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Pov Rafael
¡Me descubrió! ¿Que hago ahora?
R: Jamás haría algo como eso..
D: ¿A no? Entonces explicame los gemidos de la noche, las mordidas y chupones que tiene Ana.. Anda, explicate..
R: Emm.. Yo no hice nada.. Y no te metas donde no te incumbe, o te quitare el verde de la cara
D: -Suspira pesado- Esta bien. Solo espero que sepas lo que haces..
Fin Pov
Donatello se fue, dejando a Rafael solo.. Este miro al final del pasillo que se escuchaba el agua caer de la ducha, sonrió de forma sínica y camino hasta allí.
Entró al baño y cerró con seguro, se quito el equipo y entró a la ducha en la que Anabett estaba mirándolo sonrojada.
An: Ra- Rafael... -Este la toma de los brazos, la acorraló contra una pared y lamió toda su espalda, viendo aquellas marcas y escuchando los tímidos gemidos de su sirventa..
Llegando a sus muslos, subió hasta su nuca comenzando a besarle, mientras masagea los glúteos de la humana..
An: Rafa.. ¿Lo harás.. Ahora? Ah.. Tu padre podría despedirme por no... hacer sus pedidos de- desde el mes pasado..
R: No me interesa.. Si te despide iré a verte todas las noches en tu vida, y te haré gemir como nunca antes..
An: Maldi- Ah! -Gimio al sentir que un dedo de Rafael ingresaba por su entrada secundaria- Mierda.. Ah! Duele.. Ahh!! Basta! Basta!!
R: ¿Y quedarme con las ganas? Eso nunca.. -Ingresa otro dedo, mientras con su mano libre sostenía las manos de Anabett y besaba su cuello y hombros.
An: ¡Maldicion! ¡Detente! -Sus piernas comenzaban a temblar, haciendo que cayera al suelo, aprovechando esto, Rafael se coloca sobre ella para morder su cuello dejando más marcas..
Su miembro comenzó a salir, Rafael tomo una de las manos de Anabett para guiarla hasta la ereccion, pero al tocar aquel músculo ardiendo en temperatura, corrió avergonzada la mano.
An: No me hagas hacer esas cochinadas Rafael Hamato!!
R: Mejor callate o mi amiguito lo hará, ya tocalo.. -Volvio a guiar su mano hacia su ereccion, pero esta vez, Ana no se negó y comenzó a masturbarle- Mm.. Mas rápido -Ahora con ambas manos, la humana le otorga el placer que necesita, hasta sentir un líquido caliente y espeso en sus manos
An: Si vas a hacerlo, hazlo ya..
R: Hm que ansiosa.. -Rió mientras se colocaba entre sus piernas- No tapes tu boca, quiero escucharte gemir, así a lo mejor acabo antes para que vallas a hacer los encargos de mi padre..
An: Esta bien, al parecer no quieres que me despida..
R: Claro que no quiero eso. ¿A quien cojeria todas las noches?
An: Mm.. Ya perdiste el encanto.
Continuará...
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