La curita de Hello Kitty que Riki le dio permanece sin abrir, nunca soñaría con usarla, sin importar cuántos cortes se haga, sin importar cuán desesperado esté. De todas las cosas que podrían haber sido un recuerdo, fue esta tirita pequeña y no duradera.

Cuando Riki se lo entregó, él dijo descaradamente:

—Siempre me das curitas, así que aquí está la tuya.

Y luego besó la mejilla de Sunoo y salió corriendo, esa fue la última vez que interactuarían y Sunoo se quedaría con el regalo.

Hoy, mientras pensaba en un buen lugar para mantener la curita a salvo, sus ojos se posaron en el libro de poemas de Jaeyun nuevamente y esta vez no pudo evitarlo. Se levantó de su asiento, corrió hacia la estantería y lo sacó.

Sus ojos se nublan mientras abre desesperadamente la primera página.

"Ángel"

Una palabra y Sunoo se desmorona, pero no puede guardarlo ahora. Da vueltas y vueltas, parpadea y las lágrimas arruinan sus palabras, limpia la humedad pero eso solo hace que la tinta fluya y manche sus dedos.

—Soy un error.

"Qué repentino, me enamoré tan instantáneamente.

no se sentía real, ¿te irás en algún momento?

No, Jaeyun es quien se fue esta vez.

"Y cuando te vas te sigo viendo,

la luz del sol en tu cara siempre iluminará la mía.

Fantasías que nunca más podrían cumplirse.

"Quiero escuchar tu voz

la voz de este amor,

un amor que nadie puede destruir."

—

Park Sunghoon era como un copo de nieve, suave, ligero, deslumbrante, hermoso y se desvanecía rápidamente bajo el calor.

Cuando Sunoo lo abrazó por primera vez, Sunghoon se obligó a no llorar y empujó a su nuevo manager de inmediato.

—¿¡Qué estás haciendo!?

Sunoo parecía herido.

—Ganaste, ¿no puedo estar feliz por ti?

Esa fue una declaración extraña, todo lo que Sunghoon había escuchado es "¡felicidades!" o "podrías haberlo hecho mejor". Incluso Bloo no decía mucho, solo asentía con aprobación y señalaba los errores que había cometido.

—No necesitas estar feliz por mí.

Ha pasado un mes desde que Sunoo llegó, aunque lo máximo que ha hecho es preparar el almuerzo y la cena de Sunghoon, obligarlo a caminar y hablar... hablar mucho.

—¡Mira, solo estaba preocupado por ti ya que apenas comiste nada durante los últimos tres días y pensé que ibas a colapsar en el hielo! Eres tan grosero, ¿tus padres nunca te enseñaron modales?

Sunghoon mira hacia otro lado, está siendo cubierto por una especie de manta. No la necesita, el frío no le molesta y el abrazo de Sunoo lo hizo sentir tan cálido que está molestando su estado de ánimo.

Sunoo era demasiado quisquilloso, sonreía demasiado. Sunghoon sabe que es de los que extienden la mano e intentan atrapar la nieve y dejar que se derrita en sus palmas, Sunghoon no permitirá que Sunoo lo derrita.

—

Fue difícil pasar todo el día con Sunghoon, es aburrido ya que el atleta apenas hablaba de nada interesante. Bloo era estricto y no se molestó en darle a Sunoo ningún consejo.

—Hoy es feriado. —dice Sunoo.

Sunghoon no responde mientras se pone los patines.

—Al menos por un día haz otra cosa, vamos a comer...

—No disfruto comer, ¿y por qué no haces algo que no sea eso?

—Bien, vamos a ver una película.

—Paso.

—¡Vamos! ¡Solo esta vez!

Los ojos de Sunoo eran como láseres de calor y Sunghoon quería que el más bajo dejara de mirarlo así.

—Eres muy molesto.

Sunoo tuvo que comprar un automóvil y también aprender a conducirlo, principalmente debido a la personalidad rica y mimada de Sunghoon.

—Entre, majestad. —dice Sunoo con una sonrisa emocionada pero un tono sarcástico.

El viaje en automóvil estuvo lleno de música hiperpop que a Sunoo le encantaba, pero Sunghoon se burló.

—Déjame presentarte algo de música de verdad. —había dicho y bajó el volumen. —Perfecto, mi tipo de canción favorita, silencio. —dice con la sonrisa más grosera posible.

Sunoo está horrorizado, ni siquiera sabe cómo responder.

—Tal vez deberíamos almorzar aquí más tarde. —dice Sunoo y mira al otro y se da cuenta de que Sunghoon no estaba vestido apropiadamente para el clima.

—¿¡Por qué no estás vestido apropiadamente!? ¡Hace mucho frío! Si te enfermas será un problema muy grande.

—Estoy bien, el frío no me molesta de todos modos.

—Está bien, Elsa.

—¿Quién es "Elsa"?

Sunoo no responde y comienza a quitarse la bufanda, poniéndose de puntillas para cubrir adecuadamente el pálido cuello de Sunghoon.

—No importa, si te enfermas posiblemente me despidan. —Sunoo simplemente dice y arrastra a Sunghoon con él.

—

Si Sunghoon tuviera que describir a su nuevo manager en una palabra, sería: Satisfacción. ¿Por qué? Bueno, todavía está tratando de entender por qué piensa eso.

Cuando se conocieron, a Sunghoon no le importaba. Sus managers anteriores hicieron un mal trabajo al establecer una conexión, la mayoría de las veces solo eran irritantes y no aportaban ningún valor.

Sunoo era así, al principio. Hablador, activo y muy entrometido. Pero nunca le diría a Sunghoon que dejara de practicar, solo lo observaría en silencio hasta que Sunghoon no pudiera soportar la mirada y detenerse por su propia voluntad.

Otra cosa extraña sobre Sunoo era que parecía burbujeante, incluso atrevido, pero había casos en los que se veía tan frío, tan helado que incluso helaba a Sunghoon.

—¡Oh Dios mío! ¡Estos zapatos son tan lindos! —Sunoo está casi gritando.

Sunghoon resopla, se estaban perdiendo la película desde que su pequeño manager decidió buscar en las tiendas. Las mejillas de Sunoo se hinchan de emoción, su sonrisa es tan amplia mientras hace compras.

Sunghoon nunca lo diría, pero tenía debilidad por las cosas lindas, como animales bebés, artículos en miniatura... y Sunoo también, aparentemente.

Sunghoon golpea ligeramente una pared mientras Sunoo rebota en su lugar.

—¡No puedo creer que los conseguí!

Tal vez Sunoo era el indicado, el manager perfecto, alguien a quien realmente le importaría.

Cuando finalmente llegan al patio de comidas, Sunoo está haciendo su pedido.

—¡Vamos! ¡A comer!

Sunghoon traga saliva. No importaba cuánto quisiera vomitar, no podía, no cuando Sunoo estaba tan feliz de estar comiendo.