me miraba con burla, y entendía por la altanería que respiraba en sala, que estaba herido, su coraza de hielo sólido no era más que la perfecta forma de mantenerme fuera, de hacer ver que mis acciones y la negación a escucharle no le afectaban.

¿Pero acaso se detuvo él a pensar en el daño que había ocasionado? ¿Acaso Meza entendía por qué yo me alejaba? ¿Por qué no quería escuchar?

Tomé varios respiros temblorosos para acompasar los latidos de mi corazón. Tenía dos opciones: Avanzar o estancarme.

Llevaba demasiado tiempo estancada.

-Ronnie, estamos encantados de que estes aquí en el programa.

Parpadeé dos veces. Estábamos en vivo. Reaccioné lo más rápido que pude fingiendo una sonrisa.

-Gracias por la invitación.

-Nos acompaña también el actor Meza, protagonista de la película: "La mentira entre nosotros."

El público en vivo se encargó de aplaudir mientras el moreno otorgaba un asentimiento leve como saludo.

-No hace falta decir que la película esta teniendo mucho éxito, basada en uno de los libros más vendidos a nivel mundial, con el mismo título.

Aquí es donde tenía que poner de mi parte para no estropear todo, miraba a Diana detrás de las cámaras de grabación, como ella me alentaba con los pulgares en alto, en su mente ella de verdad creía que todo iba a estar bien, aún si tenía que dar una entrrevista acerca de una película que me rehuso a ver.

El silencio repentino me alertó, me habia distraído en mis pensamientos sin escuchar lo que habían dicho, La mujer me miró, con la sonrisa congelada, esperando mi respuesta, ¿Sería demasiado irrespetuoso pedir que repitiera la pregunta?

Sentía la mirada de cada una de las personas del público, pero más allá de eso, lo que más me intimidaba eran los ojos de Meza, fijos en mi.

Él carraspeó. -Las escenas sexuales fueron las más difíciles de grabar. -Dice.

Esta vez es imposible ocultar mi confusión, me hace una seña leve con los ojos y es que capto. Asintiendo como si estuviese en total sintonía.

-Algunas escenas del libro son bastante explícitas, llevar ese tipo de contenido a la pantalla grande propone un gran reto, más si son tan detallistas... -Mi voz se corta con lo último, pues si había más razones por las que me negaba a ver la filmación, estaba catalogada +21 y yo enserio, no quería ver como colocaban a mi ex novio -Del que sigo enamorada- como un dios sexual en un film romántico.

La entrevistadora se ríe un poco para alivianar el ambiente algo tenso. -Sin duda se muestran varios desnudos. ¿Crees que esto afecta en tu vida, Meza? Tal vez si tienes una relación... Tu pareja no esté contenta ahora.

Me siento sonrojar, odio tanto que mi cuerpo me delate en absolutamente todo. Entrelazo mis manos en el regazo, todo para calmar mis temblores involuntarios.

Meza habla de nuevo con una sonrisa de comercial. -Se usaron extras para grabar varias partes, no son los cuerpos reales de los artistas.

Le miro asombrada. Con su actitud y visible narcicismo, estaba casi segura que alardearía de su físico.

-¡Vaya! Estaba casi segura de que eras tú.

Hay unas cuantas risas en el público pero más que todo resulta en un comentario fuera de lugar, permanecemos en silencio, más que todo yo, que reconozco ese retorcijón de celos formándose en mi estómago.

A quien solía llamar mío ya no lo es.

Exceptuando mi incomodidad, el resto de la entrevista resulta bien, las preguntas restantes no son muy directas y lo agradezco. No tengo la información suficiente para responder. Se despiden del segmento con la premisa de los invitados siguientes y escuchamos el grito de: "¡Corte!" luego de unos segundos.

Producción y la entrevistadora me agobian con agradecimientos por el reemplazo de último minuto, a mí y a una Diana muy feliz, ella además recibiendo halagos por la remodelación del set.

Me permito respirar una vez que Meza desaparece por las puertas del backstage y camerinos.

Automáticamente mi postura se relaja. Nunca se como sentirme cerca de él, y luego de todos estos días, meses separados... No se ni como comportarme.

Una vez que estamos fuera del edificio suelto aire y le doy una sonrisa temblorosa a Diana. Que seguía y seguía disculpándose a mi lado.

-Lamentó tanto haberte empujado a esa emboscada.

Ambas sabíamos que en el fondo no lo lamentaba. Ella estaba orgullosa de su trabajo y de demostrar que era eficiente hasta en áreas que ni le correspondían.

Yo solo podia asentir, mi cabeza estaba atacada registrando las horas pasadas, el rostro de Meza tan cerca, junto a su ceño fruncido y lo distante de su voz. Las manos me temblaban de nuevo por el recuerdo, su presencia seguía ocasionando estragos en mi interior y lo odiaba.

Se que mi mejor amiga hablaba de algo, estaba emocionada por alguna cosa, escuché el nombre de su novio pero estaba muy perdida dentro de mi mente como para prestar atención.

¿Será que ahora me odia? ¿Él hace las cosas mal y yo soy la odiada?

-¡Roger ya llegó! ¿Nos vemos el sábado no?

Asentí, recordando brevemente que el sábado era el cumpleaños de Bayolet. Le di mi mejor sonrisa falsa, mientras ella caminaba al auto de su novio.

Mi bebé de cuatro ruedas seguía en el taller automotriz, por lo que me tocaba tomar un taxi, había doblado en la esquina cuando una camioneta negra se detuvo derrapando en la acera. Me sobresalté lo suficiente como para dar un brinco hacia atrás, los vidrios tintados completamente me impiden ver quién va delante, hasta que uno de los cristales traseros baja con lentitud y me deja apreciar el rostro del moreno que atormenta mi mente...

¡Me he muerto, mierda! ¡Que me muero!

-Sube. -Es todo lo que dice.

Desconozco de donde saco valentía para enmarcar una ceja viéndolo con gracia.

-¿Se te olvido con quien hablas? ¿Por qué habría de?

Mi respuesta solo consigue que lleve una mano a su cabeza, en señal de frustración, desordenando su cabello en el proceso.

-Mira Ronnie, podemos hacer esto difícil o puedes entrar en la camioneta como una persona civilizada.

Habló el más civilizado

No le respondo, cuando, me giro en dirección contraria, pretendiendo cruzar la calle, no llego ni a la mitad de la avenida, que por suerte no tiene autos en este instante, cuando me toma de la cintura y me impulsa hacia arriba de sus hombros.

-¡¿Pero qué haces?! ¡Bájame ya, Meza!

Él moreno ríe a carcajadas por como mis pies patalean en el aire, y me pierdo un segundo en el absurdo pensamiento de que le hago reír.

Me carga como costal de papas, con una facilidad increíble. Con movimientos extraños y miles de maldiciones logra hacer que suba a la camioneta.

Me resigno en los asientos traseros. -¿Sabes que esto es fácilmente un secuestro? Es decir, te puedo denunciar.

Me mira fijo, con los malditos ojos entre avellana y verde.

-Denúnciame. -Dice, pronunciando cada sílaba mientras se acerca más a mi rostro.

-Señor...¿Conduzco?

-Si, Thomas. -El chofer asiente y frunzo el ceño, es un empleado que no conocía.

-¿Que pasó con Rafael?

Meza me mira. -Vacaciones. Las necesitaba, tenía muchas cosas pendientes y ya el trabajo le quedaba grande.

Por un momento mi mente me traiciona, asociando lo que dice con el pasado y nuestras conversaciones. Es que una vez que dejamos de enfocarnos en la molestia, hablamos con naturalidad.

Trato de empujar el sentimiento de nostalgia aunque tenerlo tan cerca me lo complique. Desecho la conversación, cruzándome de brazos.

-¿A dónde me llevas?

No contesta, en su lugar, me toma la mano lentamente, trazando el largo de mis dedos con suavidad. -Extraño que me digas "amor"

-Meza...

-Quiero que hablemos.

Me tenso de inmediato. -No tenemos nada de que hablar.

Deja caer mi mano, viéndose desilusionado.-Si. Ya sabía que ibas a decir eso, solo acompáñame y escucha, por favor.

Su comportamiento había cambiado significativamente en comparación a cómo estaba en el set. No quería pensar que aparentaba, pero era lo más seguro. ¿Por qué es tan complicado para él decir la verdad?

Escucharle...Aquello me sonaba mas a caer de nuevo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top