04
Todos los ojos estaban posados en el pequeño cuerpo que se movía tranquilamente por los pasillos de la universidad, unos sorprendidos, otros divertidos y muy pocos con molestia. No era sorpresa el que ese chico apareciera disfrazado de esa manera. Casi todos estaban acostumbrados a la personalidad tan... "especial" de Park Jimin. Muchos pensaban -sobretodo los omegas-, que Jimin necesitaba urgentemente hacer una visita al psicólogo, debido a que el pequeño omega parecía estar siempre en otra realidad; sin embargo, los alfas lo consideraban algo muy tierno al ser la definición de omega perfecto; Dulce, atento, y hermoso.
Sintió todas las miradas encima de él, pero no le importó en absoluto, al contrario, comenzó a dar a sonreir y caminar como si fuese la persona más segura del mundo.
El chico amaba obtener atención.
Siguió su recorrido en busca de una persona en espeficico: Su amado Min Yoongi. Jimin necesitaba encontrar al alfa para mostrarle su vestuario y decirle que se había disfrazado así exclusivamente para él.
Después del pequeño incidente en la cafetería el día de ayer, el alfa había salido huyendo luego de que Jimin le pidiera un beso, y aunque el omega se quedó un poco desilusionado, no bajó la cabeza y tampoco se dio por vencido.
Pasaron alrededor de dos minutos antes de que Jimin por fin encontrará al mayor. Yoongi estaba ahí, recostado en su casillero mientras hablaba con su mejor amigo: Namjoon.
Namjoon era un chico muy alto, un poco fornido, cabello morado, ojos café, una sonrisa hermosa y hoyuelos asesinos. El chico era muy guapo.
-No es más guapo que tú, Jiminnie -se dijo a sí mismo, haciendo puños sus manos y frunciendo el ceño.
Casi se vuelve loco cuando vio que en el rostro de Yoongi se formaba una sonrisa hermosa que mostraba sus adorables y rosadas encías.
Los celos comenzaron a florecer en el interior de Jimin, ese omega siempre estaba pegado a Yoongi, y eso le molestaba demasiado, tanto que comenzó a soltar pequeños gruñidos mientras se acercaba a paso lento, como si estuviera a punto de cazar a su presa.
Namjoon, quien le estaba platicando a Yoongi sobre el chico que había conocido la semana pasada, alzó un poco su nariz cuando sintió un pequeño olor algo agrio pero a la misma vez dulce en el aire. Eso sólo significaba molestia o celos de parte de un omega, por lo que confundido, giró un poco su cabeza para mirar hacia el frente, encontrándose con algo -o alguien- muy tierno para sus ojos. Soltó una pequeña risita, la cuál, hizo que sus dos hermosos hoyuelos salieran a relucir. Salió corriendo hacia la figura que había visto, y chilló fuerte, haciendo que Yoongi se asustara y volteara su cuerpo hacia donde corría su amigo.
-Pero que cosita más tierna -chilló agudamente cuando llegó hasta el peli-rosa.
El chico comenzó a apretar las mejillas de Jimin, mientras este último abría sus ojos sorprendido ante la acción del omega. Según sus fuentes informativas, Kim Namjoon, era un omega serio y amargado, pero ese chico que estaba apretándole las mejillas mientras le decía cuán tierno era, parecía de todo, menos alguien amargado.
-Yoonnie, ven a tocar sus mejillas -llamó al alfa, sin dejar de tocar a Jimin-. Son tan tiernas y suaves.
El peli-rosa sonrió complacido ante las palabras del omega. Los celos que había sentido antes se esfumaron en el mismo instante en el que ese omega habia llamado a Yoongi para que lo tocase.
-Sí Yoongi hyung, venga a tocar mis mejillas -sonrió dulcemente.
Namjoon soltó otro chillido más agudo que el anterior. El omega parecía como si estuviese frente a un bebé, y este último acabase de decir su primera palabra.
El peli-morado, estrujó ambos cachetes de Jimin, haciendo que este último creará la tan famosa "cara de pez".
-Namjoon, por favor, compórtate -regañó el alfa acercándose a ambos.
Yoongi estaba sintiendo vergüenza ajena ahora mismo. Su amigo estaba gritando muy fuerte y todos en el pasillo se habían quedado viendo la escena. Aunque algo que lo dejó confundido fue el hecho de que la mayoría tenía miradas y sonrisas tiernas. Pero era porque aún no había visto por completo el cuerpo de Jimin. Lo único que había logrado ver, era una parte del rostro del omega, añadiendo a unas orejas peludas que se lucían sobre la cabellera rosa del menor.
-No seas tan amargado, Yoonnie -dijo apartándose poco a poco del peli-rosa.
Los ojos de Yoongi se ampliaron como nunca antes, su boca se abrió por completo, y un pequeño sonrojo apareció en sus pálidas mejillas.
-¿Le gusta como me veo? -preguntó ilusionado Jimin- Porque lo hice por usted.
El alfa continuó en las nubes. Por primera vez en toda su vida se había quedado sin palabras.
-¿Po-Por qué es-estás vestido de ga-gato? -Preguntó a duras penas.
-Porque quería sorprenderlo, y tal vez así acepta una cita conmigo...
Yoongi jamás en su vida lo aceptaría en voz alta, pero sus mejillas seguían furiosamente sonrojadas por el simple hecho de que le encantó ver a Jimin de esa forma. El chico tenía un pequeño disfraz de gato color gris, el cuál, llevaba una cola guindando en su parte trasera y unas pequeñas orejas también de gato en su cabeza. Las mejillas bañadas de un tono carmín, y sus labios un poco más rosa de lo normal eran la cereza del pastel.
Yoongi casi vomita arcoiris.
-¿Te comió la lengua el gato? -Se burló Namjoon, cuando vio las mejillas de su amigo.
Yoongi comenzó a carraspear. Su lobo estaba loco en su interior. -Ve a cambiarte, Jimin.
El chico le miró con ojos de cachorro. -¿No le gusta?
Yoongi no supo que contestar por un momento, pero la mirada que le dedico su amigo de "si le dices que no y lo haces llorar, te voy a matar, Min Yoongi".
-Bueno... Te ves tierno -fue lo único que dijo con timidez.
Jimin soltó un chillido de alegría, y en medio de su emoción, saltó hacia Yoongi, abrazándolo en el momento y dando pequeños besos en la mejilla del alfa.
Yoongi en lugar de apartarse solo se quedó allí, sosprendido ante la acción del omega. Se sintió un poco incómodo cuando sintió todas las miradas sobre ellos, y aún más ante los saltos acompañado de chillidos emocionados que Namjoon estaba dando.
Extrañamente, no se sintió incómodo o enojado por la acción de Jimin, pero por otro lado, tenía una reputación de macho alfa que proteger.
-Ya, ya, ya -comenzó a decir apartando al peli-rosa-. Me estás babeando mi rostro -gruñó, queriendo parecer molesto, sin embargo, no lo logró.
-No se enojó... —sonrió como tonto enamorado.
-No, no me enojé, pero no lo vuelvas a hacer -dijo arreglado su camisa.
-¿Sabe? -preguntó soltando un pequeño suspiro- Mi mamá casi me quizo dar en adopción cuando le dije que iba a venir vestido así -se señaló su disfraz-, a la universidad.
Yoongi rió. Ese chico definitivamente rompía todos los estándares. No quería ni imaginarse lo que harían sus padres si el hiciera algo similar.
-Su sonrisa es muy hermosa, hyung -confesó mirándolo con sus ojos brillosos.
El alfa rápidamente dejó de sonreír y tosió. Tenía que salir de ahí antes de que sus mejillas explotarán.
-Vo-voy tarde a mi clase -fue lo único que se le ocurrió decir. Sin más, salió corriendo de ahí, sin siquiera fijarse que su cara estaba llena de labial rosa, el cual, tenía la forma de los labios de Jimin.
Namjoon quiso advertirle a su amigo, pero se lo pensó un poco, decidiendo que Yoongi tenía que pagar por todas las veces que se había burlado de su persona, por lo que no le dijo nada.
-Oye, Jiminnie -llamó el peli-morado al omega qje se encontraba en medio del pasillo, fundido en sus pensamientos.
-¿Sí?
-¿Quieres conquistar a Yoongi? -sonrió con malicia.
-Por supuesto -el chico rápidamente había girado su cabeza.
-Entonces yo soy el omega perfecto para ayudarte -aclaró un poco su garganta-, ¿aceptas mi ayuda?
-Sí...
No importaba lo duro que el alfa se comportara. Min Yoongi iba a caer sí o sí.
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