Capítulo 4- Sólo quiero escucharte.


Grité desesperada. Que facilidad tiene para hacerme enfadar. Desearía ahorcarlo o golpearlo. A veces tengo ganas de follármelo y dejarlo tirado, corrección tengo novio. Lo olvidaba.

Me adentro en mi habitación y busco en el último cajón mi paquete de cigarrillos. Necesito relajarme.

Que bien se siente. Dejo que mis pensamientos se desaparezcan poco a poco con el humo mientras estoy sentada en el sofá. Todavía estoy vestida únicamente con la toalla y le doy gracias a Dios porque no me dejó en ridículo delante de Liam.

Termino con mi cigarro y me coloco el pijama. Acomodando mi cama para más tarde dormirme tranquila escucho golpes en la puerta.

¡Quiero estar tranquila!.

Camino algo furiosa hacia ella y sin preguntar abro la puerta. Lucas me observa algo triste y lo miro con algo de asombro.

¿Qué hace él aquí?. ¿Se habrán puesto de acuerdo para fastidiarme el día?.

- ¿Podemos hablar?.- me dice y lo dejo entrar.

Que más da. Tengo el cuerpo inundado de calor. Cierro la puerta y lo observo. Siento cosquillas por todo mi clítoris y deseo follármelo.

- Yo sólo quiero..- quiso decir.

Me acerqué muy rápido a su cuerpo, besé sus labios con desesperación y guiándolo al sofá lo desnudé. Al instante con sus manos me desnuda y lo detuve para ir a buscar un condón en mi habitación.

Mientras buscaba en el cajón siento sus pasos detrás de mi por lo que cuando me volteo con el condón en la mano lo veo de pié arrecostado al marco de la puerta. Se acercó a mi con una sonrisa y yo también me acerqué a él. Le coloqué el condón con cuidado, nos quedamos observado y su rostro sonreía, no sé que le causa tanta gracia pero yo estoy muy deseosa.

Me sorprende un poco cuando sus manos me empujan sobre la cama y su cuerpo cae sobre el mío. Intentando bruscamente penetrarme lo detengo un poco.

- ¿Por qué no lo hacemos de otra manera?.- le suelto jugando con un mechón de su cabello.

- Anda Stella, así siempre lo hacemos.- dijo ignorándome y la introdujo dentro de mi.

Vaya, no me quejo pero siempre es lo mismo y hasta ahora sólo me he conformado con eso. Me quedo quieta como a él le gusta y termina de venirse poco después.

Sin ningún tipo de gesto cariñoso sale de mi dejándose caer a mi lado sobre el colchón. Su respiración está agitada mientras yo contemplo el cielo de la habitación haciéndome la misma pregunta: ¿QUÉ ME PASA?.

- Oye cariño.- lo escucho.- ¿Puedo dormir contigo hoy?.

Me sorprende que lo esté pidiendo ya que siempre le tengo que rogar que lo haga y eso fue hace un año. Que se quede me servirá mucho, no quiero que lo que dijo Liam me afecte y arruine nuestra relación.

- Claro.- dije.

- Gracias.- besó mis labios.- Voy por un baño.

- ¿Quieres que vaya contigo?.- le pregunto alegre.

- No amor, ve preparando la cena. Tengo mucha hambre.- dijo y se marchó al baño.

Pongo los ojos en blanco por su falta de cariño y que no soporto que digan lo que tengo que hacer. ¿Esto nunca cambiará?.

En la cocina hago de cenar algo rápido y delicioso para cuando él sale con bóxer del baño.

- ¿Qué haces?.- me preguntó.

- La cena.- le dije.

- No comeré eso.- dijo con desagrado y lo observo.- ¡¿Es que no ves el pollo?!. Cariño, no soy un cerdo para comer esta comida. No te enfades pero mejor ordeno algo.

Se fue de la cocina y quice noquearlo con un golpe en la cabeza. Masajeo mi frente con los dedos brindándome un poco de calma para no agarrarlo en una silla y hacerle comer todo lo que he hecho incluso que beba toda las dos botellas de aceite que tengo guardadas en el estante.

- ¡Vas a querer algo!.- me grita desde la sala de estar.

- ¡No!.- le respondo.

Menudo estúpido.

Salgo de la cocina cuando me quito el delantal y lo encuentro sentado en el sofá observando algo en la TV que ni siquiera miré.

- Voy a darme un baño.- le digo antes de entrar a mi habitación.

Joder, deseo ahora mismo apuñalarlo. Agarro mi otro pijama ya que estoy en ropa interior, mi teléfono, mi paquete de cigarrillos y mi mechero porque hoy será una noche muy larga.

Me encierro en el baño y giro el grifo para que salga el agua, no quiero que me moleste por un buen rato. Bajo la tapa del inodoro y plantando mi trasero encima me cruzo de piernas y enciendo mi primer cigarro.

¡Esto es gloria!.

Mi teléfono grita avisándome que es una notificación.

Asesor: ¿Estás ocupada?. 9:15 pm.

Ignoró el mensaje del cabrón de Liam. Para que coño quiere hablarme, no le bastó con todo lo he dijo cuando vino a molestarme.

Asesor: Estoy aburrido y me dije: ¿Por qué No divertirme un poco?. 9:17 pm.

Yo: Vete a la mierda Liam. No estoy de humor para tus bromas. 9:17 pm.

Asesor: Ya ves, contigo siempre logró lo que quiero. 9:18 pm.

Yo: ¿De qué hablas?. 9:18 pm.

Asesor: Me encanta que me odies. 9:19 pm.

Sonrió como una boba. ¿Cómo es que le gusta que lo odie?.

Asesor: ¿Qué haces?. 9:20 pm.

Yo: ¿Para que queires saber?. Todavía te sigo odiando, Liam Dernan. 9:20 pm.

Río de nuevo y terminó con el cigarrillo.

Asesor: Un poco de paz, por favor. ¿Puedes odiarme un poco menos?. 9:21 pm.

Yo: Esta bien, sólo un poco. 9:21 pm.

Asesor: Con eso me conformo. 9:21 pm.

Yo: Estoy en el baño, específicamente sentada sobre la tapa del inodoro y acabo de fumarme un cigarrillo. 9:22 pm.

Asesor: No necesitaba tantas explicaciones. Si querías que no te imaginarás desnuda lo lograste porque no me diste tiempo. 9:23 pm.

Río agotada a mi teléfono.

Yo: ¿Y tú?. 9:23 pm.

Asesor: Nunca imaginé que tu orgullo te dejará hacer esa pregunta, felicidades. Estoy sobre mi cama y trabajo con mi portátil. Ah, no estoy desnudo. 9:24 pm.

Yo: Que lástima. 9:24 pm.

Esto se me está hiendo de las manos. Mis mejillas están acalorada y me observo en el espejo y las encuentro teñidas de rosado.

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