Última noche en Wartwood
Anne abrió los ojos dramáticamente ante la declaración de la asiática. Sasha al lado de Marcy le sonreía con nerviosismo.
-¡¿Ya?! -preguntó en un tono demasiado audible. Marcy asintió una vez más dando brinquitos efusivos.
-¡Nos vamos a casa, chicas! -chilló con ojitos brillantes.
-Que agradable noticia -opinó con ojos quebrados Grime. Era obvio que quería llorar.
-¿Estás llorando? -preguntó ligeramente alarmada Sasha, el sapo se retrajo inmediatamente negando con efusividad.
-¡Es por la patada! -mintió.
Por otro lado, Anne estaba ida. Aún era algo repentina la noticia.
-¿No estás emocionada por ir a casa? -preguntó triste Marcy. La morena negó repetidamente.
-¡No! No es eso, Marbbles -respondió apenada. Sobó su brazo con mirada desilusionada. -Es sólo que es muy repentino, y me he encariñado mucho con el sitio.
Anne miró nostálgica al cielo que di seguida por Marcy quien hizo lo mismo pero en cambio, con una sonrisita agradable.
-Te creo, yo también estoy fascinada con Amphibia -confesó con tono calmado. -Digo ¿Quién quisiera volver a casa cuando tienes todo lo que has soñado aquí? Aventuras todo el tiempo, personas que te admiran, y lo más genial de todo, nos tenemos entre nosotras. -arrugó su falda discretamente aunque Anne lo notó de todas formas. -Siendo sincera, tampoco quisiera regresar a casa.
Anne la miró extrañada tras la confesión.
La boca de Marcy temblaba siendo incapaz de ahogar las palabras atoradas en su garganta, realmente quería saber su opinión.
-Anna banana -la llamó tímida por su apodo. La rizada le sonrió para transmitirle seguridad, aunque Marcy seguía siendo un nido de nervios.
-Habla ya, Mar Mar -resopló nerviosa. -Tú seriedad me atormenta.
La asiática giró su rostro para hacer contacto visual con la tailandesa. Fue entonces que Anne pudo apreciar que los ojitos de Marcy estaban cristalinos y solitarios.
-Anne ¿Tú realmente quieres volver a casa?
-Entonces Marcy… -alentó Sasha a dejar continuar a Anne. La chica balbuceaba en busca de formar las palabras correctas. -No planea dejarnos esto solas ¿O si?
-Está muy ocupada organizando las cosas para el viaje -mintió algo desalentada Anne, Sasha lo notó pero prefirió dejarlo pasar.
-Odio organizar cosas -resopló fastidiada e infantil. -¿No podemos dejarlo para más tarde e irnos a comer?
-Salimos esta noche -anunció obvia la castaña. -¿O mañana por la madrugada? No estoy segura.
Tan rápido.
Pensó desganada.
La melancolía abandonó bruscamente su cuerpo cuando las manos lívidas de Sasha tomaron las suyas. A pesar de que las manos de la rubia estaban algo magulladas por el exhaustivo entrenamiento que cargaba su contacto era agradable.
-Sasha… -regañó con la mirada a la chica que ahora le hacía ojitos soñadores.
-Tú y yo en una salida -rogó ilusionada. -Velo como nuestra última noche en Wartwood si es que el portal llegara a funcionar ¿Podemos?
Su reflexión le pareció lógica. Suspiró con sonrisa decepcionada una vez que su mente le gritó la respuesta.
-Vamos -accedió, y Sasha casi suelta un brinco al recibir la alentadora respuesta.
-¡Eres un maldito encanto, Anne! -chilló esplendorosa. Abrió los ojos espantada y miró a su compañera buscando una excusa. -Aunque… no más encantadora que yo, claro.
La boquita de Anne hizo una mueca de fastidio actuado que hizo agitar más a la rubia.
¡¿Por qué demonios dije eso?!
Se gritó a sí misma horrorizada.
-Eso es seguro -afirmó divertida Anne al ver la expresión de la contraria. -Eres mil veces más encantadora que yo, Sash.
La cara de Sasha se encendió con la rapidez con la que la haría un encendedor, una reacción que le pareció encantadora a la de melena alborotada.
Después vino la noción de que sus palabras habían sido muy directas.
-Yo… -buscó palabras para huir del sitio, mientras la rubia aún parecía perdida. -Iré a cambiarme… sí, eso.
Anne huyó despavorida y Sasha finalmente se dejó caer rendida sobre el mueble dejando escapar una temblorosa sonrisa incapaz de sostener la felicidad que cargaba en ese momento.
Fue una tremenda sorpresa encontrar el restauran de Stumpy reservado sólo para ellas dos, pero más estupor les causó ver qué la temática de la cena era, bueno, severamente romántica.
La típica mesa con mantel blanco, aunque las orillas tenían algunas manchas de lo que parecía ser salsa. Velas, tarros funcionando como copas y los utensilios, curiosamente eran los únicos decentes. Pero, aún sobretodo, era un escenario adorable.
Ambas chicas ahora se miraban entre sí nerviosas y abochornadas. La de armadura quería desaparecer en ese momento de la vergüenza, y Anne estaba muda.
-B-bueno ¿Gustas sentarte mientras veo el menú? -preguntó Sasha hecha un lío de nervios. Anne sin objetar accedió.
-Y-yo ¡Seguro! -chilló abochornada avanzando hasta el asiento y casi tropezando en el proceso. -Silla, sentada… Emm… mejor me siento ya.
La rubia se permitió olvidar la situación unos instantes y emitió una adorable risita que sólo puso más rojas las mejillas de Anne.
-Espera aquí, ya vuelvo -pidió.
Caminó a paso tranquilo hasta aparecer en la cocina donde vio al cocinero y corrió con escandalosa velocidad hacia él con la cara hecha un desastre de colores.
-¡Stumpy!
-¡Chica camaleón! -respondió en un saludo juguetón. -Ya sabes, por los colores de tu rostro. Ya había echo esa broma ¿No? -preguntó pensativo. -En fin ¿Te gusta el detalle de la cena? Lamento lo de los manteles, tuve un accidente con la salsa ¿Y qué? ¿Ya son novias?
Su cara estaba tan roja que juraría que en cualquier momento emitiría un chillido de tetera y sacaría vapor por las orejas.
-¡Anne no es mi novia! -chilló avergonzada. Un todavía añadido hizo eco en su mente.
Stumpy parecía extrañado.
-Oh ¿En serio? -preguntó curioso. Abrió los ojos espantado al darse cuenta del error. -¿Entonces no querías planificar una cena romántica con la hija adoptiva de los Plantar?
Sasha negó con un rotundo y avergonzado no.
-Oh -fue lo único capaz de soltar mientras sus mejillas de acaloraban ligeramente por el error cometido. -Perdón.
La humana buscó calmarse en medio de respiración controlado logrando nivelar un poco el calor de su rostro. El cocinero la miró avergonzado.
-Lamento la confusión -sobó su nuca apenado. -Si gustas puedo hacer otra cena mañana a modo de disculpa.
Sasha miró a escondidas a la morena sentada ya sobre la mesa y jugueteando con su cabello ahora amarrado de lado.
Suspiró profundamente y miró al anfibio.
-No -respondió firme. -Yo… quiero continuar la cena si se puede.
Stumpy soltó una sonrisita de lado.
-Seguro.
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Anne jugueteaba con el espagueti de apariencia ligeramente singular mirando de vez en cuando a Sasha. La pobre rubia aún estaba tiesa y erguida, y juraba que casi le hacía competencia a su armadura.
-Bueno -inició un intento de conversación. -Admito que esto es algo… inusual a todas nuestras salidas.
La rubia jugueteó con su cabello de manera nerviosa.
-Sí, no es exactamente lo que tenía en mente ¿Sabes? -contestó en una risilla incómoda. Desvió su mirada a su plato y después al de Anne. -Y ¿Está bueno el espagueti?
Anne dio un respingo.
-¡Oh! Siendo sincera… no lo he probado -admitió avergonzada y se llevó una cucharada a la boca. -¡Sip! Es muy bueno.
Sasha tomó un bocado y repitió su acción. Hizo una mueca de agrado.
-Lo confirmo -aseguró. -Aunque ciertamente hubiera preferido ir por un helado. Lo que sea que eso sea aquí.
-¡Definitivamente! -soltó en una risotada carismática Anne.
Ninguna de las dos escuchó un pequeño ¡ouch! proveniente del orgullo de un cocinero metiche en la cocina.
-Igual, tenía algo de tiempo sin comer algo "elegante" -comentó haciendo énfasis en la última palabra. -Vaya que los padres a veces pueden ser algo raros.
-Lo creo, mamá temía que comiese comida urbana porque creía que no lo toleraría -confesó Anne. Sus labios se curvearon en una sonrisilla penosa. -Y no lo hice, esa fue la peor semana de mi vida.
-Marcy y yo estuvimos en tu casa esa semana viéndote sufrir -recordó nostálgica Sasha limpiándose una lagrimilla del ojo. -Después de eso, el sólo mencionar comida tailandesa te hacía estremecer.
-¡Sash! -regañó dramática Anne cubriéndose el rostro con los brazos notablemente abochornada.
Sasha sonrió internamente, la incomodidad había dejado de ser obvia y ahora podía ver sonreír de nuevo a esa encantadora chica que traía su mundo de cabeza.
-Bien, bien -interrumpió con las mejillas comenzando a arderle nuevamente. -Quizá si eres más encantadora que yo.
Anne se sonrojó tras al confesión. Su cabello agarrado esta vez no le permitió ocultar su rostro entre los rizos.
-No, tú eres encantadora, Sash -alentó cariñosa. La mirada anhelada de la rubia sólo hizo de su pecho un peor caos.
-Anne -llamó a la tailandesa. -Volvamos tarde hoy, quiero disfrutar de la última noche en Wartwood lo más que pueda -pidió abochornada. Anne le sonrió escandalosamente.
-Sí.
Sasha y Anne llegaron a una hora escandalosamente tarde. Estaban desaliñeadas y los zapatos en sus pies habían desaparecido hace un buen rato.
Bailar un extenso tramo de la noche y corriendo entre las cuadras del pueblo sin importarles alterar el orden no había sido una decisión muy favorable para sus pobres piernas que ahora rogaban por algo de descanso. Pero definitivamente no se arrepentían de nada.
-Mis pies me están gritando -comentó exhausta Anne caminando ya desganada. -Pero definitivamente fue increíble.
-Ni que lo digas -le siguió Sasha menos cansada que ella pero igual e el veía agotada. -No sabía que existían las rockolas en Wartwood, debo admitir que no tienen malos gustos musicales.
-Estoy agotada, me voy a la habitación -informó. -¿Vienes?
Sasha le sonrió débilmente.
-Siendo sincera, quiero tomar algo antes de dormir -confesó. -Vete adelantando.
Anne asintió desganada y desapareció dirección al sótano.
-¡Y déjame espacio esta vez! -exigió en un grito. Recibió un bufido afirmativo de la morena.
Sasha caminó a paso desinteresado hasta la cocina y abrió el refrigerador, tomó la jara de agua y se sirvió un poco.
Se regresó a cerrar la puerta y en cuanto lo hizo casi chilló del susto cuando Marcy apareció detrás.
-¡Maldición, Marcy! -regañó horrorizada. -No te atrevas a aparecerte así -rogó regulando su respiración.
La asiática no le respondió, pero Sasha pudo ver en su expresión y ojitos redondos y brillantes que destilaba felicidad ¿Alguna nueva noticia que no le había contado?
Marcy tomó sus manos y siguió acosándola con la mirada marrón mientras mordía sus labios.
-¿Cuándo ibas a contármelo? -preguntó efusiva. Sasha sin entender le correspondió con una mueca extrañada.
-¿Contarte qué?
Marcy rodó los ojos y soltó una risita enternecedora.
-¡¿Cuándo ibas a contarme que te gusta Anne?!
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AJSHSBJSNSNASKSKA hola de nuevo ʕっ•ᴥ•ʔっ
Uy, el Sprig ya fue de metiche 😳✌️
Dibujito pedorro de la hermosa niña :'>
Awww, Marcy y su dulzura incendiado todo. Ahuevo que sí ♥️
Próximo cap: ¿Viaje al primer templo?
Aprovecho el espacio para spam. Si le aguanta el marcanne/annarcy les recomiendo ver la nueva historia que subí a mi perfil 👁️👄👁️💕💕
Recuerden que los adoro un chingo. Y ¡Nos vemos la próxima!
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