Verdad bajo presión

Chara se mantenía recostada en su enorme cama descalza, se sentía tan triste y agotada que deseaba enserio que el día terminara.



Sans la miraba sentado en el borde de la cama, no se habían dicho ni una sola palabra desde hace varios minutos, dejando el aire un tenso silencio incomodo.






-vas arrugar tu vestido de princesa- trató de romper la incomodidad sans.






Pero ella ni se inmuto en decir una palabra, se sentía tan vacía en ese mismo momento que ni siquiera le interesaba ver quien estaba metido en su habitación. Sans suspiro.






-¿te quedaras callada hasta dormirte?-



-... ¿que es lo que quieres?..- hablo por fin después de unos segundos a lo que la sonrisa de sans se elevo.



-ah nada en especial, solo quería hacer de acosador y acércame al cuarto de una niña pequeña-



-deja de joder... ¿que rayos quieres?...-



-oye, tu cuarto es enorme... ¿en serio necesitas este espacio para ti sola? ... recuerdo cuando vivíamos abajo... nuestra pequeña casa tenia la misma amplitud que todo esto-



-sans... -



-¿y tienes un segundo piso para también aquí dentro?-



-es mi sala de estudio... a mi hermana no le gusta que tontee en la habitación así que mando a construir un segundo piso en mi alcoba donde pueda estudiar... esta bien, el techo es muy alto-



-demonios, y yo junto con mi hermano debemos de compartir el baño, pero tu tienes uno para ti sola-



-¿vas a estar criticando mi lugar? o ¿me dirás como rayos entraste y como acertaste que esta era mi habitación?-



-no lo hice... me perdí... estaba esperando en el auto como asriel me lo pidió... pero me aburrí y decidí entrar... tu patio principal es muy grande, me canse de caminar, así que me transporte dentro... pero había muchos pasillos y escaleras...-



-¿y entraste a mi habitación así como así?-



-no se si fue coincidencia o destino... pero decidí entrar aquí ya que era el único lugar donde la mesa si tenía golosinas y postres cremosos... por cierto... lindo juego de té-



-¿estuviste abriendo cada puerta que te encontraste? ¿que tal si uno de mis sirvientes se daba cuenta de ti? - se levanto sobre sus codos para mirarlo molesta.



-ya te lo dije... me perdí... no tuve opción-



-ash... eres increíble- suspiro alterada mientras se dejaba caer. -ya lárgate de una vez, son tres pisos hacía abajo, ve todo derecho hasta terminar el pasillo, doblas a la izquierda y luego a la derecha, llegaras a un doble pasillo, toma la izquierda y al final doblas al pasillo derecho, veras una puerta de plata de doble entrada, abre y sal por el pasillo todo derecho hasta dar con la entrada principal-



-..... ehhhh.... ¿podrías... repetirme de nuevo.... todo eso?-



-¡¡ay por el amor de-- ash!! hay un maldito mapa en la pared de cada pasillo para los sirvientes novatos ¡¡ahora lárgate!!-



-ok, gracias por ese tan entendible tour... pero creí que tu y yo podríamos hablar... -



-tu y yo no tenemo-- -



-¿piensas que me iré así sin mas?- comentó serio en lo que chara solo suspiro.



-¿que es lo que quieres saber?-



-todo... ¿puedes empezar desde el principio?.... ¿quien eres? ¿porque hiciste lo que hiciste? ¿como pudiste revivir?-



-eso... es mucho... y no creo que estés para oír un cuento de hadas eterno sans-



-tengo todo el tiempo del mundo-



-pero yo no... por si no te has dado cuenta idiota... yo tengo visitas... y debo ir con mis hermanos como buena anfitriona para no quedar mal o mimi y jason se molestarían... como puedes observar... dos idiotas vinieron a fastidiarme el día y al parecer un tercero me lo jodió mas... tenía planes ¿sabes?-



-... auch... solo dí la idea para conocerte mejor-



-vete al demonio imbécil... no puedo creer que se les diera por involucrar a mi familia para acercarse a mi-



-.... tu no querías que nos acercáramos directamente a ti... no nos quedo de otra-



-y no tendría por que hacerlo... no se cuantas veces debo pedir que me dejen en paz- comento molesta le arrojaba un almohadón de plumas.






Sans sujeto ese almohadón antes de que llegara a su cara, la miro unos segundos y dejo escapar un fuerte suspiro.






-tienes razón... al igual que asriel... mi impulso de venganza solo me esta cegando... yo no soy así... lo siento... no debí meterme de esa forma en tu vida... pero... solo quiero estar seguro de que... mi hermano estará bien... al igual que mi familia y amigos-



-... todos ellos estarán bien... si no es así... no será mi culpa... guarda cuidado-






Sans suspiro aliviado, aunque no podía confiar de todo en chara, el saber que no le interesaba lastimar a nadie, le quitaba un peso de encima.




El silencio volvio a reinar, ninguno se miraba, chara no se había levantado de la cama y sans se mantenía cómodo sentado a los pies de esta.



Chara volteo la mirada hacía él unos segundos mas y la aparto de nuevo, no le quiso pedir que se fuera de nuevo, ya era bastante obvio que lo haría.



El esqueleto supuso que ya era mejor irse, no tenía nada mas que hacer, la observo unos segundos mas, se veía tan vulnerable, como todo una niña indefensa, sobre todo con vestido. 



Nunca pensó verla vestida como una princesa de cuento de hadas, le parecía gracioso y adorable a la vez, miro mas hacía abajo, la falda de tul no era muy corta ni muy larga, pero le inquietaba que fuera un poco transparente para ocultar las piernas.



Ahora miraba sus piernas, se veían tan luminosas para ser de piel pálida, era como si brillaran, y se pregunto que tan suaves podían ser.





Chara abrió los ojos sorprendida al sentir el tacto de los dedos de sans acariciando sus pies, pero por alguna razón no dijo nada, el silencio continuaba reinando en el ambiente que ya se había puesto cálido.




Sans contorneo suavemente sus tobillos, se veían tan finos que parecía que se quebrarían, continuo tocando lentamente con sus dedos mas arriba, sus piernas si eran muy suaves, tal como imagino.



Sus muslos se veían muy delineados y regordetes, le daban ganas de apretar y dejar una marca, pero eso solo haría que se molestara, así que solo continuo acariciando esa piel.




Chara cerró los ojos mientras sus manos temblaban, se paró de nuevo sobre sus codos en cuanto sintió que sans jugaba con el tul de su falda.






-no te atrevas... no toques ahí-



-soy curioso cuando se trata de ti... aparte de las fresas... ¿que mas tienes preciosa?- le respondió serio sin detenerse. -oh... corazones... je.. esta bien... es lindo también-






Chara se dejo caer nuevamente con sus ojos cerrados, pero esta vez doblo las rodillas y abrió las piernas al sentir mas a fondo los dedos de sans debajo de su falda.





De pronto el ruido de alguien tocando la puerta les hizo reaccionar a ambos del susto, chara se levanto de la cama apresurada y arreglo su vestido.


Sans paso su mano por su cara algo frustrado.






-¿q-quien es?- pregunto chara.



-pastelito... soy yo... mimi... ¿estas bien?-



-mimi... discúlpame enserio... solo fue un mareo... ya estoy mejor... bajare en unos minutos... arrugue sin querer un poco mi vestido-



-ay linda si quieres podemo-- -



-no, no esta bien... no es nada... bajare en unos minutos, enserio-



-de acuerdo-






En cuanto chara escucho los pasos de su hermana alejándose dejo caer su cabeza hacía la puerta apoyando sus manos.


Sans suspiro y volteo a verla.






-vendré esta noche a verte... me lo contaras todo-



-... ... ...  de acuerdo- comento de mala gana.






Chara se tomo unos segundos antes de levantar la vista y en cuanto volteo, sans ya no estaba.

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