Capítulo 1- Mi asesor.
Me observé una vez más y rece para que todo me fuera bien. Agarré mi bolsa ya preparada desde anoche y con entusiasmo así de mí apartamento. Me acercó con paso firme al Chevrolet Camaro del 2012 que me prestó mi querido amigo Oskar. Respiro como de costumbre y repaso mentalmente todo lo que tengo que decir cuando este allí.
- Hola, mi nombre es Stella Anderson. Tengo...- detengo me recital ya que escucho a mi teléfono gritar con el nombre de Oskar en la pantalla- ¡Buenos días!- digo primero.
- Ya he llegado a casa. ¿Dónde estás?- me pregunta.
- Ya casi llego..- le dije llevando su auto hacia la derecha luego de que cambiara el semáforo.
- Stella, te dije que tenías que estar temprano, no que tenías que madrugar- me regaña.
- ¿Has visto que hora es?- le pregunto aparcando el auto.- Son las 9:30 am.
- Es muy temprano para mí.- dijo.
- Ya llegué- le dije saliendo del auto con mi bolsa.- Estoy muy nerviosa.
- No te preocupes, eres buena y ellos necesitan a alguien como tú- me dijo.
- ¡Estoy temblando!. Esto es inmenso.- le susurré lo último.
- Relájate, todo saldrá bien...- me dice.
- Eso espero - le dije observando a todas las personas que hay caminado a mi alrededor.
- Stella...- llama mi atención por el teléfono- ¿Me has hecho desayuno?
- Está dentro del microondas- le dije.
- Suerte amiga.- me dijo.
- Gracias-le dije antes de entrar en el ascensor.
El ascensor se tarda exactamente 4 minutos en llegar a mi destino sin detenerse. Agarré la parte trasera de mis jeans y con pequeño tirón hacia arriba los acomodé bien. Me arreglé la camisa color verde opaco que llevaba puesta para que no se vieran mi bralette de encaje negro (favorito) que llevo de bajo.
Salí y me encontré con un gran espacio donde varias personas trabajaban. Alcé la vista y visualicé una oficina, justo allí debo ir. Me acerqué a la mesa de afuera donde una pelirroja me observaba con entusiasmo y regala una sonrisa.
- Buenos días. ¿En qué puedo ayudarla?.- me pregunta.
- Tengo una cita con Ember Keen.- le digo.
- ¿Su nombre?.- preguntó.
- Si, claro..- estoy super que nerviosa.- Stella Anderson.
¿Se me había olvidado mi nombre?. ¡Estoy muy grave!. Sale un mujer muy bonita, con cabello color chocolate con algunas iliminaciones en rubio y muy bien arreglado. Zapatos muy altos. Ropa de oficina. Muy bien arreglada. Esa debe ser la jefa.
Ella se detiene a nuestro lado.
- ¿Ya ha llegado Stella Anderson?.- le pregunta a la pelirroja.
Ambas me observaron y sin más le extiendo la mano a la hermosa mujer.
- Stella Anderson, un placer cono...- no me dejó terminar ya que me está abrazando fuertemente. ¿Pero de dónde me conoce esta mujer?.
- Es un placer conocerte Stella. Ven, entremos..- me invita a pasar a su oficina.
Al entrar me quedo parada en el centro mientras ella cierra la puerta y se coloca detrás de su escritorio. Hace otro gesto incitandome sentarme delante de su escritorio y eso hago.
- Bueno dime, ¿qué tienes para mí?.- pregunta acomodándose en su silla giratoria.
- Bueno, he escrito muchísimo en los tiempos libres que me deja la Universidad y te he traído algo para que puedas ver.- le digo.
- Muy bien. Pero dime, ¿qué te gusta hacer?.- me dice y me confundo. ¿Está pregunta forma parte de la entrevista?. Esta mujer está rara.- Cuéntame de tí.
¡Que más da! Tengo que hacerlo. Quiero este puesto cuando termine la Universidad.
- Vivo en un apartamento con mi mejor amigo, Oskar se llama. Estudio todo lo que tenga que ver con Literatura y con Letras en la Universidad de Michigan, eso ya lo sabes, lo decía en mi currículum.- le digo con una sonrisa.
- Sí, ¿cómo es la relación con tu amigo?.- me pregunta muy alegre.
- Es como mi hermano. Lo quiero, y espero que él también a mí.- le digo.
- No sabes cuanto.- dijo y la observo confundida. ¿Qué sabe ella de Oskar?.- No sabes cuanto me alegro de que estés aquí.- dice nerviosa.
- Yo también. Espero que en unos meses cuando de por terminada la Universidad pueda encontrar trabajo.- le digo.
- Aquí tienes las puertas abiertas para cuando quieras.- me dice con alegría.- Bueno, es muy sencillo, eliges un día a la semana para venir y te asignaré a alguien para que te ayude y te guíe. ¿Está bien?.
- Si, por supuesto.- le dije.
- Que bueno que te haya gustado la idea. Ven, te presentaré a tu asesor.- dice poniéndose de pié.
Yo hice lo mismo y agarré mi bolso de la silla. Seguí el sonido de sus zapatos de tacón hacia una oficina más bien al lado de la de ella. Con dos toques llama a la puerta y en poco tiempo sale la pelirroja arreglandose la blusa blanca. ¡No me percaté de su ausencia en su escritorio! Ember entra sola a la oficina.
- ¡¿Puedes comportarte?!.- escuché a Ember decirle a alguien dentro del lugar. Yo prefiero esperar aquí, no quiero incomodar a nadie.
- No puedo evitarlo.- le responde una voz masculina algo burlona.
Escucho cuchicheos. ¿Qué estarán hablando?. Espero que sea alguien con el que pueda hablar, comprensivo. Suelo ser muy terca con mis cosas.
Observo mis botas tipo combat y anoto en mi agenda mental que tengo que comprar otras. Estas fueron un regalo de mi madre cuando decidí irme de su lado y comenzar la Universidad. Dejarla sola para venir aquí para realizar mi vida fue un poco duro para mí, pero con la compañía de mí amigo Oskar fue algo aceptable. Para él también fue difícil al principio.
Veo sus tacones y alzo la vista, caigo de que tiene los ojos verdes intensos como Oskar y que hace un contraste perfecto con su cabello chocolate. Me invita a pasar y la sigo.
- Él es Liam Dernan, tu asesor.- dice Ember apartandose hacia un lado con una sonrisa para que pueda ver al chico arrecostado a la mesa.
Estaba con las manos cruzadas a la altura del pecho y sus piernas estaban tranquilas en el suelo. Su cabello negro lo llevaba recogido en un moño. Sus cejas negras son intensas y hace que su mirada sea aún más penetrante. Tiene bello encima de su labio superior muy bien arreglado y un poco en el mentón dándole un aspecto muy sexy. Lleva un suéter de tela fina, unos jeans y unas botas combat en negro. Parecía tan frío y distante vestido de negro, su rostro seguía siendo hermoso cada vez que mis ojos coincidían con los suyos. Bajo mi piel deseaba todo mi cuerpo no tener novio.
- Ella es Stella Anderson.- le dice Ember.
- Mucho...- le extendí la mano y él la ignora.
Esto no me está gustando.
- Ya me la has presentado, ¿ahora que debo hacer?. - le dice a ella mientras yo retomará mi mano de regreso.
- Dejar que todo fluya.- dijo ella con una sonrisa vengativa hacia él.- Los dejaré solos para que platiquen..- termina y cierra la puerta antes de salir.
Él ríe y se da pequeños masajes con los dedos en la frente. Camina y toma asiento detrás de su escritorio. Me observa.
- Te diré una cosa, no quiero ver tu rostro una vez por semana aquí, es mejor que dejes todo lo que tienes en ese bolso aquí..- señala el escritorio y voy buscando lo que me pidió.- Escibre tu correo electrónico en este papel..- me señala un trozo de papel y un bolígrafo.- Es sólo para poder enviarte mis sugerencias por email.
¿Pero qué tiene este hombre?. ¿Quién se ha creído?. Stella respira y trata de tranquilizar tus emociones porque este es tu sueño. Hago caso a lo que dice y coloco mis dos archivos encima de su escritorio, luego escribo mi email inclinándome hacia la mesa. Ya no me importa que se vean mis pequeños senos, quiero salir de aquí. Agarra el papel y lo observa.
- Gracias, por ..- quice sacar lo único amable que me queda pero me interrumpió.
- Ya puedes irte.- escucho de sus labios.
- ¿Qué?.- le pregunto algo enfadada y me dirige la mirada.
- Ya puedes irte.- me repite desafiando con la mirada a todo mi cuerpo.
Otra ves trato de calmarme respirando profundo y salgo de allí. ¿Qué le sucede a Ember?. Estoy muy agradecida con ella por darme esta oportunidad pero, ¿por qué me ha tenido que tocar a mi el más soplapollas de este lugar?.
- ¡Stella!.- escucho que me llama. Me volteo y se acerca a mí con paso rápido junto con una sonrisa.- ¿Estás bien?.- me dice y ambas observamos a Liam. Se veía muy atento a lo que hablábamos sentado aún detrás de su escritorio jugando con el papel donde escribí mi correo.
- Bien.- le dije y ambas nos dirigimos al ascensor.
- Se que es un idiota pero, también sé que se entenderán..- la observo algo impresionada por lo que ha dicho. ¿No ha visto nada de lo que ha hecho este capullo?. Obvio que no nos entenderemos nunca.- Él te ayudará mucho, pero no dejes que él tenga el control.- me dice con ja sonrisa y igual le sonrío. Creo que esa puede ser una buena solución.- Ten..- agarro una tarjeta de identificación junto con un pequeño papel amarillo donde estaba el teléfono y él e-mail personal de mí "asesor". Ya comienzo a odiarlo.- No digas que te lo he dado yo.- me susurra.
Digo que si con un movimiento de cabeza. Él ascensor se abre y la observo.
- Puedes venir y llamarme cuando quieras.- me dice y me abraza.
- Gracias por todo.- le digo cuando me suelta.
- No te preocupes, ya verás que si me haces caso todo irá bien.- me dice y entró al ascensor.
Somo levanté la mirada una ves y sus ojos se volvieron a cruzar con los míos. Estaba en el mismo lugar y sentí que todo esto para él era un juego. Que en su interior se esconde la maldad y que conmigo será muy cruel.
Salgo por fin de ese lugar respirando aire puro y limpio al fin. A grandes zancadas me acerco al auto de mi amigo. Dándole al botón del control que llevo en la mano despierta la bestia con motor y me encierro de una puta vez en ella.
- ¡Ah!¡Maldito hijo de la gran puta!¡Ya verás todo lo que te voy hacer cabrón malnacido!.- grito furiosa liberando todos mis sentimientos reprimidos de darle su merecido en es cara tan perfecta que tiene.
Esta es la guerra Liam Dernan. Ya sabrás quien es Stella Anderson. No te lograrás librarte de mí tan rápido. Ti cabeza no podrá olvidarme, te lo aseguro.
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Espero que les guste!!
Espero sus mensajes, ya que con ellos puedo inspirarme mucho más rápido y darles mejores y más rápidos capítulos y contenido!!
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Los quiere a todos,
Alessa!!🤩🤩🤩🤩
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