Capítulo 9- Me Encantan tus Manos.
Después de desayunar decidí lavar la loza mientras que él las iba organizando en donde le decía, así conversábamos.
- Que rara es la vida..- digo secándome las manos mientras lo veo arrecostado al marco de la puerta.
- ¿Por qué lo dices?.
- ¿Quién diría que estaríamos así.- digo y él sonríe.
- Quien lo diría.
Ambos salimos de la cocina. Caminé hacia el sofá y él se quedó parado en el mismo lugar observándome.
- ¿Quieres algo?- le pregunto un poco confundida.
- La verdad es que sí. ¿No es mejor estar en la cama?.- dijo y mi rostro se incendió.- No quiero follarte, sólo quiero estar sobre la cama porque es más cómodo.
Reí nerviosa.
- Que creído eres. ¿Quién te dijo que pensé en eso?.
Me acercó con su brazo a su cuerpo y besó mi cabeza con dulzura.
- Anda, eso lo dejamos para después.- dijo con una sonrisa.
- Ya sabía yo quien era el que quería follar.
Entramos a la habitación y enseguida se tiró sobre el colchón. Lo observo.
- Anda ven.- dice dando golpecitos a su lado en el colchón.- No te voy a morder.
- Pero, qué te crees Liam Dernan. No eres el rey del mundo y aquí, en estas cuatro paredes, mando yo.- le dije acostándome a su lado observando el techo como él lo hacía.
- ¿Entonces por qué no lo haces?.
Ambos giramos nuestros rostros y nos observamos muy de cerca. ¿Quiere que mande yo?. Nos observamos un poco. Nos besamos con cuidado y poco a poco fuimos aumentando la velocidad. Esto si es delicioso.
El fuego se adueñó de mí lentamente, creo que él me lo transportaba con cada choque eléctrico que sentía cuando su lengua rozaba la mía. Con sus manos en mis caderas subió mi cuerpo encima del suyo. Nos sonreímos y él se levantó un poco para besar mis labios y hacer desvanecer estos nervios.
Introdujo sus manos debajo de su camiseta negra para agarrar mis senos y masajearlos. Torcí mi cuerpo un poco hacia atrás y con los ojos cerrados disfrutaba de sus manos acariciándome los pechos. Volví a clavar mis labios en los suyos con más furia que antes. Estaba muy deseosa, ya había olvidado como se sentía o ¿esta será la primera vez que lo siento?.
Beso su cuello, su pecho, sus tatuajes, bajo por todo su abdomen y veo que lo disfruta. Regreso de nuevo a él y con sus manos retira por mi cabeza su camiseta arrojándola al suelo y con sus besos vuelve hacer desaparecer esos nervios que sentía cuando me miraba con deseo.
Mi teléfono comienza a gritar y me detengo. Nos observamos un poco y bajo de la cama. Observo el nombre de Lucas en la pantalla y el pánico me domina. ¿Qué estoy haciendo?.
- ¿Es él?.-preguntó.
- Si.
Dije sin observarlo mientras abro mi armario y agarro la enorme camiseta de mí madre. Me la coloqué y agarré el teléfono. Estoy muy nerviosa.
- Lucas..- dije saliendo de mi habitación.
- ¿Ya estás mejor?.
- Oh, si, Oskar fue por mí.- dije masajeando mi frente sentada en el sofá.
- ¿Por qué estabas llorando?.
- No estaba llorando.- le dije y vi a Liam observándome parado cerca de mí.
- ¿Por qué no has ido hoy a la Universidad?.- preguntó mientras yo tenía los ojos clavados en Liam.
- Yo...me he levantado con dolor de cabeza..
Dije evitando su mirada de nuevo.
- En la noche paso a verte...- terminó la llamada sin que me diera cuenta y miro al suelo.
No dijo nada y sentí la puerta cerrarse. Se ha ido. Pero, ¿qué he hecho?. ¿Por qué me estoy comportando así?.
La ciudad ya se la tragó la noche y yo todavía estoy tirada en la cama mirando al cielo sin ningún motivo. ¿Qué he hecho?. ¿Por qué estoy haciendo esto?. ¿Cómo estará Liam?. ¿Por qué se habrá ido?.
- Buenas noches..- dijo mi amigo en la puerta.
- ¿Cómo estás?- le digo sin apartar la vista del techo.
- ¿Cómo estás tú?.
- Bien.- dije y su cuerpo se acostó justo a mi lado imitando mi postura.
- ¿Todo bien con tu enemigo?.
- Creo que todo está mal conmigo.- le dije.- No sé qué hacer con todo esto.
- ¿Ha sucedido algo entre ustedes?.
- El placer de mi primera masturbación.- dije sin más y sentí que soltó un fuerte suspiro.
- ¿No has pensado que a lo mejor te estás enamorando de él?.- dijo y me senté mirándolo. No sé qué responder, ¿y si es eso lo que me pasa?.- ¿No lo has pensado ni una sola vez?.
- No. ¡No!.- dije algo alterada levantándome de la cama.- No puede ser. Eso es imposible, Oskar. Estoy enamorada de Lucas, lo sé. Sólo estoy confundida.- pensé un poco.- ¿Puedo estar confundida?, ¿cierto?.
- Ok, tranquila..- se levantó.- Esto no es una condena. Soy tu amigo, vale. Y sí, tienes todo el derecho de estar confundida. Tienes derecho a tirártelo si quieres. Tienes derecho a disfrutar otras pieles, a enamorarte de otros olores si quieres. Puedes hacer lo que quieras que yo, Oskar Latour, te seguiré adorando.- besó mi frente.- Pero creo que no debes estar enganchada a un hombre porque sea tu primero. No puedes estar a su lado porque tienes miedo a comenzar de nuevo.
- Pero es que yo lo quiero.
- Cariño, ve y equivócate. No tengas miedo hacerlo. Tu sola sabrás si es el error correcto. Sólo tú.- dijo y lo abracé.
- No sé qué haría sin ti.
- Pues nada.- dijo y reímos los dos.- ¿Puedes hacerme ese pollo que tanto me gusta?. Tengo mucha hambre.
- Esta bien.
Lo adoro.
Una noche entre amigos que me hizo calmarme un poco, aunque estaba pendiente a todos los sonidos de mí teléfono, pero nada. Más bien me acosté temprano para la Universidad, ya que hoy me ha pesado tanto despertarme.
Enciendo la cafetera, he dejado a Oskar durmiendo en mi cama por lo que he de ir al baño a bañarme. Salí con mi conjunto de jeans altos y desgastados en la rodilla, una camiseta roja con un pequeño nudo enfrente y unas Vans de cuadritos blanco con rojo.
- ¡Wao, que belleza!.- dijo mi amigo con una taza de café en la mano con sus mini shorts.- ¿A dónde vamos?.
- A la Universidad. Hace días que no vas.- le regañé y tomé la taza de café que me brindaba.- Esa mujer te tiene muy distraído.
- Un poco.
- Hoy llega el profesor sustituto de Literatura.
- He escuchado que es igual de mayor que el señor Colson.
- No lo creo.- dije y miré mi reloj.- Vamos Oskar, ya es tarde.
Al final salimos tarde ya que se tardó mucho en vestirse y el tráfico nos retuvo aún más. Llegamos y con cuidado entramos para que no se percatara ya que estaba despaldas el nuevo profesor.
- Este es mi nombre.- dijo el nuevo profesor terminando de escribir.
Yo conozco esa voz, dije a mis adentros cuando sacaba de mi bolsa un cuaderno y un lapicero.
- Liam Dernan.- susurró Oskar.
- ¿Qué has dicho?.- le susurré mientras agarraba mi teléfono en el fondo de la bolsa.
- Es el nombre del nuevo maestro.
¡No puede ser!. ¿Qué hace él aquí?. Con una sonrisa exponía y hablaba de algo que no podía oír porque me he quedado sin sentidos.
- Hey, alumnos. ¿Pueden ponerse de pie y presentaros?.- dijo Liam con una malvada sonrisa y eso hizo Oskar.
- Me llamo Oskar Latour.
Yo lo seguía observando. No me lo puedo creer.
- Muy bien, Oskar. Un placer conocerte. ¿Y tú amiga?.
- Me llamo..- todo del nerviosismo dominaba en mí ya que todos me estaban observando.- Stella Anderson.
- Muy bien Stella.- dijo y me senté.- Hoy haremos un juego para conocernos mejor, la respuesta de una simple pregunta. ¿Qué es lo más importante que están viviendo en este momento?.
Todos comenzaron hablar. No quiero que llegue mi turno, por favor. Oskar está muy pendiente de lo que todos respondían mientras yo estoy en la nada. ¿Qué es lo más importante que me está sucediendo en este momento?. ¿Él?. ¿Será él?.
- Stella Anderson.- dijo Liam y lo observé un poco asombrada.
- Diga.
Que tonta soy.
- ¿Puede compartir lo que escribe con todos nosotros?.
- Oh, no es nada sólo estaba un poco distraída.- le dije cerrando el cuaderno ya que Oskar y las personas de enfrente están con los ojos puestos en él. No quiero que vean que he escrito sin querer el nombre de Liam.
- Entonces, ¿podría usted responder la pregunta?.
Lo observé un poco. ¡Oh por dios!¡Dónde me he metido!.
- ¿Qué es lo más importante que estás viviendo en este momento, Stella?.
La pregunta dirigida hacia mí. Con la atención de todos y sus ojos comiéndome viva.
- Yo..- quise decir.- Nada.- solté.
No puedo enredarme más. No puedo seguir confundiéndome. Ahora que es mi maestro se complica todo.
- Mi vida está bien y tranquila.
- ¿Tienes novio?- preguntó.
- Si.
- Espero que estés bien con tu pareja, ya sabes de lo que te hablo..- dijo y todos rieron.- ¿Por qué, si tienes sexo gratis todos los días dices que no tienes nada importante?.- dijo y todos rieron. Pero, ¿qué le pasa?.- Al final, no es el sexo lo más importante que tenemos. No podemos vivir sin el.
Todos volvieron a celebrar lo dicho por él. Quiero ahorcarlo. Oskar me observa algo risueño.
- Que buen amigo estás siendo ahora.- le susurro tomando mi bolsa y saliendo de la clase.
La puerta ha hecho un ruido escandaloso cuando salí así que de seguro que todos saben que me he enfadado.
Salgo de la Universidad y me dirijo al auto, agarro el paquete de cigarrillos que tengo escondido entre los asientos de atrás, ya que Oskar no le gusta que fume mucho. Me enciendo uno y descargo toda mi ira en el. ¿Por qué esto me tiene que suceder a mí?. ¿Por qué él me hace tanto daño?. ¿Por qué me hace daño lo que me dice?. ¿Por qué le estoy dando tanta importancia?. ¿Por qué todo lo que sucedió entre nosotros está pasando por mi cabeza constantemente?.
Mi teléfono grita y lo recojo del fondo de mí bolsa.
Oskar: ¿Dónde estás?. Ya se ha terminado la conferencia. Por favor, no te enfades conmigo.
Termino con mi cigarrillo y entro a la Universidad, quiero buscar a mi amigo. Paso entre las personas y casi estoy cerca de él.
- Stella..- me llama una voz tranquila a mis espaldas.
- Hola, profesor Colson.- digo al voltearme y lo abrazo.- ¿Qué hace usted por aquí?.
- Vengo arreglar unos asuntos. ¿Puedes acompañarme un momento?.
- Oh, claro. Quiero aprovechar a mi maestro favorito.- le dije con una sonrisa.
Caminamos y por esta vez estoy preocupada por él. Esta callado y un poco preocupado, algo lo está atormentando. Abre la puerta hacia su oficina y él toma asiento detrás de su escritorio, yo enfrente de él.
- Estoy muy preocupado con el nuevo profesor, pero con él puedo controlar todo desde casa.
¿Cómo es que conoce a alguien tan estúpido como Liam Dernan?.
- Me estabas llaman..- dijo Liam al abrir la puerta y detenerse al verme. Volteé mi cabeza de nuevo hacia Colson.- Vuelvo más tarde.
- No, toma asiento. Quiero hablar con los dos.- dijo Colson y eso hizo. Sentarse justo a mi lado.
- Liam, ella es mi mejor alumna, Stella Anderson.- dijo Colson. Siento su mirada con maldad pero la ignoro.- Stella, él es..
- Si, ya nos conocemos.- dijo y lo observé con los ojos bien abiertos. No puede decir nada.
- Si, ya lo he conocido en la clase de hoy.
- Eso es muy bueno. ¿Y qué te ha parecido?- preguntó Colson.
Es hora de vengarme.
- Sólo tengo una pregunta: ¿No pudo usted encontrar otro sustituto menos idiota?.- dije y Colson sonrió un poco pero Liam estaba con el rostro de asombro observándome.- Es que, creo que no tiene lo que hace falta tener para estar aquí. Sólo es eso.
- ¿Y qué es lo que hay que tener?.
Preguntó Liam con el rostro inundado de maldad.
- No sé, talvez más madurez. Es que parece y se comporta como uno de nosotros, incluso más inmaduro.
Trataba de esconder mi sonrisa todo lo posible. No se puede arruinar este momento tan dulce llamado venganza.
- Ok, tu puedes enseñarme a ser un buen profesor de Literatura. Ya que sabes tanto.
Lo observé mientras me sentía triunfadora.
- Puede ser.
- Me encantaría estar en sus manos, Stella.- dijo con doble sentido y le dirigí una mirada fulminante.
- Me parece bien. Así se quedará entonces.- me quedo muy asombrada, no puede ser que Colson esté aceptando esta mierda.- Stella corrige los errores que tiene Liam como profesor y Liam te ayuda con tus escritos.
- ¿Escribes?.- preguntó Liam con ojos abiertos.
Al parecer le asombra que Colson sepa que escribo.
- Si, sólo un poco.
- Ahora me siento mucho más tranquilo.- dijo el profesor.
- Eso es muy bueno, pero ya debo irme.
- Oh, si, debes tener muchas clases.- dijo Colson poniéndose de pie al mismo tiempo que yo y Liam.
- Fue un placer conocerte Stella.- dijo Liam con una sonrisa y ofreciéndome la mano en modo de saludo.
Observo a Colson, no tengo más remedio que agradecer su saludo.
- El gusto es todo mío.- digo cuando siento que sus dedos juegan con los míos al separarse.
Él es el demonio que excita a mis células.
Salgo de allí. Hoy será un día un poco estresante.
El dolor de cabeza y la preocupación que siento no se desaparece en todo el puto día. Salgo de la Universidad a la hora correcta, Oskar me está esperando en el auto y quiero ir ya a casa. De camino al auto veo a Lucas sobre el capó de un auto con una chica sentada sobre sus piernas y con sus amigos alrededor tomando cerveza. Esto es lo último que quería ver en el día.
Me acercó enfadada y la música a todo volumen me recibió.
- Lucas, ¿puedes venir?- le digo y la música comienza a bajar.
- ¿Qué dices?.
- Tengo que hablar contigo.
- En serio Stella, ya vete a casa. Nos veremos después. Estoy ocupado.- dijo besándole la oreja a la rubia que lleva encima.
La música volvió a subir y no quice insistir. Decidí irme pero veo a Liam al lado de su auto muy cerca de donde estaba Lucas donde me observaba con el rostro algo enfadado. Lo fulminé con la mirada y apresuré el paso hacia el auto de Oskar.
Hoy para nada es un buen día. Odio mi vida.
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