—¡Bienvenido a casa! —saluda su madre, su sonrisa tan amable.

—Te ves bien. —dice su padre, luciendo robusto pero acogedor.

Heeseung sabe que cualquiera fuera de su familia pensaría que tiene unos padres tan buenos, pero eso es una gran fachada, sus padres son "geniales", pero solo cuando todo les sale bien.

Heeseung estuvo libre toda la semana, así que decidió regresar a casa (no quería, pero sus padres lo habrían hecho sentir culpable si no lo hacía).

Cuando entra a su habitación, se da cuenta de que todos los carteles de sus bandas favoritas fueron quitados. En realidad, todos los accesorios coloridos que había guardado en su habitación ya no estaban, siendo reemplazados por espacios vacíos y sábanas blancas en su cama. El ambiente parecía una habitación de hospital.

Él suspira, sin siquiera molestarse en estar molesto.

Una vez que guarda sus cosas y se baña, inmediatamente le envía un mensaje de texto a Sunoo.

Heeseung

Odio este lugar

Sunoo

¿Cuánto tiempo te vas a quedar ahí?

Se envían mensajes de texto durante un rato hasta que Heeseung finalmente llama a Sunoo.

—Me acabo de despertar, mi voz está ronca. — se queja Sunoo, muy probablemente haciendo un puchero.

Heeseung siempre encontró lindas las reacciones irritadas de los demás, así que solo se ríe de eso.

—No te preocupes, me gusta.

—Ugh, eso es espeluznante.

Hablan un poco más, Heeseung principalmente se estaba hablando sobre sus padres y el estrés que lo consume. Sunoo intervenía de vez en cuando.

—¿Estoy hablando demasiado? Perdón.

—Está bien, me gusta escucharte... tienes una manera muy agradable de usar las palabras, como un letrista.

—¿Me estás incitando a que escriba música?

—Quizás.

A Heeseung le gustó eso de Sunoo, cómo siempre parecía alentar sus intereses sin saberlo. Pero su felicidad se arruina durante la cena con sus padres, lo entrevistan con múltiples preguntas que no quiere responder.

—¿Cómo va tu estudio?

—¿No eres feliz?

—¿Ya conociste a una chica inteligente?

—Haznos sentir orgullosos... es lo menos que puedes hacer.

Los estudios de Heeseung van mal, no es feliz, ni siquiera está interesado en las mujeres y no quiere enorgullecer a sus padres sacrificando sus propios sueños.

Pero se muerde la lengua y responde:

—Está yendo bien.

—Sí, ¿por qué no lo sería?

—No, estoy demasiado ocupado.

—...

Se arrepiente de haber venido aquí, pero no quiere abandonar a su familia. Sacrificaron mucho por él: su tiempo, energía y fuerza.Pero al día siguiente, sus padres cruzan la línea.

—¡Ah, Heeseung! Ven aquí. —llama su madre, su dolorosa amabilidad asustando a su hijo.

Vio extraños en la sala de estar, sentados en el sofá. Una mujer cercana a su edad y una pareja mayor.

—¡Este es mi hijo! ¡Está estudiando para convertirse en cirujano! —su madre comparte emocionada.

—Hola. —saluda Heeseung sin una sonrisa o una mirada amistosa. Pero a los extraños no parece importarles ya que simplemente estaban asombrados ​​por esa información.

Su padre comparte lo orgulloso que está y Heeseung siente la felicidad y la tristeza familiares que lo acompañan. Por supuesto, se alegra de complacer a sus padres, pero no puede evitar sentir que no es justo.

Muy pronto se entera de que estaba siendo emparejado con la joven. Ella se presenta como – Kim Chaehyun.

Su mirada era dulce y encantadora. Ella estaba estudiando nutrición, explicando que le gusta comer. Tan insospechados como pudieron, los padres se van, esperando en sus corazones que sus hijos se lleven bien.

Heeseung está harto de esto y suspira bastante fuerte, esto hace que Chaehyun lo mire con preocupación.

Trató de entablar una conversación, mostrando interés en las respuestas breves que obtuvo. Tenía una cara amable, una buena postura y una sonrisa triste.

—Está bien, voy a ser honesto. —comienza Heeseung. —Ya estoy con alguien.

—Oh. —ella está un poco sorprendida.

—Sí... lo siento. —no lo hacía, pero se sentía mal por ella.

Ella se ríe torpemente.

—Yo... me dijeron que estabas soltero y... ¿desesperado?

Heeseung quiere encogerse.

—Para nada.

Chaehyun asiente.

—En realidad yo... estaba saliendo con alguien, pero tuve que romper con ellos porque mis padres no aprobaban su trabajo y "estilo".

Heeseung realmente no quiere escuchar su triste historia, ya que ni siquiera la conoce. Pero él la escucha. Esperaba un poco que ella y sus padres se fueran pronto, para que él pudiera sermonear a su propia madre y a su padre sobre emparejarlo con un extraño.

Pero resulta que Chaehyun y sus padres iban a cenar con ellos. Heeseung quiere que esto termine, si anoche fue entrevistado por sus padres, esta noche fue interrogado por los padres de ella.

Hace todo lo posible por no sonar grosero e irritado. Chaehyun se veía incómoda, comiendo en silencio.

Cuando finalmente se van, sus padres preguntan:

—Entonces, ¿te gustó?

—No.

—¿¡Por qué no!? ¡Es una chica tan bonita e inteligente!

Heeseung quiere gritar. Pero él decide ser honesto.

—Soy gay.

Era cómico cómo sus rostros se contorsionaban en estado de shock, su madre lloraba dramáticamente porque nada tenía sentido.

—... y tengo novio. —no, no lo tenía (no realmente), solo quería decepcionar aún más a sus padres.

Antes de que puedan insultarlo, se va a su habitación y cierra la puerta. Oye a su madre gritándole.

Entonces, para sentirse mejor, llama a Sunoo.

—¿Hola? ¿Qué esta pasando? Puedo escuchar gritos.

—Sí, destruí las esperanzas y los sueños de mis padres.

—¿¡Qué hiciste!?

Heeseung explica los acontecimientos de la noche, Sunoo se ríe divertido pero pregunta:

—Entonces, ¿Quién es tu novio?

Heeseung no cree en "Dios" (otra decepción añadida a la lista), pero reza a cualquiera que lo escuche para que su confesión salga bien.

—Esperaba que tú.

Puede escuchar a Sunoo jadear audiblemente y los sonidos apagados del teléfono cayendo. Heeseung esboza una sonrisa, Sunoo era tan torpe a veces.

—¡Espera, espera! ¿¡Acabas de pedirme que sea tu novio!?

—Sí, respóndeme rápido antes de que me retracte.

—¡Pregúntame apropiadamente!

Heeseung suspira.

—Bien... Kim Sunoo, ¿me harías el honor de convertirte en mi novio?

—No.

—¿Qué?

Sunoo se ríe.

—¡Estoy bromeando! Obviamente es un sí, tonto.

El corazón de Heeseung se desploma de nuevo. Hace todo lo posible para calmar su alma, pero la repentina adición de Sunoo de:

—Será mejor que me beses cuando regreses, novio.

Heeseung está seguro de que ha muerto.

—

—Esta es la línea de tiempo de los padres de Heeseung encerrándolo. — dice Cheonsa.

Sunoo asiente lentamente. Se dirige a la sección de café; Hyejin estaba allí como siempre.

—Hola. — saluda.

—Siento que tienes una pregunta para mí. —ese es su saludo.

Sunoo se sienta en una silla vacía e inmediatamente recibe el "té especial" de Hyejin.

—Quería saber si cambié algo... ¿hice algún progreso?

Hyejin de repente saca una tableta deslumbrante.

—Ah, bien, ocho corazones... pero necesitas diez en total.

—¿¡Ocho!? ¿¡Cómo sucedió todo eso!?

—Parece que los sentimientos de Heeseung crecieron más cuando estaba lejos de ti.

Sunoo piensa.

—Bueno, no me respondiste... ¿cambié algo?

Hyejin arregla sus anteojos transparentes.

—No.

—¿Qué? ¿Cómo?

Hyejin se relaja en su asiento.

—Por lo que puedo ver... seguirá atrapado en la casa de sus padres, seguirá huyendo y todavía lo matarán.

Sunoo cree que Hyejin es demasiado insensible, pero ahora sabe lo que debe hacer. Se pone de pie de inmediato, su taza de té casi se derrama.

—Entonces creo que me voy.

—¿Dónde? —Hyejin pregunta, sus lentes empañados por la bebida caliente.

—A... donde está Heeseung.

—Buena idea. —se da cuenta Hyejin.

—¿Qué tal si subes a la alfombra mágica para llegar más rápido?

Sunoo pensó que estaba bromeando hasta que sacó una alfombra con diseños elegantes.

—

Heeseung tuvo una mañana incómoda con sus padres sin hablarle en la mesa del desayuno, pero de todos modos le sirvieron la comida. Pasó el resto del día en su habitación, sin saber qué hacer ahora. Había hecho todo el camino hasta la casa de sus padres para "pasar tiempo" con ellos, pero eso probablemente estaba fuera de lugar ahora.

Mientras contempla sus opciones, escucha un clic. Fue un clic extraño, hizo que el estómago de Heeseung se hundiera. Pero trata de mantener la calma mientras se acerca a la puerta. Tímidamente coloca la palma de su mano en el mango, tomando una gran bocanada de aire gira la perilla. Está cerrada.

Un segundo después está golpeando la puerta.

—¿Mamá? ¿Papá? ¿¡De qué se trata esto!?

Puede escuchar un leve llanto y la voz de su padre que dice:

—Es antinatural, Heeseung... amar a otro hombre es un pecado, el pastor se reunirá contigo mañana. —y eso fue todo.

Heeseung se arrepiente, su confesión fracasó demasiado. Mira con nostalgia a la ventana, su habitación estaba en el segundo piso, por lo que saltar y romperse las piernas era la única opción para salir.

Realmente lo considera hasta que escucha el timbre de la puerta. Por curiosidad, pega la oreja a la puerta, tratando de escuchar quién era el invitado.

—¿Quién eres tú? —pregunta su padre.

—¡Yo-yo soy Sunoo! El amigo de Heeseung... ¿está aquí?

El corazón de Heeseung late con fuerza. ¿¡Qué!? ¿Sunoo está aquí? ¿Cómo? ¿Por qué?

—Lo siento, él salió. —miente su padre y cierra la puerta de un portazo.

Heeseung corre hacia la ventana, tiene una vista adecuada de la puerta desde allí. Ve a Sunoo, su cabello estaba despeinado y sostenía una ¿alfombra?. Heeseung quiere llamarlo, pero lo saluda frenéticamente.

El menor lo ve, luciendo confundido, le devuelve el saludo. Heeseung le indica a que se acerque a él. Sunoo suelta de la alfombra que sostenía y se abre camino.

—¡Oye, Rapunzel, deja caer tu cabello! —Sunoo susurra-grita lo suficientemente fuerte para que Heeseung lo escuche y pone los ojos en blanco.

—Voy a saltar. —dice, tratando de ser silencioso.

Sunoo frunce el ceño.

—No creo que...

Pero Heeseung ya está tirando sus bolsas, Sunoo evita ser golpeado por ellas.

Con una serie de luchas y dudas, Heeseung da un salto de fe. Aterriza en la hierba y rueda varias veces antes de levantarse.

Sunoo lo ve preocupado.

—Hice parkour. —es la explicación astuta de Heeseung.

Ambos escuchan los sonidos de los padres de Heeseung moviéndose frenéticamente. Heeseung agarra la mano de Sunoo y sus bolsas, y huye.

—Espera, ¡mi alfombra! —dice Sunoo.

—¿Por qué trajiste eso?—pregunta Heeseung.

—¿Cómo crees que vine aquí?—el tono de Sunoo es serio pero sonríe.

Heeseung le devuelve la sonrisa, su corazón late como de costumbre.

Sunoo ve brillar el noveno corazón sobre la cabeza de Heeseung.