10

—Ahh, me duele hyung, me duele... Ya no aguanto.

—A mí también me duele mucho... Ahg.

Ambos chicos habían comenzado a quejarse luego de comerse el último pedazo de pastel que tenían en sus respectivos platos.

—Debimos de hacerle caso a Taemin hyung —chilló Jimin, escuchando como su estómago se revolvía.

Yoongi acariciaba su pancita, tratando de apaciguar la llenura que sentía.

—Mire hyung, parezco embarazado —dijo Jimin, alzando un poco su remera negra para que Yoongi viera lo hinchadito que estaba.

—¡Bájate la camisa! —gritó agudamente, viendo la hermosa piel de Jimin.

El omega rió divertido. —No debía de decir eso. Usted debía de haberme enseñado también su pancita.

—No te voy a enseñar mi pancita —Negó avergonzado.

Por supuesto que no. Yoongi no sería capaz de alzarse la remera, puesto que no tenía nada ahí abajo que presumir, solo algo plano y blanco.

—Conmigo no tiene por qué avergonzarse, hyung —le tranquilizó.

El alfa volvió a negar, por más que el lindo omega le dijera eso, él no tenía suficiente valor para hacer algo así. Bueno, tal vez no le importaría hacerlo frente a sus amigos, pero frente a Jimin era una cosa muy diferente.

Podría aguantar las burlas de sus amigos, pero nunca si el omega se llegara a reír de él.

—Vamos hyung, solo deje que le dé una miradita —suplicó, creando una sonrisa ladina en sus labios.

—No. Solo mi omega podrá ver lo que hay abajo.

Yoongi pensó que el omega se ofendería y se enojaría por haber dicho algo así, pero todo lo contrario a lo que él pensó, el omega sólo sonrió más.

—Entonces pídame que sea su omega.

—No... yo...

—Hey, ustedes —gritó alguien, llegando a su lado—. ¿Van a pagar todo lo que comieron?

Taemin alzó una ceja, viendo a los dos chicos hasta con la cara roja de tanto comer. El omega mayor no quería decir nada, pero se notaba en los estómagos hinchados de ambos.

—¿Cuánto te debo, Taemin hyung? —Se aclaró la garganta el alfa mientras agarraba su billetera.

Taemin venía listo para ver las reacciones de los dos chicos cuando les diera la cuenta. En otro momento, los hubiese obligado a parar de comer, pero ese día su único empleado se había enfermado y el no podía con todo, así que quería darle una lección a esos dos por glotones.

—***** wones —sonrió.

Tanto a Jimin como a Yoongi se les bajaron los colores. El dolor de estómago se fue volando al escuchar la cantidad que habían consumido.

Yoongi comenzó a boquear como pez fuera del agua,, mirando su billetera con sorpresa.

Si hubiese sabido que iba a gastar esa cantidad, hubiese traído más dinero. Pero en su mente, pensó que solo comerían dos porciones de pastel y nada más.

Jimin volteó a ver a Yoongi. La expresión de este lo puso más nervioso, puesto que él no había llevado nada de dinero más que para su transporte, ya que jamás pensó que Yoongi le pediría una cita.

—Por sus expresiones, puedo deducir que no van a pagarme, ¿cierto? —Taemin quiso parecer molesto—. Si no es con dinero, yo sé como pueden pagarme.

—¿Cómo?

—Bueno... Mi único empleado no vino ahora, y yo necesito que alguien me ayude a lavar los trastos...

Yoongi miró de reojo a Jimin. El chico imaginaba que el omega se enojaría o se sentiría mal por no seguir con la salida y se molestaría con él. Más Jimin solo está sonriendo como si no pasara nada.

—Con mucho gusto, hyung —le dijo al omega mayor.

En su mente, Jimin brincaba de la alegría por poder pasar más tiempo con su hyung, puesto que si pagaban la cuenta ahora mismo, él tendría que volver a casa porque no creía que Yoongi lo llevase a algún lugar más. En cambio, si se quedaban a ayudarle a Taemin, entonces podrían quedarse un ratito más juntos.

—¿En serio? —preguntó confundido Taemin.

—Sí.

—Entonces vengan conmigo —ordenó, mientras el comenzaba a caminar.

Ambos chicos se vieron por unos segundos.

—¿Estás seguro, Jiminnie? —preguntó con duda—. Sí quieres puedo irte a dejar a casa y yo me encargo de ayudarle a Taemin hyung.

Por supuesto que no. Yoongi no quería que el omega pasara una cita lavando platos. Era demasiado ridículo y vergonzoso.

Jimin sonrió por la preocupación que desbordaban los ojos del alfa.

—¡Le ayudaré! —Exclamó emocionado—. Pero primero, voy a tratar de rebotar hacia la cocina porque no creo poder caminar —dijo con una mueca, tocándose el estómago.

Yoongi rió. Todo rastro de pereza y culpa se le fue al ver al chico tan emocionado por algo que, para él, era lo peor del universo.

Se levantó velozmente, arreglándose un poco la camisa, pues esta se le había levantado un poco al estarse estirando en el asiento.

Llegó hasta Jimin, y con una sonrisa le dio la espalda.

—Que lindo trasero tiene, hyung.

El omega en lugar de captar lo que Yoongi le había dado querer a entender, dirigió su vista desde la ancha espalda del alfa hasta llegar al pequeño trasero redondo de este.

—Pero yo tengo más —siguió diciendo.

El alfa rápidamente se dio la vuelta para mira a Jimin con vergüenza. El no se había dado la vuelta con la intención de que el pequeño le viera el trasero, lo único que quería era cargarlo en su espalda.

—Deja de mirarme de esa forma y sube a mi espalda —Ordenó agudamente.

Jimin rió bajito. —¿Seguro?, ¿No teme que lo quiebre?

—Jimin, solo sube —Se dio la vuelta de nuevo mientras bufaba.

—Pero la vista desde aquí está perfecta —quiso seguir molestando al mayor.

—Última oportunidad, Park Jimin, o te subes o te vas rebotando.

—Pero antes, ¿Puedo tocarle el trasero?

—Tres, dos...

El omega se levantó lo más rápido que pudo. No quería perder la oportunidad de ser cargado por un Yoongi con una sonrisa, así que no molesto más, y de un salto se subió a la espalda del mayor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top