Capítulo 2
Su mirada iba perdida, en realidad caminaba solo por instinto, no prestaba nada de atención e incluso así estaba por llegar en su hogar.
Curiosamente sujetaba con fuerzas el bolson que cargaba de sus hombros, o más específicamente una parte de la misma mientras se sumía profundamente en sus recuerdos.
"Me gustas Yotsuba, mi corazón... ¡quiero que te pertenezca!"
Esas palabras aún resonaban con fuerzas. Las palabras que su amigo le dedicó fueron simplemente bellas, no tan detalladas, pero honestas y genuinas, algo típico de él.
Una pequeña sonrisa se formó en su rostro en ese momento mientras sentía su corazón y rostro arder al recordar a más detalle a Goku.
-Incluso luego él... -murmuró la muchacha mientras recordaba como Goku intentaba parecer alegre con ella, pero no era tan tonta como aparentaba.
Su intento de sonrisa, sus ánimos para que ella no se ponga triste.
Goku le parecía una persona perfecta para cualquier mujer, pocas podrían merecerlo, al menos eso pensaba ella tras esos meses de conocerlo.
Muchos podrían decir que era tonto o distraído, que lo único que tenía era lo apuesto y su buen estado físico, pero no era así. Aunque no lo demostraba tanto él se preocupaba por las personas, solía tener el hábito de poner a otros antes que él, aunque eso le perjudicara.
Lo peor del asunto es que no podía decir que odiaba esa parte de él, porque ella realmente lo admiraba.
Sus hermanas solían decirle que ella era así, aunque no las tomaba muy en serio.
"Sigh"
Le había roto el corazón y quería arrepentirse de eso, tanto como le hubiera gustado corresponder su confesión, pero no podía, al menos si esa persona seguía dentro de su corazón negándose a salir de allí.
-No, eso fue lo correcto, hubiera sido peor si lo hubiera lastimado de otra forma -se trató de convencer entonces no tan segura de sus palabras.
Mientras por fin dejaba de sostener el bolso del cual colgaba un pequeño llavero extraño, era una bola naranja que en su interior poseía 4 estrellas de un tono rojizo, el mismo se movía de un lado al otro mientras su dueña apuraba el paso hasta que recordó un pequeño detalle.
-¡Ichika! -exclamó sujetando sus mejillas.
Con rapidez buscó su teléfono dentro de su bolsillo o y para su alivio había un mensaje de la mencionada.
"No pude encontrarte luego de tu carrera por lo cual me adelanto a casa, tengo algunas tareas por terminar. Nos vemos."
Tras leer el mensaje de su hermana decorado con alguno que otro emoticón la misma suspiró aliviada, hubiera lamentado que Ichika aún estuviera en aquel lugar por su culpa.
_______________
Un duo de jovenes caminaban tranquilos por unas calles del centro de la ciudad. Uno era un joven que parecía nervioso y pensativo, sus cabellos en puntas destacaban bastante, pero no le interesaba para nada. La otra era una bellísima muchacha de su misma edad con cabello corto con tono rosado claro y ojos azules que miraban fijamente a su compañía.
-¿Entonces Son-kun? ¿aceptas? -preguntó por ya no sabía cuanta vez Ichika sonriente a Goku.
Él levantó una ceja, no entendía la insistencia de la Nakano, ¿era lástima o pena acaso? Sinceramente no lo entendía.
-En realidad no sé, ¿por qué buscas tanto esto? -preguntó el joven mirando a la chica quien se asombró por la pregunta.
En realidad pensó que aceptaría al instante pero le estaba costando.
-¿Qué tiene de malo querer tener una cita con un apuesto chico como tú? -ella mencionó levantando sus hombros con poca importancia logrando poner nervioso al joven una vez más.
-¡O...oye! -Goku desvío su mirada nervioso colocando sus manos en sus bolsillos algo molesto.
El amargo recuerdo de su rechazo aún seguía vivido en su mente.
Aquello pareció causar placer en la muchacha quien se acercó más al joven.
-"Hooo, ¿todavía no puede olvidarlo?" -ella se dijo con una expresión algo más seria, como su analizara al joven.
-De... déjame pensar, ¿sí? -habló el muchacho rascando su nuca.
Repentinamente sintió como la muchacha pegaba su brazo al suyo, empujándolo levemente.
-Mientras más rápido busques curar ese corazón herido será mejor, es una sana recomendación de una chica rechazada -murmuró con tono suave la muchacha alejándose de él nuevamente tras esas palabras.
Eso tomó por sorpresa a Goku quien rápidamente la miró notando una vez más esa serena expresión en el rostro de Ichika, una comprensiva y amable, por unos segundos pareció ver a su amor platónico reflejarse detrás de ella.
-"¿Yotsuba?"
Rápidamente agitó su cabeza, no, ella era su hermana gemela, no era la extrovertida deportista de la cual se había enamorado.
-"Pero... se parecen mucho, ¿no?"
La analizó a más detalle unos segundos ignorando el hecho de que la misma también lo observaba.
Un tinte carmesí se apoderó de las mejillas de ambos entonces desviado sus miradas nerviosos.
-Bien, bien, está bien, además ya no tengo nada que hacer este sábado, mis planes... se cancelaron -Goku dijo riendo con amargura.
-¡Está decidido entonces! Te aseguro que te vas a divertir, soy alguien muy genial, ¿sabes? -ella se adelantó unos pasos quedando en frente del son dedicándole una gran sonrisa.
-Eso parece, no paras de reír Ichika, me pregunto, ¿te estás ocultando acaso? -preguntó Goku tomando desprevenida a la Nakano.
-¿Heh? ¿a...a que te refieres? -fingió ignorancia.
-Haces lo mismo que yo con Yotsuba luego de... eso -él respondió y ella rápidamente entendió a lo que se refería.
Ichika estaba fingiendo descaradamente.
-Pero no soy quien para juzgarte, yo lo hice también, pero me causa cierta duda si esto podría lastimarte a ti alguna vez -Goku mencionó mirando fijamente a Ichika que quedó completamente muda.
Este chico, en unas cuantas horas parecía conocerla mejor que sus propias hermanas.
-Son-kun... -ella entrecerró sus ojos en ese momento no sabiendo qué decir parando de caminar.
Se exaltó levemente cuando sintió la mano del joven posarse sobre su tercia espalda en su espalda, como si la estuviera animando a seguir caminando, de seguir hacia adelante.
-Tal vez esto no solo sea de ayuda para mí, yo podría ayudarte a ti también, no me pareces una mala persona, Ichika -Goku dijo completamente seguro esbozando por primera vez luego de su rechazo una gran sonrisa que dejó atonita a la Nakano- Me caes bien.
Ella bajó su mirada mientras inútilmente intentaba cubrir su sonrojado rostro. Goku había superado por muchísimo sus expectativas.
-Parece que ya llegamos -Ichika mencionó mientras veía el edificio donde vivía.
-Así es, bien, supongo que nos veremos mañana en clases -Goku levantó una mano en despedida.
-A... así es -la muchacha miró entonces como el joven se giraba para irse- ¡Oye! Espera -llamó algo exaltada- ¿Podrías avisarme cuando llegas? -preguntó con una pequeña sonrisa.
-¿Huh? -Goku la miró curioso y tras unos parpadeos habló- No tengo tu número.
-Se soluciona fácil, dame tu teléfono -más que un pedido aquello fue como una orden mientras extendía su mano.
Sin remedio Goku le entregó su aparato telefónico. La muchacha rápidamente se percató del estado del teléfono que demostraba varías grietas en su pantalla y raspaduras en tu tapa trasera.
Tras un suspiro de resignación ella prendió la pantalla del teléfono llevándose una pequeña sorpresa al ver el fondo de pantalla del chico.
-¿Quién es él? -preguntó curiosa la joven a lo que Goku simplemente suspiró.
-Mi hermano pequeño, Ryu -respondió con simpleza y no debía ser una adivina para saberlo, ambos se parecían bastante y en la foto aparecían sonriendo casi iguales.
Su cabello era igualmente negro como el de Goku, pero no tenía esa extraña forma tan peculiar del mayor, el de él era lacio aunque también algo salvaje y largo, sus ojos también eran también distintos demostrando un brillante color amarillo en ellos.
-Parece que se llevan bien -la Nakano hablo con cierto tono de ternura- Me gustaría conocerlo -ella habló mientras comenzaba a guardar su numero en el teléfono de Goku- Así queda.
"Ichika, la mejor quintilliza"
Bueno, tenía una buena autoestima, esa era una buena señal o eso pensó Goku al ver como se había agendado.
-Algun día quizás -Goku dijo guardando su teléfono aún con una gota de sudor en su nuca.
-Seria bueno, es muy tierno -ella reía y nuevamente Goku se giró dispuesto a marcharse.
-Nos vemos -se despidió por última vez ignorando el hecho de que la muchacha se quedó viendo su espalda mientras se perdía rápidamente a la lejanía.
_______________
Tranquilamente abrió la puerta de su departamento.
-Estoy en casa -habló intentando infundir alegría en sus palabras.
-¡Nii-chan! -una voz infantil chilló con mucha felicidad y casi al instante fue tacleado por una pequeña persona.
-Ryu, ¿me estabas esperando? -preguntó el Son sonriente mientras posaba su mano en la pequeña cabeza de su hermano.
-¡Sí! Te tardaste mucho nii-chan -el infante soltó una pequeña queja, Goku podría jurar que sus mejillas se inflaron.
Los ojos dorados ojos del niño lo miraron en reproche.
-E...eh, es que estaba ocupado, Hirano y yo fuimos a ver una competencia -él intentó excusarse con su hermanito pequeño.
-Ya veo, pero a mí me hubiera gustado ir -el niño volvió a decir a lo que Goku se percató de su error.
-Ya no creo que vuelva a ir a una de esas cosas -comenzó a decir lleno de ironía y burla mientras las palabras de cierta muchacha resonaban en su cabeza- Pero hay alguien que quiere conocerte -dijo buscando distraer la atención de su hermano.
-¿Quién? ¿es un amigo divertido como Hirano-san? -preguntó el pequeño mientras terminaba el abrazo.
El pequeño Ryu vestía unos shorts negros cortos, camiseta negra con un gran dragón verde estilo oriental el cual iba desde la base de la prenda pasando por la espalda y cuello terminando hacia el hombro derecho.
Fácilmente el pequeño podría tener unos 10 años más o menos.
-Mamá aún no ha llegado, pero me dijo que pida pizza para la cena -el pequeño habló mientras se adentraba a la sala del departamento.
El lugar no era muy grande ni tampoco muy pequeño. Contaba con una pequeña sala con balcón pequeño, dos habitaciones, una donde dormían los hermanos Son y otra donde habitaba su madre.
-Ya veo, seguro hoy también llegará tarde -murmuró el joven un tanto más serio sacándose los calzados y dejando su mochila sobre una pequeña mesa de madera.
-¿Pizza o quieres que cocine alguna otra cosa? -preguntó el mayor sonriéndole a su hermanito quien se emocionó por la pregunta.
-¡Curry, curry, curry! -exclamó el pequeño con unos saltos animados- Podemos cocinar juntos, te puedo ayudar nii-chan -el pequeño dijo con ánimos.
-Te dije que cuando cumplas 12 te enseñaría -Goku negó con su cabeza pero notó que su hermanito tendría quejas por lo que se adelantó- Pero te dejaré echar las verduras al agua, ¿está bien? -dijo mientras caminaba hasta la puerta de su dormitorio.
-¡Apurate nii-chan! -exclamó el azabache menor mientras corría de aquí para alla en forma chibi.
-No te lastimes Ryu -pidió con preocupación antes de cerrar la puerta.
Algunos minutos después salió con una ropa mucho más floja.
Una camiseta azul y pantalones naranjas sin ningún calzado.
Era hora de cumplir con su mayor responsabilidad, cuidar de su hermanito menor. Se dirigió a la cocina y comenzó a cocinar.
Sacó las verduras del refrigerador, las enjuagó y las comenzó a picar mientras su hermano lo observaba atento.
Esta era la rutina de siempre, su madre no podía cumplir en este aspecto de una familia convencional y él tuvo que solventarlo.
¿Su padre? No lo sabía en realidad, apenas lo recordaba y las pocas veces que intentó hablar con su madre sobre el asunto ella evitaba el tema y su expresión cambiaba a una de dolor, supo entonces que nada bueno venía con la respuesta que deseaba.
Ella no era una mala mujer, se desvivía por ellos dos al punto de tomar horas extras en un trabajo de porquería que apenas alcanzaba el sueldo mínimo de Japón.
Había notado como ella parecía estar cada vez más cansada, le preocupaba que algún dia alguna enfermedad la tumbe, pero no podía hacer nada.
Le insistió e insistió tantas veces para poder buscar un trabajo, pero ella era orgullosa hasta la médula. No aceptaba, siempre salía con la excusa de que debía cuidar a su hermano menor y que solo esa era su responsabilidad.
El agarre sobre el mango del cuchillo se hizo más fuerte al recordar esa expresión en el rostro de la mujer.
"Goku... tú realmente eres un buen hijo y hermano. Estoy orgullosa de ti"
El solo recordar su expresión amable y cariñosa lo frustraba en demasía.
Se sentía tan inútil, tan incompetente.
"¡Tch!"
-¿Pasa algo nii-chan? -preguntó el menor mirando confuso como su hermano casi rompe la madera de cortar.
-E...eh, n...no, no pasa nada je... jejeje -respondió con nervios el mayor.
Casi perdía el control, estaba sobrecargado emocionalmente. Con cansancio pasó su mano por si frente inhalando algo de aire y posteriormente exhalar.
Su balanza de comodidad peligraba, normalmente la Academia era un lugar para despejarse, aunque suene cruel se sentía más alegre allí con sus amigos, con Hirano, con... Yotsuba.
Pero ¿cómo sería ahora? No era crédulo, sabía que las cosas no serían como antes, no podría ser porque él mismo aceptó sus sentimientos y se los transmitió para finalmente ser rechazado.
Yotsuba, la conocía, ella fungirá que no pasa nada, intentará actuar normal para no hacer que se sienta mal, pero ya era tarde.
-"Si tan solo no lo hubiera hecho" -se reprochó, hubiera preferido seguir como siempre, como amigos viviendo en la ignorancia y desconocimiento de saber si ella aceptaría o no sus sentimientos.
El amor era una mierda y por fin lo supo. Quería meterse en su habitación y cerrar la puerta, poner música y hundirse en sus pensamientos.
Oh rayos, era un total sentimental, pero al menos no era cobarde y eso lo consoló aunque sea un poco.
El agua comenzó a hervir dando la señal al menor de los Son.
-¡Es hora! -exclamó el pequeño mientras comenzaba a echar las verduras al agua.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Goku al ver la emoción de su hermanito, aquello le aliviaba un poco.
-Bien, bien. Ya está, ahora ve a terminar tus tareas -pidió Goku mientras sujetaba de las axilas a su hermano y lo bajaba de la butaca donde estaba parado.
-Pero ya terminé nii-chan, en clase mientras la maestra explicaba -el respondió levantando una ceja poniendo nervioso al mayor.
Algunas veces olvidaba que contrario a él, su hermanito era muy, muy inteligente. La maestra de su hermano en varias ocasiones le habían mencionado que su hermanito absorbía información como si fuera una esponja, algo completamente anormal y que lo alejaba bastante de sus demás compañeros.
En palabras de la maestra Ryu era un genio total.
-Entonces ve a ver alguna película mientras preparo el arroz, voy en un rato -pidió nervioso y aquello pareció gustar al menor.
-¡Sí! -exclamó el pequeño comenzando a correr hacia el televisor.
"Coff, coff"
Ryu tosió y eso cambió por completo la expresión de Goku quien lo miró más serio.
-Ryu... no te agites demasiado, lo sabes -el pidió a lo que el menor bajó su mirada triste.
-S...sí, lo lamento -se disculpó aunque no era su culpa.
"Sigh"
-No hay razón para disculparse, solo ten más cuidado, ¿sí? -pidió con un tono y expresión más amable.
A lo que el pequeño sonrió un poco y asintió mientras encendía su tv.
-Bien -el muchacho siguió con lo suyo, lavó el arroz para sacarle el almidón y posteriormente lo puso en otra olla con agua para que comenzara su ebullición.
El caldo o salsa del curri lo dejó a fuego lento para que la papa se derrita dejando que su esencia se mezcle con el jugo y le de mejor cremosidad y sabor.
-Así lo vi en Youtube -se dijo a sí mismo el Son mientras tapaba ambas ollas y se enjuagaba la mano para ir junto a su hermano quien se sentaba en su sofá marrón con detalles grises que parecía algo viejo, ese era el último recuerdo de su abuelito.
Sus ojos entonces se posaron en una foto en la pared y sonrió algo revitalizado.
-¿Qué elegiste? -preguntó Goku curioso mientras se sentaba al lado de su hermano.
-Karate Kid -respondió el chico con naturalidad.
-¿Otra vez? Es la cuarta vez este mes -se quejó Goku suspirando y dejando caer su espalda por el respaldo del sofá.
-Es que Miyagi-sensei me recuerda un poco al abuelito Gohan -respondió el pequeño sonriendo con nostalgia.
-"Me lo esperaba" -pensó Goku algo triste- La verdad que sí se parecen y eso que tú no llegaste a entrenar con el abuelito -Goku dijo intentando alegrar a su hermano- La verdad que pegaba fuerte, me dio varias palizas.
-¿Te dio una paliza nii-chan? Pe...pero si tú eres el más fuerte que conozco -habló con total asombro el niño mientras sus ojos dorados mostraban estrellas- No recuerdo mucho de él, pero me parecía muy amable -dijo pensativo el pequeño.
-Sí, lo era, recuerdo que solo él lograba que no llores cuando eras un recién nacido -explicó el Son mayor con nostalgia.
-Nii-chan, yo... ¡yo también quiero aprender artes marciales como tú! Enseñame como el abuelito lo hizo contigo -pidió o más bien rogó el Son menor mientras sujetaba de su ropa a su hermano.
Goku de inmediato arrugó su expresión desviando su mirada.
-Es... es mejor cuando crezcas -el intentó sonreír.
Pero ya era tarde.
-Entiendo, n... no te preocupes nii-chan, lo entiendo -el pequeño sonrió falsamente y eso partió el corazón de Goku.
Se quedó mudo, su hermanito era muy maduro para su edad. Sometió sus ideas infantiles por una aceptación madura de la realidad, la cruel realidad de que su cuerpo no le permitía hacer lo que su hermano mayor hacia.
Entonces una idea se le cruzó por la cabeza.
-Sabes, hay alguien que quiere conocerte -habló llamando la atención de Ryu quien prestó atención- Es una persona muy divertida.
-¿En serio? ¿Quién? -preguntó con emoción el pequeño.
Jamás imaginaría que la simple decisión de hablar sobre esa chica con su hermanito algún día le causaría bastantes dolores de cabeza.
--Fin del capítulo--
Segundo capítulo en un día pa, ¿quién es este escritor tan activo? Yo no sé, Mtx se fue de sabático cariño xD.
En fin, espero que hayan disfrutado del fic, ¿qué les pareció? Dejen sus comentarios que responderé, es bastante entretenido.
Esto de hacer sufrir a Goku poco a poco se apodera de mi we, influencia del Destroit10K y Killedfics uwu. Veremos que cosas sads le podemos hacer a este😈.
Nah, veremos que onda. Dejen sus votos y ya, gracias por el apoyo del primer capítulo, sinceramente me sorprendió el recibimiento, gracias.
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